Partida Rol por web

Uno a uno vais pasando a La Antesala. La claridad os ciega por un instante. Paredes blancas, espacio diáfano y cámaras de seguridad. En una de las esquinas de la sala hay un sistema de megafonía. No hay armas, ni comida, ni un baño. La sala está vacía.

Cuando os palpáis para reconoceros notáis que lleváis todos la misma ropa. Un uniforme de penitenciaría naranja con vuestros nombres impresos en ellos. Además lleváis un bello collarín.

Muy buenas concursantes de nuestro Battle Royale: Mortal Shopping Center.
Como sabéis habéis sido elegidos para nuestro maravilloso reallity show. Se estepa de vosotros que deis mucho juego.
En esta Antesala estamos para resolver vuestras dudas, que os conozcáis, pero no leguéis a encariñaros, pues... SOLO UNO SALDRÁ VICTORIOSO.

El agraciado será perdonado por sus crímenes y pecados y podrá reinsertarse en la sociedad cívica tras un cursillo para la ciudadanía de tres meses.

Pero antes de continuar, por favor presentaros a cámara y responded a esta pregunta ¿A qué venís a Battle Royale: Mortal Shopping Center marca registrada?

Venga joder no seáis tímidos, presentaos, solo os miran a través de la tele digital miles de millones

Me encamino hacia el centro de la sala, cabizbajo, con los brazos en X en mi pecho, con paso firme y contundente. Al llegar al centro de la sala, comienzo a girar sobre mi mismo, alzando la cabeza y los brazo poco a poco hacia el techo de la misma. Una vez tengo los brazos totalmente en V sobre mi cuerpo y mi melena sobre mi espalda, comiendo a disminuir la frecuencia de giro de mi cuerpo hasta que me paro totalmente, justo en frente de la cámara, a la cual mi mirada se fija. En ese momento, con un rostro serio pero amable y cercano, las palabras salen esculpidas desde dentro de mi ser...

¿Presentarme? ¿Por qué? ¿Para qué? Lo verdaderamente importante no es quien soy yo, ni quienes son cada uno de los aquí presentes, ni tampoco ninguno de los que hay ahí afuera. Lo que de verdad importa es quien es él, y como llegar a su lado. Ya está bien de falsos ídolos e idioteces, ya está bien del Dios bueno y misericordioso. Memeces, gilipolleces, falacias de los débiles para controlar a los fuertes y a las masas. El verdadero Dios, el único, nos creó tal y como se ha demostrado que somos ambiciosos, crueles, supervivientes de esta naturaleza de cemento y metal que nos rodea. Y todo lo que nos ha ido enviando a lo largo de los siglos es para que nos diéramos cuenta de ello. No envió desastres naturales para castigarnos, lo hizo para que nos hiciéramos fuertes; no nos envía enfermedades y plagas para que seamos buenos, nos las envía para que los fuertes sean los que sobrevivan; no envío a su hijo y lo sacrificó para demostrarnos el camino y salvarnos a todos, nos lo envió para que nos diéramos cuenta que no quería a débiles a su lado, y por eso lo abandonaba...

Bajo las manos y empiezo a danzar en mitad de la sala, como si bailara abrazo a la mejor amante del mundo, con mis ojos brillantes, mi boca sonriente, el bulto de mi paquete aumentando; mientras que a la vez tatareo una agradable  musiquita. Tras varios minutos, como si el se hubiera acabado el baile, hago una sutil reverencia a mi pareja, y le beso dulcemente su mano, tras lo que me encamino nuevamente hacia la cámara.

¿A que vengo aquí? Como su único profeta, el que de verdad ha entendido todas sus señales y ha querido guiar a la humanidad hacia el correcto camino; el que ha sido perseguido por ayudar a varios cientos de personas a desaparecer de este mundo que les venía grande y no entendían, y que por supuesto, y por encima de todo, no se merecían; el que ha sido criticado por todos aquellos, que desde la fortaleza creada delante de sus debilidades han visto como su pequeño y falso imperio corría el riesgo de despedazarse bajo la verdad de mis enseñanzas; por todo ello y como todo ello, mi camino ha desembocado en este lugar, para demostrarle a ÉL, que soy digno de postrarme a su lado.

