Partida Rol por web

1500, el Fin del Mundo: Cap I, Carnaval Maldito

14 de Febrero, Epílogo

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11/08/2008, 19:56
Director

Después de los excesos del Carnaval, llegan los rigores y privaciones de la Cuaresma. Los vecinos del Barri Honrat dijeron escuchar de madrugada una serie de cánticos extraños y escalofriantes, truenos y sonidos de movimiento y violencia, muchos apretaron sus cabezas contra sus colchones intentando no escucharlos. Muchos hablaban de animas perdidas, otros de brujos bailando al rayo y al Señor de las Tinieblas. El caso es que cuando los Jurats fueron llamados por los preocupados vecinos para inspeccionar los tejados, solo encontraron un calcinado cadáver, algunos dicen que por uno de los rayos que se escucharon, y algunas saetas clavadas firmemente en las tejas.. La Inquisición y sus familiares empezaron a curiosear, pero perdieron pronto el interés al tener pocas pistas y al parecer más obra de borrachos que de algún tipo de culto herético o judaizante.

Por su parte, el honrado ciudadano Bertand Occand dijo ver a un grupo de personas bailando sobre los tejados, como temía que fueran borrachos o ladrones, mandó a su guardia disparar, tras lo que parecieron huir. Al día siguiente fue nombrado Conseller, pero vive una vida aislada y paranoica, parece temer que algo o alguien le encuentre y no se deja ver nunca en público... algunos dicen que ha sucumbido a la locura tras conseguir lo que tanto ansiaba, y no deja de mirar hacía todos lados como si una sombra le persiguiera. Algunos empezaron a murmurar para destituirlo, ya que un Conseller tocado del ala no era beneficioso en modo alguno para la Ciutat Comtal.

Sobre lo que pasó aquella noche de Carnaval nadie lo sabe con seguridad, los más supersticiosos hablan de brujos mientras se santiguan y arrojan arroz o sal tras sus contraventanas. Otros más pragmáticos creen que era algún grupo de borrachos que huyeron despavoridos al caer un rayo y freír a uno de ellos. Otros pensaban que eran ladrones, pero no lograban explicarse como eran tan ruidosos, quizá pensaron que disfrazandose de brujos la gente no les saldría al paso, como fue en ese caso. Cada persona que lo cuenta, cada rumor que pasa de un eslabón a otro de la cadena, añade cosas inventadas o exageraciones, y al poco se convirtió en toda una dispersión de cuentos, supercherias y rumores, que deformaban lo sucedido tanto en una historia de amor no correspondida como en una conspiración de satanistas que convertirían el mundo en un solar trayendo el Apocalipsis, que según muchos videntes dementes de los llamados a si mismo, los Siete Truenos, creían que debía llegar en el verano de ese mismo año.

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11/08/2008, 20:14
Director

"El desierto, veía el inmenso desierto con sus dunas cambiantes. Parecía tan real que se preguntó si era producto de sus recuerdos. Sin embargo no recordaba haberlo visitado nunca, ya que el Reino de Granada no era precisamente un yermo, y los invasores musulmanes llamaron Al-Andalus, "El Paraíso", a la península por ser un lugar fertil y verde más allá de sus expectativas.

Sin embargo podía sentir cada gramo de arena en su cuerpo, como si formara parte de ello, y todo parecía muy real, solo que no sentía sequedad ni calor a pesar del sol imperante. Vio los pilares semienterrados de una ciudad condenada hace siglos, repletos de glifos y imagenes blasfemas, lenguajes perdidos, todo erosionado por el viento y el tiempo que no perdonan.

Irem, la Ciudad de los Mil Pilares recordó.

Irem fue una llaga en Arabia, la flor corrupta del último de los Reyes Diablos que aterrorizaron la zona antes que las tropas de Mahoma, ayudados por los Batini entre las sombras pusieran fin a su monstruoso reinado. Casi podía sentir los ominosos recuerdos de aquella zona: sacrificios humanos, orgías sangrientas, experimentos blasfemos y la adoración de Iblis. Junto con la ciudad enterrados debía haber miles de cadáveres, esqueletos momificados por la arena y el calor, de tantos esclavos, victimas, combatientes devotos musulmanes y los monstruosos brujos Nif'ur en Daab, "Los que se Comen a los Débiles", que se agitaban de placer demente y homicida mientras eran quemados vivos. Se dice que quienes participaron en la batalla se fueron al acabar su trabajo y no miraron atrás por miedo a volverse locos.

Y sin embargo, la tierra se vuelve a mover, la arena se separa. Una monstruosidad de metal y púas erizadas, semejante a un escorpión se abre paso por la arena..."

"Tras siglos de destierro la Edad de los Reyes Diablos volverá a florecer."

