Partida Rol por web

Bajo un cielo sangrante la oscuridad avanza inexorablemente. John hace un gesto con la mano indicando un punto en la maleza. El resto de compañeros dirigen su vista hacia el punto indicado y pueden percibir un leve movimiento. Parece que hay algo. De repente las enredaderas comienzan a temblar con fuerza y avanza, como si algo avanzara hacia vosotros. Escucháis un gruñido porcino. De repente emerge y sale de entre la vegetación, efectivamente, un cerdo y avanza hacia vosotros como si no os viera u oliera. El cerdo no parece percatarse de vuestra presencia.

Bajo un cielo sangrante la oscuridad avanza inexorablemente. El día está acabando y no hay rastro de vuestros compañeros. La maleza parece crecer, como si quisiera engullir los restos de loa avioneta. De repente la radio emite un chasquido y comienza a escucharse una especie de cántico en un idioma irreconocible, no parece humano.

Rowan se agacha buscando un escondite.

- Escondamonos, no merece la pena malgastar balas.

- Que suena en la radio, parece un himno o algo no? por lo menos el ritmo es acompasado. Yo aconsejaría que todos los que estemos empuñemos nuestras armas, y nos dispongas a pasar la noche.

Agarro con fuera la daga por si tengo que usarla......

Me agacho entre las malezas lo mejor que puedo, mientras agarro un pedrusco del suelo.

Esto no esta bien. Aprieto fuertemente la piedra en mi mano mientras busco el punto más débil en el cráneo del cerdo ese cerdo, no ha aparecido por casualidad. Me preparo en silencio para abalanzarme contra el cerdo. Me apuesto a que es ciego e incapaz de oler, tampoco me extrañaría que fuera sordo, en cuando lo cacemos sera lo primero que compruebe. Echo una mirada rápida hacia el lugar por donde había salido el cerdo. Seguro que alguien nos lo ha mandado, seguro que lo han preparado para que lo podamos cazar. Miro ahora a mis compañeros para ver si estan preparado. Pero quien y porque nos lo mandaría, no me gusta nada. Entonces me lanzo contra el cerdo para partirle el cráneo.

-¿Un himno? Sinceramente si eso a salido de la garganta de alguien no quisiera encontrármelo. Prefiero seguir creyendo que es estática, como prefiero seguir pensando que los tres que se marcharon volverán pronto y que no han encontrado una salida y no han vuelto para avisarnos.-La noche era mas rara que el día, por suerte, si no salíamos del avión no veríamos cosas extrañas y es mejor no hacerlo, si de normal la noche pasa malas pasadas, que no hará la noche en esa isla del demonio.

-¿Podría apagar esa radio? Inténtelo mas tarde, no... gaste batería.-Intentaba buscar una escusa para dejar de escuchar ese sonido procedente de ella.

La aparición del cerdo desvió oportunamente la conversación. No podían dejar pasar la oportunidad de tener carne para comer. Jhon parecía pensar lo mismo. Walter se dispuso tambien a avalanzarse sobre el animal.

Los chirridos de la radio me ponen la piel de gallina, y aunque quisiera creer con Charlie que no es más que estática, no puedo dejar de percibir una siniestra  sombra de melodía, como compuesta por un ser al que el concepto de música tal como lo conocemos no le fuera del todo familiar.

Me acerco al borracho, buscando protección del único hombre que hasta ahora ha sabido proporcionármela, mientras palpo el liguero comprobando que la pistola sigue en su sitio.

-Hágale caso, profesor. Tampoco necesitamos llamar la atención hacia nuestro escondite, ya sea a las fieras o.... a lo que sea. Mañana probaremos suerte y, seguramente -intento arrojar algo de optimismo-, para entonces los demás ya habrán vuelto con buenas noticias.

- Somos una democracia.... Apago la radio con resignación, parece que la gente prefiere ignorar, son fieles al refrán de ojos que no ven, corazón que no siente.

¿Entonces hacemos los turnos de guardia, para ver si los demás intentan dormir un poco y mañana como dice la señorita Vixen  ir en busca del resto?. Yo puedo hacer el primer turno, no me importa.

Salto lo más rápido que puedo contra el cerdo mientras que lo otra le golpeo el craneo con la piedra. El cerdo no parece huir hasta que el pedrusco le golpea en ese momento empieza a chillar mientras intenta correr. Con un gran esfuerzo lo sujeto con la otra mano. La sangre brota a borbotones de su cabeza, vuelvo a golpearle y otras dos veces más hasta que por fin el cerdo deja chillar. Lo suelto agotado y caigo sentado pesadamente, miro al inerte animal jadeando, todo esta cubierto por la sangre del cerdo, luego me giro a mis compañeros. -Bueno... ya esta listo. Digo entre respiraciones.

