Tras el guarda, Amelia aparece por la escalera en la habitación. Don Gregorio abre la boca y queda en silencio otra vez.
...Hasta que se vuelven a oir pasos y se ven las cabezas de Pablo y Tiago asomando por la escalera, comprobando la situación, pero reticentes a entrar en los aposentos del Conde.
Fallaste la tirada. Pero Amelia ha llegado. A ver qué pasa. :)
Las voces se oyen más cercanas, pero no entendéis que dicen. —¡Icharon eguin bear dusu! ¡Es ... denvora¡- Al acercaros podéis ver al Quebrantahuesos, el otro lugarteniente del Conde, gritando y gesticulando desde el umbral del zaguán de la cuadra, a alguien que está dentro.
Tirad por CULx1. Aparte, está lloviendo. Si no os cobijáis pronto voy a empezar a mirar el capítulo de enfermedades del manual.
Los que allí estaban, eran multitud. No entendía nada de lo que estaba sucediendo en aquel momento y hablar podría resultar irrespetuoso. Así que intentó permanecer en segundo plano sin decir nada.
No sientes nada al utilizar el amuleto en presencia de El Buitre.
Sin embargo, al entrar Amelia en la estancia...
Tenías penalización por usarlo discretamente, pero has sacado la tirada.
Y ahora tira por IRR.
Motivo: IRR
Tirada: 1d100
Dificultad: 75-
Resultado: 89 (Fracaso)
Ooops
Nos acercamos a la cuadra, ya podemos ver a uno de los participantes de la discusion, es el hombre que nos recibio en la llegada a Ucero. Hay que ir con precaución, ya que ese día lo acompañaba el buitre. Esta hablando en una lengua extraña y no soy capaz de entender lo que dice.
- ¡Buen día compadre! - digo mientras me acerco con cautela, tratando de ver con quien habla - Estamos buscando a los salutadores, ¿Sabe onde podemos hayarlos? -
Ni Zacarias, ni yo somos luchadores, pero no creo que tenga motivos para atacarnos de repente, aunque sigo aferrendo mi cayado por si acaso y espero que si el resto del grupo esta dentro digan algo al oirnos.
Motivo: Culx1
Tirada: 1d100
Dificultad: 12-
Resultado: 30 (Fracaso)
La irrupción del guarda y la joven Amelia me contraría sobremanera. Me encuentro exigiendo satisfacción a una afrenta y un atentado contra mi vida y al malhadado del señor Gregorio se le van los ojos detrás de Amelia...
- Bienvenida seáis, Amelia. Llegáis justo a tiempo de ver cómo el señor Gregorio hace justicia o yo me la tomo por mi mano con respecto al ataque traicionero y demoníaco que sufrimos ayer en el bosque Orosia y yo.
Dicho esto, me giro hacia el señor Gregorio. Mis palabras han sido suficientemente desafiantes, pienso, pero, por si acaso, decido subrayarlas llevando la mano a la empuñadura de mi espada, dispuesto a todo.
Amelia asintió con timidez y aguardó la sentencia del Conde. Verse nombrada ante tales personajes, casi ninguno de baja estrofa la hizo tornar en un nerviosismo por lo que estaba a punto de acaecer. De pronto pareció sentir cómo su vello se erizaba fruto de los escalofríos que sentía.
Post de relleno, pero de momento no tengo mucho que decir y no voy a entrar a soltar una diatriba. Soy testigo más que nada.
Aunque hubiese preferido observarlo en silencio, el saludo de Nuño al Quebrantahuesos los desvela en aquel lugar. Zacarías queda en silencio mientras Nuño habla, palpando discretamente su hacha para sentir que está ahí, esperando no tener que usarla.
Motivo: CUL x1
Tirada: 1d100
Dificultad: 8-
Resultado: 46 (Fracaso)
Como era de esperar, no supero la tirada de Cultura.
El Conde se lanza hacía Amelia, ignorando a don Tancredo. Una vez frente a ella, le coge las manos y empieza a besarlas. Sólo las suelta para rodear con los brazos las caderas de Amelia, mientras apoya la cabeza en su vientre. -Fija mía...- Está llorando. -Non creí mis ojos la noche anterior, más ayna mi corazón sábelo por seguro. Faze tiempo que non soi en paz con nuestro Señor, e non ruego ni pido milagros, más por mi alma questo lo es. Amelia, fija, non oso pedirte perdón por mis mentiras, e por mi abandono.