Empiezo a caminar por la sala, señalando con mi brazo y mi dedo índice hacia la cámara, con postura y aire desafiante, y alzando mi tono de voz muy por encima del agradable y dulce que había venido utilizando...

Me da igual estar rodeado de los peores criminales del país, ya sean asesinos, delincuentes, pederastas, o incluso políticos; me da igual que mi sangre riegue cada peldaño de este recóndito lugar. Yo estoy aquí para hacerle disfrutar, y de paso haceros disfrutar a todos vosotros mientras os enseño el verdadero camino. Da igual cual sea mi destino, da igual cuan de espeluznante sea mi muerte, o las muertes que pudiera llegar a causar, porque la verdad de todos amigos, hermanos, es que yo ya estoy salvado, ya he cumplido el camino que se me había sido designado. Una última cosa antes reservar el resto de mis verdades para un momento más adecuado: ¿¿Es ya demasiado tarde para enderezar vuestro camino, o podéis aún hacer resurgir vuestro auténtico ser y caminar junto a mí hacia nuestro verdadero destino?!

Me quedo un par de minutos callado, muy serio y amenazante mirando hacia la cámara, tras lo que todo mi cuerpo se relaja, bajo los brazo, sonrío, apareciendo nuevamente el rostro amable y cercano. Lanzo un beso, y cedo el turno al siguiente con un cordial gesto...

Nadie parecía dispuesto a tomar la palabra, la presentación ante todo el mundo era un momento delicado. Podría ser un gran triunfo o la primera palada de tierra sobre nuestras tumbas. De una forma o de otra, no tenía intención de morir sin presentar batalla y algo me decía que si nadie tomaba la palabra. El programa iba a acabar demasiado pronto y en una tragedia para nosotros.
Sin tarar demasiado me adelanté al resto y miré a uno y otro lado, sin saber muy bien que hacer o qué decir. Esperando una luz o algo que me indicase que empezara, pero no quería quedarme tampoco quieto y callado como un pasmado. Fijé la vista en la cámara y comencé a hablar.
-Mi nombre es Connor Quinn, pero algo me dice que eso ya lo sabéis todos los que estáis al otro lado de la pantalla. ¿Me equivoco?
Espero unos segundos mientras endurezco el rostro, esperando que la gente se quede con mi voz.
-Fui condenado por limpiar el país de la lacra que lo asolaba, la misma que me privó de mi mujer y mi hija. Ahora me pedís que luche por mi libertad haciendo lo mismo por lo que me condenasteis.
Niego con la cabeza y vuelvo a mirar a la cámara.
-Nada me espera fuera, pero si debo hacer una limpieza para que no salga un loco en libertad... La volveré a hacer.

Un bailarín meapilas, un bastardo que se cree mejor que los demás y que no es siquiera mejor que a los que el llama lacra....

Con tranquilidad me acerco a la zona más distante de ellos cercana a una cámara a la que dirigirme, la miro con calma y hablo con un tono sereno pero sin pausa.
He venido a lo que se espera de mi, a daros un buen espectáculo, y a salvar mi culo en el camino.

Con paso decidido y cabizbajo avanza desde el fondo de la sala, una vez en el centro sabiendose el centro de atención de todos los presentes, dedica una mirada a cada uno de los participantes al tiempo que estalla en carcajadas... Cuando por fin se serena se cuadra llevando la mano a su frente.
 

-¡Preso 2003692, presentandose para el deber!- de pronto un cuchillo invisible parece rasgarle por dentro, y llevandose las manos a la cara continua- Aunque antes yo tenia un nombre, Bill... si, creo que ese era...

Acto seguido parece recuperar la compostura, y vuelve a ponerse firme... -Yo no tengo nada que ver con estos delicuentes, yo me preocupe de salvarles a todos ustedes!, luche en la tercera guerra del golfo y aniquile a todo enemigo de la patria, Cuando los cuando los neobolvheviques se se levantaron en sur america, fui desplagado y degolle a cerca de 20 infraseres que amenazaban la seguridad de nuestra nación.

