Partida Rol por web

Las Montañas Nubladas...

Lugar de una de las mayores galerias de cuevas enanas...

Donde los enanos se esconden...

Y también esconden a sus prisioneros...

Es una fortaleza, inexpugnable... y ahora... bajo el control del enemigo...

Desde que has dejado Ellesmera no has dejado de pensar si la responsabilidad que tienes ahora te queda demasiado grande.

¿Una misión en solitario sin tener conocimientos?

¿Una misión en solitario que tienes que cumplir antes de una semana?

¿Es qué los elfos están todos locos?

Sin duda lo estaban. Primero le prometen que Micah estaría a salvo y ahora la envían sola a salvarle. No estaban locos, estaban como una cabra.

Sin embargo, no podía hacer otra cosa. Si le pasaba algo a Micah, no se lo perdonaría nunca.

¿Ves algo? Le pregunta a Ártax, no muy animada, pues había conjurado el hechizo para ver lo mismo que su dragón, sin mucho éxito. ¿Estas deben ser las montañas, no?

Sí, son esas montañas... pero dudo que podamos encontrar la entrada por el aire. Son enanos, las entradas estarán al ras del suelo...

Tienes razón... dice sin necesidad de meditarlo mucho.

Bien, aterriza donde puedas. Yo investigaré por tierra, y tu me seguirás por aire. Si te necesito te llamaré. Dice agachandose para prepararse para el descenso.

El dragón se acerca a la tierra a una gran velocidad y a sólo un metro del suelo, se detiene y deja que saltes a la tierra firme, para después, salir volando hasta esconderse entre las nubes.

No te preocupes pequeña, yo investigaré desde arriba. Ante cualquier peligro, te avisaré y bajaré como un rayo.

Confío en ti. Le dice con seguridad mientras observa como desaparece en el cielo.

Una vez perdido de vista, fija su vista hacia delante y traga saliva.

Por Micah... Se convence a si misma, echando a andar, con la vara cogida con fuerza y en posición. Da cada paso con sigilo, observando y oyendo cada pequeño movimiento que se produce a su alrededor. No sabe muy bien qué está buscando, pero sabe que debe pensar como un enano, por lo que siempre va medio agachada, intentando descubrir alguna pequeña entrada con señales de presencia "humana".

Agudizas la vista y comienzas a mirar los alrededores.

No logras ver algún tipo de entrada en la roca o algo que te indique que puede existir una cueva cercana, sin embargo, has logrado ver una serie de huellas que se dirigen hacia el norte, siguiendo lo que parece ser una especie de camino de montaña...

Sin dudarlo y sin pararse a pensar muy bien hacia donde podía conducirla esas huellas, empieza a seguirlas, sin pisarlas.

He encontrado unas pisadas que van hacia el norte. Voy a seguirlas. Le anuncia a su dragón.

Las huellas que comienzas a seguir, parecen que terminan abruptamente junto a la ladera de la montaña.

Te acercas para mirar mejor, pero no notas nada extraño, es como si las huellas atravezaran la pared sin más.

No hay puertas, rajas o algo que te haga sospechar de una abertura... ¿dónde demonios irán esas pisadas?

Bella analiza cada centímetro de la rocosidad. No parece haber nada.

¿Ves algo tu desde ahí arriba? Le pregunta, quizá él vería alguna obertura superior.

Vamos.. no podían desaparecer de la nada. Pasa sus manos cuidadosamente por la roca, intentando notar algo que se moviese y que abriera una agujero. También prueba a dar golpecitos en la roca, quizá notase por donde estaba hueco.

En caso de no encontrar nada, siempre podía romper la piedra. Seguramente se cargaría el elemento sorpresa. Pero debía entrar fuera como fuese.

Golpeas la roca pero no sientes que esté hueca por detrás, sin embargo, cuando pasas la mano por la roca, notas una especie de relieve en ella, como formando un dibujo.

Te alejas un poco para mirar y te das cuenta que el relieve forma un dibujo...

Al alejarse puede observar perfectamente el dibujo, es extraño, intentaría memorizarlo para luego describirselo a Eragon.

Luego vuelve a acercarse, e intenta empujar algunas de las formas que hay en el relieve, como los triangulos y el círculo.

Comienzas a presionar las figuras de la pared y alguna parecen hundirse bajo tus dedos.

Intentas un montón de combinaciones pero no pasa nada... nada de nada...

Tratas de memorizar cada una de las combinaciones, pero ya has intentado más de veinte... y se te acaba el tiempo...

Tocas las piedras por última vez y en ese momento, estas se hunden en la pared, iluminándose en los bordes a medida que se meten hacia dentro.

Muy despacio, las dos paredes se separan y dejan ver una abertura circular por donde podrías pasar agachada... ya que la abertura parece estar hecha para enanos... y tu, aunque pequeña, eres un poco más alta que ellos.

Bella levanta el puño instantaniamente en señal de victoria, para recompensarse a sí misma por su buen trabajo.

Se agacha, y se dispone a entrar, pero antes se pone en contacto con su dragón, por si acaso luego no puede.

Ártax, he encontrado la abertura y voy a entrar. Quizá no pueda ponerme en contacto contigo, pero si no he salido en un par de horas o tres... ve a buscar ayuda. Dice con seriedad, y sin esperar respuesta se adentra en la gruta.