Partida Rol por web

Angelo se sentó con cara de tonto. Lo ultimo que se esperaba al entrar en la cabaña de los jefes del campamento era acabar participando en una partida de poquer con ellos. Aun asi no prentendía ser descortes y tomó asiento como le indicaba Quiron.

Con un poco de miedo y medio tartamudeando al principio Angelo comenzó a hablar.

Es.. Es un pla.. placer conocerle señor. Lamento no haber avisado antes de mi llegada o haber venido a verle anoche pero todo esto es nuevo para mi.

Angelo tragó saliva. Sabía un poco las reglas del poker pero no estaba seguro de como jugarían en este campamento tan especial.

- Vale, vale, vale. - Dijo el hombre de los rizos mientras hacía aparecer un plato lleno de apio junto a su mano. - Tenemos un novatillo aquí, ¿no Quiron? -

El hombre de los rizos, cogió un trozo de apio y se lo llevó a la boca, masticando con tranquilidad pero a la vez, poniendo cara de asco cada vez que masticaba... por no hablar de su cara al tragar un trozo. Automáticamente, su mano se acercó a la jarra de vino que había en la mesa, y esta, se separó de su mano sola, arrastrándose por la mesa casi medio metro para quedar lejos de él.

- Si, me había olvidado. - Continuó negando con la cabeza. - Creo que en mi país, se estila saludar y presentarse, sobre todo cuando estás frente a los que te van a cuidar y enseñar como sobrevivir durante un par de años, al menos. ¿Cual es tu nombre, Señor Maverick? -

Angelo volvió a tragar saliba... el Señor D impresionaba mas de lo que parecía y como le había dicho Charly no era precisamente amigable.

Disculpe mis modales señor. Como el señor Quiron me llamo por mi nombre supuse que ya sabían quien era y no era necesario presentarme. Mi nombre es Angelo Natividad, tengo 15 años y provengo de Italia. Angelo iba a dar mas detalles pero se quedo embobado con la jarra que se había alejado por si sola del maestro. Angelo volvió en si tras unos segundos. No se si tambien debería añadir que soy un mestizo, pero bueno, ayer descubrí que lo soy y aun no se si es correcto o no presentarme como tal.

- ¡Ahí va! ¡Un Mestizo! - Dijo risueño D. - Si no me lo hubieses dicho, no podría imaginarlo... oh si... espera... tal vez si, por que aquí sólo pueden entrar Dioses y Mestizos, señor Navidad. -

Se acomodó la ropa con la mano y esbozó una sencilla sonrisa, algo forzada.

- En otro momento, señor Navidad, habría hecho que te vuelvas completamente loco, o que creas que eres una gallina, o simplemente, que vuelvas a tener dos meses y te hagas pis y caquita encima por decir esa obviedad... - Dijo el hombre de los rizos sin dejar de sonreir. - ...pero esos tiempos han cambiado. Han cambiado mucho. Por lo que a mi respecta, puede jugar con nosotros, y a partir de ahora, hablé con el lisiado este, no conmigo, ¿lo ha comprendido o tengo que llamar a un traductor? -

Quiron asintió y te tendió su mano desde la silla dónde estaba sentado, para estrechar la tuya. - Bienvenido. - Dijo con una sonrisa al mismo tiempo que un sátiro le traía otra jarra de vino y un cuenco lleno de zanahorias.

Angelo se quedo un poco planchado con la actitud del señor D. Se sentía terriblemente avergonzado pero no podía hacer nada. Si contrariaba al jefe del campamento quizas no pudiese quedarse y si no se quedaba no podría salvar a Cherry. En silencio afrontó las palabras del Señor D. Quiron parecía mas amable y comprensivo por lo que se tranquilizó algo. La actitud de uno equilibraría la del otro.

No importa como sea tengo que aguantar y hacerme fuerte mas rapido.

