Partida Rol por web

Los platos salen humeantes, los cuernos rebosan de bebida, al parecer los dioses sonríen a Gustav y los suyos. Esto no termina de tranquilizar a Arild ... los combates entre los dos clanes van a empezar, Arild examina sus armas, y da un golpe en su escudo , todo está listo para el combate ... Se acerca a Gustav e intercambian unas palabras.

Al parecer habrá dos combates antes para conocer a los contrincantes, un hombre de Gustav y otro de Arild empezarán enfrentándose a un par de lobos salvajes. Arild espera a que Gustav designe quién de sus hombres será el primero, un hombre algo mayor pero notablemente curtido en batalla es el elegido.

Arild elige a Lennart para luchar en primer lugar contra las bestias.

Al principio deberán centrarse en los lobos y no podrán atacar a su oponente hasta que al menos se hayan acabado con las bestias. Después podrán enfrentarse entre sí, la regla para todos los combates será que el primero en sangrar perderá, la sangre será la ofrenda para los dioses.

... Lennart asiente ante las ordenes de Arild, quiere demostrar al igual que todos de que pasta está hecho, y un combate en tierras desconocidas será un buen calentamiento, y posiblemente algo bueno que contar durante la próxima borrachera.
El hombre de Gustav se prepara y tensa sus músculos, mientras Lennart permanece "impávido" ante su adversario, unos hombres acercan las bestias contra las que deben de enfrentarse, Gustav confirma el inicio de los juegos...

- Que no sangren mucho tus hombres Arild ¡¡¡ Ríe tras su comentario jocoso.

... Las bestias enfurecidas por sus amos, se lanzan contra nosotros, sus "presas", ambos me ignoran en un primer ataque, uno de los lobos consigue dar una dentellada sobre la pantorrilla de mi "adversario", sin quererlo una sonrisa se dibuja en mi rostro.

-¿Necesitas ayuda? dice Lennart mientras arremete contra con su escudo a uno de los lobos.

El hombre de Gustav le escupe, mientras clava su hacha en el lobo que hacia un momento le había mordido, Lennart suelta una carcajada.

- Así me gusta que entres en calor ¡¡

El lobo golpeado por Lennart se levanta y se dirige nuevamente contra este, pero ahora Lennart parece optar por esquivarlo propiciando en ultimo momento un fuerte cabezazo al animal ... esto provoca los vítores incluso de los hombres de Gustav, tras terminar de rematar al animal se vuelve a hacer el silencio ... los adversarios por fin mostraran sus habilidades.

Lennart toma la iniciativa con un par de ataques torpes que puede esquivar sin problemas su oponente. En un pequeño descuido "ofrece" su costillar derecho, pero consigue parar el hacha de su oponente con la suya propia, en un forcejeo fortuito Lennart golpea con su escudo la pierna herida de su enemigo, este cae al suelo por fallarle el punto de apoyo.
Y aquí es donde acaba el combate ... Ya has sangrado suficiente por hoydice Lennart mientras tiende la mano al oponente, este la rechaza enfurecido y se levanta, cojeando de una forma algo "cómica" por la situación se aleja ante las risas y abucheos de sus "compañeros".

Gustav y Arild felicitan a Lennart por el combate y comentan entre risas la reacción del "perdedor".

Habrá un pequeño descanso hasta el próximo combate mientras honran a héroes pasados con la sangre derramada (al parecer no ha sido tan digno el espectáculo para contentar a ningún dios jajaja)

Con un gesto invito a Wisna a que venga conmigo y me acerco a donde los hombres de Gustav se carcajean del resultado del combate delante de su propio compañero de armas. Despreciable. Mis ojos se cierran un momento, tratando de no mostrar la gélida expresión de desagrado que los ha cruzado, y se vuelven a abrir. En su lugar, en mis labios aparece una sinuosa sonrisa. 

-Vaya qué decepción... -comento mientras me voy acercando moviendo las caderas y me siento entre ellos, junto a una de las hogueras, con las piernas cruzadas porque como llevo pantalones, puedo sentarme cómoda sin necesidad de preocuparme por nada, esperando a que Wisna haga lo propio- Dime Wisna, ¿crees que alguno de los hombres de Gustav será un poco más... hombre?

Mientras me río de la forma más recatada posible, mirándolos a todos, me retiro los rizos rojos de la cara y los echo a mi espalda, dejando al descubierto un hombro al que se le ha bajado ligeramente el hombro del jubón por casualidad. 

Vamos, muchachos... vamos, entrad al trapo. Sois guerreros y acabo de amagar con insultaros... invitadme a algo y ofreceos a demostrarme vuestra valía...

Bebe conmigo, lucha por mí dicen mis ojos; y muérete, añade mi mente.