Fue mi equipo quien libero, a nuestros diplomaticos en la embajada de la antigua korea del sur, no fue un trabajo limpio, no puedo negarlo. Pero cumplimos con lo que nos ordenaron... Eliminar la amenaza y rescatar al personal, si, algunos fueron victima del gas nervioso y otros perdieron miembros durante la salida, pero puedo asegurarles que por cada pieza que le arrebataron a uno de los nuestros, ellos perdieron 6 o 7...

Algo parece volver a romperle por dentro...-Nos pidieron que eliminaramos las amenazas, terroristas bolcheviques, extranjeros!!!! incluso.... incluso... ¡ASESINAMOS NIÑOS INBERBES QUE NO ERAN NINGUNA AMENAZA SOLO POR QUE PORTABAN UN ARMA QUE AMENAZABA LA SEGURIDAD DE NUESTRAS TROPAS!...

-¿Me dijeron que habia cumplido con mi deber saben?, incluso por mi hoja de servicios iban a concenderme un par de condecoraciones...- alzando de nuevo la vista y mirando directo a camara- No lo entendeis, no sabeis lo que es volver a casa, con el peso de todos y cada uno de los muertos, amigos y enemigos sobre tus hombros!... ¡No sabeis lo que se siente al ver que tus compañeros han muerto por nada!... Volver a tu casa y encontrar que la mision no se ha acabado, que todavia quedan terroristas que se hacen llamar americanos viviendo en tu propio barrio, criando vagos y maleantes que se alimentan del Tio Sam... Sabeis lo que se siente cuando sabes que has sangrado para proteger el modo de vida de estos que hoy me acompañan!!...

-La unica diferencia entre ustedes,ciudadanos, y yo... ¡ES QUE YO SIRVO A MI PAIS!...

-¡NO QUIERO LA LIBERTAD, SOLO QUIERO QUE DESPIERTEN DE UNA VEZ!

-Y he venido a hacerles un ultimo favor...

Acto seguido levanta la mano, con los dedos haciendo una pistola y se gira apuntando a cada uno de los participantes al tiempo que dice tranquilamente- Bang, bang, bang....

Allí estaba de pie Brandon, observando con minucia cada recoveco de la sala, cada gesto de los que se encontraban en ella. Tocaba las paredes dando leves golpecitos y pegando su cabeza a ellas como intentando escuchar algo en la otra parte de la pared. Cada uno de los allí presentes podía sentir como los grandes ojos de aquel señor de pelo cano, más grandes aun tras los amplios cristales de sus gafas, los iban escrutando uno a uno de arriba a abajo sin ningún tipo de disimulo. Cuando algunos hubieron terminado de presentarse Brandon se colocó bien las gafas empujando el centro de la montura con su dedo corazón y se aclaró la garganta con un ligero carraspeo para anunciar que él sería el siguiente. Avanzó lentamente hasta ponerse en el centro de la sala con gesto triste.

- Este mensaje es para mi mujer y para mi hija. He hecho cosas indescriptibles, imperdonables, cosas que me atormentarán en mis sueños durante el resto de mis días... pero todo lo que hice... ¡TODO!... lo hice por vosotras... tenía miedo de que os hicieran daño e intenté ayudaros de la única manera que supe. No os imagináis lo estúpido que se puede llegar a ser cuando alguien que te importa está en peligro.

Brandon se quita las gafas y y limpia los cristales con la manga del mono naranja mientras una sola lágrima recorre su mejilla. Acto seguido Brandom se abofetea la cara a si mismo y cambia el gesto.

- No merezco una segunda oportunidad, pero si se me brinda Dios sabe que no la voy a desperdiciar. Haré lo que tenga que hacer para volver a casa con mi familia y si lo que tengo que hacer es dar un espectáculo sangriento, grotesco y  esperpéntico como sacado del mismísimo circo romano... pues señoras y señores, agárrense a sus butacas porque el espectáculo va a comenzar.- dice con sus ojos color miel clavados en el soldado Bill Creston.

