Partida Rol por web

Los alienígenas a pesar de verse tan cerca del combate están preparados y activan el pulso de energía que inutiliza las armas tecnológicas, habrá que acabar con ellos a la vieja usanza.

Esta vez, cuando los alienígenas activaron el pulso, Akira estaba ya preparada. De nuevo los sistemas se desconectaron con un zumbido, pero esta vez decidió no quitarse el casco, sabiendo que el corte duraría solo unos pocos segundos. Echando mano a la empuñadura de su espada, la desenvainó en un movimiento fluido con el que atacó a la vez, descabezando a uno de los enemigos en un arco acerado de sangre. Empujó su cuerpo descabezado contra otro de los alienígenas, que dio un traspié, y no vio venir la punta de su espada que el entraba por el pecho y le salía por el hombro, destrozando huesos y carne. 

Dos alienígenas se lanzaron hacia ella, pero rápidamente se dio la vuelta y cortó la pierna derecha de uno de ellos, que cayó al suelo inmediatamente mientras la sangre salía propulsada del muñón y obstaculizaba la carga de su compañero, que cayó hacia delante para encontrarse con la espada de Akira rajando profundaente su vientre. Las vísceras azules cayeron en cascada, y, antes de que llegara al suelo, la soldado ya había dado un salto y rematado al alien al que había cortado la pierna. 

Avanzo con toda seguridad, cada vez mas al irnos aproximando a ellos sin que aparentemente nos detecten. Cuando estamos a menos de cuatro metros guardo el rifle de energía empuñando la powergarra su suave zumbido me es muy gratificante. Pero cuando estamos a punto de llegar al cuerpo a cuerpo uno de ellos activa su pulsera y vuelven a desactivarse todos los sistemas quedándome inerte la powergarra.

Con toda mi rabia me abalanzo sobre esa criatura. – Dejar ya de jugar con pulseras y luchar. – Le grito a todo plumón sin entretenerme a pensar si me entiende. Tampoco le doy la oportunidad ya que con los continuos golpes le transformo el cráneo en una pulpa sanguinolenta.

Cuando recupero el control veo a Akira rodeara de cadáveres enemigos pero aun quedan enemigos en pie que comienzan a reaccionar y Piñeiro junto al Sheriff han quedado rezagados.

Las armas de los alienígenas no se ven afectadas por los pulsos de energía y siguen disparando con los brazaletes hacia la escuadra, consiguiendo alcanzar al sargento y a Piñeiro.

El paso de Piñeiro se fue haciendo más lento a medida que se acercaban a las líneas enemigas. Tenía los ojos muy abiertos, igual que la boca. Las luces estroboscópicas de los disparos alienígenas estaban haciéndole fosfatina la poca entereza que le quedaba.

Notó un golpe en una pierna. Luego, otro más en el pecho. Intentó gritar pero casi se ahogó con sus propias babas. Tosió mientras salía despedido hacia atrás en lo que le parecía una camara lenta irreal.

Dio con sus huesos en el suelo. Sólo podía oir un pitido infernal.

El Sgto. Sheriff cargó contra los alienígenas, pero se pasó de frenada. Se vio rodeado de grises cabezones, que le alcanzaron con los rayos disparados con sus extrañas muñequeras. 

Os concedo este asalto, pero no el combate - masculló Sheriff mientras trataba en vano de retroceder para tener más espacio para su cañón de energía.

Los alienígenas seguían cayendo conforme el resto de las escuadras conseguía abrirse paso hasta el centro de la ciudadela, sin embargo sus cúpulas de energía y sus pulsos electromagnéticos retenían al grueso de los asaltantes.

Aunque los soldados presionaban, los alienígenas parecían resistir, y activaron de nuevo sus aparatos de interferencia tecnológica. Sin embargo, eso no paró ni a Akira ni a su escuadra, ya que podía ver a Pedraforca con su Power Garra a su lado. 

Saltó hacia delante, esquivando en el aire los disparos de los brazaletes, y cortó dos brazos que volaron por el aire en una lluvia de sangre, dejándoles desarmados. Trataron de retroceder, pero la espada de Akira fue más rápida. El primero murió decapitado; con el mismo golpe, la espada seccionó la columna del segundo, que ya se había dado la vuelta. Un alien atacó por detrás, pero la soldado se agachó y el rayo pasó sobre su cabeza, impactando en uno de sus compañeros, que quedó carbonizado. 

Akira sonrió levemente: mientras se mantuviera en el centro de las filas enemigas, sus armas corrían el riesgo de causar bajas entre los propios aliados, mientras que ella podía moverse y cortar con la seguridad de que todo a su alrededor eran objetivos hostiles. Se lanzó hacia delante, y de un tajo destripó al alien, cuyas vísceras azuladas regaron el pavimento. No esperó a que muriera, simplemente saltó sobre él, esquivó el ataque de otro de los enemigos haciéndose a un lado y cortó la pierna del bicho a la altura de la rodilla. La hoja chirrió contra el hueso mientras caía, y gritó hasta que Akira le lanzó una estocada que le atravesó el cuello. 

Otra vez igual, la powergarra sólo logra activarse unos segundos antes que uno de esos seres active la pulsera. Por lo menos ha servido para que se limpie un poco de los sesos del que acabo de matar.

Aprovecho el espacio vació que ha provocado Akira con su gran habilidad con la espada para ver donde se encuentran el sargento Sheriff y Piñeiro, afortunadamente han logrado sobrevivir al fuego enemigo habiendo llegado al cuerpo a cuerpo.

Avanzo un par de pasos hacía uno de aquellos aliens comenzando a golpearlo primero en el brazo donde tiene la pulsera y prosiguiendo hasta que puede que ya muerto estas lo atraviesan parte a parte por el abdomen.

Al no funcionar la energía me inclino haciendo que el cadáver este en el suelo y hago presión con mi bota izquierda en su pecho para poder extraer mi powergarra que se había quedado atascada. Sale con una tira de intestinos enrollados entre sus dedos.

Elías se estaba incorporando cuando una de las criaturas se le tiró encima . Llevaba una especie de arma vibratoria con la que intentó apuñalar a Piñeiro . 

El soldado logró desviar el ataque a duras penas con el dorso de su guantelete . Con la otra mano aferró la garganta del alienígena cuya expresión se congeló . Rodaron por el suelo en un abrazo mortal hasta que la lucha cesó . 

Piñeiro rodó a un lado y vomitó de nuevo .