Partida Rol por web

-Esta vez te toca a ti -le susurré a Wisna, señalando con la cabeza hacia el hombre que estaba a punto de enfrentarse a Sörr-; ese tipo va a ser más duro que el anterior... 

Sabía que ella también se había fijado en la elección del arma y que se encargaría de espolvorear bien a conciencia su bebida. Básicamente la cuestión era que no sabía si iba a poder contenerme si el hombre de Gustav gastaba otra bromita sobre encargarse de mí. No. De hecho, no me aguantaría. Y la liaría. Así que prefería que esta vez fuese ella. 

Cogí uno de los cuernos de hidromiel en los que no habíamos echado nada y me acerqué resuelta a Sörr. 

-¡Que Thor guíe vuestro brazo y el Padre de Todos os observe mientras os ganáis, una vez más, vuestro puesto en el Valhala! -declamé con voz potente, sonriendo a nuestro compañero mientras le ofrecía el cuerno.

-Ten cuidado -le susurré, mientras bebía-, la lanza es su arma predilecta, es muy diestro con ella, no te lo va a poner fácil. 

Ladeó la cabeza con aparente desinterés y se alejó de la "primera línea" mientras paseaba rodeando a los espectantes hombres sin retirar la mirada azulada del hombre de Gustav. Hubo un instante en que las miradas de ambos se encontraron y ella se limitó a esbozar media sonrisa. No muy amplia, lo suficiente como para que su significado fuese ambiguo antes de continuar con el paseo manteniendo el contacto con él.

Es un guerrero. Si Sörr le destroza desearán haber perdido su fuerza en encuentros de verdad.

-Parece un gran guerrero- dijo con un deje de admiración e ingenuidad en su voz mientras aprovechaba el paso entre los hombres de Gustav-Los dioses le sonríen ¿hm?-miró a algunos de los de su alrededor, quizá esperando que le hablasen sobre él en algún alarde.

Esta vez ambos hombres ignoran las copas que les ofrecen ... al parecer ansían enfrentarse.

Una vez se encaran, Gustav da paso a que inicie el combate, momento en el cual Sörr se lanza contra Oskrud lanzando estocadas de un lado a otro, intentando confundir al oponente, pero Oskrud es un guerrero experto y conoce la manera más eficaz de parar el repicar de la espada de Sörr, en el momento que justo llega a su altura Oskrud da un rápido paso lateral hacia Sörr interponiendo su escudo por delante arremete contra el antebrazo de Sörr, causando que este arroje involuntariamente su arma ante el fuerte encontronazo del escudo ..., acto seguido Oskrud gira sobre si mismo y con la parte roma de la lanza golpea el labio de Sörr ...

Todos los hombres de Gustav empiezan a aplaudir al ver como Sörr sangra por el labio y desarmado lleva su mano a la boca cuando el sabor de la sangre le hacen ver que ha perdido ...

Esta vez ha sido un combate muy rápido , pero Oskrud no es de la clase de hombres que se adornen en los combates o que "jueguen" con sus oponentes.

Gustav sale al campo a felicitar a su hombre y da ánimo a Sörr,

-Tranquilo muchacho no tienes nada de que avergonzarte, Oskrud es un veterano de cien batallas, y en todas ha salido airoso ... Dicho esto empieza a reir y a festejar con su hombre el devolver el color a los juegos, sino los dioses no les volverían a sonreír.

Justo cuando Arild iba a "consolar" a Sörr uno de los hombres de Gustav , termina de responder a Wisna.

... Después de verle en acción , ¿qué opinas?, mas de uno hemos luchado a su lado, y pocos hemos visto capaces de hacerle frente.

Arild se acerca a Sörr

- Que esto no nuble tu juicio muchacho, ha sido un golpe de suerte, y te volveré a necesitar fresco en unas horas ... Dicho esto golpea su hombro y se dirige hacia el ganador para darle su enhorabuena.

-Maldita sea bribón, no has dejado al muchacho un poco de diversión, como te gusta acortar los combates, así no ofreces diversión a los presentes, jajaja. , también golpea su hombro de forma amistosa y se despide de ambos. Quizá en otro momento podamos ver realmente que sois capaces de hacer, pero esta noche sigamos festejando

Gustav apoya el gesto de Arild y se dirige a por algo más de beber y comer.

Queda una hora para el combate final entre Arild y Gustav, la noche empieza a pesar sobre los cuerpos más cansados y afectados por el esfuerzo de todo el día y de la celebración. No obstante ninguno se atreve a perderse el esperado combate entre dos viejos compañeros.

En ese momento me acerqué a Sörr.

-No te preocupes, amigo -le dije, sonriendo-, sólo ha sido un golpe. De éstos te recuperas rápido.

Luego me acerqué a Snorri, a Smilla y a Wisna y pregunté en voz baja:

-Han bebido casi todos, ¿no? ¿falta algún grupo que no haya tomado de nuestra mezcla especial?

-Los que están de guardia. -Susurro a Ifrit. -Y esos dudo que acepten una bebida. Sin embargo tengo algo preparado para ellos. -Respondo con una sonrisa maliciosa.

