Partida Rol por web

- AYUDA JODER, ME CAIGO.- Decía a alguna alma caritativa mientras me aferraba a la piedra de antes. La verdad es que me estaba costando un suplicio, a este paso me iban a freír. Si llego al cuartel me voy a poner a hacer piernas y físico a tope, esto no va a volver a pasar. Estaba fuera de forma, y se me notaba mucho. Demasiado tiempo fuera de la guerra.

El empuje del ejército invasor va haciendo mella en los félidos, volviéndose sus disparos más imprecisos y vanos. Tras más de una hora de ascenso, los soldados estaban llegando a la mitad del ascenso de la montaña y varios de los puestos defensivos de los nativos habían sido tomados...parecía como si la batalla estuviera casi decantanda.

Por lo que parecé ya hemos alcanzado la última ladera que ascender y de momento nuestro grupo no ha sido localizado. Hemos tenido que buscar protección varías veces para sus barreras de artillería pero en ningún momento habían centrado sus piezas en nosotros.

Poco a poco vamos ascendiendo por lo que debe ser un sendero hecho por su fauna salvaje ya que no hay enemigos ni trampas bloqueándolo hasta llegar a lo que parece una entrada.

Hay una zona despejada de unas decenas de metros y unos félidos que parecen charlar despreocupadamente entre ellos.

Apunto hacía ellos mientras se los indico al teniente Ring y a Akira.

– Cuatro menos, – me digo para mi mismo. Mientras caen sus compañeros no saben que pasa confundidos por el silencio letal del láser.

Akira siguió avanzando por la ladera, cada vez más y más cerca. Estaba ya a suficiente distancia como para ver a los félidos sin necesidad del visor de la armadura, y podía ver sus búnkeres y las piezas de artillería instaladas, unas armas que no se centraban en ellos, sino que disparaban bastante más atrás. Si estaban armados con proyectiles de tan largo alcance, cuanto más se acercaran, más seguros estarían. La mayoría de su escuadrón había logrado llegar ya a la distancia en la que podrían disparar sin problemas, pero Akira no se detuvo. Notaba el suave peso de la kurohime en la espalda, y veía las estrechas aberturas de los búnkeres, perfectas para colarse y atacarles en el interior. Apuntó al grupo de félidos que le señalaba Pedraforca y disparó, abatiendo en una amplia ráfaga al resto, pero siguió avanzando, cubriéndose con el cuerpo pegado a la húmeda tierra y la roca de la ladera. Se arrastró con agilidad hasta llegar a pocos metros de una de las aberturas, sin que los alienígenas de su interior la vieran, y se preparó para saltar.

Y cuando todo parecía haber salido a pedir de boca de huecos camuflados en el suelo emergieron pequeños caños que comenzaron a disparar rayos de energía sobre las escuadras que llegaban a las últimas defensas félidas. Esta acción pilló por sorpresa al cuerpo de exploración que sufrió algunas bajas y tuvo que frenar su avance.

Las piezas de artillería callaron y desde los búnkers y torretas comenzaron a llover haces láser, granadas y pequeños proyectiles.

Viéndose muy retrasad, Katty se decida a correr monte arriba para llegar hasta sus compañeros aprovechando el cese en el fugo enemigo en su zona.

Parapetado tras una gran roca el teniente intenta causar algunas bajas pero está claro que se preocupó en la academia más a los libros que a las clases de tiro.

Sheriff se escondió detrás de un saliente, para protegerse de los rayos de los félidos. Consiguió ponerse a salvo, pero no antes de recibir algún impacto. Nada que no pudiera soportar su armadura, pero su avance se vio frenado momentáneamente.