Partida Rol por web

[color=#FC7500]Monster Ai ni ikite[/color]

[color=#FC7500]Escena 1 ~ ¿Que esta sucediendo? Cambios, todo cambia.[/color]

Grupo 3

Tras el conflicto con el humano ambas habían subido hasta sus habitaciones arriba, y se habían dedicado a curiosear por la casa de humanos, para Freydis era extraña y para Aquarina lo era aun mas, incluso podía ser confundido con un laboratorio de alquimia o de magia, para Freydis tenía algo de sentido, pero no estaba del todo acertado, finalmente salen y se secan, aunque la que más lo necesitaba era Freydis, ya que aunque Aquarina estaba mojada, la naturaleza de su cuerpo, pasaron los minutos y finalmente llego la noche, sin mucho mas que hacer cada una se dirigió a su  respectiva situación, Aquarina sintiéndose algo alimentada por las cosas que habían sucedido anteriormente, Freydis no había cenado, pero encontró en su habitación un dispensador, que tras unos minutos descubrió que al pulsar un botón caía el preciado liquido, no era tan diferente a un barril de taberna, y este como tal estaba lleno de cerveza, pasando un rato, que fueron horas termino dormida en su cama, y Aquarina en la suya.

Despiertan algo avanzada la mañana, ambas despertadas por ruidos que provienen de debajo de la casa, bastante movimiento en realidad, recuerdan que la mujer que las trajo dijo algo sobre el servicio, que al parecer ha llegado, Aquarina se levanta algo perezosa, y Freydis casi de inmediato de su cama, ¿Bajaran al primer piso? 

Con tantas novedades no he podido dormir bien, las sábanas se me han pegado. Miro por la ventana de mi habitación y un rayo de luz me deslumbra - vaya, ya es de día - me vuelvo a recostar con los ojos casi entornados, cuando de repente empiezo a oir un estruendo que parece venir del piso de abajo. Me tapo con las mantas hasta que solo se me vean las orejas - que pereza - pienso algo apenada - tengo algo de hambre, pero dudo que venga nadie a mi habitación - mi cabeza empezaba a hacer sus elucubraciones.

Ahora que caía en la cuenta, no había vuelto a ver a aquel individuo desde que subí al cuerto. Me preguntaba qué le podría haber pasado. Era mi cuidador hasta ahora y dependía de él. Cuando estaba con mi antigua ama me desplazaba a su lecho todas las mañanas para darle sexo, de esa manera yo desayunaba. Pero aquí, me habían prohibido esa dieta, almenos en su ejecución más explícita. Mi mente empezaba a abordar el problema con gran pesar, no sabía que hacer. Deseaba que aquel individuo apareciera por la puerta cargado de sus emociones - si me quedo aquí en cama me moriré de hambre, es posible que esté abajo - pensé.

Sacando fuerzas de flaqueza me desperecé y salí de la habitación en dirección hacia donde oía los ruidos.

Freydis no puede evitar levantarse con espada en mano al escuchar los ruidos pero luego relaja su pose de batalla al recordar las palabras de la mujer que nos introdujo ayer. Se desperezo un momento y se cambió poniendose algo menos típico de su lugar de origen y más cómodo. Encontró un top y un pantalón corto negros de estilo deportivo, el top era sin mangas y el pantalón le llegaba hasta la mitad del muslo. Al principio le incomodaba un poco que fuera tan ajustado, pero resultaba bastante cómodo.

Se fijo la espada a la cintura con un cinturón y finalmente bajo a ver que ocurría, y que había pasado con el humano.

Bajan casi de forma simultanea a ver que sucede abajo, Freydis movida mas que nada para saber que había sucedido con el humano, y Aquarina por alimento, y en parte también por curiosidad por saber que había sido del humano, al llegar a las escaleras notan que hay dos chicas, aparte de la agente que estaba ayer con ustedes. Dos de ellas llevan trajes de sirvienta, cosa que Aquarina reconoce con facilidad, en cambio para Freydis solo lucen de manera algo divertida, ya que sus ropas son bastante distintivas. Una de ellas tiene el cabello rojo brillante y ojos de color azul claro, la otra tiene el cabello negro y ojos de un color dorado opaco, esta ultima tiene el tono de piel levemente mas oscuro que su compañera. El trió de chicas simplemente conversan sin hacer mucho mas que eso mientras hablan de cosas triviales, pero al notar su presencia, las tres se dan vuelta y os miran, la agente hace un saludo con la mano, y las maid hacen una reverencia. 

