Partida Rol por web

Caminos por decidir [Finalizada]

3. El bueno, el malo y el caprichosamente afortunado

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13/11/2010, 20:07
Director

Han pasado seis semanas desde el desafortunado encuentro con las ratas. Han sido unos agradables días de placer en Kemperbab, dedicados a la buena vida y gastar (no tan lentamente como se esperaba) el botín de las aventuras. Los aventureros están dando un paseo por el pequeño puerto fluvial de la ciudad, en busca de un garito del que les han dicho maravillas "El cordero lechal", un asador que tiene fama de económico y excepcional al mismo tiempo, pero no hay manera de encontrarlo entre tantas tabernas del puerto. El único edificio que les ha llamado la atención es un pequeño santuario donde unos sacerdotes de Sigmar piden dinero para restaurar la fachada de la catedral de Sigmar en Nuln, que las forjas de la ciudad han ensuciado con su humo. Aquellos devotos que deseen colaborar no tienen más que introducir sus monedas en la estatua de madera de la puerta, una representación de el Gran Teogonista Volkmar.

El pequeño halfling entregó su mensaje antes de lo previsto, pero procuró alejarse del receptor. Pues una semana después fue apresado por la guardia, interrogado, acusado de traición y ahorcado en la plaza mayor ayer mismo. Un espectáculo poco usal n la ciudad y que se vivión con gran intensidad. Su cadáver sigue ahí de escarmiento a los traidores. Igual la herencia no era tan buena como Hugo había imaginado. De momento había ido tirando con su propio dinero, un poco al margen, no sin recelos de las cantidades de monedas que manejaban los demás. Fruto de actividades anteriores a su encuentro.

Rainer continuaba metiéndose en líos en nombre de su deidad, ya había tenido algunos problemas con la guardia por un par de cabezas rotas entre los cortabolsas de los bajos fondos. Era la segunda vez que tenía que recurrirse al fondo común para sacarle de entre los barrotes, y había recibido algunas visitas de miembros de la Iglesia de Sigmar, aconsejándole que dejara la justicia en manos de la guardia; se avecinaba tormenta en cualquier momento gracias al clérigo. Johannes no tenía tantos problemas con la guardia, pues cuando a Rainer se le iba un poco la mano él procuraba alejarse del lugar antes de que aparecieron los perros de la justicia. El clérigo no tenía tanta habilidad para hacerlo, de hecho ni siquiera intentaba escapar del lugar. Sino que esperaba a los guardias para explicarles lo sucedido. Acusaciones mutuas de cobardía y poco sentido común eran el resultado.

Eldarendil y Wolfgang exploraban juntos el mundo de los humanos. El elfo como oyente y el charlatán como cuentacuentos, ya había afirmado nacer en seis lugares distintos y haberse criado en otros tantos lugares, y ya nadie estaba seguro de qué era realidad y qué era fantasía en la vida de Wolfgang. Pero lo cierto es que el elfo apreciaba su compañía y alejarse de la violencia de otros lugares de la ciudad, por no decir de los encuentros con ratas gigantes o las cloacas de Nuln. Eldarendil se estremecía con el recuerdo de la vagoneta y los sectarios.

El caso es que el antro no aparecía por ningún lado, en aquella calle sólo había cajas, marineros, prostitutas, comerciantes, estibadores, prácticos, viajeros, carros, mulas de carga y un fuerte olor a salazón. Ni corderos lechales, ni nada que se le pareciera.

 

Notas de juego

Si alguien desea hacer algunas compras de equipo, es el momento. Se supone que en este tiempo podéis haber adquirido lo que necesitarais.

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20/05/2011, 07:20
Eldarendil

Eldar camina y exploraba junto a Wolfgang el pueblo y de camino intentaban buscar la dichosa taberna que no la encontraban por ningun sitio. A veces ha Eldar le invadían recuerdos de la vagoneta y los sectarios y no podía evitar que los pelos de la piel se le pusieran de punta. Entre tanto el elfo se reia y entretenía con la historias increibles que este contaba el pícaro. - En serio??..... Vayaaa!!! - eran las palabras que salían del explorador al oir alguna de sus aventuras. - Sabes Wolfgang? tus aventuras son increibles. Por cierto Wolfgang deberiamos preguntar ha algun pueblerino donde esta la taberna, no crees que así acabaríamos antes? - pregunta este.