Me retiro un poco de la concurrencia, entre éstos y los guardias pero lo suficientemente alejado de ambos, junto a un cuerno de cerveza que no toco y mi kraviklyra y hago como que la afino mientras canturreo por lo bajo en una voz muy aguda durante unos minutos.

Ahora mismo al grupo que intentas hacer efecto son 4. Obviamente hay más hombres armados y haciendo guardias pero no en la zona en la que estáis, aun tenéis mucha isla que recorrer :)

Pues ahí va la tirada, la primera de los 3 dados de carisma, más mi Galdr (6), más el aumento de dos a 5 acciones (6, 3 por cada) y más el aumento de acciones a minutos (20, 10 por pasar a turnos y otros 10 por pasar a minutos). Como la dificultad es 24 (3 el hechizo de sueño, 15 para que sea de 1 a 5 días y 6 porque son de 2 a 4 objetivos), es éxito seguro.

El segundo como no hay un D5 he tirado un D10 y se le divide entre 2, redondeando hacia arriba, como siempre ha tocado. Se van a quedar 4 diítas o hasta que yo cancele el hechizo durmiendo.

Cuando acabé de "afinar el instrumento" y de tararear, los guardias comenzaron a dormirse. con mucho disimulo me acerqué a ellos con el cuerno que había traído conmigo en las manos y les derramé su contenido por encima, repartiéndolo entre los 4.

Luego volví a la zona donde estábamos todos y comencé de nuevo a animar y a repartir bebidas. Al pasar junto a Ifrit y a Wisna les guiñé un ojo divertido, indicando a los guardias dormidos con un leve gesto de la cabeza.

Inaceptable.

Sus labios sonrieron pero la calidez de su boca no alcanzó a los ojos de la mujer cuando se dirigió a los hombres de Gustav que le habían hablado.

-Es un gran guerrero, desde luego-pero no era a él a quien miraba sino a Sörr. Ese medio gigante lelo y bravucón no había aguantado ni medio asalto, era una vergüenza y sentía esa vergüenza hirviéndole en la sangre-No ha estado a la altura- dijo con voz de sentencia para que cualquiera pudiese oírla.

No va a quedar así.

Siguió su camino hasta acercarse al grupo de Arild, advirtiendo el guiño de Snorri pero sin compartir su júbilo. Un combate penoso aguaba cualquier perspectiva de diversión y no podía evitar sentirlo así.

-A todos los que he podido ofrecer- contestó a Ifrit mientras pasaba por su lado pero sin detenerse, apoyando una mano en su antebrazo mientras buscaba algo con lo que distraerse.

Voy a matar a todos.

Sörr se puso en pie cuando le tocó combatir. Tenía ganas de pelear pero estaba muy nervioso. Wisna podría apreciar que en vez de sonreír y divertirse como cuando se peleaban, ahora estaba serio, con la mirada clavada en el rival y apretando la mandíbula de tal forma que parecía que fueran a estallar. 

Vio a ese hombre, con una lanza y un escudo. Bien, su padre le decía que que las lanzas tenían más alcance, pero punto muerto si te acercabas, pues la parte letal era solo la punta, así que tenía que negarle la iniciativa.

El problema es que no se paró a pensar en los años de ese hombre tenía de experiencia, por lo que no iba a servir de nada. Sörr se lanzó, se metió en la zona muerta y comenzó a golpearle para intentar tirarle, pero entonces, vio un escudo delante de su cara y, sin saber como, había perdido el arma y se llevó un porrazo con el mango de la lanza que le partió un labio.

Terminado, ni un instante, todo a la mierda, y tenía un cabreo monumental. Se pudo de pie mirando aún con ferocidad a ese hombre, escupió un poco de sangre y se fue a coger su arma antes de salir de la zona de combate.

-Suerte, ya -dijo con rudeza a Arild antes de separarse un poco de la zona antes de que la fiesta siguiera. Se le habían quitado todas las ganas de fiesta.

Se sentó y comenzó a pensar en todo lo que podía haber hecho. ¿Quizás más defensivo? ¿Quizás mostrar su especialidad? No, quería que nadie supiera de verdad de lo que era capaz de hacer, de cual era su "sorpresa" para los que le subestimaran, pero no, ahora mismo lo único que sentía era no haber podido demostrar sus habilidades. Había quedado como un maldito imbécil en ese lugar, y ahora tendría que retractarse.

Fue una noche completa la que vivieron los "hombres" de Horik el Apto, muchos tardarían meses en olvidarla, otros no la olvidarían jamás, las pasiones afloraron, la sangre entró en ebullición durante los combates, pero mientras ambos bandos jugaban sus cartas, cada "líder" ejecutaba sus tretas para ganar una posición aventajada sobre el otro ...

... ¿Cantarán los skalda cómo un puñado de hombres arrebató una isla a un veterano de guerra?, ¿será por el contrario un intento fallido más de un grupo de aventureros pretenciosos que se creen mejor que su rival?, las nornas ya habían tejido lo que ocurriría aquella noche, y se lo habían mostrado a alguien muy especial ...