Partida Rol por web

Grace observa asombrada cómo Tyson se quita las palomas de encima como si de pelusas se trataran, pero antes de que pueda hacer algún comentario al respecto, algo llama su atención. La paloma a la que casi ha dado antes, se dirige hacia ella con una mirada aterradora... ¿Que cómo puede aterrar la mirada de una paloma? Eso era algo de lo que Grace se habría reído... si no tuviera un ejército de palomas con esa misma mirada casi encima suyo, con ganas de arrancarle los ojos o... de alguna otra cosa peor.

Esto... Ty... ¿algún consejo útil?

Remarca la palabra "útil" recordándole al grandullón que en la vez anterior, las cosas no habían salido tan bien como habría querido... Pero ahora iba a ser diferente.

Vale, Grace... ya lo has hecho una vez. Ahora tienes que haberle cogido el tranquillo, ¿no? Esto está controlado... es como kung fu pero con una espada en la mano. Debería ser más fácil incluso, ¿no?

Intenta recordar la teoría básica de todas las artes marciales que ha practicado durante toda su vida. La concentración, la visualización, sus reflejos...

Entre los dos comenzáis a hacer estragos entre las palomas que os atacan. Uno con los puños, Tyson, haciendo que cada vez que golpee varias caigan al suelo entre estertores, por otro lado Grace con su espada, hace picadillo a decenas antes que siquiera la toquen. Las palomas restantes, continúan volando hacia los árboles, para dejar de atacar al duo.

Mientras tanto, a lo lejos, se pueden ver varias antorchas que se acercan a Grace y a Tyson.

Son casi una docena de fuegos que se mueven con el viento y que se van acercando cada vez más.

Una voz masculina se escucha a la lejanía.

- ¡Allí están! ¡Vamos a por ellos! Están en peligro si se quedan más tiempo allí. -

El grupo que llevaba las antorchas se acerca por fin a vosotros, ataviados con armaduras doradas y espadas cortas de bronce. Uno de ellos, el que parecía ser el líder, se acerca a ti y se quita el casco con hendedura en T que llevaba puesto.

Era un chico rubio, con el corte de pelo a lo militar, que te mira con una sonrisa.

- Bienvenidos. Os hemos sentido hace rato, pero no podíamos ubicarlos en el medio del bosque. Vamos, el Campamento Mestizo os espera. -

Grace se espera lo peor cuando empieza a ver antorchas y escucha voces de gente que los busca. Por suerte, antes de darle ningún espadazo a nadie, se da cuenta de que están del mismo bando y baja la rústica espada que lleva en la mano, cambiando su mirada seria de concentración por una totalmente alegre y una gran sonrisa.

¡Vaya! ¡Hola! Soy Grace, ¿y vosotros? Por fin llegamos al campamento este... ¿Alguien me puede explicar qué les ha pasado a estas palomas? Y bueno... ¿Tiene alguien algún teléfono? Sería sólo un minuto y cuando vuelva a casa, me encargaré de pagar lo que sea necesario, de verdad.

Luego mira a Tyson, y dándole unas palmadas en un brazo, algo entristecida, se dirige a él.

Tú supongo que debes quedarte aquí, ¿no? Este es tu sitio... Te echaré de menos cuando vuelva a casa...

Tyson abrió los ojos, bueno, en este caso el ojo de manera exorbitada al escuchar tus palabras.

Después, negó con la cabeza mientras intentaba sonreir al darse cuenta que no habías entendido nada de lo que te había explicado durante todo el tiempo que pasastéis juntos. Aunque tal vez te había explicado demasiado poco.

- Yo ir. - Dijo con su parca voz mientras señalaba hacia el campamento.

El rubio del corte militar lo miró de arriba abajo, con cara de asco.

- Si, aunque no queramos, el viene también al campamento. - Te explicó el rubio. - Queramos o no, sigue siendo un Mestizo. -

Grace escucha los comentarios de uno y otro y al final, se echa a reír. A carcajada suelta, sin más. Con las manos en la barriga incluso, doblándose y agachándose. Cuando parece que se le ha pasado el ataque de risa, limpiándose las lágrimas de los ojos, vuelve a hablar.

Claro que él va a ir. Es un mestizo. Pero yo tengo que volver a mi casa. A mis padres no les va a hacer mucha gracia... sea cual sea la historia que les cuenten en el colegio. Ya me he vuelto a meter en otro lío... pero bueno, dejo a Tyson en buenas manos. -Da una palmada en el hombro a este, poniéndose de puntillas para llegar- Cuidadlo bien, que puede parecer un poco bruto, pero tiene un corazón de oro.

Dicho esto, da media vuelta para volver por donde ha venido, hasta que...

Esto... ¿Dónde puedo coger un taxi por aquí? Aunque sea uno de esos taxis raros con las tres ancianitas...

Incliné la cabeza un poco intentando saber que me estaba diciendo esta chica.

¿Sé quería ir?

¿En Taxi?

¿A dónde?

- Creo que no me has entendido, tu también te vienes al campamento. Sino, ¿para qué hemos salido aquí? Vamos a llevarte para que pases allí la noche, ahora no es bueno caminar por el bosque, como bien ya lo has visto. - Dije mientras le señalaba hacia la dirección en la que tenía que caminar. - Vamos, te espera una cama en una de las cabañas, así que no te hagas la remolona. -

El rubio comenzó a caminar. Dio un par de pasos y se giró hacia atrás a ver si lo seguías.

