Partida Rol por web

Caminas tranquilamente  sin saber que esperar, es entonces que escuchan un gran estallido y comienzas a correr. Ves que las personas de vigilancia corren en dirección contraria, el aire  estaba un poco mas espeso por  una capa de polvo repentina y los gritos comenzaron a escucharse. La lavandería estaba abierta y el pobre de  Jonas en la puerta con cara de susto.

Corre… corre…

No sabía muy bien qué hacer pues estaba claro que la explosión estaba en mitad del camino hacia la libertad. Esta también me había ayudado a que los guardias pasasen de mí y parecía que el método elegido era "por las bravas" ¡Cachis! ¡Con lo que a mí me gustaba la sutileza!

En todo caso, no era momento de pensar, si no de hacer y me adentré en la nube de polvo con una valentía que encontré extrañísima en mí. Ahí encontré a Jonas recomendándome correr:

- ¿Y tú? ¡Vamos! ¡Ven conmigo! ¡Esto es lo que llevábamos meses esperando! -le decía mientras me alejaba por el camino que él me indicaba-.

Buscaba también a George en medio de la polvareda, pero la visibilidad era tan corta, que apenas si podían verse las puertas y paredes alrededor nuestro. Tosí un par de veces y me tapé la nariz y la boca con la camisa para no morir asfixiado allí mismo.

El cierra la puerta de la lavandería  y comienzan andar por un pasillo largo,  George  que estaba a unos pocos metros le hacen señales de que el sigan.  

Se escuchan varias  explosiones y de repente, sin que ustedes lo planeen se hunde el piso del corredor. El asunto es que al correr sin mirar atrás poco pudieron preveer que  esto ocurriera, y  por el repentino socavón que se abre en sus pies, no pueden evitar caer en un lugar oscuro y con olor a muerte tremendo.

No puedes ver nada…. Solo sientes un olor espantoso, y no escuchas a tus compañeros.

Si encontraras algo de luz…seguro en alguna pared debe haber electricidad.

¿Qué coño de sitio era aquél? Jamás había estado en esa parte de la prisión o lo que rayos fuera ese edificio del demonio!

El caso era que en el ambiente flotaba un hedor indescriptible. Si la muerte olía a algo, seguramente era a la peste aquella.

Me levanté aturdido después del derrumbamiento. La cabeza me dolía y quizás me había golpeado al caer ¡¡Dios!! Aquel olor era insoportable!!

A oscuras me acerqué tanteando en la oscuridad. Intenté hacerme una idea del espacio donde estaba tocando las paredes. En aquella zona baja, si era mínimamente habitable, debía haber un interruptor o algo que iluminara todo aquello.

Intentaba dominar las náuseas que me provocaba ese olor, pero cada vez estaba más claro que si no salía de allí, vomitaría, así que me di prisa en intentar salir lo antes posible. Necesitaba una salida urgentemente y ni George ni Jonas parecían haber caído en ese mismo sitio ¡Cómo rayos había sido yo el único en caer en ese pozo de mierda? ¿Y dónde estaban los amigos de George?

En aquel pozo, estaba jodido, pero fuera de él, sin George y los demás, el retorno a mi encierro, podía ser mi final.

Al tocar con la mano el suelo, sientes repentinamente  un cuerpo,  a pesar de hedor y asustado comienzas a buscar  algo de luz, el hueco de donde cayeron esta tan oscuro por encima como si se hubieran apagado las luces, es entonces que palpando las paredes sientes  la conexión de la luz.

Prendes. Las luces parpadean por un momento, mostrándose al fondo unas luces en tubo de neon se prenden, y es entonces que tienes que aguantar  para no gritar.

Al fondo varios tubos llenos de un liquido rojo (* en vez de azul) que parece sangre contiene los cuerpos de varios hombres y al fondo hay una camilla que tiene una sucia manta encima

Miras alrededor, el cuerpo que en la oscuridad habías tocado era el de Jonás, esta debajo de pedazos de concreto que le cayeron encima tras desplomarse el suelo,  tomas sus signos vitales, y notas que está vivo, pero quien sabe por cuánto tiempo. Tampoco parece que puedas sacarlo de ahí, tiene varias rocas encima.

