Partida Rol por web

- Me gusta eso de renovar piezas Waldau, algo más que peones a ser posible, y parece que tu... ¿cliente? las conoce mejor que yo - doy un buen trago de cerveza - cuando quieras... - digo con una sonrisa un poco tensa. No me esperaba que nuestro contacto no fuera a aparecer, o al menos, no constaba así en el informe. ¿Está jugando con nosotros y el SAD o es simple cautela? La mano se desliza por mi bolsillo hacia mi dharma ¿Esto es uno de tus giros?

Vuestro contacto se recostó con tranquilidad sobre la silla mostrando una sonrisa ambigua, os miró alternativamente dejando que lanzarais vuestras preguntas y comentarios. Tanis asintió, comprendiendo vuestras palabras mientras entrelazaba los dedos.

No debe preocuparos eso, agente Rehnqvist. Mi cliente es un hombre al que le gusta ir al grano, pero si es tan importante. dejó la última palabra en el aire con gesto pensativo. Mi cliente se preocupa por el devenir de los acontecimientos, pero no puede intervenir debido a ciertos.. contratos que le atan. Pero sí puede ofrecer algo para que otros.. puedan hacerse cargo. 

Miró a Samuel con gesto divertido, abrigando una respuesta tópica, pero siempre efectiva a sus palabras.

Para que el peón se pueda transformar en algo más.. debe llegar a la última fila. sonrió volviendo a esgrimir esa actitud enigmática. Cabe decir que el peón debe hacerse útil para llegar a esa meta, ¿no cree?

Sonrío de forma sincera. Me cae bien este cabrón. Doy un buen trago de cerveza. 

- Lo cierto es que nunca me ha interesado mucho el ajedrez, la única costumbre rusa que admiro es la bebida - entrelazo las manos encima de la mesa - lo importante es que ambos buscamos lo mismo en esta partida, yo quiero dejar de ser un peón, y parece que a vosotros os interesa que deje de serlo... el problema es que desconozco los pasos necesarios para llegar al final, pasos, que imagino que vosotros conocéis. De puta madre entonces, ¿no? ¿Porque no vamos entrando ya en materia? Imagino que hemos superado el proceso de selección.

Enma sonrió al hombre y bebió un sorbo de su bebida.

-Lo que es importante que tenga en cuenta, señor Waldau, es que aunque la naturaleza de los asuntos que tratemos con su cliente sea extraña, eso no cambia en absoluto la forma de tratarlos. Nosotros somos los representantes del gobierno cuestiones de seguridad que venimos a escuchar a un ciudadano que de buena fe quiere darnos una información útil a la comunidad. Venimos a escuchar, y unstedes vienen a hablar. Los dobleces y las sutilezas y los juegos de estrategia son cuestiones frívolas, problemas de otros.

Así que si usted quiere que esepremos sin más, esperaremos. Trataremos de ahorrarle tiempo a su cliente y por supuesto, agradecemos cualquier ayuda que pueda aportar para que podamos hacer bien lo que es nuestro trabajo.

Tanis os miró alternativamente según hablabais, el representante se encogió de hombros al final mientras os respondía.

Yo no quiero nada, agentes. Han llegado antes de hora, ¿verdad? sonrió burlón como si no supiera que iba a pasar eso. Aunque supongo que el señor Cyphre no tardará, estaba avisado de ello. alzó levemente la mirada hacia vuestras espaldas y se levantó. ¡Oh! Ahí viene.

Se acercó un hombre con traje negro, gesto serio y barba bien recortada. Tanis fue al encuentro de vuestro presunto informador, con extraña inclinación y luego dando la mano saludó a su representado.

Les presento al señor Louis Cyphre, él es quien deseaba hablar con ustedes. se acercó de nuevo acompañado por aquel enigmático personaje.

Aquel hombre emanaba una sensación de autoridad casi palpable. Se acercó a vosotros con el gesto ceñudo, muy serio y su tono de voz era grave y correcto. Os ofreció la mano a cada uno según os saludaba.

