Partida Rol por web

"Intentaron que fuera a rehabilitación
Pero dije "No, No No"
Sí, me he desmayado, pero cuando recobro el sentido.
Ni lo sabes, ni lo sabes, ni lo sabes.
No tengo tiempo de ir
Y si mi papá piensa que estoy bien.
El ya ha intentado llevarme a rehabilitación,
Pero no ire, no ire, no ire."

Amy Winehouse. Rehab.

Estas en un cuarto oscuro, todo lo que hay al rededor de ti son sombras.  Recuerdos de tu pasado, de tu niñez, de tu vida, usualmente tratabas de no pensar en eso y por eso te emborrachabas o drogabas, era como si un gran dolor en tu interior se asomara por una ventana. Sí, ese dolor que posiblemente estaba así y que tú no querías afrontar. Ese dolor  que esta y que tienen todos los seres humanos.

Es de madrugada, lo sabes porque has escuchado las aves que cantan fuera.

Cierras los ojos nuevamente y te pierdes en tus sueños y cuando los abres ya hay luz al rededor.

Es un cuarto 5x4 de color blanco. Estas vestido con otras ropas, y tus pocas pertenencias personales no están contigo. Hay una puerta de metal reforzado con un vidrio donde notas  movimiento. Como si alguien pasara al frente.

Sientes un gran dolor de cabeza, pero a la vez una gran torpeza.  Sientes el cuerpo un poco dormido.

¡Maldito dolor de cabeza! Anoche debí pasarme tres pueblos con el bourbon... Mi ropa no estaba vomitada. Bueno... O si lo estaba. La que llevaba no era mía... ¿Era uno de esos babis que te dejan el culo al aire? No. El culo lo tenía a cubierto...

Vaya hospital raro... Igual era un pabellón psiquiátrico y algún cabrón de servicios sociales había conseguido que me encerraran por fin... ¡Joderrrr! Y ahora vendrían las explicaciones...que si por qué te estás matando... Que si... ¡Vaya mierda! ¿Por qué no me dejan morirme en paz? Una buena cogorza, un buen colocón y Ethan a tomar por culo... No. Tienen que gastar la pasta de los impuestos en meterme en aquella sala blanca como su puta madre...

Me acerco a la puerta y golpeó el cristal:

¡Eh! ¿Hay algún matasanos ahí fuera? ¡Estoy sobrio, cabrones! Ya me podéis soltar!!

Me mareo... El puto dolor de cabeza no me deja pensar con claridad: Me apoyo en la pared y resbalo hasta quedarme sentado en el suelo.

¡¡¡Miiiiii duuuuuulce Amandaaaaaa!! Comienzo a canturrear....

¡¡¡Matasaaaaanos!!! Hijoputa!!! ¡¡¡Sácame de esta mierda de sitio, Copón!!! Decía mientras golpeaba la puerta.

...Cabronesssss... Susurré mientras me adormilaba de nuevo.

Básicamente las personas te escuchan gritar y simplemente escuchas desde afuera

Maldito loco,  vive tu sindrome de abstinencia si deseas, grita si deseas, y golpea paredes, solo harás que vengan a por ti y te den una paliza... malditos sean todos...

La voz parece venir cerca tuyo

¿Cuánto tiempo estuve ahí dormitando? ¡Quién sabe! El caso es que cuando desperté tenía el culo dormido y me costó ponerme en pie. Pegué la oreja a la puerta. La voz de antes ahora no se oía. Ni pasos. Nada.

Volví a golpear la puerta e intenté que mi voz pareciese más o menos "normal":

-¡Eh! ¿Hay alguien ahí? ¡Sáquenme de aquí!

Pegué la oreja a la puerta y esperé a ver si oía algo.

Entonces escuchas no la voz de uno, sino de varios, todos hombres.

-Aquí no, hay nadie... es tu mente- grita uno riendo

-Aquí somos varios, y si quieres  que no te jodan más, no grites cabrón- responde uno con voz gruesa

-Dejenlo que grite- dice un tercero- me encanta ver cuando vienen a sacarnos a patadas

-Dejarlo en paz pendejos- dice una voz un poco más opaca- que todos estamos acá por lo mismo, así que calmaos.

