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Cazadores Cazados (+18)

[Social] Roanoke, Virginia - El Celaeno

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09/04/2016, 14:16
Gus Fitzgerald

Apartamentos abandonados, Roanoke. Noche del 26 de octubre

Había algo en tu presencia que tranquilizaba a Gus, tus palabras, tus gestos.. el ghoul sentía estremecer su cuerpo cuando lo tocabas, calmando a la bestia.

No, no hace falta. respondió con dureza. Pero lo hice, y otros monstruos no me hacen menos culpable de mis actos. negó con la cabeza con aspereza volviendo sus ojos hacia los tuyos. No intentes suavizar la realidad, Alicis. Soy lo que soy.. el monstruo de Frankenstein que se ha vuelto contra su creador. No hay final feliz para mi. la intensidad de su mirada verde se encontró con la tuya, y la certeza absoluta de esas últimas palabras se tambaleó por un instante, dejándoos en silencio.

Cuando compartiste tu experiencia, notaste que Fitzgerald se mantuvo a tu lado. Quizá no fuera dado a muestras de cariño, las había olvidado, pero no se separó de ti un ápice. Su mano siguió tomando la tuya, entregándote su atención por completo.

Todos perdemos a alguien importante alguna vez. Al menos pudiste vengarle, ahora es un peso más en tu mochila que cada vez es más pesada. respiró profundamente, cerró los ojos arrebujándose a la sensación de cercanía que le evocabas. Y debes aprendes a soltar lastre para seguir adelante, Alicia, o entonces ya no saldrías del espejo. Pero cuando más lastre sueltas más pedacitos de ti se van con él. te besó el hombro, devolviendo tu apoyo anterior. No hay camino correcto.

Cuando te levantaste turbada, Gus se quedó sentado viendo como te alejabas, adivinando tu desnudez en las sombras del apartamento. Su gesto se ensombreció al escucharte, impotente al verte de aquel modo. Una oleada de la misma indignación que te arrastró al escuchar la historia de Gus, ahora lo embotaba a él.

Entonces.. se levantó acercándose a ti, poco a poco. Ojalá todos los monstruos tuvieran tu corazón. sentiste el excitante y fuerte abrazo de Gus por la espalda, su torso desnudo atado a ti mientras te rodeaba la cintura. Porque el mundo sería mucho menos oscuro y de deprimente.. susurró a tu oído, con una ternura tallada para ese momento solo para ti. Como lo has hecho esta noche tu para mi.. gracias, Al. se quedó abrazado a ti, sin encontrar otras palabras mejores, pero sentías su comprensión en aquel gesto. Te abrazó, te abrazó como el tesoro más valioso al que pueden aspirar los malditos: su humanidad.

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09/04/2016, 15:06
Alessa Harker

Apartamentos abandonados, Roanoke. Noche del 26 de octubre

Sentí un vacío en mi alma. Je... mi alma. Nunca había pensado en su existencia hasta aquel momento, llegando incluso a pensar si tendría, siendo la hija de un vampiro.

Con la mirada ausente, no me percaté de que Gus se había levantado hasta que sentí su torso desnudo en mi espalda, y sus brazos me rodearon. Lo miré por encima del hombro, mientras mis manos buscaban las suyas, aferrándome a ellas como si fueran mi salvavidas, en aquel mar de dudas en el que me ahogaba.

No dije nada, y sentí un escalofrío cuando me susurró al oído. Irónicamente, me sentía protegida en los brazos de aquel que creía deseaba mi muerte antes de hacernos uno. Cerré los ojos, apoyando mi mejilla contra la suya, disfrutando de aquel momento y deseando que no terminase jamás. Me giré y lo miré a los ojos, en silencio, dejando que mi mirada dijera más que mis palabras. Y lo besé, con ternura, agradecida por aquel gesto, sabiendo lo difícil que resultaba para él.

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10/04/2016, 12:57
Gus Fitzgerald

Apartamentos abandonados, Roanoke. Noche del 26 de octubre

Notabas que el ghoul estaba descolocado, como si fuera recuperando la sombra perdida del cariño que pudo profesar por alguien alguna vez. Gus te abrazó mientras recibía tu beso, deleitándose por el sabor de tus tiernos labios, aquel abrazo era incluso torpe, pero se cerró un tanto más dejando que vuestros cuerpos desnudos se pegaran un poco más. La residual excitación flotaba entre ambos, pero había quedado sustituida por la calidez de un gesto imposible apenas diez minutos antes.

El director Dunn cree que puedes ser una herramienta valiosa para el SAD. dijo lentamente mientras te dejaba descansar sobre su pecho. Todos lo somos para él, para mi es indiferente. Llevo tanto tiempo con esa condición.. pero al menos ahora elijo contra quien luchar. acariciaba tu nuca, pasando sus recios dedos tras tus orejas. Pero no dejaré que ese cabrón te utilice a su conveniencia.. te lo prometo. la voz le tembló al emitir esa promesa, como si la dificultad inicial de formularla fuera vencida rápidamente por su voluntad.