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11/08/2008, 20:33
Director

Se despertó tras horas de sueño, una eternidad, y la cabeza le seguía doliendo horrores. Lo último que recordaba Belasko era estamparse contra el suelo tras resbalar. Luego no había más que oscuridad. Le aterraba no acordarse de más debido al golpe.

Estaba en una sencilla habitación, pequeña pero en un colchón cómodo. No tenía ventanas y no reconocía el lugar. Apenas tenía muebles, una mesilla de noche, un arcón y una vela que tenuemente iluminaba el lugar, como si esta se extinguiera de un momento a otro.

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11/08/2008, 20:38
Director

Kamal se despertó sobresaltado y confuso, aun sentía dolor en su interior, como si algo se hubiera enredado en sus entrañas, pero no sentía ningún hueso roto, ni ninguna extremidad dislocada, por lo que podía moverse sin problemas.

Se encontraba en una habitación, no muy grande, sobre un colchón de pluma de ganso que ocupaba la mitad. Debía ser algún tipo de trastero por la inclinación del techo y el pobre mobiliario. No sabía bien donde estaba.

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11/08/2008, 20:41
Director

Dolor .. fatiga... dolor lacerante...

Las horas se convirtieron en un horrible sueño, no sabía bien si estaba muerte o durmiendo. Se sintió empapada en sudor, escuchándose a si misma como si fuera una extraña, chillando gritos ahogados por la tela. Vio en imagenes fugaces y borrosas figuras sombrías que iban y venían fonéticamente. Un hombre desconocido, de pulcra y cuidada barba la examinaba con detenimiento y algo de indiferencia. Alguien le apretó la mano pero el tacto le vino como si estuviera atenuado, como si la mano estuviera metros más allá de su cuerpo.

Y las voces se entremezclaban, no lograba entender nada, le costaba horrores que su mente estuviera fija en algún sitio. Sentía impulsos derramarse desordenadamente: dolor, miedo, pánico, más dolor, terror existencial y el deseo de que todo acabase de una vez.

La temperatura subió y sintió como si ardiera. A su mente venían ¿pesadillas? terribles imagenes en las que era quemada viva delante de oficiales de la Inquisición que olía lascivos su ropa interior, mirándole con ojos vidriosos. Supo que estaba en el Infierno cuando un diablo sospechosamente parecido a Tio Enric comerciaba con trocitos suyos, poniéndole precio tras pesarlos en una balanza. Vio como le sujetaba la cara un calcinado Gui la Mortandad, que despedía un olor nauseabundo a carne quemada, mientras veías su cara, apenas una calavera ennegrecida y grasa reseca y jirones de piel quemada colgando de esta. "¡Tu me has hecho esto!" le gritaba.

Y después del dolor absoluto, la paz.

Tenía el cuerpo aterido, totalmente exhausto, pero ya no sentía nada. Creía mecerse en una luz indistinta, acunada por una canción melodiosa apenas susurrada. Como una nana apenas oída.

Despertó en una cama, los mismos párpados le pesaban.

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11/08/2008, 20:56
Miriam Castellbó

En un rincón una figura femenina vestida de oscuro murmuraba con los labios su dulce canción mientras tejia con un par de agujas, sentada en una silla vetusta y vieja.

Miriam, lograstes recordar su nombre, pero no sin esfuerzo, se levantó al notar tu vuelta a la consciencia mirando no sin preocupación.

-Estás viva de milagro. De hecho esto frenó el virote.- Le enseñó su vieja cruz de plata, con una hendedura en el centro. -Tuve que llamar a un físico para que atendiera tus heridas. Estuviste dos días con fiebre.-

Le acarició la mano suavemente y repuso.
-Llevas días sin comer, apenas podías beber líquidos. Mandaré que te traigan algo para que recuperes fuerzas.-

Quisistes responderle algo pero solo un debil gemido salió de tu garganta.

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11/08/2008, 21:31
Patrícia Fontana
Sólo para el director

Patrícia observa a Míriam sin apenas moverse, parpadeando con lentitud. Intenta decir algo pero en realidad está demasiado débil incluso para eso así que se limita a sonreír débilmente en respuesta a su ofrecimiento, aunque no está convencida de que sea capaz de comer, pero quizá algún caldo...

Cuando la dama se marcha se queda mirando el techo algo pensativa, todavía le duele un poco la cabeza al intentar recordar los hechos. El rayo, el dolor interno, Belasko cayendo al vacío y el virote... Un milagro, parece que el Uno aquella noche estaba muy atento a las plegarias de la joven después de todo.
Gira entonces la cabeza para observar el lugar y si hay otras camas, probablemente se encuentre en el hospital y quizá los demás también...

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11/08/2008, 22:46
Kamal al-Garnati
Sólo para el director

Me estiro, sintiendo mi cuerpo, extrañado de no tener dolores en mis huesos, aunque no por ello deje de sentir esa molestia persistente, indescriptible.