Muchas gracias señor Quiron. No estoy muy acostumbrado al juego asique espero no estropear su partida.

Angelo no estaba seguro de que apostar... no llevaba demasiadas cosas encima solo su mp3, un par de chicles y algunos tornillos de un motor que tenía desmontado en su antiguo hogar. Ademas su mano no era demasiado decente. En su mano había una pareja de nueves negros. Con la mano algo timida saco los chicles y los tronillos de su bolsillo mientras, mirando a Quiron los deposito en la mesa. Su cara relataba la pregunta que corría en su mente.

¿Será esto suficiente?

Angelo no tenía ni idea de que se estaban apostando en la mesa, normalmente todo el mundo usaba la misma moneda u objeto para apostar pero aqui era distinto. Por fin tomando aire profundamente solto los tornillos

Yo tambien voy.

Si no era suficiente solo le quedaría apostar su mp3, y eso no le gustaba demasiado con la mano que llevaba

Angelo se sorprendió al oir que acababa de hacer un all-in, si solo había puesto unos tornillos. Aun así se sintió bien consigo mismo. Mientras se mostraban las cartas un dilema surgió de Angelo. Que pasaría si ganaba... los profesores no se tomarían demasiado bien la derrota, o al menos no lo haría el señor D. Tan preocupado estaba que nisiquiera miró que había en la mesa. Cuando todos mostraron sus cartas Angelo simplemente las dió la vuelta y miró hacia abajo. No quería saber si había ganado o no, pero algo en su interior le decía que había pasado lo peor...

Por favor que no tenga nada bueno, que no tenga nada bueno...

Angelo levantó su mirada para ver las cartas en la mesa. Fue una a una rezando para que ninguan de ellas fuese un nueve. Por unos intantes Angelo se sintió aliviado, un As, un 4 y un 7. La siguiente carta trajo un escalofrio a la espalda del joven. Otro 9 y un segundo 4. Miró las cartas del señor D y de nuevo todo su cuerpo tembló. Tenía dos 7, Angelo le había ganado por muy poco pero su full era más alto.

- Hijo de... - Empezó a gritar D mientras golpeaba la mesa con su puño y se levantaba dispuesto a, bueno, supones que a cortarte el cuello.

- ¡Señor D! - Gritó cortándolo Quiron.

La voz de Quiron lo tranquilizó un poco, pero igualmente, el Dios del Vino y de la Locura salió de allí insultando a los Dioses, maldiciendo al Infierno y algún que otro epíteto más que salió de su boca en Arameo, Griego Antiguo y por supuesto, Latin. Salió de esa cabaña refunfuñando, pero sin mirar hacia atrás.

- Menuda jugada, Ángelo. - Dijo Quiron con una sonrisa. - Aunque haberle ganado al Señor D, bueno, no es muy recomendable. Intentaré tranquilizarle, pero ve con cuidado, sobre todo con los de su casa. -

El hombre de la silla de ruedas comenzó a juntar las cartas con una mano y cuando terminó, se colocó a tu lado en la mesa.

- ¿Qué tal lo llevas? -

Angelo aun estaba petrificado, sin duda su victoria de hoy le saldría cara pero uno no controla su propia suerte. Con los nervios a flor de piel observó como elseñor D salía del lugar. Por suerte Quiron era distinto.

Aun me estoy acostumbrando señor, ayer era un estudiante de instituto normal y hoy soy un mestizo que ha perdido a su mejor amiga y esta en un campamento rodeado de otros como él. Lo unico que me da fuerzas es el saber que algun dia la encontrare señor...

Angelo se sintió de nuevo algo melancolico pero pronto volvió en si al darse cuenta de que no era momento de eso, Quiron era uno de los directores del campamento y no tenía porque hablarle de sus problemas personales.

Aun asi señor estoy muy agradecido de que me hayan acogido aquí. Quiero aprender todo lo posible señor.

El hombre lisiado asintió con la cabeza.