Grace se encoge de hombros y empieza a seguirlo, aunque no cierra la boca todavía...

Bueno... quizá tengas razón. Aunque todas esas cosas lo seguían a él, ¿no? Y si no va conmigo, no debería tener esos problemas... de todas formas, gracias por vuestra hospitalidad. ¿Tenéis muchos campistas a estas alturas? Supongo que en verano se llenará más... Ah, y otra cosa, ¿tenéis teléfono? Necesitaría hablar con mis padres, como ya he dicho antes, y ahora aún más, si voy a pasar la noche fuera. ¿Qué te parece, grandullón?

Se gira hacia Tyson y le da un suave puñetazo en el brazo.

Así podremos despedirnos como los dioses mandan antes de que vuelva a casa mañana. Además, si puedo, vendré a visitarte siempre que quieras, claro... aunque creo que mis padres no me dejarán salir en meses después de esto...

No parece preocupada, más bien pensativa mientras habla del posible castigo de sus padres.

Negué con la cabeza un par de veces y creo que puse los ojos en blanco ante tantas palabras.

La chica no tenía ni idea, o no se quería enterar o simplemente, todavía está en shock.

¡Pero si la han atacado palomas demoníacas!

- Bien, ahora, vamos al Campamento Mestizo, allí te enterarás de muchas cosas. Tal vez podramos encontrar un teléfono para hablar con tus padres. -

El muchacho te ayudó a comenzar a caminar, paso a paso, en dirección a las antorchas clavadas en el suelo.

Caminasteis un par de cientos de metros por entre los árboles, hasta que un gran claro apareció de la nada.

Allí, lo primero que puedes ver es un gran arco de madera, en cuya parte más alta, cuelga un cartel con unas letras. Agudizas la vista para poder ver bien y las letras parecen bailar en tus ojos. Te das cuenta que es griego, griego clásico, y tras el movimiento, se forman dos palabras que comprendes perfectamente.

"Campamento Mestizo"

Grace pega un salto, frenando de golpe y cogiendo a Tyson del brazo, deteniéndolo también.

¡Eh! ¡Que puedo leerlo sin problemas! Jo, este sitio es la caña.

Sonríe mientras sigue avanzando, tan tranquila como su hiperactividad le permite, pues no deja de mirar a todas partes para enterarse de todo.

Vas a estar genial aquí, Tai. Siempre me ha gustado el bosque, ¿sabes? Más que la playa, aunque a mis padres se les antojara aquel apartamento para ir en verano... vale, es divertido, pero pasarse horas tomando el sol, no mola nada...

- Tú eres una mestiza. Tal vez tus padres humanos tampoco lo sepan, pero eres hija de un Dios o Diosa del Olimpo. Sino, no podrías ver esas letras y por supuesto, no estar aquí. No te preocupes, al principio es complicado, pero ven, pasa. Bienvenida al Campamento Mestizo. - Dijo Luke mientras te ayudaba a caminar.

Después, te miró con una mirada tierna, como cuando alguien nota que no entiendes algo e intenta explicarte.

- Saber de quién eres hija es sencillo y la vez complicado. Es tu padre o tu madre la que te "marca" como su hija. No te preocupes, hay gente aquí que hace años que viene y todavía no sabe quién es su padre. Ese no es el más grande de los problemas. - Dijo el muchacho mientras entrabais al campamento.

En ese momento, un montón de chicos y chicas salen a recibirte, algunos lo hacen felices, otros parecen más parcos, pero todos salen a tu encuentro.

Ves gente con armaduras, gente con túnicas, algunos con el torso desnudo y además, varios faunos que se acercan a ti tocando sus flautas.

- Creo que será un verano interesante. - Concluyó el rubio con una sonrisa.

Grace se queda con la misma sonrisa con la que estaba durante unos segundos después de escuchar a Luke. Es la primera vez que recuerda a su mente atascada. Quizá antes de llegar al horfanato le había pasado alguna vez... Pero de eso no se acordaba.

¿Que yo qué?

Pregunta sin saber si reír o llorar. Poco a poco va bajando la mirada, mientras deja que el resto de las palabras de Luke entren por sus oídos. De nuevo, su cerebro empieza a funcionar. Poco a poco al principio pero de una forma vertiginosa más adelante, llegando a ser como siempre. Simplemente rápido.

Entonces me dejó tirada. Sea quien sea mi padre o madre o lo que sea. Pues por mí, que no me reclame, que yo estoy bien con mis padres de ahora y no necesito nada más.

Asiente afianzando sus palabras, confirmándolas, para que los demás sepan que no tiene dudas. No destilaban rencor. Tampoco tristeza. Grace parece tan animada como siempre, pero... Pensaba volver a su casa... cuando todo aquello pasara. Vamos, los monstruos no estarían siempre esperando fuera, ¿no? Y mientras tanto... aquí parecía que se lo iba a pasar en grande.

¿Y cuál es el más grande de los problemas?

Pregunta mientras mira distraídamente a su alrededor, con una enorme y amistosa sonrisa en los labios, saludando a todo el mundo. Incluso a los que no parecen alegrarse. ¿Porqué estaban tan contentos de que Tyson y ella estuvieran allí? Vamos, en el instituto no era la base de la pirámide de la popularidad, pero tampoco estaba entre la élite.

Todavía no conocen tu forma de ser... Pronto cambiarán de parecer.