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03/06/2011, 20:19
Hugo Montespino de Casanueva

Hugo caminaba con la cabeza en otro sitio, distraido.

El suceso acaecido con el destinatario del mensaje que había llevado hasta allí, todavía lo tenía perplejo, y daba gracias a que el asunto no le hubiera salpicado.

Con la suerte que tengo, ya debería haberme marchado de aquí. Despues de lo de las mostrorratas, no me extrañaría que lo siguiente fuera que intentaran ponerme de pareja de baile con ese desgraciado que cuelga desde hace días en la plaza mayor. Pensaba sin poder quitarse de la cabeza todo el jaleo que había habido en el lugar cuando se descubrió el pastel con aquel hombre.

Sus compañeros caminaba junto a él, y escuchó hablar al elfo.

-Sí tienes razón, a este paso no encontraremos la dichosa taberna nunca. Dijo buscando con la mirada a alguien a quien poder pregunar. ¡Eh! ¡Oiga! Gritó al primer hombre con aspecto de comerciante en el que se fijaron sus ojos, luego se acercó a él tras llamar su atención. Estamos buscando un local ¿Sabe dónde podemos encontrar El Cordero Lechal?

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04/06/2011, 01:07
Wolfgang Bach

— ¡Ah, eso me recuerda una divertira historia sobre un cordero lechal, al cual teníamos que matar para una cena con toda mi aldea! —Comento, de pronto, ante las palabras del halfing. No sabía si esa taberna por la que el pequeño preguntaba existía, pero poco importaba. De hecho, tenía serías dudas de que lo que iba relatar fuese verdad— Resulta que era un bonito de día de invierno. Por suerte, llevaba un par de días sin nevar, y los rayos del Sol comenzaban a derretir la nieve. Lo cierto es que si encontrabas una zona que era bañada por éstos y estabas un rato, podías incluso pasar calor. Bien, en mi pequeño lugar de origen es tradición el hacer una cena un día del año, y ese día del año era en la época estival. Sí, sé lo que estáis pensando. Ese tipo de cosas es mejor hacerlas en las cálidas noches de verano, pero yo no elijo las tradiciones, por suerte o por desgracia...

Hago una pausa para mesar mi bigote, y continúo con el relato— El caso es que, llegado el momento, había que sacrificar a un corderito lechal. Pero parecía que ese de lechal tenía poco, porque no veas como corría el condenado. De hecho, antes de que pudiésemos hacer carrera de él, el animal se escapó, con tan mala suerte de que en la huída, se topó con un gran charco de lodo, en el cual se revolcó bien revolcado. No había manera de atrapar a ese animal. Sólamente lo pudimos atrapar cuando mi amigo de la infancia, a ese que llamábamos "El orco", se lanzó encima de él. Y claro, cuando alguien de gran tamaño cae encima de un pequeño corderito, imagínate el resultado. Esa noche cenamos, al final, un guiso de patadas con, por supuesto, alcachofas; y las partes de corderito que se salvaron del tremendo "chof" que sufrió el animal. —Diciendo esto, sonrío. Puede que sea una historia un poco bárbara, pero bueno, es lo que había.

Y, ahora que digo "chof", déjame contarde una historia sobre un clérigo con una maza, que no era tan dura como su mollera, y unas horribles monstruorratas... Aunque creo que esa historia te la sabes... No sé porque. Todo comienza en una noche lluviosa...

 

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05/06/2011, 19:19
Rainer Clausewitz

Rainer todavia no entendia nada de lo acontecido hasta ahora. ¿¿Que habia hecho mal?? ¿acaso debia haber dejado que la pobre mujer sufriera la ira del populacho? Nunca lo hubiera aceptado.

Me parece bien ir donde gusteis... no me encuentro de humor para tratar con la plebe... sinceramente... necesito... soltar estres... eso incluye que mantengais la boca cerrada un poco amigo mio dice mirando hacia Wolfgang.

