Partida Rol por web

Starbuck echó una mirada sin disimulo hacia atrás, mientras Apolo hablaba de aquello que los unía sin ningún tipo de reservas: su arte, su modo de enfrentar aquella realidad... Lo que de alguna forma robaba sus vidas, y al mismo tiempo las proveía de un sentido que no tendría fuera de ello. Sin embargo, los pensamientos de Starbuck se habían apartado un momento del espacio, de los Cylon y de las bajas. Se habían concentrado en Boomer y el cruce de tensión entre su nuevo acompañante, que ocupaba un espacio que aún le quedaba demasiado grande. Aquel se sentaba en el sitio de una de las primeras y más sentidas bajas que habían tenido desde ese principio, y que tendrían en lo que duraran en la guerra. Lo que habían visto era nada más y nada menos el resultado de lo que sería el futuro permamente: cubrir de cualquier forma de los huecos dejados por la muerte, y hacer lo mejor posible.

Un único movimiento le bastó para salir del lugar por completo, y quedar en soledad en compañía de Apolo.

La aparición y reunión de todos junto a mi tocada nave tras el impulso frenético que me había llevado a intentar neutralizar los misiles, la suave y contenida reprimenda de Apolo y el intento de felicitación por parte de Starbuck me habían colapsado. Me mente se quedó en blanco unos segundos viendo como pasaban los atareados mecánicos por el hangar, cargados con herramientas o con recambios, solo contaban con 30 minutos escasos y nosotros, igualmente, para intentar despejarnos y volver al exterior de nuevo. Sus movimientos eran silenciosos, se producían con suavidad y a cámara lenta, como si alguien me hubiese ralentizado la visión. Así mismo sus voces parecían distorsionadas por la lentitud de los movimientos, aunque sus mensajes me llegaban claros, parecía que mi cerebro procesaba despacio toda aquella información, pero al menos no me permitía que me perdiese nada. Al igual que mis compañeros mis movimientos eran lentos, aunque mas escasos, ahorrando todo lo posible en energía, lo único extraño fue que no abrí la boca en ningún momento, solo los gestos vagos me servían para comunicarme con el resto de tripulantes.

Cuando Crashdown bajó finalmente de la nave y dio su informe al suboficial en jefe mis ojos se percataron de su extraña mirada y le siguieron con rencor y profundidad, girando lentamente la cabeza hasta que me harté de ver su espalda alejándose de mi. El sonido de los mecánicos trabajando en la nave y la ausencia del resto a mi alrededor fue lo que me permitió respirar con libertad tras el colapso. Asintiendo con una media sonrisa a Galen abandoné el hangar en silencio. No necesitaba que me diese explicaciones de ningún tipo, yo acababa de regresar de realizar mi trabajo y ahora era su turno. Desgraciadamente hacia demasiado tiempo que el Galáctica se encontraba dividido en dos turnos, primero el turno de los que salían al espacio a combatir contra los Cylon y mas tarde los que se encargaban del mantenimiento de las naves.

Con la mirada centrada en el suelo y la mente cargada de recuerdos abandoné el hangar para poder ir a descansar un rato a mi pequeña litera, quizás allí pudiese no pensar durante unos minutos antes de regresar al raptor. El informe solicitado por el CAG rondaba mi mente, no podía descansar hasta haber realizado el análisis, así que dirigiéndome hacia la sala de reuniones de los pilotos aceleré mi paso con un destino fijado.

Siguiendo tus instrucciones Cally rodeó el ala de la nave y se agachó para asomarse por debajo del vientre de la misma.

-Efectivamente Jefe parece que el sistema está bastante dañado pero a lo mejor podamos hacer algo...-comunicó su voz medio ahogada por el casco del viper. Gruñendo la especialista se incorporó y se dirigió hacia la caja de herramientas para coger una llave inglesa. A pesar de su juventud Cally era una buena mecánica y al poco de incorporarse a la flota había demostrado su increíble capacidad para arreglar casi cualquier cosa. Sin duda tenías suerte de tenerla al lado en esos momentos. Con la llave sujeta firmemente ésta pareció vacilar unos segundos antes de decir-Jefe...¿qué opina entonces de lo que le he dicho? sobre lo de los cylon...-con sus ojos sombreados por profundas ojeras la especialista parecía insegura e intranquila y estas últimas palabras las dijo en voz baja como si no quisiese ser escuchada.

Mientras meditaba una respuesta a la pregunta de la especialista Galen fue hasta un soporte de herramientas cercano y escogió un soldador de plasma de precisión. Se puso las gafas de protección correspondientes y contestó:

- Que si eso es así tendremos que encontrar una forma de detectarlos. Por mucho que se parezcan a nosotros por fuera siguen siendo unas condenadas máquinas por dentro. - con un gesto significativamente brusco activó el soldador y el arco de plasma apareció, irregular y fluctuante, en el extremo de la herramienta - Y si algo se nos da bien es vérnoslas con máquinas... - aplicó el plasma al punto que quería volver a unir - ... tanto si es para repararlas como para desmontarlas y desguazarlas. -

Se concentró en la soldadura y cuando la terminó se levantó las gafas para observar el trabajo con ojo crítico. Asintió satisfecho y continuó hablando:

- Si al menos tuviéramos uno de esos nuevos modelos como muestra, podríamos analizarlo y buscar qué los puede delatar. -

Con la llave inglesa olvidada entre las manos, Cally asintió ante tus palabras mostrando su conformidad.