Sonreí a la mujer al ver que se sentía cómoda conmigo, al igual que mi hermana ella era hermosa y femenina, en ese momento me llego la nostalgia y me prometí a mi mismo que buscaría a mi hermana de salir de esa pesadilla de isla, y esta vez recordaría la promesa, no estaba borracho.
-Estoy seguro de ello, señorita.-Agradecí la complicidad.

-Bien entonces yo hare la segunda guardia. No creo que necesitemos mas, si las hacemos de 4 horas o el resto vuelve durante la noche.-Como buen caballero obvie que la señorita quisiera hacer guardia como un vulgar vagabundo.

La luz del día se había extinguido completamente. Ahora era todo oscuridad, jirones de niebla empezaban a arremolinando alrededor del improvisado campamento. La bruma se alzaban y amenazaba con engullirlos, parecían dedos fantasmales o espectros que flotaban y convertía en tinieblas todo lo que tocaban. Los cánticos cesaron y vuelve de nuevo los ruidos de estática. El profesor apaga la radio siguiendo las recomendaciones de Charlie. Entonces, vuestros oídos siempre alerta perciben algo.
A pocos pasos a vuestros sentidos auditivos os llega un ligero sonido; primero levemente, luego, con toda claridad. Algo se aproxima. Unos ligeros pasos parecen estrujar la maleza machacándola y triturándolo. Aquellos pasos parecen reverberar en la noche, mezclándose con la fría brisa y la humedad.

La luz del día se había extinguido completamente. Ahora era todo oscuridad, jirones de niebla empezaban a arremolinando alrededor de los cazadores, que regresaban al improvisado campamento orgullosos con su presa. La bruma se alzaban y amenazaba con engullirlos, parecían dedos fantasmales o espectros que flotaban y convertía en tinieblas todo lo que tocaban. Sus pasos parecen reverberar en la noche, mezclándose con la fría brisa y la humedad.

Rowan se aparton un poco de John, asustado por la violencia de su ataque.

Oigo unos susurros cercanos al avión, no dudo en coger fuerte la daga, y dirigiendome a mis compañeros, les grito para que despierten:

- Charlie, Ana, están despiertos? algo se aproxima a nosotros.

Me encuentro en la misma puerta del avión, con la daga empuñada y haciendo un esfuerzo para intentar ver algo en la oscuridad. Espero cualquier cosa que aparezca entre la maleza

-¡Mierda!- susurro, incorporándome rápidamente y situándome de cuclillas a un lado de la puerta, sujetando el revolver con ambas manos y preparada para disparar ante la menor amenaza.-¿Ve algo, profesor?

Ayudadme a mover el cerdo. Digo a mis compañeros. Creo que es importante que regresemos inmediatamente al avión. Veo que Rowan me mira asustado, observo la sangre, entiendo que puede ser perturbador, ya había visto miradas como esa anteriormente cuando alguien de fuera entraba en la morgue para reconocer algún cadáver.

Cojo de las patas traseras del animal y comienzo a tirar esperando que mis compañeros me ayuden de igual manera.

El suave aroma de esa mujer me recordó una época mejor donde la inocencia era la mejor de las armas, que importaba si no conocía mundo mientras el mundo podía crearlo con simplemente imaginándolo y si a mi lado estaba a quien mas quería no hacia falta nada mas, tal vez algo mas que una sopa insípida.
Y con el recuerdo de mi hermana mayor volví a la realidad de esa loca isla con mis improvisados compañeros de faena. Abrí un ojo y observe que ambos estaban tensos, algo estaba sucediendo.
-Vamos que sucede, tenia un buen sueño... creo.

Entonces yo también escuche el ruido de pisadas.
-Tal vez sean ellos que vuelven, no creo que un depredador avisara de su llegada.-Intente tranquilizar el ambiente, porque de cumplirse lo peor seguramente me tocaría pagar el pato.

Me levante y recogí mi fiel martillo, de quien ya no recordaba su nombre.
-Muy bien, estamos listos.

- Que asco no pienso tocar eso ...

Miro a Rowan con desagrado. Cojo el cerdo y me lo cargo pesadamente en la espalda Si queremos sobrevivir debemos volver al avion cuanto antes. Con toda esta sangre podemos atraer a cualquier fiera. Y no me gustaría encontrarme con una serpiente en la oscuridad. Dicho esto me pongo en marcha.