La imagen de mi sueño sigue ahí. ¿Nueva destrucción? ¿Por qué ese sueño ahora? Miro alrededor y busco mi ropa. Algo adolorido, me dirijo a la puerta y la entreabro, intentando averiguar dónde estoy. ¿Me habrá capturado el invocador de demonios? ¿O es quizás que me ha salvado alguien?

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12/08/2008, 22:14
Belasko
Sólo para el director

He sido atendido y estoy vivo, a pesar de todo. Bien, Belasko, no es hora de huir despavoridamente, relájate y recupérate de tus heridas... -pensó para sí el muchacho, visiblemente preocupado por la situación.

Rápidamente comenzó a buscar indicaciones de dónde podría hayarse. ¿Una celda de los inquisidores? ¿Una discreta habitación en casa de sus aliados? ¿Un hospicio? Señas, detalles en la riqueza o decoración de la habitación y mobiliario, incluso los sonidos de la calle podrían servirle de ayuda...

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14/08/2008, 19:18
Director

Belasko no escuchaba ningún ruido, pero no parecía una celda... o eso o sus carceleros habían pensado en darle muchas atenciones. La cama tenía sabanas limpias, una manta y un mullido colchón. El Verbena se dió cuenta de la existencia de una bandeja en la mesita cercana a él, rapada con un plato de ceramica. Al retirarlo vió algo de carne, ya fría, y un trozo de pan. No muy lejos una jarra llena de fresca agua aguardaba.

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14/08/2008, 19:22
Director

Tras aquella ardua pelea, encontrarse con dos cuerpos inconscientes que llevar era algo muy agotador. El hombre al que llamaban Luis Osorio casi no podía con los dos cuerpos, a pesar de que la damisela era de cuerpo menudo y ligero, su compañero de fatigas Kamal tenía la constitución de un hombre adulto recio y fornido. Eso hacía que tuviera que ocuparse de dos pesos muertos de un tamaño considerable.

Con el peligro inminente de los tiradores del traicionero Occand apostados en el edificio cercano lo más rápido que le vino a la cabeza fue buscar algo de cobertura tanto para los caídos como para si mismo, cosa que encontró en la cercana chimenea. Los guardias de la ciudad no tardarían en llegar, eso le preocupaba muchisimo más al salir del alcance de las ballestas de los hombres de Occand, ya que con lo que había sucedido y un hombre calcinado no se sabe muy bien como, lo más seguro es que fueran entregados a la Inquisición, puede que la damisela se librara, pero el mismo no había sido muy sincero en su conversión (y los inquisidores por sistema consideran que los conversos siempre son sospechosos de ser judaizantes hasta que se demuestre lo contrario) y al pobre Kamal le esperaba una buena.

Ya se estaba haciendo a la idea de las torturas, los interminables interrogatorios y... ¿La muerte en un auto de fe? ¿La humillación delante de todo el mundo vestido con un sambenito? Cuando, en ese momento, divisó un tenue luz que parecía venir de las calles de abajo, se fue haciendo más grande hasta que pudo avistar a un carruaje que se acercaba hasta su posición, el cochero pareció avistarle porque paró. Por puro instinto Osorio intentó esconderse de su vista, sin saber muy bien a que atenerse. Sin embargo no hubo mucho movimiento por su parte, cuando volvió al asomar la cabeza vio que la calle la compartía con el cochero y el carruaje una dama joven vestida de luto riguroso. Le sonaba de vista, quizá era una de las asistentes al convite en el que habían actuado. El cochero parecía sujetar una escala en sus manos. La joven dama de luto se dirigió con una mirada y un susurró que sonó amenazadoramente alto en la noche.

-Venid conmigo, bajad de ahí...-

Aunque no sabía muy bien las intenciones de la dama, su plan de acción era mucho más apetecible que su imaginado futuro en manos de la Inquisición. Así que bajó a los caídos con ayuda de la escalera y los brazos del fornido cochero y se metieron en el carruaje en pos de un futuro incierto.

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14/08/2008, 19:39
Luis Osorio

Por la puerta apareció Luis Osorio, vestia con sus ropas de siempre, lejos del recargado traje que había utilizado en la actuación.

-¡Kamal, buen amigo! ¡Estáis bien! Me alegro de veros más recuperado, habéis sufrido terribles heridas pero por suerte no letales. Habéis dormido casi dos días enteros...-

Y se cerco a darle un sincero pero breve abrazo. Como si temiera tocar alguna herida apenas cerrada.

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14/08/2008, 20:21
Kamal al-Garnati

¿Dos días, decís? —digo, recuperándome de su inesperado abrazo—. Sí, estoy algo más recuperado, aunque aún siento dolores. ¿Qué fue de ese brujo? ¿Escapó? Veo que estáis bien...

