Partida Rol por web

Aetas luporum

Capitulum 5: La procesión

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31/10/2018, 13:37
Director

La lluvia arrecia y la determinación de las gentes parece flaquear, los que os rodean empiezan a lanzar miradas atrás y se oyen murmullos. Según empezáis a subir al castillo, os dais cuenta de que os rodean muchos menos, y al fin todo el mundo se para. El pocero, con la capuchón puesto, se acerca a saltos para no pisar el pequeño río en el que se está transformando el camino de la cuesta.

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31/10/2018, 17:28
Paco el Pocero

—Non es de sesso fazer andar a muyeres e niñuelos bajo aquesta lluvia. ¿Non podrían vuesas mercedes pedir permiso al señor Conde para la procesión, e que dispensare a los salutadores del cuidado de su soldado? El señor de Ucero fízoles venir, e por seguro escuchará a quienes tanta bravura mostraren en fazerlo.

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01/11/2018, 14:34
Amelia

-Deberiamos seguir -Díjole a Nuño ignorando las palabras del pocero. Debían hablar con el conde cuanto antes aunque ella tenía sus propias razones. -Cuanto antes marchemos et lleguemos aquesta lluvia dejará de ser un problema y podremos secarnos.

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01/11/2018, 17:27
Director

Notas de juego

¿Qué hace Orosia?
Con una breve indicación me vale para seguir.

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02/11/2018, 09:26
Orosia
Sólo para el director

Estoy de camping sin señal y sin wifi, me gustaría poner algo màs extenso, pero Orosia en principio va a callar a ver lo que se dice del Buitre. Si es menester ya sacará las acusaciones de brujería.

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02/11/2018, 10:02
Director

Notas de juego

Lo decía porque Tancredo le ha pedido que siga a los vascones primero.

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03/11/2018, 14:35
Zacarías, "el judío"

Me cubro la cabeza para no acabar empapado por la lluvia, que, aunque fina, es constante. Me sorprendo de la multitud de gente que nos sigue de camino al castillo, aunque poco a poco se van desbandando y cada vez son menos los que continúan.

—Pero, ¿para qué es la procesión? —Le pregunto al pocero.

Me acerco a Amelia y Nuño.

—Sí que se ve un hombre al pie de la muralla.

Sigo oteando el cada vez más embarrado camino que lleva al castillo.

—Deberíamos darnos prisa y llegar cuanto antes para quitarnos de esta lluvia, que parece que va a ir más.

- Tiradas (1)

Motivo: Descubrir

Tirada: 1d100

Dificultad: 60-

Resultado: 19 (Exito)

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04/11/2018, 01:12
Orosia

Orosia aprieta la mandíbula mientras Tancredo lanza las pertinentes acusaciones sobre el Buitre. Mastica bien su respiración, acallando como puede los gritos que desean salir por su garganta y contar con detalle las oscuras fechorías con las que el Buitre la emboscó y las malas artes de las que también Tancredo fue testigo. Claro que Orosia comprendía la templanza y mesura del caballero, pues un vilipendio con tamañas implicaciones solo puede efectuarse con el mayor de los cuidados. La mujer sentía que si volvía a ver a ese manco desalmado, no podría evitar atravesarlo entre ceja y ceja con una de sus flechas, por lo que quizá sería mejor dejar su lengua donde estaba.

Sin quitar ojo a las expresiones del conde, Orosia no puede sino pensar que poco puede ella discernir de las expresiones humanas.

- Tiradas (1)

Motivo: Empatía

Tirada: 1d100

Dificultad: 20-

Resultado: 59 (Fracaso)

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08/11/2018, 23:30
Director

Ves como la silueta a los pies de la muralla del castillo se agacha y se esconde, como sorprendida por la gente que se dirige al castillo.

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08/11/2018, 23:43
Paco el Pocero

-Non es vuesa merced de grandes entendederas, ¿verdad? Aquesta procesión es para pedir al Señor y a los santos que se lleve a los lobos... Anduvo Godesteo ayer explicándonos como fazer la procesión, que debe marchar allí donde los lobos sob, e los conjuros que Fray Tomás e Froilán conoscen, e que por seguro ahuyentaraslos. 