Wisna se encontraba levantando en ese instante una de las toscas jarras coreada en la victoria de Lennart por un grupo de hombres que la sobrepasaban en estatura y musculatura scuando captó el gesto de Ifrit. Dirigió unas palabras a sus interlocutores para acudir al lado de la pelirroja, entrelazando su brazo con el de ella con familiaridad mientras barría con la mirada el lugar, localizando a sus compañeros de viaje y dirigiendo a Gustav un cabeceo acompañado de media sonrisa antes de que Ifrit se las apañase para ocupar un lugar en la hoguera.

Wisna no llevaba pantalones así que dio más rodeos para ocupar su lugar junto al fuego. Recogió el faldón del vestido de lana y pasó una de las blancas piernas sobre la tosca madera que servía de asiento, y después, apoyándose en el hombro de uno de los presentes (que había hecho hueco a las mujeres), pasó la otra pierna para sentarse con cuidado, retirándose parte del oscuro cabello tras la oreja.

Nosotras somos más hombre que la mayoría de estos. Bajó la mirada hacia las brasas, de modo que las pestañas dibujaron sombras titilantes en las mejillas de la mujer a la luz de la hoguera, guardando silencio unos instantes antes de levantar la mirada.

-Quizá no tenga un guerrero hoy, después de todo- dijo con voz suave, casi un susurro pero completamente audible en el crepitar de las llamas. Inclinó la cabeza hacia el lado en el que tenía a Ifrit sentada y se humedeció los labios antes de mirar a la pelirroja-Los dioses se burlan de nosotras- dijo con un mohín cercano a la decepción aunque el tono se acercaba más al desafío velado, menos descarado que el de su amiga.

Vuestro juego surge su efecto rápidamente, y después de una retahíla de bravuconerías y sandeces de valor, honor y batallas de antepasados llegáis a la conclusión de que apenas cinco o seis hombres de Gustav serían rivales serios, al menos por la forma de hablar y sobre las chanzas y risas que lanzan unos sobre otros.

De todos ellos al parecer solo dos participarán de los combates además del propio Gustav.

Sus nombres Heimir Kjartenson y Oskrud Skarfson, de ellos escucháis cosas verosímiles sin demasiada decoración, por lo que realmente os hacen pensar que son hechos reales, y no fantasías disparadas por el alcohol y de la posibilidad de tener sexo con dos bellas señoritas ...

Algunos de ellos os lo han señalado comiendo y bebiendo juntos no muy lejos de Gustav, al parecer son hombres de su confianza, Heimir es un hombre joven y alto (1.84 aprox) de cabellos pelirrojos y bastante fibroso, a sus pies veis un escudo, y tiene una espada encintada ; Oskrud es un hombre de mediana edad mas bajo que Heimir (1,70 aprox) y más musculado, a sus pies veis una lanza larga y un escudo. En ambos casos las armas concuerdan con alguno de los hechos relatados ...

El siguiente combate por parte de vuestro grupo será el de Rurik y después el de Sörr.

Los que van a combatir beben y festejan pero con más moderación, para poder estar preparados y dar un digno espectáculo a los dioses.

Vuelven a tocar los cuernos dando aviso del próximo combate, Gustav deja a Arild elegir primero su representante por haber ganado el primer combate, Rurik Anderssen, será el próximo que honre a los dioses en combate ..., Gustav propone a Heimir un joven alto de cabello pelirrojo y un cuerpo fibroso, a simple vista parece un gran adversario.

Declarar acciones si es que queréis hacer algo en especial.

Rurik tu estas obligado a declarar acción :-)

Atendió con interés la elección del guerrero y le dio un toque a Ifrit entre risas: cominándola a acercarse a ver mejor a los combatientes, la propia emoción del combate coloreaba las pálidas mejillas de la berserkr e iluminaba aquellos iris cuyo color bailaba entre el azul y el gris era lo que hacía más natural esa pantomima.

Llené rápidamente dos cuernos por el camino y le susurré a Wisna que le llevara uno a Rurik, al tiempo que yo acercaba el otro (en el que había espolvoreado parte de la herbal mezcla) a Heimir.
-¡Bebed ambos! -dije entonces en voz alta, sonriendo ante ambos contendientes mientras alzaba el cuerno que yo llevaba y le hacía un gesto a Wisna para que hiciese lo propio con el suyo- ¡Para que Thor guíe el brazo del más fuerte y el Padre de Todos bendiga lo que vais a beber, presencie vuestro combate y os honre con su mirada! Que así podáis estar un paso más cerca de merecer el Valhalla.
Terminada mi plegaria a los dioses, ofrecí el cuerno que yo llevaba a Heimir, sin dejar de sonreír.

Sörr se mantenía firme, bebiendo lo justo para no ser mal visto, pero ahora mismo tenía los nervios a tope. Era algo que había hecho muchas veces, pero no con la seriedad que tenía que hacerlo ahora. Quería demostrar que era un hombre, que era digno de un brazalete, y no quería que esos extraños se rieran de él. Cuando llamaron a Rurik, simplemente alzó la vista y se dispuso a ver el combate.