El Quebrantahuesos se calla de inmediato, y el silencio se hace en la cuadra. Vascones y Quebrantahuesos cruzan miradas, hasta que éste sonríe, (por vez primera) y responde. -Uno duerme en las cocinas e al otro, el gordo, vile salir del castillo antes de venir a.. ¡abroncar a aquestos vagos!
Tirad por Descubrir o Empatía. Lo que prefiráis.
La actitud del Conde de Ucero la turbó et sintióse incómoda. No sólo por aquella reacción en parte inesperada, si no por el público que estaba teniendo en tal momento. Sin embargo pronto la coraza que la había permitido llegar hasta aqueste lugar acabó por romperse y las lágrimas tornaron a sus ojos.
—Nada hay que perdonar. Creíame sola más acabáis de darme esperanza —tras dudar durante un rato acabó llegando aquella palabra que nunca creía que iba a pronunciar—. Padre.
Modo telenovela on
El Buitre se ha levantado, y se da golpes en el pecho con el muñón, y que le hacen tambalearse. -¡Vive Dios que aquestos malnacidos dejáronme sin mano! ¡don Gregorio! Aturdido háyome, e non recuerdo nada de ningún lance, más despertáronme aquestas palabras que dice aqueste malsín ¡Son falsas!
- Más andemos a la torre... Mejor ser resguárdados, que andar perdiendo manos u otros miembros...
Se dirige a la Torre. ¿Qué hacéis?
Al ver al Conde absorto, el Buitre empieza a mirar alrededor, y se lanza hacía uno de los lados de la cama, a revolver un montón de ropa.
La irrupción de Amelia y al tierna escena familiar me dejan mudo por un instante, pero pronto las injurias del Buitre me vuelven en mí mismo, y grito:
- No consiento que se me llame mentiroso ni que se me moteje impunemente, señor Buitre o Demonio o como os llaméis. Como caballero que soy no voy a desafiaros cuando os falta una mano, pero conseguiré justicia, como que hay Dios. Si el conde Gregorio no os arresta, seré yo quien os meta en el cepo, pues tamañas afrentas son más de lo que mi honor puede sufrir.
Sin girarme, hablando por encima del hombro, me dirijo a Tiago y Pablo:
- ¡Tiago, Pablo! Prended a este hombre y llevémoslo al cepo hasta que el señor Gregorio haya arreglado sus asuntos familiares y pueda atender a la justicia de su señorío.
Dicho esto, me acerco a donde está el Buitre, lo aparto de un empujón del montón de ropa diciendo:
- Dejad eso, bestia traidora, que a donde vais no habéis menester de ropas, sino de misericordia divina.
Motivo: Fuerza, para apartar al Buitre (tiro x5)
Tirada: 1d100
Dificultad: 75-
Resultado: 71 (Exito)
Motivo: Iniciativa (no sé, me da a mí que aquí va a haber tortas)
Tirada: 1d10
Resultado: 9(+1)=10
Me parece a mí que este buitre no se va a dejar atrapar sin más, o sea, que a lo mejor tenemos que pelearnos. Yo ya dejo tirada mi iniciativa, solo que he apuntado mal el modificador, que es 15. O sea, iniciativa 24.
Ah, y suponiendo que mi empujoncito y la presencia de Tiago (¿y Pablo?) sea suficiente, pues lo llevamos al cepo... Esto... ¿hemos visto el cepo por ahí? ¿En el patio de armas? ¿En la plaza del pueblo?
Mi joven corazón se enternece al oír la amorosa conversación entre padre e hija, pero mis dulces recuerdos del hogar paterno se ven interrumpidos por las órdenes de mi señor.
- ¡Tiago, Pablo! Prended a este hombre y llevémoslo al cepo hasta que el señor Gregorio haya arreglado sus asuntos familiares y pueda atender a la justicia de su señorío.
Sin mediar palabra (pues bien sé cuándo se discute y cuándo se obedece), saco mi espada y me acerco hasta donde se encuentra el Buitre sin bajar la guardia y con miedo a lo que este pueda hacer, esperando que Pablo me acompañe pero dispuesto a hacerlo solo. Si el misterioso manco no se defiendo, lo agarro del brazo y lo saco de la habitación.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d10
Resultado: 6(+15)=21
Sin dejar de apretar los dedos alrededor del bordón en su cinto. Orosia permanece atenta a cualquier movimiento en falso y se prepara para actuar.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d10
Resultado: 4
No sé cuanto tengo de iniciativa, dejo la tirada hecha.
Motivo: INI
Tirada: 1d10
Resultado: 10
Todavía me como una galleta así que tiro por si acaso.