Me levanto de la reverencia.

-¡Saludos! - Exclamo - Es un placer conocerlas chicas, mi nombre es Zoe Rina, pero pueden llamarme Rina simplemente si les resulta mas cómodo. 

Al terminar les dedico a ambas una sonrisa. 

Sin sonreír y con cara algo inexpresiva me levanto de la reverencia.

-Mi nombre es Karin Yurino, sera un placer trabajar para vosotras - Digo asintiendo con la cabeza. 

Al ver a las chicas ya presentes en la habitación principal de la casa sonrió.

-Chicas, espero que hayáis tenido una buena noche de sueño - Digo frotándome las manos - Al menos una mejor noche que yo, eso es seguro, tengo que disculparme, pues hemos cometido un... error, al parecer el chico que habíamos puesto con ustedes había sido nada mas que un hackeo... errrr... esto un engaño en nuestro sistema, y ya lo hemos corregido, vuestro verdadero anfitrión esta afuera ahora mismo, conversando con una de las personas que trabajara aquí con ustedes... lamento el mal entendido.

Mi cabeza se llenaba por momentos de más y más dudas - ¿qué estaba pasando allí?, ¿qué clase de error había sucedido?, ¿y mi desayuno? - esas eran las preguntas que más me aquejaban. Sin lugar a dudas aquellas sirvientas no iban a darme lo que necesitaba y empezaba a dudar sobre si Miss sunshine conocía mis autenticas necesidades.

Pensativa observo de hito en hito el salón, preocupada por la situación que me embargaba - Eh... hola... - respondí casi murmurando. Mientras trataba de cerciorarme de que lo que había dicho Miss Sunshine fuera cierto. Empecé a buscar a aquel extraño individuo que entró ayer con nosotras.

Tras buscarlo sin éxito me dirijo hacia Miss Sunshine, y con cara de honda consternación le pregunto - Disculpe... - me interrumpí para tratar de abordar el tema sin que sonara malsonante, ya que me habían dicho explícitamente que el sexo estaba prohibido - esto... estoy muerta de hambre - una extraña sensación de pudor me invadía todo el cuerpo - yo solía, es decir, mi antigua ama me solía alimentar todas las mañanas. Ahora ¿quién me dará de comer? - finalmente había escupido aquella frase que había sonado bastante estúpida. No pude por menos que sonrojarme.

Aguardé unos minutos a la espera de que aquella señora me diera una solución alternativa. Ya que el ambiente era demasiado carente de alimento como para poder nutrirme.

Freydis mira extrañada a las dos jóvenes que se habían presentado. - Parece que los humanos siguen esclavizando a otros humanos para que trabajen en sus hogares, imagino que serán esclavas de Miss Sunshine. - Pese a todo les dedicó un momento. - Mi nombre es Freydis. - Menciona simplemente para que lo supieran. Pero ahora lo más importante era lo que decia Miss Sunshine. - ¿Un hackeo? - Pregunta Freydis desconcertada.

- ¿Entonces tenemos un nuevo anfitrión sin tener que ser deportadas? Bien. - Dice Freydis expectante para ver quien es el nuevo y acude a la puerta.

Sientes una extraña sensación, un alimento que no habías probado en muchas ocasiones, y su sabor casi lo habías olvidado, pero allí estaba emanando directamente hacia ti, tras alimentarte unos segundos de el concluyes que es simpatía mezclado con algo de pena, al parecer las sirvientas sintieron aquello ante tus palabras, y sus ojos lo reflejan también. 

Miro con algo de lastima a Aquarina, no soporto la idea de ver a alguien con hambre, eso da demasiada pena, casi de inmediato mi mente se imagina a los niños de un orfanato hambrientos. 