Agente Rehnqvist, agente Yevdokimov. Gracias por acudir. asintió lentamente. Aunque mi representante me habrá introducido, las buenas formas dictan.. soy Louis Cyphre, jurista. Por favor.. hizo un gesto sutil para invitaros a sentar de nuevo mientras él hacía lo propio sentándose delante de vosotros.

El señor Waldau dijo que se puso en contacto con el SAD para concertar esta reunión. os miró a uno y a otro como si con esa mirada pudiera escrutaros la mente. Imagino que no les habrá hablado demasiado, aún me gusta hacer las cosas por mi mismo, uno no debe olvidar de donde viene.

- Pues no ha hablado demasiado no - respondo - Bueno Louis, es tu momento entonces, espero. Aunque por favor, si todos los detalles nos los vas a decir en otro sitio o lugar, empieza por ahí, porque no hay alcohol en toda esta cafetería que pueda con la tensión de no saber qué coño nos vais a decir o qué va a pasar - tras lo cual hago una breve pausa ​- con todos mis respetos, claro está.

No hay duda de que es un hombre extraño. ¿Qué cojones pinta un jurista en todo este asunto paranormal? Empiezo a dar golpecitos con la punta del dedo corazón encima de la mesa

-¿Le importa si tomo notas?- Dijo Enma sacando un blog y un bolígrafo de su bolso. Esos dos tipos, por separado tenían algo desagradable, pero juntos formaban un dúo un tanto siniestro. Era fácil imaginárselos en un club de sadomasoquismo, con látigos y toda esa parafernalia… o firmando contratos de esos que joden de por vida a mucha, mucha gente.

Carraspeó y continuó con el tono formal, tratando de cortar el hilo de su imaginación:

-Por mí puede empezar cuando quiera.

La actitud de Samuel se encontró con una mirada de soslayo de Cyphre hacia Tanis, una de reprobación que luego volvió hacia ti. Si bien no dijo nada, antes de que pudiera empezar a hablar se acercó uno de los camareros de la cafetería trayendo un huevo duro en una copa.

¿Le importa que coma, agentes? Seguro que no, estoy hambriento. dijo poniéndose un pañuelo en el cuello para evitar ensuciarse, tomó una cuchara y empezó a romper con parsimonia la cáscara. Tome nota, no se preocupes, agente. miró a Enma con despreocupación, aunque su gesto serio no cambiaba.

Tengo una lista de sujetos, aquí, en Pensacola. Sujetos que son.. objetivos de gente poco recomendable. poco a poco fue retirando la cáscara, dejando sus piezas en un pequeño plato junto a la copa. Vampiros. Tengo entendido que su organización los.. ¿combate? Esas personas han sido elegidas por razones que no comprenderían. Numerología. Haber nacido en el momento equivocado para las intenciones abyectas. Yo les daré esa lista, supongo que querrán evitar que sean.. sacrificadas. finalmente desnudó la parte superior del huevo, Cyphre contempló su obra con cierto orgullo. Ellos no saben cual va a ser su destino. Son gente normal, con vidas normales. 

Hizo una pausa, mirándoos con seriedad mientras analizaba vuestras reacciones.

Samuel analizaba lo que acaba de escuchar, aunque su rostro se mantenía imperturbable. Las largas de horas de meditación le habían enseñado a controlar sus sentimientos cuando era necesario. Aunque normalmente tampoco le preocupaba mostrarlos. 

¿Numerología? ¿De qué coño está hablando? ¿Así es como eligen esos cerdos a los que van a matar? ¿Y de dónde mierdas saca él la información? ¿No nos podía haber dicho Tanis lo de la lista y ya? Las preguntas se agolpaban en su cabeza, pero no se molestó en formular ninguna. Le daba la sensación de que Cyphre no omitía información por descuido, sino que decía exactamente lo que pretendía y quería decir.