-Sí...bueno a lo mejor logramos encontrar a alguno...-aventuró con los ojos abiertos por la impresión. Luego, dándose cuenta de que el tiempo pasaba, pegó un respingo y se apresuró a meterse debajo de la nave para arreglar el sistema de guía posterior. Las voces de vuestros compañeros os rodearon mientras os concentrábais en vuestro trabajo. El poner a punto de nuevo aquél viejo pájaro contra reloj era todo un reto y ambos estábais decididos a lograrlo. Apolo, sin duda, tendría que tragarse sus palabras.

No sabrías decir cuanto tiempo llevábais inmersos en las reparaciones cuando un aviso por megafonía os hizo alzar la mirada.

-"Suboficial Jefe Tyrol...por favor comunique con el CIC"

- Revisa ese estabilizador mientras yo voy a contestar. Creo que finalmente conseguiremos que este pájaro vuelva a volar. -

Dejando la herramienta que había estado usando hasta ese preciso instante se acercó a un arcaico teléfono, descolgó y pulsó una tecla para establecer una comunicación con el CIC. Cuando alguien respondió al otro lado dijo:

- Aquí el Suboficial en jefe Galen Tyrol, se ha solicitado que me ponga en contacto con el CIC. -

La voz de la oficial de comunicaciones Anastasia Dualla sonó apagada por el cansancio. Aunque la joven no tenía que salir a combatir al exterior ni realizar ningún otro trabajo físico, su presencia en el CIC era necesaria casi de manera permanente y su tono de voz dejaba claro que, al igual que el resto de la tripulación de la Estrella de Combate, no había disfrutado de muchas horas de sueño últimamente.

-Suboficial Tyrol el Comandante ha ordenado que se ponga a buscar una solución para usar los MarkVII que ahora mismo están inutilizados. Es de máxima prioridad que los vuelva a poner operativos-te informó en un tono impersonal. Mientras hablaba tus ojos se tropezaron con el reloj de pared. Quedaba aproximadamente cuarto de hora para que los pilotos tuviesen que volver a salir al exterior.

- Entendido. Me pondré con ello tan pronto como los vipers estén listos para el siguiente ataque. Tyrol fuera. - colgó el teléfono y se detuvo unos instantes a observar la frenética actividad del hangar. Su equipo estaba dándolo todo en cada intervalo entre ataques, no sabía si serían capaces de aguantar con el trabajo extra de acondicionar los MarkVII.

- Será mejor que haga dos equipos que se alternen. -

Se apresuró a reunirse con Cally para continuar con las reparaciones. Metiéndose en las tripas del caza comentó:

- Parece que se avecina más trabajo, pero de momento centrémonos en lo que estamos haciendo. Pásame esos alicates si no los estás utilizando, aquí hay un trozo de metralla incrustado que no va a ser fácil de sacar. -

Tras pasarte los alicates que le habías pedido, Cally retiró el pelo de la cara al tiempo que hacía una mueca.

-¿Estás bien, Jefe? Pareces cansado-de repente rompió a reir, lo cual sonó extraño teniendo en cuenta la situación en la que estábais metidos pero por otro lado ayudó la tensión que sentías-menuda pregunta, todos lo estamos....de hecho he oído comentar que la gente está empezando a sufrir crisis nerviosas...-añadió más calmada agachándose junto al ala derecha para revisarla.

- Toda esta situación sería capaz de destrozar hasta los nervios más templados. Cuando veo la entereza de algunos oficiales no puedo más que sentir admiración. Voy a hacer un control de los sistemas a ver que tal. -

Se metió en la cabina y encendió el arcaico sistema. Parecía que todo estaba correcto hasta que un chispazo y un alarido de Cally diciendo - ¡Apágalo! ¡Apágalo! - dio al traste con su plan de acabar pronto. Lo desconectó todo con presteza y se volvió a bajar para inspeccionar el problema. Por suerte era algo menor, una resistencia tocada que había acabado de fundirse.

Con el soldador en la mano y el repuesto en la otra procedió a solucionar el fallo - En particular me admira la capacidad del Comandante Adama. No quiero pensar en la responsabilidad que recae en estos momentos sobre sus hombros. -

Cally asintió seriamente ante tu última afirmación mientras se retiraba el pelo de la cara con el antebrazo ya que tenía las manos machadas de grasa. Aún así una de sus mejillas estaba tiznada de negro.

-Por un momento pensé...pensé que el Comandante tomaría la decisión de luchar, pero la presidenta le disuadió y ahora...mira dónde estamos-murmuró sacudiendo la cabeza con desesperación. De repente unos gritos os interrumpieron.

-¡Jefe! ¡Jefe!-junto al viper de Starbuck Socinus te hacía gestos nerviosos mientras se agachaba junto a una figura tendida.