Lo que sientes es que si bien no puedes verlos esas personas estan muy cerca tuyo, en cuartos de al lado o algo así, solo que la puerta no te permite ver  nada.

La persona que entre comillas te defendió parece estar cerca, dirias que por el sonido esta en una celda de al lado.

¡Qué raro era todo aquello! Empezaba a no gustarle nada el cariz que estaban tomando las cosas: Ese sitio no era una cárcel normal. Ni siquiera parecían los calabozos de una comisaría.

Los policías no solían burlarse de esa manera tan sobrada de un miserable borracho ¿Qué era eso de "sacarnos a patadas"? ¿Y qué era ese "lo mismo" por lo que "todos" estaban ahí? Empezaban a ser demasiadas preguntas sin respuesta... Y gritar a los de alrededor, no parecía que fuera a ser la solución. Más bien podía ser que fuera el desencadenante de esas "patadas" de las que habían hablado, así que decidió guardar silencio y esperar acontecimientos.

- ...Si al menos dejara de dolerme la puta cabeza... -me dije a mí mismo mientras apretaba las manos contra los ojos-.

Te recuestas un momento en tu celda sintiendo ese dolor de cabeza, el sonido se calmo y una vez pasó un tiempo escuchas un murmullo.

Psss... pssss ¿estas?

Bueno, realmente era loco porque el sonido no venía de la puerta donde estabas , sino más cerca

Psss... busca debajo de la cama

Y evidentemente  corres un poco el mismo y encuentras un respiradero muy pequeño  e insignificante. Apretado para impedir pasar un billete, perolo suficiente para filtrar el aire.

Soy George... se que no me ves, soy tu vecino... esta mierda no permite ver bien pero si hablar.

Estaba empezando a volverme loco en aquella celda, pero aquella voz no era producto de mi locura. Ni siquiera de una borrachera ¿Pero de dónde coño venía?

Me levanto lentamente de al lado de la puerta y voy al lugar de donde parece venir la voz

- Psss... busca debajo de la cama

Veo aquel respiradero. Comprobar que no estoy loco, no al menos del todo, es todo un alivio.

- Si, aquí estoy ¿Quién eres tú?

- Soy George... se que no me ves, soy tu vecino... esta mierda no permite ver bien pero si hablar.

Por un momento me acordé del Conde de Montecristo. Empezaba a hacerme una idea de que ese sitio distaba algo de ser una cárcel o una comisaría. Demasiado limpio para eso. Quizás George supiera algo más que yo.

- Encantado de conocerte George ¿Puedes decirme algo sobre en qué clase de mierda andamos metidos? ¿Sabes si esto es una comisaría? ¿Un hospital?

La verdad es que aquel entorno no me acababa de dar muchas pistas sobre donde rayos estaba ni lo que me aguardaba salvo una lluvia de patadas si no me portaba medianamente como la gente de fuera esperaba.

Hermano es duro que no lo sepas- dice él entre las rejas- usualmente por una nueva ley las personas que encuentren en vía pública y que hayan causado un daño a un tercero, el juez las puede enviar a rehabilitación, así que sí, estamos en una especie de hospital a la espera que algún doctor nos vea y nos saque de aquí... dice con un tono de misterio, ¿qué hiciste tú para terminar aquí?

Cuando oigo lo que me dice mi hipotético vecino, me quedo un momento parado... ¿A quién he hecho yo daño para que se hayan permitido traerme aquí sin consentimiento?... En fin, estaba ávido de información:

- No tengo ni idea de qué coño he podido hacer para que me metan aquí. La verdad es que no tengo ni puta idea de nada lo que he podido hacer las últimas 24 horas...

Por más que intento pensar, mi mente es un papel en blanco... Nada.

- ¿Y tú sabes por qué estás aquí? ...Pareces mucho más centrado que yo, al menos en este momento.

He estado aquí tres dias, y sí, nos pusimos a fumar coca con unos amigos, y en esas vi a mi mujer con otro tipo,  subi a mi moto y lo atropelle... y creo que rompi el cristal de una joyería...