En silencio y con buen paso entra en la sala una mujer de unos 30 años, de buena figura y pelo rubio. El mono naranja le queda como un guante, casi como si se lo hubieran hecho a medida. Mira a su alrededor y evalúa con la mirada a aquellos que van a ser sus oponentes, sabiendo que muy probablemente cada uno de ellos la mataría sin pensárselo sólo por salvar su propio pellejo. Cuando habla no lo hace a las cámaras, sino a los que comparten sala con ella.

-Mi nombre es Sarah... yo... no se porqué estoy aquí, aunque supongo que a los causantes de mis acusaciones les estará haciendo mucha gracia.

Edgar se había mantenido en silencio desde que entró en la sala. Este hombre menudo de aspecto sexagenario, mantenía su mirada perdida en el infinito y una respiración lenta y pausada, como si no acabara de asumir lo que estaba pasando a su alrededor. Tras un largo suspiro, el anciano se dirigió a la cámara y con un tono extrañamente sereno comenzó a hablar:

- Mi nombre es Edgar Freeman... Pero eso no os interesa. Tampoco os interesa mi culpabilidad o las atrocidades que yo haya podido cometer. No os interesa mi aspecto, ni mis circunstancias personales. No os interesan mis compañeros... No os interesa mi vida... No os interesa vuestra propia vida. Yo lo sé, porque yo he estado del otro lado de la pantalla... Yo he sido espectador.

El viejo hizo una breve pausa y bajó la mirada a los pies. Parecía como si le faltara el aliento, como si una pesada losa de culpabilidad ahogara sus palabras:

- Sólo os diré una cosa más... Algo que debería interesaros. Algún día puede que vosotros esteis en esta misma situación... Pensad ¿Cómo os gustaría morir?

Da un paso al frente, y se dirige a cada una de las cámaras de la sala de forma alternada mientras habla, como si de un grupo de personas se tratara. Se puede decir que su rostro y su voz aparentan total seguridad en sí misma, aunque fijándose bien en su mirada se podría percibir un atisbo de temor. Barbara Pim es una mujer de pelo moreno y piel blanca, lleva unas enormes gafas y presenta una constitución menuda.

Como todos me conocereis, no va a ser necesario que me presente. Solo diré que, una vez más, esta sociedad me ha arrastrado a una posición en la que luchar por algo. Así, mi situación pasada y actual es tan diferente y tan igual a la vez. Tan diferente porque en este lugar pierdo mi pasada identidad; mi poder, mis contactos, mis medios... Sin embargo, tan igual, ya que voy a tener que luchar por la superviviencia, por proporcionar lo necesario, con la sutil diferencia de que, en vez de hacerlo por mi pueblo, sólo lo haré por mí, en representación vuestra. De esta manera, si lograra llegar al final, estoy segura que saldría de aquí como alguien renacido, como un nuevo líder que ha demostrado ser el más apto.

Plas, plas, plas. Tres grandes aplausos se producen al chocar mis manos, mientras que con rostro totalmente desencajado y sonriente miro hacia el techo, como si del mismo cielo estrellado se tratase. Siiiii!!!!, Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!! grito alzando los brazos, Lo veo, lo veooooo!!!! Acepto tu decisión, acepto tu purga!!!!

Me paro en seco, mi mirada vuelve a cambiar, tengo rostro serio, enfadado, y señalo amenazante a Sarah Jay: Tuuuu, si tuuuu. De todos los aquí presentes ere es el ser más falso y más hipócrita. Todos estamos aquí por nosotros mismos, siguiendo las sendas que Dios nos ha permitido, que son todas las existentes. Y tú has utilizado la mayor arma creada y que jamás se creara, más poderosas que ejércitos, que drogas, que misiles o armas, ya que la mujer no fue diseñada para ser el sexo débil como históricamente se le ha venido imponiendo, si no para gobernar y mandar, para ejercer de caudillas de los débiles en este mundo, pero nadie en la historia se ha dado cuenta a ciencia cierta de esto excepto unos pocos, en el que nos incluimos tanto tu como yo. Y tú, sabedora de todo su poder, lo has utilizado a destajo, solo que esta sociedad no está preparado para tal y te ha castigado por ello.