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09/11/2018, 22:57
Gregorio de Ucero

 

El Conde escucha con ceño fruncido a Arturo, pero su expresión se relaja al oir su linaje.

-Amelia? Non se ¿por qué tanto interés en ella?-

- Yo mesmo non sabía por qué vuestra compañera me fazía perder la testa hasta que tras pasar una noche en vela anteayer, lo supe por seguro...

Señor conde, cuando llegamos a la casa del curandero encontramos a aqueste muerto et descabezado. Non se quién le desearía tal mal, pero claro está que fué hecho por manos humanas. A la vuelta atacarannos los lobos, más por arte de magia dejaronnos en paz. Al final volvímos do la Tregidia et pasamos la noche, mas un hombre yace en la cama enfermo et con heridas. El padre de Flora, si tenéis a alguien que pueda fazer algo para curarlo yo Arturo Pelaez, hijo del Vizconde Julian Peláez os estaré gratamente agradecido

- Vermudo... Entonces los rumores eran ciertos.. Díjome ya el Quebrantahuesos lo que dijisteis al tabernero... Más albergaba la esperanza de que hubiera malentendido..
— El padre de Flora... Martín. Fue el primo atacado por las animalías. Era buen amigo de Vermudo, e temo que aqueste fuere el único omne del pueblo capaz de sanarle. Salvo, quizás este Godesteo que faze emplastos con su saliva, más no me refío-
Señalando al dormido Godesteo.

Debéis saber que en aquestas tierras hay una cueva que dicen es la causa del mal, pido permiso a vos para ir a investigarla et que pare las procesiones hasta que volvamos. Si van al bosque será una carnicería. Pido que pare esta locura.-

A la referencia de la cueva, vuelve a fruncir el ceño, y el conde queda pensativo 
-La cueva del lago...- Murmura- ... Pudiera ser un designio que tornara ella... hay una cueva que dicen del Lago, arriba en las montañas, al lado de la iglesia de los Templarios..Es aquella que mencioné, donde hallé la estela, don Tancredo.

Sale de su ensimismamiento por las palabras de don Tancredo, que le despiertan como una bofetada. 

Y si en los casos de Vermudo y el padre de Flora no podemos saber quién sea el ofensor, la persona que nos atacó a nosotros yace en esta misma torre, en el piso de arriba, con una mano menos de las que tenía cuando salió de aquí ayer.

-Disculpad... Non entiendo...- Silencio- ¡Fuisteis vos acaso quien dejo malferido a mi compañero!¡ ¿Acusáis acaso a mi vasallo e amigo de matar a Vermudo?!- Silencio otra vez. El conde se da la vuelta y se lanza a las escaleras para subir a la planta principal. 

Le seguís piso arriba. En el lecho donde don Tancredo había descansado la otra noche, yace El Buitre, dormido con la mano, envuelta en trapos manchados de sangre, sobre el pecho. No hay rastro de Froilán.
 

Notas de juego

Asumo que Orosia no fue al establo con los vascones.

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10/11/2018, 00:19
Gregorio de Ucero

-¡Despierta, Buitre, por Dios!

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10/11/2018, 00:21
El Buitre

Sin abrir los ojos, el Buitre menea la cabeza. Con una voz débil, empieza a murmurar -Donde soy...qué son aquestas... voces...soy muerto?

Notas de juego

Qué hacéis?

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10/11/2018, 00:28
Paco el Pocero

- ¿es normal esta calma? -

-Si los rebaños fuessen aquí como todas las primaveras, non habría aquesta calma. Los lobos andan más revueltos por las noches.. De día, guardan distancias.

Notas de juego

n

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10/11/2018, 00:32
Director

Llegáis a la entrada de la muralla. No veis persona alguna en el camino, ni cerca del rastrillo, pero hay un camino cubierto de matorrales y malas hierbas que rodea la muralla.

