Partida Rol por web

-Podríamos simplemente complicarle las cosas, y entonces, ver como reacciona- dijo Noah un tanto pensativo, -quizá una tormenta sea suficiente para evaluar su accionar, e incluso saber si puede deducir la naturaleza misma de lo que le rodea-.

Pese a que varios ya hemos dicho que eberíamos dejar de dar vueltas sobre lo mismo y, o bien formar un plan, o bien adentrarnos, seguimos haciéndolo, así que me limito a esperar.

— No te preocupes, Dieter. No creo que sea necesario que te adentres de nuevo sin que vayamos el resto del grupo.

Asintió de forma desenfadada, no le salía lo de mantener el aire de sumisión todo el rato. Esperaba que no molestase a ninguno de los brujos.

“¿Por qué perdería? ¡Ahora me toca echar un vistazo a que hacen estos brujos!”-Se lamentó un grog.

Poco después comenzó no solo a lamentarse, si no a quedarse completamente aterrado, ramas saliendo del suelo, gritos de dolor…

Se tiró al suelo detrás de un arbusto y temblando comenzó a pensar en qué hacer, “¡Mientras los magos discuten puedo huir!”-Pensó y tras unos segundos salió corriendo de vuelta al campamento.

Los demás grogs, no creyendo del todo la historia que les habían contado pero asustados decidieron dejar a dos en el campamento y los demás ir a ver la situación.

Veis cerca de vosotros a uno de los grogs que os acompañó en el viaje, pálido, con movimientos lentos y temblando se acerca y le entrega un vial a Alaric.

Esperando que los demás me siguieran, caminé hasta las lindes del bosque más cercanas al pueblo. Un rápido vistazo desde allí quizás nos revelase si habían dispuesto hombres para combatir o si habían preparado alguna trampa. Contaba conque mis ojos y los de Nimue serían suficientes para esa tarea. No sabía que pasaría cuando entrase al pueblo, pero no tenía miedo.

Ves a lo lejos a los aldeanos preparando unas barricadas y reuniendo objetos alrededor de la aldea.

Volví hacia atrás y me reuní con el resto del grupo.

-Han comenzado a preparar las defensas, no tenemos mucho tiempo. Con mis hechizos puedo inmovilizar y entorpecer a algunos, pero solo conozco uno para dañarlos. ¿Alguien tiene algo con lo que poder entrar y romper sus barricadas?

- Si son de madera puedo incendiarlas.. Bueno, y seguramente también a los que haya detrás... Aunque preferiría no tener que llegar a tanto sinceramente... Quizá un torrente de agua tambíen podría destruirlas sin matar a los que haya detrás..

Cómo de costumbre dirigí mis palabras al suelo, queriendo esconderme y pensando todo el rato que habría sido mejor para ella quedarse en la alianza investigando. Así no se vería en este tipo de situaciones en las que sabía perfectamente que ella era la más indicada para resolverlas, pero utilizando esa magia que se le daba tan bien y que por igual tanto odiaba.

- Si otra persona cree que es capaz, sería mejor que yo..

-Hay que ser cautelosos. Hacer un ataque frontal sería tonto de nuestra parte, no sabemos a que nos enfrentamos y le estaríamos diciendo al enemigo que es lo que podemos hacer y como combatirnos. Es preferible hacer pequeños movimientos a fín de descubrir a que nos enfrentamos- exclamó Noah con determinación. -Quemar sus barricadas cada vez que las levanten, generar una tormenta de fuertes vientos que azoten su campamento y acciones similares podrían obligar a aquella cosa a mostrarse con mayor claridad.

El tiempo transcurre sin que lleguéis a acuerdo alguno, cuando llega la noche observáis que la aldea esta iluminada por una abundante cantidad de antorchas, oís también una música rítmica aunque no reconocéis los instrumentos.

De pronto escucháis un grito femenino proveniente de la aldea.