Partida Rol por web

La tropa se sienta a descansar entre el mar de cadáveres, vísceras y sangre. Estais excitados, sentís el corazón latir por el furor del combate. Algunos de vosotros roeis algunos cadáveres para entreteneros y poco a poco, conseguís tranquilizaros y aquel paisaje desolador, se vuelve para vosotros en un remanso de paz. El tiempo transcurre despacio. Teneis tiempo para comer, para pensar,...¿qué hareis ahora?.

El feo goblin se sienta junto a un cadáver y roe algunos huesos a modod de golosina. Está agotado tras su marcha eterna por el bosque. Cuando llegó ya la batalla estaba casi acabada.

Aún así se dispone a comer lo poco que su enclenque cuerpo le permite.

Zi llego a eztar yo aquí, la batalla hubieda zido muczo menoz ladga. - Mascula entredientes, para no ser oído.

Algo más lleno (los pocos cadáveres calcinados han sido un buen "tentenpié" para Kamtrak) el sargento de arquetros vuelve a acercarse al capitan Bolwock.

Por un lado, el hecho de quedarse sin hacer nada cubre TODAS sus espectativas, sin embargo sabe que la situación puede empeorar, por lo que intenta insistir con su plan - Eh... capitán... Entonzez, vamoz a avizadle al rey que tomamoz el pueblo? Como dije, loz adquedoz eztamoz liztoz pada protegedoz a voz, si quereiz infodmad pedzonalmente, o a vuestro menzajedo - insiste - Dezpuez de todo hay que avizadle, no?... mienztraz loz demaz buzcan máz comida -

Tras la exitosa batalla, rebusco entre los cadáveres cosas de valor, como haría cualquier buen goblin. Hecho esto, me tumbo a descansar. Estoy agotado de la batalla, y un descanso no me vendrá nada mal.

Chiwik está cansado de esperar. Y se siente frustrado: ha sido una bonita escaramuza ¡pero no hay comida! 

Viendo que Bolwock parece estar pensándose el siguiente paso y no tomar una decisión decide saltarse la cadena de mando:

- ¡Laceroz! ¡Noz vamoz a azolar alguna aldea cercana! ¡Buzquemoz comida para la Horda! 

El sargento está ansioso por entrar en combate y, a estas alturas, ya le da igual lo que piense su superior. Y es que su superior piensa demasiado las cosas...

- Adquedoz... no hagan cazo a ezoz rebeldez. Zi el capitan no da la odden, noz quedamoz aquí - asevera seguro que, mientras cumpla las órdenes no se estará equivocando

- Ademáz nozotroz debedemoz cuidad ezte zitio pod zi loz humanoz quieden volved - continúa buscando excusas para evitar correr riesgos

Trecirk miraba a un lado y a otro mientras sus orejas hacian lo contrario.
-Jefe... ¿Y nozotroz que hacemoz? Canthus empieza a impacientarze y yo no se que hacer...-Pregunto a su actual Sargento el goblinoide llamado MelmaK

- ¡Pod fin! - exclama Grurkl al tiempo que vuelve a taparse el ombligo y deja a los Nabuconodosorcitos en paz - ¡Vamoz a zeguid deztdipando gente! -

Se levanta y forma junto a su sargento.

- Y poddiamoz empezad con loz tidapalitos... ya zabe, pada calentad. - le susurra a su jefe.

Chiwik sopesa la idea de cargarse a Kamtrak como entrenamiento. No puede decir que no le apetezca pero finalmente decide que sería malgastar potencial.

- No. Quizaz a la vuelta...- le contesta a Grukl.

Dicho lo cual se pone en marcha hacia... hacia... hacia algún sitio que tenga pinta de que al otro lado de la colina pueda haber una granja. Y si ninguno tiene pinta pues por donde huyeron los humanos... Y si no ¡hacia cualquier sitio al azar que no coincida con el lugar por el que vinieron! ¡La cuestión es ponerse en marcha!

El sargento de arqueros observa como el lancero comienza su marcha hacia... algún lado mientras analiza la idea de dar la orden de un pequeño ataque preventivo contra los locos que maneja Chiwick.

Sin embargo, es consciente que al capitan no le va a gustar su independencia por lo que olvida su idea y decide que, mientras no tenga órdenes de su superior se dedicará a volver a almorzar.

Sin preocuparse de nada le corta la pierna a uno de lo cadaveres y con mucha calma usa su daga para sacar, capa a capa, la bota que cubre el pie y huele profundamente el hedor que surge de los dedos sucios del cadaver - Uhm... no hay nada como un pie con olod a pie - murmura antes de chupar el dedo gordo, ya frío, que ha encontrado bajo la bota de cuero y mordisquearle las largas uñas sucias - Y laz uñaz zon máz ladgaz que laz míaz - agrega complacido - Que plazed! -

Yoda se entretiene con un moco de la nariz mientras juguetea con él sentado sobre un cadáver. Lo único que el moco no es de su nariz sino de la del muerto.