- Por fin esto se pone interesante. Pensaba que nunca nos acercaríamos a esos engendros - suspira con cierto alivio - Pues nada, danos la lista y nosotros nos encargamos. No hay problema.

Tras lo cual mira a Enma, que ya había terminado de tomar notas en su libreta. - Como puedes comprobar, mi compañera es la que se encarga de todos los detalles - digo con una sonrisa afable - No se si ella se contentará con tan poco como yo.

Básicamente ese tipo grimoso les estaba regalando el menú de un club hemo-gastro-nómico. A ella le saltó la alarma en seguida. Estaba ante un caso de un paradigma: el de el uso por un bando criminal de la policía para debilitar al enemigo. En una guerra por el territorio era normal chivarse del rival. No le pareció este tío raro tan distinto a un jefe de una banda de traficantes. Detuvo sus pensamientos, pensar aquí, ahora, podía parecerse a hablar en voz alta.

Verle comer ese huevo duro le revolvió un poco el estómago.

De buena  gana le habría hecho alguna alusión al colesterol, o la la película "El Imperio de los Sentidos", o habría dicho que ella los prefería revueltos. Pero estaba trabajando. Y en "modo serio".

-Le agradecemos toda la información que nos pueda ofrecer.

Veremos que hacía el Tío Sam al respecto.

Cyphre no parecía especialmente preocupado por la prisa. Tomó el huevo y lo mordió casi con crueldad, revelando el corazón del mismo.

¿Tiene ganas de ir a por esos "engendros", agente Yevdokimov? preguntó con una mirada intrigante al hombre. No son esos engendros los que deben preocuparos, sino lo que pretenden.

Volvió a morder con saña el huevo duro, lo dejó herido de muerte en el plato y se limpió pulcramente las manos.

Pero esto es un principio para evitarlo. hizo un gesto y Tanis se acercó dejando unos dossieres, bastante pasados de moda, sobre la mesa. Cyphre puso las manos sobre ellos y os los acercó. Aun no es el momento.

Dejando los documentos a vuestro alcance, volvió a tomar el huevo para terminarlo. Había algo escalofriante en aquella actividad, algo que hacia que la sangre se os congelara.

A ti el hombre que tienes delante te genera mucha inquietud. No sabrías decir la razón, pero es algo maligno, algo peligroso que si tuvieras una alarma en la cabeza te zumbaría hasta dejarte sordo.

- ¿Y qué es lo que pretenden? ¿Cómo es que tienes tanta información? - digo con tono cabreado, dando un puñetazo en la mesa que llama la atención más de lo necesario, creando un tenso silencio.

Había intentado enfocar el asunto de forma frívola, como un buen chico que se limita a hacer lo que le piden, conseguir un puñado de nombres... y mandar al Shamsara a todos los que pudiera... craso error, algo me dice que debería haberle pegado un tiro en cuanto ha entrado por la puerta, y aunque intento apartarlo de mi mente, insiste cada vez con más fuerza. Instintivamente llevo la mano a mi bolsillo, el reconfortante tacto de mi dharma, me recuerda que hay que otras formas de ver el mundo, mucho más poderosas que los simples sentidos. Saco la piedra y la pongo sobre la mesa, sujetándola con el dedo índice, mientras la hago girar sobre su eje con el pulgar. Es un movimiento que siempre me ayuda a concentrarme.

- No voy a andarme con tonterías, ya no ¿Eres uno de ellos? Porque tienes demasiados datos Cyphre, información, que conseguir de forma externa resultaría complicado - Sino que se lo cuenten al SAD - Así que, amigo mío, ya puedes ir largando hasta convencerme de que tu nombre no debería ser el primero de la lista - tras lo cual suelto el pulgar de la dharma, que da unos giros más hasta caer tumbada finalmente sobre la mesa.