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06/06/2011, 02:51
Johannes Zimmerman

—Espero que "soltar estrés" no incluya romper más cabezas y sí más beber y comer —bromeó Johannes, aunque había un matiz de reproche en su voz. Hasta ahora había evitado a la guardia siempre que el clérigo buscaba problemas, pero un día no tendría tanta suerte y acabaría con sus huesos en una celda. No era algo que le hiciera mucha ilusión—. Si encontramos la maldita taberna, claro.

Las tripas del ladrón empezaban a sonar y el nombre del garito le hacía salivar.

Mmm, tierno corderito. A ver si Hugo averigua donde diantres está el lugar.

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07/06/2011, 07:09
Hugo Montespino de Casanueva

Encontrar el maldito local se estaba convirtiendo en algo complicado, y Hugo empezaba a sospechar que aquello era un mito como el de las mostrorratas.

Claro que los asquerosos bichos habían acabado por ser tan reales como los rizados pelos de sus pies, así que el pobre halfling ya no sabía qué pensar sobre lo que era real, y lo que no lo era.

 No se dió por vencido, tras las primeras respuestas negativas a sus preguntas, y continuó atosigando a los viandantes del lugar con su particular interrogatorio.

¡Diantres! Alguien tiene que saber dónde demonios está ese puñetero local... Pensó mientras oía rugir su estómago. Aquella mañana solo había desayunado dos veces, y su frustrada barriga se lo reprochaba.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Menuda Shit XD

Gasto Punto de Suerte. ¡Aaaaahora sí!

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07/06/2011, 10:11
Marinero de agua dulce

Perdidos como un enano en el mar los aventureros optaron por perguntar a los individuos que rondaban por ahí, prescindiendo de las prostitutas que seguramente les cobrarían hasta por preguntar se acercaron a un mozo del puerto, un hombre tuerto y delgado que no inspiraba temor alguno. El hombre comprendió perfectamente su situación y les explicó.

El cordero lechal es un asador algo escondido, tienen que entrar por ese callejón y descender unas escaleras, es un lugar que siempre huele carne y donde se puede disfrtar con la familia o los amigos, el problema es que es algo oscuro porque no tiene ni una triste ventana. He comido algunas veces ahí y por unas pocas monedas de plata se puede llenar el estómago.

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07/06/2011, 11:49
Eldarendil

- Por fin! Muchisimas gracias señor, ha sido usted muy amable - agradecia el elfo a aquel hombre su información, puesto que gracias a ella por fin podrían encontrar la maldita taberna. - Bien señores no perdamos mas tiempo, pongamos rumbo hacia la taberna. Por cierto Wolfgang, como decías que era la historia de ese clerigo con la maza? - Eldar picaba a este para que siguiera con sus fantasticas historias mientras se dirigian hacia la taberna.

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08/06/2011, 09:08
Johannes Zimmerman

Callejones oscuros, el lugar preferido para los cortabolsas y cortagargantas y corta-más-cosas —pensó Johannes sin más preocupación. Era la vida en la urbe y ya estaba acostumbrado. Además, sus compañeros y él formaban un grupo imponente.

Sumido en sus pensamientos siguió a sus camaradas de camino a la taberna.

Notas de juego

Perdonad por el minipost, pero llevo toda la noche despierto por cosas de la facultad y me caigo de sueño. Me voy a sobar :P

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08/06/2011, 12:11
Director

No les resultó demasiado difícil, una vez supieron donde buscar, encontrar el local en cuestión. Tras unas cajas, mercancía de alguan embarcación, aparecían unas escaleras que bajaban unos dos metros hasta una vieja puerta de madera que lucía una pintura verdosa reciente. Conforme descendían las escaleras salió un matrimonio de mediana edad y un golpe de calor y condensación de seres humanos les inundó, mezclada con el olor del vino y la carne asada: el apetito se hizo presente en los aventureros. Una vez entraron en el local observaron que no era un lugar oscuro, sino más bien poco iluminado, pues carecía por completo de luz solar, pero la abundancia de velas y fogones proporcionaba iluminación y, por supuesto, calor.

Pronto al ropa se les empezó a pegar al cuerpo y hubieron de retirarse algunas capas para no ahogarse. Un mozo les atendió, y les pididó con toda la educación del mundo y una jerga que no lleagron a entender del todo que esperaran a que una mesa quedara libre.