Siento que hablo demasiado, pero es que tengo demasiadas preguntas. Miro alrededor, tomándome la cabeza, aún turbado por mi sueño.

Antes que nada, decidme, ¿dónde estamos? —retrocedo hasta la cama y me siento, siseando.

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14/08/2008, 22:52
Belasko
Sólo para el director

No sin cierto recelo, Belasko atendió a su recién despertado estómago y el agua supo como pura miel, pues parecía que llevaba cierto tiempo sin beber.

¿Estaré en el hospital donde encontré a Patrícia? Todo esto suena muy raro. Pero no puedo quejarme, lo último que recuerdo antes de caer inconsciente era caer de un tejado. Podría haber muerto... -pensó para sí.

Si le habían dejado la bandeja de comida y estaba así de bien atendido pronto encontraría a alguien que le explicara algo. Debía estar lo más recuperado posible antes de escuchar o preguntar nada. Nunca se sabe lo que pueden hacer los durmientes...

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14/08/2008, 23:36
Luis Osorio

-Bueno, el brujo fue fulminado por un rayo invocado por Patricia... bueno, por la damisela que íbamos a salvar. ¡Esa chica tiene un gran potencial!- Dice sin alzar mucho la voz y mirando hacia la puerta como si tuviera miedo que le escucharan.

-Y estamos en la casa de la dama Castellbó, la viuda del Conseller asesinado. Venía de la fiesta cuando encontraron al pobre chico tirado en el suelo, el que iba vestido de paje, y aparte de recogerlo nos vieron y nos ha atendido. Parece una dama muy avispada, y ya sabe lo que Bertrand Occand había hecho.

Lo malo es que aun con ese brujo muerto, no hay pruebas para incriminar a ese bastardo. Y ahora lo han nombrado Conseller, se ha acabado saliendo con la suya...-

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19/08/2008, 17:27
Director

Al rato, después de una eternidad, entra una chica, vestida con un traje sencillo. Parece una criada de joven edad, pero con la piel curtida por el trabajo. Se lleva el plato de Belasko con silencio, sin darse cuenta de que está desvelado y se marcha por la misma puerta que ha entrado. No ha sonado pestillo ni el sonido de una cerradura moviendose, por lo que debe estar abierta.

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19/08/2008, 22:43
Belasko
Sólo para el director

Aprovechando la salida de la chica, Belasko se levanta sigilosamente y comprueba su estado físico. Las heridas deberían estar curadas... y si no lo estaban deberían estar curadas igualmente(1). Luego se desliza fuera de la habitación, con el propósito de explorar la casa y tratar de encontrar una forma de huir si fuera preciso.

Notas de juego

(1) Es decir, las haría sanar mágicamente

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19/08/2008, 22:52
Director

Notas de juego

Si, eso tira XP

Y como todo lo importante en mago mira como lo ahces, de eso depende que sea casual o fatuo.

Cargando editor
20/08/2008, 22:08
Belasko
Sólo para el director

-Diosa de la tierra, diosa de la sangre, ayuda a sanar estas heridas de tu más humilde y fiel siervo... -comienza a entonar el muchacho vasco en su lengua oscura, con arcaismos y rituales propios de otra época. Luego masca algo pan y forma una pasta que aplica sobre la herida a manera de emplasto improvisado sobre la herida y venda la misma para aislarla y facilitar la curación. Es de todos sabido que la saliva es una buena ayuda para las heridas...

- Tiradas (1)

Tirada: Areté - curación
Resultados: 1,7,8
Resultado final: 3

Notas de juego

No he puesto dificultad, tú dirás...

Cargando editor
21/08/2008, 19:25
Director

Te curas la herida de lanza que sufriste hace días al frotar la saliva con la cicatriz. Al poco rato el escozor y el dolor cesan dejando una simple señal en la piel.

Sales a un pasillo que no conoces mucho y empiezas a dar vueltas arriba y abajo. Parece una casa señorial parecida a la del despreciable Occand, pero no es la del orondo tipo. Parece diferente, de un tipo más humilde, aunque sigue siendo lujosa. Hay diversos tapices de fina factura y rancio origen, esculturas de mármol y mosaicos de vivos colores como en el otro caso. Pero al contrario que en la mansión de Occand, parecen más dispuestas para dar un sentido estético a la mezcla y no por la pura gana de aparentar opulencia a cualquier precio.

En tus vagabundeos acabas topandote con un par de criadas, una mujer de mediana edad de anchas caderas y una más delgada y joven, que no sabes si es la misma que se llevó el cuenco de la habitación. Al ver a Belasko lo miran con extrañeza pero hacen una ligera reverencia sujetando sus faldas.

-Es el joven invitado de nuestra señora. Si quiere verla está en el salón.-

Notas de juego

Ahora estás totalmente curado, el daño contundente que era la mayoría de lo que habias sufrido ya había sido eliminado al descansar.