- ...¿Pero que mierda es esto? Aquella escena era absolutamente surrealista: Perfecta para un relato de terror o ciencia-ficción, pero no para estar ocurriendo en la realidad. Esos cuerpos sumergidos en ese líquido rojo... Que ni siquiera sabía si era lo que apestaba en la sala o no...

Me acerqué a esa especie de... "cápsulas" y me entretuve mirando las caras de esos desdichados por si reconocía a alguno.

Tuve que darme prisa. Esa sala me daba un mal rollo impresionante y quería salir de allí lo antes posible. Ya tendría en algún momento posibilidad de enterarme de que era aquello.

Busqué por la sala alguna puerta que me llevara a cualquier otro sitio de la prisión mientras comencé a quitar con mucha dificultad, las piedras que aprisionaban a Jonás...

La habitación esta oscura,  sabes que debe haber alguna puerta pero por lo pronto no ves nada. Jonás sigue inconciente, con signos vitales pero no muy fuertes. En ese momento notas que posiblemente debas buscar mejor en la habitación para saber si hay alguna salidad.

De los hombres que ves sumergidos algunas caras te suenan, si,  estaban en las celdas con ustedes pero nunca hablaron. Cuando te acerca notas que algunos les faltan miembros, una mano, un pie, algunos tenian apariencia más perversa , como aquel que tenia un brazo aderido a la espalda.

Pasados los primeros minutos de desconcierto, consigo hacerme con los mandos de mi mente.

...Piensa Ethan, piensa, joder!!

En mi cabeza bullen mil pensamientos encontrados a la vez. Ahora sabía que eran en aquel agujero ¡Cobayas! ¡Putas ratas de laboratorio con las que vete a saber quien jugueteaba!
Me abría paso entre las cápsulas llenas de tipos a los que vagamente recordaba de haber visto completamente sanos y... Enteros ¿Cómo no iba a oler ese puto lugar a muerte? ¡¡Aquello era una puta carnicería!!

Me detuve. Tomé aire. No había vuelta atrás. No iba a permitir que me dedicaran a construir un Frankenstein de trozos mutilados. Necesitaba un arma. Era raro. Nadie había bajado. Nadie había venido ¿Qué coño pasaba allí arriba? Volví a buscar y rebuscar, aunque ahora buscaba dos cosas: Una puerta y un arma ¡Deprisa! ¡Debía hacerlo deprisa! Quizás George y sus amigos estaban por ahí arriba... Volví debajo del agujero y me encaramé a los cascotes para ver si podía ver algo...De momento no parecía haber nadie y ante la imposibilidad de trepar, volví a mi labor de búsqueda de ambas cosas... ¡¡Mierda de vida!! ¡¡Quién me mandaría a mí aceptar meterme en esta pocilga!!

Juró no volver a probar una gota de alcohol... Y mucho menos, a hacerlo hasta quedar inconsciente tirado en la calle: ¡¡Estaba metido hasta el cuello en un verdadero pozo de mierda!! ...Y nunca mejor dicho.

De repente, las luces se prenden y por una esquina que no habías revisado aparece un hombre que ya conoces.

OH ¿qué sorpresa?- dice el hombre de manera maligna- ¿intentando escapar?, ¿eres de esos con amigos poderosos tratando de meterse en mis asuntos?... ya te enseñaré...

- ¡¡¿Amigos poderosos? ¿Dónde me has metido, hijo de puta?!! -le digo abalanzándome sobre él- Esto no es una cárcel, es un depósito de carne y tú el doctor Mengele ¡cabronazo!

Foecejeo con él sabiendo que de aquella pelea, va a depender mi vida: Ya no hay vuelta atrás: O libertad o cápsula. Estoy seguro. Y también que venderé cara mi piel: No voy a permitir que me traten como ganado... Y si hay que matar, mataré. Esta gentuza no son policías ni médicos ni nada parecido y si hacen esto con la gente, está claro que ellos se merecen por lo menos, lo mismo que ofrecen.