En ese momento, sacó la silla de la mesa y la colocó apuntándo hacia la puerta.

Giró la cabeza para mirarte mejor y con su sonrisa de millón de dólares te guiño un ojo.

- Mejor que te muestre el campamento, así si sientes que quieres saber algo, me lo preguntas. ¿Vale? Y por cierto, mi nombre es Quiron, nada de señor ni esas cosas, ¿vale? -

Quiron salió por delante de ti, empujando su silla con sus manos. Lentamente, salió de la cabaña, casi cayéndose al suelo cuando bajó las escaleras dando botes, pero aún así, mantuvo la compostura. Con una mano, te señalo las casa que formaban un semicírculo justo frente a vosotros.

- Estas son las casas de los Mestizos. Cada una corresponde a un Dios Olímpico. Si tu padre o madre te reconoce, podrás vivir en una de ellas como miembro de pleno derecho. Mientras tanto, bueno, creo que la de Hermes te va bien. Allí mandamos a todos los huerfanos... Olimpicamente hablando, claro. Hay casas con poca gente, con mucha gente o... - Señaló tres casas al final.

Una de ellas era enorme, la del centro. La de la derecha, daba al lago donde algunos chicos del campamento practicaban natación. La de la izquierda era vieja, húmeda, oscura. Una casa realmente espantosa.

- ... vacías. -

Angelo no era un genio pero sabía de sobra a quien podían pertenecer esas tres casas, seguramente en algun archivo de su ipod estuviese aun aquella grabacion. Los tres Dioses hermanos que se enfrentaron a su padre. Zeus, sin duda a el le pertenecía la casa central. Poseidon, solo sus hijos podían disfrutar tanto del agua como para tener un estanque. Y Hades, señor de los muertos y muy acorde con una casa tan oscura.

Hades no debe de engendrar muchos mestizos... o eso o se niega a reconocerlos...

En principio Angelo vió bien establecerse en la casa de Hermes, de ese Dios no sabía demasiado en particular pero bueno. Ni se inmuto al oir la palabra huerfano, quizas por el hecho de que llevaba toda su vida en un orfanato, o quizas porque no le preocupaba.

Señ... Angelo casi se dejo llevar por la costumbre. Quiron, ¿la casa de Hermes es donde pase la noche? Alli me han tratado muy bien y lamentaría despedirme de ellos tan pronto. Ademas tengo otra pregunta... ¿Es dificil ser reconocido por tu padre o tu madre? no es que me preocupe demasiado pero despues de tantos años si que tengo algo de curiosidad por saber de donde vengo.

Angelo seguía pensando en la casa de Hades por lo que preguntó finalmente.

Quiron, ¿por qué esta vacía la casa de Hades?, ¿él no tiene mestizos? ¿o ni los reconoce siquiera?

Angelo veía como Quiron no paraba de tener problemas con su silla, siendo su campamento debería estar mejor preparado el terreno. Incapaz de seguir viendo como el director tenía problemas Angelo le ayudo con la silla, ya que le estaba guiando era lo menos que podía hacer. Aun así el recorrido era complicado.

Quiron, si lo prefiere puedo ver el resto del campamento por mi cuenta, no es necesario que se esfuerce tanto por mi.

La visita estaba siendo grata pero Angelo se sentía mal por forzar al director a pasar por tan avergonzante situacion.

Angelo casi se desmayó al ver a Quiron salir de la silla, bueno, lo habría hecho de no estar ya curado de espanto. Se acrcó a él y lo miró, no con curiosidad ni con falta de respeto, lo miró como una nueva presentacion y simplemente sonrió.

Vaya, en este sitio nada es lo que parece. Supongo que ahora seré yo el que irá tropezando para seguirte el paso.

Angelo se dió la vuelta y continuó por el camino por el que estaban iendo. La visita era cada vez mas entretenida estaba casi impaciente por ver que era lo siguiente.