-¡Oh pobre criatura! - Exclamo sin poder aguantarlo mas - Dime como puedo ayudarte, no soporto verte hambrienta, si hay algo que pueda preparar para ti solo tienes que decirlo. 

Noto como la valquiria pasa por enfrente de mi hacia la puerta. 

-Por supuesto, después de conversa del tema ayer con mis jefes era demasiado irresponsable, por eso revisamos y descubrimos que alguien externo se había metido en el programa con fines corruptos, y por eso altero las cosas para que salga el crió de ayer, pero no os preocupéis, ya tenemos a la persona correcta. 

Luego vuelvo mi atención a Aquarina.

-De momento te pido que esperes, si bien no recuerdo también puedes ingerir comida normal y en eso las chicas te pueden ayudar, para lo otro, pues yo realmente no puedo hacer mucho - Le guiño un ojo. 

Cuando te asomas por la puerta puede ver que el patio tiene un aspecto húmedo, y que los primeros rayos del sol hacen que salga vapor de entre las hierbas. En el camino de piedras hay un chico que según la edad humana como tu la manejas, debería ser de unos 22-24 años, sus ojos son de un color azul claro brillante, y su cabello es castaño, mientras habla con una mujer bastnate alta, al menos una cabeza y media mas alta que tu, desde tu distancia no puedes ver de que hablan, pero notoriamente esa mujer no es humana, y el hombre con el que habla tiene un aspecto de ser mucho mas serio y comprometido que el muchacho que viste ayer, la misma postura en la que esta delata que esta concentrado en lo que habla con la mujer. 

Freydis observa a Aquarina suplicando por comida y no puede evitar lamentarse. - ¿Tan arcaica es que no sabe ni prepararse algo de comida? - Se pregunta a si misma. Al ver a la pareja hablando Freydis asiente, le gustaba mucho más el nuevo chico, no parecía estar empeñado en meterse en lios de faldas, no como el anterior. También la criatura que estaba junto a él le llamaba la atención pues era bastante alta, quería descubrir que tipo de extraespecie era.

Con ese fin se acercó tranquilamente hasta ellos y cuando estuvo lo suficientemente cerca se hizo notar con algo semejante a una tos. - Buenos días. - Les dice a ambos con una sonrisa. - Me han dicho que es usted el nuevo anfitrión y venía a presentarme. - Dice mientras observa más de cerca a los presentes.

Me quedé observando a aquella joven chica que parecía ser del servicio. Mi mente empezaba a dar vueltas y vueltas sin saber que responder. La verdad es que en alguna ocasión se había alimentado como lo hacen los humanos, pero nunca le habían dado a elegir.

Me quedé pensando un buen rato hasta que se me ocurrió qué podía pedir - ¡Chocolate! - exclamé al mismo tiempo que se dibujaba una sonrisa placentera en mi rostro - mi ama me solía dar en ocasiones y la verdad es que está muy rico- de pronto caí que aquel sitio no era como donde yo vivía, así que preocupada pregunté - ¿sabéis lo que es, no? - en mi expresiva cara se dibujaba una cara de preocupación.

Ambos se dan vuelta para verte cuando les hablas, al parecer estaban tan concentrados en su conversación que no habían notado que te acercabas, de cerca notas que la chica es mucho mas alta que tu y que el humano, de hecho te mira para abajo. 

-Días buenos para ti también - Dice la mujer con cierta reverencia y formalidad - Mi nombre es Yuuki, soy una ogra, ya que veo en tu rostro la duda, si me permites, ¿Que eres tu? Nunca había visto nada como tu. 

Al ver que la extraespecie se acerca hago una reverencia y vuelvo a mi posición, simplemente un gesto de cordialidad para hacerla sentir mas cómoda. 

-Buenos días, tu debes ser... ¿Freydis? - Digo a la mujer alada - Mi nombre es Sekei Dante, pero puedes decirme Dante simplemente, no es necesaria tanta formalidad, Miss Sunshine me hablo de ustedes dos, mis disculpas por no haber estado ayer para recibirlas, pero recién me entere avanzada la noche de esto, si hay algo que quieras saber de mi, no dudes en consultar. 

Ambos quedan esperando tu respuesta.