Camino alrededor de ella, fijándome en cada detalle de su cuerpo, imaginándome cada centímetro debajo de ese traje anaranjado, desnudándola con la mirada, intentando hacer que se sintiera incómoda, hasta que vuelvo a quedar frente a ella. ¡¡¡Dios te dio tu coño, tú lo has utilizado, y lo volverás a utilizar aquí dentro si te reporta beneficio!!! Pero eso es lo que Dios quiere, y es por lo que Dios te lo dio, y todos vosotros, digo mientras señalo a las cámaras, ciegos de corazón y de mente, deberías daros cuenta de ello, y en vez de tenernos aquí, deberíais alabarnos ahí fuera. Pero los hechos has trascurrido de esta manera, y se os dará lo que queréis, aunque mientras tanto aprovecharé para abriros los ojos y enseñaros lo que ÉL quiere de todos nosotros y para que nos creó.  Lanzo un beso a Sarah, le guiño un ojo, y empiezo a bailar por toda la sala mientras tarareo un bonito vals...

-Joder. ¡Qué fauna!
Les echo un vistazo rápido a cada uno de ellos y después me pongo en plan confidencias con la cámara.
-Me da que él único espectáculo que va a dar el señor escueto será el mono que le va a dar cuando necesite lo suyo -Hago el gesto de chutarse en vena. -Mientras lo destripa el capitán América en medio de una regresión a la guerra del golfo.
Me pongo recto, en una posición normal.
-Pongámonos serios. ¿De verdad queréis patrocinar a alguno de estos? Miradlos bien. Aquel hombre, el sacado de la serie de los maravillosos 70 años. Luego sacad un dolar. ¿Qué pone? In God we Trust. No necesitamos falsos profetas, por favor ¡Estamos en el siglo XXI... O el yonky... Por favor... Si no muere aquí se matará colgado a una jeringuilla, vaya publicidad para los que lo patrocinen... Bueno, en vuestra mano está pero creo... Que la decisión está clara...
Muevo las manos mostrándome.

Observa al tarado que se dedica a moverse a su alrededor como una hiena y a soltar gilipolleces por la boca. ¿De dónde había salido semejante despojo?. Arquea una ceja al verle bailar un vals por la sala.

-Es curioso que sólo hagas alusión a lo que tengo yo entre las piernas cuando no soy la única mujer de esta sala, pero tomaré nota de tu interés. 

Con un sereno gesto se aparta la melena rubia del hombro. 

-¿Falsa e hipócrita? y lo dice que el hace como que habla con Dios... deberías mirar tus propios pecados antes de condenar los de otro, especialmente si te los inventas.

Esta noche se ha abierto la Antesala, los concursantes intentan ganar el apoyo de los televidentes haciendo de las suyas. Bueno, bueno. ¿qué tenemos en la Antesala, rubita?

Rubita se rá tu pu... ¿en directo? Hola Jhon, aquí estamos en la Antesala, detrás de uno de los cristales espejos de la sala. La noche ha comenzado movidita. Ya empiezan las primeras amenazas y aún no hemos terminado con la distribución de adjetivos. Veremos qué determina los Patrocinadores y recordemos que la próxima decisión será referente a la COMIDA, BEBIDA, y DESCANSO. Recordemos que los jugadores pasarán aquí 24h y luego estarán 48 horas más dentro del Mortal Shopping Center.

Brandon observaba incrédulo a aquel loco dando vueltas y bailando, se preguntaba si sería algún tipo de broma para comenzar el programa y empezar a poner a la gente nerviosa. Sin embargo no se le escapó por alto la escapadita del tal Connor Quinn para hablar con la cámara en "petit comité". Mientras Connor miraba a la cámara y hacía su numerito se acercó lenta y sigilosamente por su espalda y se puso de puntillas hasta colocar su cabeza por encima del hombro de Connor mientras mantenía las manos cruzadas en la espalda. En cuanto Connor hubo terminado, Brandon empezó a hablar en un tono alto para intentar sobresaltarlo.