¿Vahnjustedes a tomar un vino u alguna jotra coza pa yenar el gaznate? Hay puaki una barricavino de Bogenhafen y unas cervezas que mi padre en nujtra casa.

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09/06/2011, 08:22
Eldarendil

Tras pasar por aquellas calles oscuras y llegar hasta unas escaleran que bajan hasta una puerta zona, que estaba mas oscura si cabe, un olor celestial de comida y vino llegan hasta la nariz del elfo. Cuando un matrimonia sale de local - UHHHSHSH!!!! - olfatea Eldar fuertemente - Vaya chicos no se como será esta taberna, pero lo que si es verdad que el olor que desprende es apetitoso. - Entramos en la taberna y para nuestra sorpresa la iluminación era mucha en comparación con las afueras. Muchas velas y fogones alumbraban y calentaban el local.

Tras nuestra entrada un joven se nos acerca y empieza a hablarnos en un jerga que no consigo entender. - Estoo.... chicos.... te has enterado de algo - dice entredientes a sus compañeros.-

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10/06/2011, 01:34
Wolfgang Bach

— Lo siento chico, pero no te he entendido eso último. No obstante, sí, tenemos pensado comer algo. Ya que estamos aquí, aprovecharemos para llenar el estómago. Ahora pequeño, dinos... ¿Dónde podemos sentarnos?. Como podrás ver, somos gente cansada, y aparte de quitarnos el hambre con buena comida, también queremos reposar un poco nuestros doloridos pies —Diciendo esto, miro un poco por encima, a ver si veo algún sitio libre, pero todo parece abarrotado— Bueno, parece que encontrar un lugar donde sentarse será algo un poco complicado. Una pregunta, ¿mesas al lado de las ventanas no tenéis verdad? Es que ahora que lo miro, no veo ninguna, y bueno, no estaría mal tener un poco de distracción mientras comemos. Bueno, no importa, tú búscanos una mesa, ¿vale?

Intentando marear un poco al muchacho con algo de cháchara sin sentido, espero que no nos pregunte más cosas, ya que no entiendo ni una sola palabra de lo que dice...

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10/06/2011, 12:21
Hugo Montespino de Casanueva

Satisfecho con la respuesta del tipo, Hugo siguió al resto del grupo hacia el local en el que por fín, podría acallar las continuas quejas de su estómago.

Bajaron las escaleras y se encontraron de bruces con lo que debía de ser El cordero Lechal.

-Un poco humano para mi gusto, pero menos da una piedra. Dijo. Mientras sirvan buena comida...

Lanzó una mirada al hombre al que respondió Wolfgang.

Algo de ventilación no vendría mal, pero si el local tiene fama, será por algo, veamos lo que nos sirven. Pensó.

-Por lo pronto, vaya trayendo algo de vino y cerveza mientras pensamos qué comer con lo que tengan en el menú. Un par de jarras de cada, y vasos para todos ¿Os parece bien? Preguntó a sus compañeros.

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13/06/2011, 09:53
Director

¡Ua marra vino y cinco cervezas pa los piaverdes desta mesa!-gritó el mozo.

El señor no tene procuparse de na, que yo le atendré. Si no me entende le grito y ya. Digame, ¿que quie comer? 

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14/06/2011, 00:54
Johannes Zimmerman

Johannes no había entendido prácticamente nada de lo que el mozo había dicho, exceptuando la palabra "cerveza". Con eso le bastaba y, como bien sabía, a Hugo también. El pequeñajo había resultado ser un buen compañero de juergas y le caía bien al ladrón.

—¿Y qué hay de ese cordero? —respondió al mozo, secándose con la manga el sudor que corría por su frente. Por Sigmar que hacía calor ahí dentro— ¿Hay algo de cierto en el nombre del local o sólo es publicidad?

Acompañó las palabras con una amistosa sonrisa. No era su intención ofender al hombre, sino compartir una gracia simpática.