Vinieron los polis y ahora me acusan de ataque y robo... vaya mierda

Dice el hombre

Si no te acuerdas en poco te recuerdan... a los nuevos el primer día viene un guardia y nos lleva ante un cabron que parece de la SS...

Al oír aquellas palabras, me quedé de piedra... Y bastante preocupado, para qué negarlo. La perspectiva de algún tipo de tortura, sencillamente me horrorizaba. Fuera del tipo que fuera. Yo no estaba hecho para soportar el dolor. No era un "marine" de película ni el hijo secreto de James Bond. Y lo peor era que posiblemente me metieran una buena paliza para nada, porque no guardaba grandes secretos ni poseía nada que pudiera interesar a esta gente. Ni siquiera sabía por qué me habían metido allí salvo por una estúpida borrachera. Una más. Una de tantas...

Me senté en el camastro absolutamente desanimado y hundido mirando hacia la puerta como pensando que en aquel momento iba a tener esa visita que me anunciaba mi improvisado vecino.

- Gracias por la información -balbuceé casi sin fuerzas para hablar- Saber lo que me espera al menos me preparará para lo que pase ahí fuera. Deduzco que a ti ya te "recordaron" por qué estás aquí ¿no?

Fue entonces que luego de un rato te quedaste dormido, y no sabes cuanto pasó porque cuando despertaste tenias una bandeja con comida caliente (y para tu sorpresa bastante agradable en tu mesa)

No puedes negar que estabas hambriento, hace mucho no comias o eso sentias, así que comiste con gana.

Los sonidos de los demás parecian ausentes, y te quedaste un poco centrado en tus pensamientos, sorprendentemente con el estomago lleno te tranquilizaste un poco, momento en el cual se abre la puerta de tu celta.

Un hombre con uniforme de guardia y  acompañado de dos sujetos enormes (por si te cuestionabas si podias escapar) estaban en la puerta.

-¿señor  Ethan? ... -dice leyendo un papel- o eso dicen los reportes que se llamaba... aunque no reporta  apellido, añade de forma desagradable, muchos que vienen aquí ni lo recuerdan... levantece y  venga conmigo, no intente nada valiente.

...Después de lo que me dijo George y del tamaño de aquella gente, evidentemente no iba a hacer el más mínimo gesto que les disgustase.

Toda la "alegría" que la comida y la siesta? Me habían producido, desapareció como por ensalmo cuando aparecieron esas montañas en la puerta.

- ...Siii... Ethan. Me llamo Ethan. El dato es correcto.

Resultaría divertido si no fuera por la perspectiva de lo que me esperaba, el gesto de mínima protesta que hacía al no revelar mi apellido. Estaba claro que mi nombre lo tenían y ni les impotaba mi nombre ni mi apellido. Pero no diría mi apelliddo. Por supuesto que me lo podían sacar a ostias, pero mientras no preguntaran, mas datos no iba a dar.

Salí dócilmente y me puse entremedias de los dos gorilas silenciosos esperando que me dijeran donde ir.

Venga conmigo- dice cuando se acerca momento en el cual los hombres enormes te ponen las manos en la espalda con unas esposas - si se porta bien saldra del solitario... pero eso depende...

Su voz era seca, agria y algo desagradable a pesar de que no te ha ofendido y parece muy formal

Vámos.

Y ciertamente sin ninguna oposición de tu parte caminas por un delgado pasillo donde  se escuchan gritos de personas que estas en celdas y que tú no puedes ver. Tanta griteria te molesta, y aún así los guardias que te llevan ni siquiera muestran un signo de preocuparse por ello.

Se abre la puerta de una oficina nada suntuosa y sensilla, al frente del escritorio hay un hombre mayor con bata de médico.

Pueden dejarlo- dice el hombre mientras los guardias te quitar las esposas y  te dejan con ese hombre. Básicamente en un acto casi directo uno de ellos te obliga a sentarte en una silla. Puedes ver como dejan el lugar, pero algo te dice que  no estan muy lejos, pues no escuchas pasos luego de cerrar la puerta.

Buenas tardes, ¿señor Ethan? - dice el hombre con un formulario al frente suyo y un boligrafo- ¿tiene algún apellido además del nombre que le dijo a la policía cuando lo trajo?