Se fue separando poco a poco, con la sensación de ser arrancado de ti, pero la última mirada que te regaló en aquel gesto fue la más humana que pudiste ver de Gus. Habías penetrado en la fortaleza del ghoul, pero fue un destello fugaz, pero enseguida se endureció como lo hacía habitualmente, aunque había el aura de genuina preocupación por ti.

A pesar de que seas hija de quien seas.. recuerda. llevó sus manos a tus mejillas para fijar su mirada en ti, sus ojos volvían a ser guerreros armados. No necesitas sangre de ningún tipo, recuérdalo. No eres el monstruo que son esas cosas.. y créeme, y esto solo lo has de saber tú y no el SAD, no todos los vampiros son iguales. Los hay incluso más humanos que los propios mortales, el director Dunn niega esa realidad, guárdate de él y de pesar cosas comprometidas en su presencia. Él es capaz.. de ver cosas.. entrar en tu mente y arrancar tus secretos. respiró profundamente, dejando un silencio entre ambos. Él no tiene escrúpulos, como yo. Pero yo solo arriesgo mi pellejo, él usa a los que están bajo su mando a su conveniencia. Entiende.. el SAD para él es un ejército, no una agencia federal. Y para él estamos en guerra. los iris temblaban sobre ti, tragó saliva, y le salió de forma tan espontánea como humana. Bésame.

Te volvió a besar, la unión cálida y húmeda, vibrante de necesidad. Tus mejillas acunadas entre sus manos sintieron la falta de presión, estas se tornaron en una caricia que recorrió tu cuerpo hasta tu talle. Como si una nueva adicción se hubiera alojado en su atribulada mente.

 

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10/04/2016, 21:34
Alessa Harker

Apartamentos abandonados, Roanoke. Noche del 26 de octubre

Acomodé mi cabeza en el pecho de Gus, cerrando los ojos, escuchando el fuerte latido de su corazón mientras él hablaba. Cuando mencionó al director del SAD, lo miré sorprendida, no sólo por su repentina confianza, sino por su promesa. 

-Gus...- le acaricié la mejilla mientras le obsequiaba con una sonrisa tranquilizadora -No te preocupes. Tendré cuidado.

Me separó un poco de él, pero sus ojos no se apartaban de los míos. No lo interrumpí mientras hablaba y, aunque lo que me dijo de Dunn me preocupó, intenté mantener aquella expresión tranquilizadora. No quería ser una carga más para el sobrecargado equipaje del ghoul.

-Por la sangre, no te preocupes- le dije -. No supone ninguna tentación para mí- deslicé mis dedos por las heridas de su cuello -. Ni siquiera la tuya...

Aunque el hecho de que me hubieran crecido los colmillos y lo hubiera mordido, me preocupaba ciertamente. No obstante, el sabor ferroso me repelió, en vez de cautivarme. Quizá fue el frenesí de la excitación. La verdad es que no estaba segura de lo que sucedió. Pero nadie, absolutamente nadie, podía enterarse de aquello.

Cuando me pidió que lo besara, sonreí ampliamente, me acerqué hasta que nuestros cuerpos se tocaron, alzándome sobre las puntas de mis pies para beber de sus labios mientras él sujetaba mi rostro entre sus ásperas y fuertes manos. Gus se estaba convirtiendo en mi condena y mi salvación.

-Deberíamos volver- le dije, separándome lentamente de él. Pasé a su lado y le di un azote bastante sonoro en el trasero, antes de reírme y comenzar a buscar los restos de mi ropa, desperdigada por aquel apartamento de mala muerte, que había sido el mudo testigo de la experiencia más extraña, contradictoria y maravillosa, que jamás viví.

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10/04/2016, 23:56
Gus Fitzgerald

Apartamentos abandonados, Roanoke. Noche del 26 de octubre

El ghoul te miró sombrío cuando afirmaste que la sangre no suponía ninguna tentación para ti, enseguida viste que no era una mirada de desconfianza hacia ti, sino una mirada de alguien con la experiencia reflejada en su rostro. No dijo nada más al respecto, demasiadas revelaciones y emociones por una noche. 

Será mejor volver, sí. entonces Gus se volvió hacia el estropicio de ropa, muebles y, en definitiva, de apartamento. Casi parece un piso de estudiantes. gruñó en clase de.. ¿humor? Pero no profirió ninguna sonrisa, diciéndolo absolutamente serio.

El azote sonoro que le propinaste a Gus se encontró con una mirada de ceja alzada, por unos instantes casi creíste que iba a volver a cabrearse o soltarte una bravata, pero simplemente sonrió. Negó con la cabeza y te devolvió el azote, mientras trataba de recuperar la ropa herida por el combate.