Enma le estaba pillando el punto a Samuel. Era un tío tremendo, la verdad. Lanzado. ¿Franco? Sí, o más bien bestia. Le acababa de esputar una amenaza nada sutil a mister-grimoso sin más insinuándole que podría ser un sospechoso. Como si ese hombre posiblemente rico y poderoso fuera un pandillero de poca monta.

Se veía teniendo que esposarle. Y tenía su gracia. Además, Samuel tenía razon, y ¿qué demonios? Ese tío, sólo verlo comer el huevo cocido ese, daba grima.

Pero se imaginaba a su nuevo compi siendo devorado vivo por una legión de abogados. Los abogados eran algo mucho más dañino que los vampiros. Si querían trabajar con el SAD deberían guardar un poco más las formas. O no durarían ni tres telediarios con trabajo. Pero eso ya lo hablarían.

Ahora Samuel ya se había lanzado y Enma nunca dejaba colgado a un compañero, aunque estuviera poniendo el culo en pompa ofreciendo un blanco perfecto al gran falo de la jurisprudencia al servicio de los ricachones.

Así que por no dejarlo colgado ella tampoco se andó con tapujos y fue tan agresiva como podía haberlo sido Samuel.

-¿Que qué quieren esos engendros? Déjeme adivinar. ¿Acabar con el mundo tal y como lo conocemos? Vamos hombre. ¿No será más bien que quieren joderle a usted? Ande, sea un poco menos enigmático, que no somos unos chiquillos y no venimos a jugar a su gincana.

La virulenta reacción de Samuel se encontró con la mirada admonitoria de Cyphre, con absoluta tranquilidad dejó la mano sobre la mesa, golpeando la misma con los dedos en un sucesión rítmica de sus dedos. Una sutil mirada de desaprobación fue dirigida hacia Tanis, pero no dijo nada, pues enseguida su atención regresó a Samuel.

Si cree que puede amedrentarme, agente Yevdokimov. Le aconsejo que desista. respondió con un tono pretendidamente amable, pero que sonaba peligroso. No soy un vampiro. hizo un gesto con la mano dando vueltas, haciendo referencia a la luz. Mi trabajo consiste en saber cosas y ofrecerlas a quien lo desean, siempre por un precio. Solo soy un jurista. Antes de que se pregunten qué quiero a cambio.. solo que lo impidan bastará. No es el momento para que sucedan ciertas cosas, pero tenéis razón, agente Rehnqvist. hizo una pausa muy significativa mirando a la mujer. Ninguno de los dos queremos que el mundo tal y como lo conocemos termine, no hasta que estemos preparados para recibirlo, ¿verdad?

Una presencia oscura se proyectó desde Cyphre, una palpable y opresiva. Fue un destello que acompañó a su mirada ennegrecida, el estertor de algo perverso que había en él. Pero el jurista no hizo ningún ademán que dar un par de golpes a los documentos.

Créanme. Si esas personas mueren.. tendrán que preocuparse. Para mi.. solo sería acelerar mis planes para con.. Todo. por inquietante que pudiera parecer su presencia o actitud, la pulsión de que os estaba siendo totalmente sincero estaba ahí. Si bien ocultaba muchas cosas, sus palabras eran sinceras por extraño que pudiera parecer.

Enma decidió tomar la delantera antes de que su compañero espantara al soplón con algún pronto violento. Al fin y al cabo, parecía ser sincero, aunque cada vez daba más grima. Así que cuanto antes pasar a otra cosa, mejor.

-Le agradecemos su valiosa información, qué decir tiene que cualquier otro aporte que pueda hacer en el futuro será bienvenido.

Se hizo con el dossier y se levantó del asiento. Se dio cuenta de que no se había atrevido a llamarlo pos su nombre. Qué cosas. Le sonrió y alzando su mano con los documentos dijo:

-Pues ahora no es usted el único ocupado. De nuevo. Gracias. Esté seguro de que le sacaremos todo su jugo a esto.  Y pensó en voz alta, por si le podía oír: te pillaré cabrón, a ti también te pillaré. En su momento.