El capitán de los Capuchas Negras parece dormido. Quizá es que el día ha sido demasiado intenso para él, pero no hay quien le despierte. Mientras, Kamtrak y Chiwick intentan suplir su liderazgo dando órdenes a lo que queda de su tropa. Unos y otros comenzais a caminar de forma errática por los alrededores del campamento. Después de dos horas de inspeccionar la zona, veis que tanto las granjas cercanas como el aserradero que está en el bosque, han sido abandonados de forma apresurada. Podeis encontrar algunos alimentos, pero nada lo suficientemente importante como para conseguir alimentar al clan durante mucho tiempo.

A Chiwik no le decepciona tanto no haber encontrado comida como no haber encontrado pelea. De hecho se plantea seriamente si buscar una disculpa cualquiera para atacar a Kamtrak y a sus chicos para satisfacer su ansia berserker. Regresando con sus lanceros al lugar del campamento y viendo que el jefe capucha negra se ha quedado dormido se encoge de hombros dando sus órdenes:

- Muchachoz: cogez todo lo que podáiz cargar y volvamoz a laz cavernaz... Me parece que no tenemoz nada máz que hacer aquí... Llevaremoz lo que podamoz y que el Gran Rey decida a donde debemoz ir dezpuéz...

A estas alturas Chiwik ignora por completo a su superior, que ha caído varios niveles de prestigio ante sus ojos. La misión ha sido un verdadero desastre y como buen goblin piensa que ha sido por culpa de los demás. Quizás escogió mal el bando cuando el asunto del gigante... pero es que los magos siempre le dieron repelús.

Kamtrak, por principios, no quiere reconocer que está de acuerdo con el viejo tuerto, por lo que intenta buscar una excusa para no hacer lo que propone.

- Puez... mejod lo ezpedamoz. Pod lo menoz loz adquedoz sabemoz obededez laz oddenez que noz dan - comenta como al pasar - Zi quiedez que noz madchemoz debedíamos llevadlo pada que sea el el que de laz explicazionez al gdan Dey -

- Quizáz con ezaz lanzaz puedan haced una camilla pada llevadlo... o lo podemoz cadcad en uno de loz huadgoz... o en unas padihuelaz y llevadlo con la comida - da sus alternativas evitando, cuidadosamente, que él o sus arqueros se vean involucrados en el "trabajo" de llevarlo

El desastrado grupo de goblins se preparó a comenzar el regreso a Valle Roto. Poco era lo que llevaban. Tan solo esperaban poder aplacar el hambre y la furia de sus congéneres. Quedaban siete, tan solo siete de 30 que habían partido. Y lo curioso es que apenas se habían producido bajas. ¡Malditos cobardes!.

Tras dos días de camino llegaron de nuevo al mar y luego, comenzaron a adentrarse valle arriba, siguiendo el borde del precipicio que llevaba hasta la entrada de las cuevas goblins.

Pero al llegar, observaron algo, que les llamó la atención. A la entrada de la cueva principal, vieron clavadas varias estacas con cabezas goblins ensartadas en ellas. Una sin duda, era la de Gimlok y en algunas de las otras, las que eran reconocibles, identificais a algunos de los capuchas negras que se habían quedado para manenter el orden. Sobre la pared, una pintada hecha con sangre goblin proclama "Garraz Rojaz Rulez".

Grurkl se quedó tan chafado como los demás ante la falta de acción. Quizá por eso no había dicho ni mu cuando se propuso regresar con lo poco que tenían. El regreso lo animó un poco (principalmente por la abundancia de comida disponible) y casi lamentó llegar a la cueva (porque significaba compartir la comida con los demás).

No le sorprendió ver la cabeza de Gimlok y de los demás clavadas a la entrada. Las sucesiones al trono goblin solían acabar así... ahora sólo le preocupaba qué podría pasarles a ellos como enviados del "gobierno" anterior.

- ¿Qué hacemoz jefe? ¿entdamos? -

Agotado y fatigado tras tanta actividad yoda se sienta enfrente del letrero.

¿Ramaz Rojaz? Ezoz zemoz nozotroz? - pregunta yoda extrañado.

- NO, cdeo que no - le contesta Kamtrak a Yoda mientras analiza la situación con sus pocos

- Y Cdeo que no noz decibidán muy contentoz - añadió compungido - Quizáz ez el momento de buzcad un nuevo defugio y olvidadnoz de ezoz Gaddaz Dojaz. Dezpuez de todo nozotroz zi podemoz conzeguid comida - aclara en voz baja