Sería otra forma de ver cuán capaces eran sus compañeros, al menos uno de ellos.

Me mantenía callado, escuchando algunas conversaciones y sin apenas probar nada. Al fin se dieron los nombres de los contendientes del siguiente combate, en mi rostro se dibujo una pícara sonrisa al escuchar mi nombre. - Al fin llega mi oportunidad.- Pensé mientras daba un paso adelante dejándome ver y asintiendo a Arild.

Busqué con la mirada al que sería mi contrincante, cuando le divisé otra sonrisa fue apreciable, cuanto más fuerte era el rival más meritoria sería la victoria. Cogí el cuerno que me tendió Wisna y me lo bebí de un largo trago, apenas había bebido así que no sería problema.

Tras dejar el laúd apoyado en un árbol cercano saqué mi hacha y mi escudo y fui al lugar de los combates - Cuando quieras.- Dije ya en posición de combate.

Heimir se levanta con su escudo y lanza, y ante el ofrecimiento de Ifrit la toma por las nalgas y la atrae hacia el dándola un beso , después de esto ríe y bebe del cuerno que le ofrece.

- Después de que me ocupe de él , me ocuparé de ti ... jajaja¡ ríe de forma bravucona, reafirmando sus dobles intenciones. Gustav y sus hombres también ríen en aprobación a su camarada.

Dirige después su mirada a Rurik y se dirige hacia el lugar de combate donde le espera.

- Demos un buen espectáculo a los presentes ... dice mientras arroja su escudo al suelo y agarra su lanza con su mano derecha.

Una patada en... sí. No. Es mejor que Rurik le haga sangrar. Aguanta... Voy a matar a Arild por hacerme hacer esto...

Sonreí con los labios, separándome mientras él bebía; aunque mi mirada era gélida, traté de ocultarlo tras esa máscara. 

-Bueno, será otra batalla que tengas que luchar -respondí, llevándome el cuerno vacío con aire sinuoso, dándole la espalda adrede-; pero para eso tendrías que vencer a mi amigo -terminé con un tono gracioso que daba a entender que lo dudaba, esperando que los hombres de Arild rieran también y les devolvieran el turno a los de Gustav. 

Cuando me alejé de la arena, me coloqué al lado de Wisna, que ya tenía un buen lugar para contemplar el combate y murmuré en su oído: 

-Cuando los mates a todos... déjame a ése. 

-Rurik-dijo cuando éste tomó el cuerno. Quería decirle que ya podía ganar o sería ella la que intensificase los entrenamientos de ambos pero no había forma de decirlo así que le guiñó un ojo y media sonrisa. Esa era la mejor forma de amenazarle que tenía en mano.

Faltó muy poco para que Wisna no fuese directa a sacarle los dientes que le quedasen a Heimir. apenas había dado un paso, sin pensar siquiera en el cuchillo que llevaba entre las ropas pues eso o se hacía con las manos o no se hacía, cuando se quedó clavada con una ira creciente en las tripas tal, que no podría asegurar poder controlarse si iniciaba una pelea.

Llegó Ifrit y pasó el brazo por su espalda murmurando en su oído con la mirada desviada hacia los combatientes.

-Te lo regalo,hermana mía-

Declara acciones para el combate

Tiro iniciativa y quiero atacar dos veces, una con la acción básica y otro con una acción suplementaria (modificador -2)

El caso es que nunca he usado este sistema y no se como van las tiradas.

Y una pregunta: ¿Narro ya lo que hago o espero a que se resuelvan las acciones para narrarlo?

No te preocupes por el sistema, en un principio al mostrarse "bravucón" te he concedido la iniciativa automáticamente por eso te decía que declarases, y a priori siempre hazlo de forma narrativa si no tienes claro que debes tirar. En notas siempre podrás poner tu siguiente acción o intención en caso de que surja efecto tu primera acción declarada.

por ejemplo

Texto:
Rurik se lanza al ataque con su hacha para intentar propinar un tajo en el dorso descubierto de Heimir, además propinará un segundo ataque en el mismo flanco o fintará para golpear en una pierna, brazo , etc ....

Notas:
Mi próxima acción será alejarme dos pasos sin darle la espalda y tomar una pose defensiva en caso de no que haya conseguido bloquear o esquivar los golpes.

Sörr estaba tranquilo, esperando a que empezara el combate cuando el tal Heimir no pudo controlar ni sus manos ni su lengua, lo que le hizo sonreír- Heimir está muerto, aunque aún no lo sepa -pensó al ver como Ifrit se acercaba y murmuraba algo con Wisna. No sabían donde se estaban metiendo, de eso estaba seguro.

Estaba esperando a que empezara la pelea pues quería luchar ya. La sangre le estaba empezando a hervir.