Galen iba a abrir la boca para contestar a aquello cuando escuchó los gritos. De inmediato dejó lo que estaba haciendo y con el soldador aun en la mano se acercó a la carrera hacia el lugar donde yacía aquella persona.

- ¿Otro accidente? ¿O será otro desvanecimiento por agotamiento? - según transcurrían los ataques aquellas escenas se repetían con una frecuencia que aumentaba alarmantemente. El cansancio o bien los tumbaba o bien los hacía cometer errores a menudo potencialmente mortales.

- ¿Qué ha ocurrido? - preguntó tan pronto como estuvo lo suficientemente cerca como para inspeccionar a la figura.

El rostro de Figursky se veía pálido bajo la clara luz de los fluorescentes. Uno de tus hombres de confianza y buen mecánico, el hombre no había sido capaz de soportar la presión y había terminado por desmayarse. Mientras te agachabas a su lado, Socinus le palmeó las mejillas en un intento de despertarle aunque sus ojos permanecieron cerrados.

-Estaba perfectamente y de repente...puso los ojos en blanco y se derrumbó-te explicó mirándote con expresión preocupada-Menos mal que no estaba cerca de ninguna caja de herramientas...-murmuró meneando la cabeza.

-Quizá deberíamos llevarlo a la enfermería..-sugirió Cally a tu espalda.

- Sí, y sin perder tiempo. Socinus, avisa a enfermería y que alguien te ayude a llevarlo allí y luego si puedes continúa con lo que estabas haciendo. - y muy serio se dirigió a todos los presentes - Todos los demás volvemos al trabajo, pero no quiero que nadie se extralimite hasta el punto de acabar en la enfermería ¿entendido?. -

Dejando a Figursky en manos de Socinus dio ejemplo y volvió al trabajo, aunque cabizbajo.

- Mis hombres están cayendo uno a uno. ¿Cómo voy a pedirles que en momento de descanso continúen trabajando? -

Atraídos por el jaleo un pequeño grupo de especialistas se había congregado a vuestro alrededor, contentos de tener una excusa para abandonar aunque fuesen unos segundos el trabajo. Ante tus palabras un respingo general les recorrió y, parpadeando como si hubiesen salido de un sueño, se apresuraron a volver a sus puestos, las manos manchadas de grasa, demasiado cansados como para comentar nada entre ellos. El ruido de los soldadores y los martillazos volvió a roderos mientras Socinus se apresuraba a cumplir tus órdenes. A una palabra suya, uno de los especialistas se puso a los pies de Figursky mientras él mismo le cogía por los hombros y segundos después se alejaban de vosotros, acarreando con esfuerzo el cuerpo desmayado del técnico. Como si fuese tu sombra Cally caminó a tu lado de vuelta hacia el viper de Apolo. Su ceño ligeramente fruncido y su expresión pensativa dejaban traslucir que también ella estaba preocupada.

-No se preocupe, Jefe, saldremos de ésta-comentó cuando os parásteis ante la nave, dispuestos a reanudar las reparaciones de la misma.

- Tienes razón. - respondió Galen con una sonrisa cansada - Saldremos de esta. Vamos, acabemos con esto y descansemos un poco antes de afrontar la siguiente tarea. -

Mientras aplicaba el soldador a la resistencia que estaba cambiando antes los pensamientos de Galen no eran tan optimistas: - Sí, saldremos de esta. ¿Pero de cuántas más conseguiremos salir antes de que tropecemos y nos precipitemos en un pozo sin fondo? -

Acababas de apagar el soplete y quitarte la máscara protectora de los ojos cuando una sirena sonó por todo el hangar haciendo que numerosos ojos se alzasen hacia el reloj de la pared.

-"A todos los especialistas, jefes y ayudantes de cubierta, quedan diez minutos para el fin del ciclo. Que los Vipers sean conducidos a sus tubos de lanzamiento, pilotos..todos a sus puestos"-la distorsionada voz de la Oficial Dualla resonó por todo el hangar una vez que la sirena se hubo apagado.

Desde el otro lado del viper, Cally salió de debajo del viper y sacudió su enmarañado cabello.

-Justo a tiempo, Jefe. Parece que este pájaro podrá volar una vez más-comentó sonriendo con cansancio. A vuestro alrededor unos comenzaron a recoger las herramientas precipitadamente, mientras otros, acelerados y con expresión angustiada, se agachaban de nuevo sobre su puesto de trabajo para hacer las últimas reparaciones.

- Un excelente trabajo, pero aun no hemos terminado. - le dijo Galen a Cally haciendo un gesto hacia aquellos que aún estaban haciendo algunas reparaciones - Echemos una mano, busca a alguien a quien puedas ayudar. Y cuando terminéis buscad a alguien a quien los dos podáis ayudar. Así hasta el último segundo. -

Aquel era el espíritu de "Jefe", sólo descansar cuando todos los demás podían hacerlo. El mismo se dirigió a ayudar al técnico que en ese momento tenía aspecto de estar pasándolo peor. Cuando se arrodilló a su lado le puso una mano reconfortante en el hombro y le dijo:

- Dime qué puedo hacer para ayudarte. -