Te  propones a golpear al hombre, y realmente logras darle un golpe fuerte, pero no te esperas que el hombre   se ria ante tu ofensiva y literalmente te lance  hacia las camillas que estaban tapadas con una sábana, sorpresa tuya cuando ves  que  caes encima del inerte cuerpo de Matt D,  su cuerpo estaba deformado, y sus manos torcidas como si sus huesos  tuvieran una forma anormal.

No recordaba que yo fuera tan alfeñique. Y le había golpeado fuerte ¡Maldita sea!

Intenté ponerme en pie entre las camillas y los huesos que parecían adoptar posturas extrañas bajo las sábanas. Ahora no podía entretenerme en investigar aquello y la ira que sentía en ese momento, me impulsaba a volver a golpear a aquel tipo que se reía de mí.

Miré en rededor por si había algo con qué golpearle. Como encontrase algo medianamente contundente, ¡Se iba a enterar!

 Te levantas hacia el pero el hombre te coge del cuello  y levanta todo tu cuerpo. Quedas en el aire por un tiempo, en parte estaba ahorcando. Sientes que el aire se te escapa, mientras con rabia quieres golpearle y hacer justicia pero no puedes, realmente este hombre tiene fuerza sobre humana, nada de lo que le hagas le daña, y ahora te estaba dejando sin daño. En ese momento  sientes un gran sonido, y una nube de polvo que  ve crecer. Una pared ha caido y de ella una mujer entra.

Sueltalo Swans!- dice la mujer con tono de asco...

¿Tú?- dice el hombre de repente mostrando sus colmillos, momento en el cual notas que ese sujeto no es humano- jajajaj ¿quieres que lo suelte?, pues eso haré....

En ese momento el hombre te lanza directo hacia una de las capsulas  de vidrio, puedes ver como se aleja y sentir como te impacta la espalda. Un gran dolor sientes de repente. No puedes moverte, pero cuando te miras el pecho hay un vidrio que atraviesa tu pecho.

Estas vivo, no puedes moverte, pero aún tienes esperanza en esa misteriosa mujer que acaba de llegar.

La mujer lo nota y te grita: !Toma!  de manera rápida te lanza una pistola automatica mientras ella  mira amenazante al Doctor Swans.

Fue un dolor intensísimo. Nunca antes había notado un dolor así. Y lo peor era aquella visión aterradora: Ese pedazo de cristal era como una espada que me había atravesado el pecho de parte a parte.

Esa era la forma en que morían los "malos" más "malos" de las películas: Ensartados en algún objeto terrible. Y yo iba a acabar como un malo de película... ¡Yo no era el malo! Lo era ese hijo de puta mal nacido que se hacía llamar médico... ¿Pero que más daba ahora? Estaba a pocos segundos de morir. Quizás minutos. Y aquella... loca, que había aparecido de no se sabe muy bien donde, me daba una pistola ¿Para qué? ¿Acaso quería que me pegara un tiro para acabar rápido?

Intenté levantar mi brazo apuntando a aquel cabrón barbudo: Al menos iba a intentar llevármelo por delante y que mi muerte no fuera en balde, salvando a aquella mujer que había tenido el arrojo de intentar salvarme.

La vista se me nublaba y notaba como mi sangre resbalaba primero por el vientre y luego por las piernas. La mano me temblaba pero si el tipo aquel se quedaba quieto, es posible que le acertara ¡Dios, como me apetecía vaciar el cargador de aquella pistola en su puto pellejo!

¿Quien crees que eres Puta?,  se rie el hombre, nos volvemos a ver,  tú y tus amigos no podran hacerme nada...

En esas el hombre  se comienza a reir, y poco a poco se convierte en un ser espantoso.

De os metros o dos metros y medio de alto, con rasgos físicos grotescos. Tendrá manos de siete dedos y con garras, las vértebras terminadas en protuberancias óseas espinosas, la cabeza horriblemente deformada, músculos enormes y la piel de un color gris negruzco cubierto de una capa negra, aceitosa y viscosa.

Ahora quien matara a quien- grita con la voz deformada.