Se imaginaba a ese tipo tan desagradable entre rejas. Le causaba espanto y le entraban ganas de cazarlo a partes iguales. No había hecho nada ilegal, pero les estaba enseñando de alguna forma rara que él era alguien oscuro. Si en efecto al final resultaba ser también un criminal sería sin duda un hueso duro de roer aunque de la conversación dedujo que no estaba preparado para el fin del mundo y eso era para ella una señal de debilidad que quizá pudiera aprovechar.

Pero había llegado el momento de echarse a un lado y seguir con la investigación. Se moría de ganas por invitar a Samuel a una buena cerveza lejos de allí, en un sitio mucho mejor que este.

- "Nada es imposible para una mente dispuesta", solía decir mi maestro - tras lo cual miro desafiante a Cyphre - aunque no seas un vampiro, tampoco eres humano, y no esperes que olvide eso.

Tras lo cual me levanté de la mesa, siguiendo a Emma. En algo Cyphre tenía razón, teníamos otras amenazas que resolver primero. Además, el encuentro me había dejado muy alterado. Era una presencia que no es fácil de describir, algo que no se puede sentir y que sin embargo estaba ahí, palpable. Con un poco de suerte nuestro caminos volverían a encontrarse y entonces ajustarían cuentas. Ahora lo prioritario era salir de ahí. Ya habría tiempo de meditar largo y tendido, para esclarecer mejor lo sucedido.

El señor Cyphre asintió lentamente dando por terminada la conversación, pero su mirada se ennegreció un tanto mirando a Enma, incluso dejó aflorar una sardónica sonrisa.

Soy el Primer Criminal, agente Rehnqvist. Créame, Él ya me condenó una vez y sigo su condena al pie de la letra. Aunque el agente Yevdokimov tenga una fe tan férrea, cosa que es digno de admiración.. no queráis que Empiece lo que esos hijos del Primer Asesino quieren abocar a este mundo.. la presencia de Cyphre se tornó oscura, maligna, y pareció llenar todo el café con su presencia.. incluso Tanis se encogió de pavor. Tenéis la Divina Providencia de vuestro lado, humanos. Porque YO no deseo que empiece el Juicio Final. 

Toda aquella presencia se evaporó pronto, Cyphre se acomodó en su silla volviendo a su composición natural. Hablaba una vez más con tranquilidad, pero con esa frialdad que le caracterizaba.

Puede que antaño fuerais mis enemigos. Pero los tiempos cambian y surgen otras.. oportunidades. No soy vuestro amigo, pero puedo ser vuestro aliado. hizo una pausa dejando el vaso con el huevo devorado. Y creédme. Sé a lo que vais a tener que enfrentaros.. y me vais a necesitar. Él no os escuchará, yo sí lo haré. Con el tiempo.. os daréis cuenta de muchas cosas..

Hostia puta, pero si es el demonio. ¡No puede ser! ¡No puede ser! Se quedó helada ante la presentación de Lucifer. Eso era llegar y besar el santo, bueno, más bien lo contrario. Llegar y bailar con el demonio.

Tenía todos los pelos de gallina pero no iba a desaprovechar esta ocasión. Tener al demonio de soplón no era cosa baladí. Aunque claro, no era plan de fiarte un pelo del capo di capi, el rey de los malos. De repente toda su incredulidad se tambaleaba. Hablaba de “Él” como si nada… así que si existía el demonio, claro, era lógico…¡Ay dios mío! ¿Dios existe? Joder, ¡qué fuerte!

En cuanto pudo detuvo esos pensamientos y pudo tranquilizarse pensarnado que quizá era un farsante con algún truco mental… eso era más posible...

-Bueno, cada uno tenemos nuestro papel… haremos lo que podamos por esa gente, gracias… Entonces, en confianza… ¿Podemos llamarle Lucifer?