Partida Rol por web

Camino Virginia N-York. Una noche cerca del 20 de octubre.

El atardecer estaba acabando, el cielo azul muy oscuro, casi añil. El coche estaba aparcado junto al bar que había junto a la base. Allí esperaba Enma, de pie, apoyada en el capó fumando un cigarro, con unos baqueros y un jersey de lana marrón.

Camino Virginia N-York. Una noche cerca del 20 de octubre.

Salí de mi nueva casa, otorgada por el SAD, en dirección hacia donde había quedado con Enma. Estaba radiante sólo por la idea de recuperar a mi "niña". Cuánto echaba de menos sus curvas, su textura y el rugir de su motor bajo mis piernas... Ya falta menos, preciosa.

Llevaba unos pantalones negros, una camiseta blanca de tirantes y mi siempre fiel chupa de cuero. No tendría tanta variedad de vestuario como Mei, pero tampoco me importaba. La comodidad primaba para mí... ya habrían ocasiones especiales que requirieran hacer una excepción. Ceñida a la pierna, llevaba una muslera con mis mitones de piel y una braga para el cuello. La noche refrescaba y toda precaución era poca, mas si pretendía regresar en coche.

Vi a Enma apoyada en su coche, fumando un cigarrillo. La saludé alegremente.

-Ey, Enma. ¿Todo listo?

Estaba deseando ponerme en marcha.

Camino Virginia N-York. Una noche cerca del 20 de octubre.

Enma lanzó el cigarro al suelo y lo apagó con el pie y abrió la puerta del copiloto para Alessa. Mientras contestaba:

- Todo O.K. Ponte cómoda guapa. Bienvenida a mi templo.  

Después se sentó en el asiento del conductor, se puso el cinturón y comprobó el retrovisor. Arrancó el coche y condujo suavemente por la ciudad. El coche sonaba como un gato ronroneando.

-En la autopista, si quieres, lo hacemos rugir.

Camino Virginia N-York. Una noche cerca del 20 de octubre.

Me subí al coche cuando Enma hizo lo propio tras apagar el cigarrillo, sentándome en el asiento del acompañante y abrochándome el cinturón. Tenía que admitir que el coche estaba muy "mimado" y eso me encantaba.

-No hay nada como la libertad de conducir tu propio vehículo, ¿verdad?- expresé con mi habitual sonrisa. 

Mientras el motor rugía, no podía dejar de pensar en mi Harley. Me sentía ansiosa sólo por el hecho de volver a montarme en ella.

A poco de salir, giré la cabeza para preguntarle algo a Enma: -Oye, por simple curiosidad... ¿qué opinas de nuestros compañeros?

Celaeno, Nivel 2. 17 de Octubre de 2015. Tarde

Evans se mantuvo en su correcta postura profesional mientras contemplaba las distintas reacciones de los presentes, asintió finalmente a la pregunta de Harker.

Podemos tratar de hacerlo. Páseme su localización y miraremos de traérsela. concedió el agente mientras se ajustaba la correa de su reloj, la mirada analítica del agente localizó el pase de notitas de Enma a Alessa y Evans no pudo reprimir una mirada de ¿en serio? Espero que no tengamos que actuar como si estuviéramos de nuevo en el instituto, agente Rehnqvist. pronunció el endiablado apellido con habilidad, joder, era profesional hasta para eso. No pareció dedicarle mayor importancia al tema de las notas y se centró en solventar otras dudas que habían salido.

No tienen que buscar información por su cuenta, agente Chang. la reprendió con suavidad. Todo lo que necesiten saber trataremos de proporcionarlo, queremos que nuestros agentes estén listos y preparados. atemperó las palabras, asintiendo lentamente. Si localizan cualquier nueva información debe ser transmitida al Celaeno para su procesado, si es útil para las operaciones será transmitida con premura. Por desgracia, ahora mismo, nuestras fuentes de información son escasas. Confiamos en que en breve podamos adquirir más información.

A continuación miró a Ryan, dirigiendo un seco asentimiento a la perplejidad del joven.

Así es, agente Malone. Esta departamento se dedica a la localización, aislamiento y erradicación de toda criatura sobrenatural que suponga una amenaza para la seguridad nacional. explicó ello como si fuera fácil, añadió más tarde recordando los informes acerca de experto informático. Claro que cada uno de ustedes tendrán un papel dentro del funcionamiento del departamento, pero es importante que todos conozcan los procedimientos básicos de intervención. Eso es todo. os miró interrogante, a punto de dar paso a Reynolds que ponía muecas de impaciencia a su lado. ¿Alguna pregunta más, agentes?

Camino Virginia N-York. Una noche cerca del 20 de octubre.

-Conducir creo…–dijo como si estuviera pensándoselo de verdad- que es lo que más me gusta hacer del mundo. Y me gusta hacer muchas cosas, mucho…- Sonrió.