- ¡Tú! - gritó en el oido de Connor, y continuó con un tono normal y mostrando una sonrisa pícara .- A nadie le gustan los graciosillos ni los pelotas, hijo.

Manteniendo la sonrisa rodeó a Connor  y se puso debajo de la cámara, como intentando ver la parte posterior.

- Es una Phantom digital, modelo V2511 ultra high speed, no reparan en gastos, si pasa algo podrán ver la repetición en slow motion con todo lujo de detalles, nada interesante... - farfulló entre dientes casi sin darse cuenta, y acto seguido volvió a mirar a Connor .- Otra cosa te diré, llámalo ... ehhhh ... consejo de alguien con experiencia. El que subestima a sus rivales, ya sea en una guerra o en algún deporte, o incluso en una partida de póker, suele ser el primero que pierde.

Mientras sigo bailando por la sala, paro un momento de tararear y digo: ¡Sí, hablo con Dios, por la mañana voy a comprar el pan volando y meo elixir de la eterna juventud, así que si quieres seguir eternamente tan bonita ya sabes lo que tienes que hacer!!!  a lo que sigo tatareando mientras bailo mi bonita canción...

Acto seguido paso justo al lado de Connor y Brandon, al tiempo justo que oigo decir "Es una Phantom digital, modelo V2511 ultra high speed..." palabras que me hacen pararme en seco, dejar de tatarear y fijarme muy concentrado en lo que está diciendo Brandon: Tienes razón, es una Phantom digital, modelo V2511 ultra high speed, pero te falta un detalle, esto justo de debajo, que parece una bolita de adorno. Se trata de un sensor JXR03, un sensor prototipo fabricado hace tres años por el gobierno, justo después de la bomba en el metro. Se trata de un sensor de posición, que junto a la imagen captada por esta cámara, por el resto de cámaras y por los otros sensores que debe haber colocados por todo el lugar, y mediante un complejo software, consiguen crear una imagen 3D holográfica del lugar deseado, captando cada detalle de lo que ocurre. Esta técnica fue diseñada para el control de masas en eventos sociales, pudiendo detectar, mediante otro software aún mas complejo, comportamientos sospechosos y así evitar atentados terroristas. Es un secreto muy bien guardado del estado, hago un guiño a la cámara, aunque yo lo descubrí al infiltrarme en el sistema en la fiesta Google conmemorativa de su aniversario, y gracias a él detecté mas débiles infelices, no meritorios de este mundo, de los que pensaba que podía encontrar. Parece que mas de uno se lo quiere pasar genial con este acontecimiento en el que nos encontramos, no queriéndose perder ni uno solo de los detalle del mismo.

Barbara no vuelve a abrir la boca excepto para mostrar su sorpresa ante la falta de elocuencia del grupo que la rodea. Permanece inmóvil en la sala observando la escena y siente alivio por no haber sido atosigada por el loco profeta, como le ha pasado a la otra mujer. No estaba dispuesta a discutir con el resto, por lo que intenta pasar un poco desapercibida. Siempre había llevado a cabo sus entresijos en la sombra, con sus contactos más afines, pero no estaba acostumbrada a discutir y tratar cara a cara con asesinos a sangre fría. Todo esto le hace sentir algo indefensa.

Edgar estaba atónito ante semejantes majaderías, por un momento pensó en lo que le esperaba. Con este elenco de colgados como rivales, el anciano llegó a creer por un instante en la victoria. Sin embargo, éste fue un pensamiento fugaz y rápidamente volvió a darse cuenta de su dramática situación y con un tono lleno de desesperanza y cinismo, comentó:

 - Ahh... Acaso no os dais cuenta de que sois títeres encerrados en una caja de cartón. Mientras sigáis danzando todo esto tendrá sentido... No hallaréis una forma de ganar este macabro juego si continuáis jugando... La única manera de ganar es “no perdiendo” y la única manera de “no perder” es, ni más ni menos que “no jugando”.

Edgar suspiró sabiendo que sus palabras probablemente no fueran respondidas por ninguno de los chalados con los que compartía destino.