Improvisó algo con lo que le quedaba, pero como era de noche tampoco iba a importar si cruzaba un poco de calle con algún trapo de menos. El trapo más importante, la pistola, se había quedado junto al pantalón. Gus la cogió comprobando por automatismo su estado.

Je.. nunca te separes del arma. dijo con sarcasmo mientras la guardaba. ¿Estas lista?

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11/04/2016, 00:18
Alessa Harker

Apartamentos abandonados, Roanoke. Noche del 26 de octubre

El azote que Gus me devolvió, me hizo emitir un pequeño grito de sorpresa, por no mencionar que me dolió bastante y la marca de su mano se quedó momentáneamente marcada en mi glúteo, pero luego sonreí divertida. Recogí mi arma, mi ropa y mis botas y, cuando de soslayo vi que Gus no miraba, me froté la dolorida piel allí donde me había azotado.

La camisa estaba para el arrastre, pero al verla, sentí un escalofrío y un hormigueo placenteros, recordando lo sucedido. Me puse los pantalones y la chupa de cuero. Mal día para no llevar sujetador, pensé sonriendo con picardía mientras me subía la cremallera de la chaqueta hasta que sólo se viera el escote. 

Me senté en el maltrecho sofá para atarme las botas camperas, con la pierna flexionada y apoyando el talón en el borde del sofá-cama. Cuando Gus comentó algo sobre el arma, sonreí, y sin apartar mis ojos de los cordones, dije con sorna: -Le dijo la sartén al cazo...- terminé de atarme las botas y lo miré, antes de incorporame -Estoy lista.

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11/04/2016, 00:58
Gus Fitzgerald

Apartamentos abandonados, Roanoke. Noche del 26 de octubre

Vestidos, más o menos, rehicisteis el camino de vuelta al vehículo de Gus. La negrura del edifico abandonado os sumió de nuevo en el silencio, iluminado por la linterna del agente. Si alguien os escuchó, no se personó para quejarse por escándalo, la noche seguía igual de apagada y macilenta, envuelta en ese paisaje sórdido de los barrios marginales de Roanoke.

La vuelta se dio en silencio durante bastante rato, como si hubierais regresado al punto de partida, pero notabas que la expresión de Gus había cambiado y era distinta. El ceño fruncido, la cara de eterno cabreo, las mirada intimidatorias, todo eso seguía ahí y no había perdido ni un ápice de su agresividad, pero cuando te miraba parecía ser otro distinto, notabas el peligro en su mirada, pero desde ese momento sabías que esa amenaza ya no era para ti.

La bolsa de sangre. Quédatela. dijo mientras conducía sin apartar la mirada de la calle. No es una sugerencia. Te puede salvar la vida. No me mires así, sé que ahora es.. complicado. Pero lo entenderás. Yo.. la miró de reojo sin atreverse a decir lo que estuvo a punto de decir, pero al final tampoco es que tuviera el tacto de un caballero británico. ya me he alimentado.

Gus te dejaría en tu casa, y él volvería a la suya. No hizo ninguna referencia más a lo sucedido en los apartamentos, sin decirte nada parecía estar también de acuerdo en que eso debía mantenerse en secreto. Ya no por el rigor profesional, que eso era lo de menos, sino porque Gus le había contado cosas que no debía saber porque se demostraba que no estaba del todo conforme en las maneras de funcionar del SAD.

Notas de juego

Y cerramos la escena por aquí, espero que te haya gustado ;)

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11/04/2016, 12:26
Enma Rehnqvist

Lo siento Mei, no puedo. Ahora estoy muy ocupado con una partida y hago de narrador y temo no dar a basto.

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11/04/2016, 15:30
Alessa Harker

Celaeno, Nivel 3. Sala de Prácticas de Tiro, 17 de Octubre de 2015. Anochecer

Me sorprendió que James me dejara su Desert Eagle, la verdad. Extendí la mano para cogerla, pero me detuve.

-No, gracias, cogeré la reglamentaria- dije, con una sonrisa y me di la vueta hacia el cubículo -. Coger tu arma y dispararla, sería como si yo permitiera a otro montar en mi moto... no puedo aceptarla.

Me puse las gafas de protección y cogí la pistola que había usado al principio. La recargué y toqué el botón para que saliera otra diana. Pero en mi mente, no veía una silueta negra... sino a una persona. Una persona que sacaba lo peor de mí, la misma por la que había bajado hasta allí para desahogarme disparándole a algo... Fitzgerald.

Llené de aire mis pulmones y lo solté muy despacio antes del primer disparo. Directo al esternón. Encadené uno tras otros, pero mucho más precisos y concentrados. Esto por llamarme "chica", esto por tus amenazas, esto por tu cara de pitbull, esto...

Posiblemente James ni se imaginaba el motivo de mi ira. Mejor así.

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13/04/2016, 17:05
Samuel Yevdokimov

Bueno... a priori no tengo nada que objetar xDD ¿en qué habías pensado tú concretamente?