Al entrar por la puerta, os topáis con un guarda que, al veros, os deja paso sin preguntar nada, y sale corriendo hacia la torre de Homenaje, dejándoos solos.

No hay nadie en el patio, pues arrecia la lluvia, pero se oyen voces, como de una discusión, que provienen de las cuadras: una construcción de madera construida contra la muralla. 

Notas de juego

Qué hacéis?

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10/11/2018, 03:43
Orosia

Orosia cierra el puño y envara un dedo en dirección al Buitre, incaoaz de contenerse.

¡Habla, malparido! ¡Cuéntale a tu señor Conde cómo perdisteis la cabeza antes que la mano! Orosia da un paso atrás y se dirige al Conde. Que de no ser por aqueste valeroso caballero, el Señor de Fuenfría, yacería yo con la cabeza enterrada en el barro, muerta por la mano que le falta ahora a esta alimaña y adentellada por los lobos que atacaban a su vera. Sé que aqueste es compañero de usted, mi señor Conde, y yo una mera desconocida, mas yo le juro con toda la fe mía que mis palabras son honestas y que este hombre trató de darme muerte sin provocación alguna.

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10/11/2018, 03:49
Orosia
Sólo para el director

Notas de juego

Me gustaría haber usado "Intuir Magia" por si quedase algún rastro de encntamiento o similar en el Buitre, pero ha sido todo muy súbito y ya estamos en la habitación. Podría hacerlo en pñan flashback? Si te parece bien, claro.

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11/11/2018, 21:00
Nuño

- Marchades para el pueblo - le digo al pocero - preguntaremos al conde, más primero tendrán que estar de acuerdo los salutadores ya que son ellos los que deben facer los conxuros -

Es extraño encontrar el castillo casi desierto, por mucha lluvia que amenace que este así desprotegido no dice mucho del conde, salvo que esté pasando dentro algo tan grave que toda la guardia deba reunirse allí.

Se escucha una discusión en el establo, contando que el resto del grupo venía a caballo, es probable que aún estén dentro.

- Hay alguien en el establo ¿lo oís? - les digo a mis compañeros - veamos si están dentro el resto, es raro o que está sucediendo et credo que es mejor que encontremos primero a Tancredo, Arturo y Orosia -

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11/11/2018, 21:53
Amelia

-Bueno es saber que durante el día dan tregua más supongo que es duro levantarse para encontrarse con los destrozos que estas malas bestias provocan. -respondió al aguador.

Una vez en el castillo las cosas non pintaban bien más no debían desistir en tal tarea. De hecho Don Arturo y Tancredo habían ido en vanguardia y esperaba verles al menos para confirmar que las nuevas eran buenas. También confiaba en poder lograr su audiencia con el Conde. No quería retrasar aquello más allá de aquel día.

Unos ruidos sonaron demandando la atención de los allí presentes, Amelia no quiso remolonear y fue allí de facto esperando tener una respuesta ante tamaño silencio en aquel lugar.

-Sí, lo oigo. Marchemos para allá para ver qué tienen que contarse.

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13/11/2018, 15:17
Gregorio de Ucero

El Buitre nada dice, sino que queda mudo y parece aturdido, mirando a un lado y a otro hasta fijar la mirada en el muñón envuelto en paños, que levanta y pone frente a su cara. El conde también parece aturdido mirando la herida, hasta que toma aire y con voz atronadora inquiere a su siervo. —¡¿Es cierta aquesta acusación?! ¿Llamas a los lobos para que asolen mis tierras e ataquen a mis xentes? ¡¿Acaso faces tratos con demonios para comandar aquestas fieras?! - Non puedo creer todo aquesto... Por Dios.. Buitre, non es posible.- Volviéndose. - Aqueste omne guardóme las espaldas e salvo mi vida en la batalla del Salado, e yo considérolo como un hermano de armas  e de casi de sangre. Don Tancredo, sois un caballero de Santiago, don Arturo, sois de noble linaje, Orosia, sois la protegido de un grande amigo, e por eso vos escucho mas...