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14/06/2011, 21:47
Hugo Montespino de Casanueva

Hugo corrió a sentarse en la silla, algo que hizo no sin cierto esfuerzo. Todo el mobiliario del local estaba pensado para humanos, y aunque no era tarea complicada para el halfling sentarse en la silla, esta le obligó a ayudarse de un pequeño salto y la fuerza de sus brazos para aposentar sus nalgas en el mismo.

El halfling se apoyó en la mesa y con rostro sonriente escuchó lo que decían el camarero y Johannes.

-Sí. No estamos aquí por nada ¿Sabe? Queremos probar ese cordero con el que se ha ganado la fama este sitio, sí señor.

La cara de Hugo evidenciaba que el estómago empezaba a impacientársele.

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15/06/2011, 07:35
Eldarendil

- Estoy de acuerdo, habra que probar ese cordero - añadió Eldar, mientras que asentia a las palabras de sus compañeros - Estoy seguro que será de un sabor inigualable - sonreia este, se acomodaba en la silla y espera paciente a que el camarero les sirviera la bebida y la comida. - Y bien Wolfgang, por que no nos deiltas con una de tus increibles aventuras para hacer tiempo, mientras que viene nuestra comida - pregunta el elfo.

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15/06/2011, 22:07
Wolfgang Bach

Bueno, el cordero es que me guste especialmente, pero si es la especialidad de la casa, haré una excepción. No obstante, siempre que como cordero me da la impresión de que me estoy comiendo un chalequillo...

Diciendo esto, escucho al elfo decir que cuente una de mis historias, así que le miro, y digo— Claro, además, esta viene que ni pintada para la ocasión. Resulta que estaba yo en una taberna de Altdorf, cuando de repente, oímos un ruido en la parte de arriba. Al principio no le dimos importancia, pero el ruido se repitió dos veces más. Entonces, los allí reunidos decidimos ir a ver que pasaba, ya que el dueño nos prometió una jarra de cerveza si investigávamos. Ni que decir tiene, que si alguna vez habéis estado en Altdorf, que esa era la posada de Shaggy el miedoso, conocida por que Shaggy tiene buena cerveza, pero huye hasta de un insecto que se pose en la barra. Total que comenzamos a subir las escaleras...

Prosigo contando mi relato, cada vez más fantástico e inverosímil, para concluir— Cuando desperté, el dinosaurio todavía estaba allí, así que decidí volverme a dormir. Cuando desperté de nuevo, todo había acabado, pero tenía como recuerdo la daga mágica llena de joyas. Una pena que años después la perdiese en una batalla en las montañas...

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16/06/2011, 10:14
Director

El mozo les ofreció el cordero lechal.

Ezpecilidad de casa, y un si me forzan de tol Imperio dakí pallá.

El mozo les dijo que cuánto cordero querían porque la pieza completa pesaba cinco kilogramos, todos miraron al halfling, sonriente. Treinta minutos después tenían un cordero entero en su mesa. Estaba sazonado con sal y aceite de oliva auténtico, no esas vomitibas gelatinas de los antros de ciudad. Lo acompañban, pimentos rojos y verdes, ajos, cebollas, algún tipo de condimento verdoso.

Perejil-informó Hugo con la boca llena, todo un entendido en cocina.

La carne parecía resistirse a acabarse, pero hicieron el esfuerzo de seguir comiendo, al comida no iba a enfriarse, menos en ese lugar. El dueño del local, viendo que los aventureros tenían realmente dinero para pagar les regaló otra ronda de cervezas frescas, para que pudieras aguantar el calor ahí abajo. Se vieron obligados a desprenderse de capas de ropa, e incluso de las armaduras. El clérigo s enegaba a quitársela pero el calor le hizo cambiar de opinión, pero conservó su maza, por si acaso. Rainer era así. Tras dos horas de comilona y numerosas cervezas que apenas parecieron afectarles la carne se cabó, y sólo quedaron los huesos. Qué dolor.

Los otros comensales habían ido desapareciendo, un par de oficiales de barco, un burgués con su familia, algunos humildes, un par de rateros de los bajos fondos, un noble con un criado y algunos otros vecinos de la ciudad.

 

 

 

Notas de juego

Morapio es el mejor

Cita:

 

Cuando desperté, el dinosaurio todavía estaba allí