Conducía con soltura y el coche era muy cómodo. Sonaba, y vibraba haciendo sentir la conducción. Se notaba contento. Como un perro cuando lo sacas a pasear.

-¿Los compis? Bueno, la verdad, es como si cada uno llevara su pequeñita nube negra sobre la cabeza. La frialdad tan cool del señor Hanzo me hiela la sangre, no me gustaría ser su “sujeto de experimentación”. Mei me parece buena chica, pero con mucha, mucha, mala pata para la comunicación, creo que se está esforzando después de cagarla al principio. Ryan, bueno, creo que está siempre un poco enfadado, pero me parece un chico bastante normal. Y Samuel creo que pagaría por matar, lo veo demasiado ansioso, la verdad. En fin, una pandilla curiosa. Ya se verá. Por ahora ellos no me preocupan demasiado. Me caen bien.

Camino Virginia N-York. Una noche cerca del 20 de octubre.

Asentí ante sus palabras.

-Apenas he podido tratar con el grupo, salvo algunas palabras que he cruzado con Ojitos Azules...- dije, pensativa -Con la señorita Chang he tenido algunos roces. No sé... creo que no le caigo bien. Y el doctor Hanzo es una persona seria, pero tiene buenos conocimientos de su campo. Ambos coincidimos con la doctora Carter en el laboratorio y estuvimos charlando hasta tarde. 

Me acomodé en el asiento para disfrutar del viaje, echando la cabeza hacia atrás.

-De Ryan y Samuel no puedo opinar...y, echo de menos al grandullón, Steve, me caía bien. Una lástima que se echara atrás...

Camino Virginia N-York. Una noche cerca del 20 de octubre.

-Bueno, lo que he dicho de ellos es una mera hipótesis, tampoco he hablado mucho con nadie como para hacerme una idea consistente. Ah, el pirata aéreo, Steve era todo corazón, parecía de esas personas buenazas, sin doblez, casi que me alegro por él.

Miró a su copiloto con complicidad.

-Y con respecto a “ojitos azules”. Me di cuenta cuando saliste a la caza de Mr. Davenport en el bar. ¿Intentaste hacerle la entrada de los “extraños en el cubículo”?-levantó una ceja, ahora su acento de Nueva York era más fuerte que nunca- Es una de las numerosas técnicas de la “Ciencia de las Entradas” que consiste en entrar con alguien coincidiendo con él en un sitio pequeño, forzando un instante de intimidad perturbadora, en un ascensor, por ejemplo. Pues que sepas que yo le entré antes y… la verdad, me pareció “poco colaborador”… aunque la cagada con él fue tibia.

Ya en la autopista, la conducción se volvió un poco más rápida.

-Le intenté hacer la “entrada del hermano gemelo” que básicamente trata de pegarse una inventada e ir afinando hipótesis según la respuesta del objetivo.  Yo imaginé que una persona le habría dejado colgado y fingí que esa misma persona me había dejado colgada antes a mí también. Yo esperaba terminar invitándole a mi cuarto… pero fiasco, fiasco total.

Camino Virginia N-York. Una noche cerca del 20 de octubre.

Abrí los ojos de par en par.

-Yo... yo no le "entré" a Davenport. Había tomado demasiado bourbon y Mei me estaba volviendo la cabeza loca...- sentí que se me subían los colores. Desvié la mirada hacia el frente y me coloqué un mechón del cabello detrás de la oreja -Salí apresurada del bar porque me estaba mareando. Fui a mi habitación y disfruté de un largo baño- sonreí -. Para una mujer bajita como yo, era como estar en una piscina. Lástim que en la casa que me asignó el SAD sólo tengan una ducha. Grande, eso sí.

Enarqué una ceja mientras mis labios se curvaban en media sonrisa.

-¿En serio le entraste a James? Je... menudo valor. Es atractivo, pero también es puro hielo. No se te vaya a quedar la lengua pegada a él- bromeé, soltando una carcajada.

Celaeno, Nivel 2. 17 de Octubre de 2015. Tarde

Me sonrojé al ver que Evans se había percatado de nuestro intercamio de notitas.

-Les pido disculpas, agentes- dije bajando la mirada. 

No añadí nada más hasta que Evans preguntó si alguien tenía alguna cuestión más que resolver. Miré a mis compañeros y dije: -Yo sí, pero quisiera... formularla en privado, si no es inconveniente, agente Evans.

Qudaba un asunto que resolver, pero prefería que mis camaradas no se vieran involucrados. Bastante difícil me era lidiar ya con el agente Gus, como para que mis compañeros de equipo empezaran a conjurar erróneamente.

Camino Virginia N-York. Una noche cerca del 20 de octubre.

Enma se rió, pícara.

- Bueno, bueno, pero…si no se derritió con tu mirada angelical es que sí que es un témpano, sí. Hielo puro.

 - Yo, al final, a base de inventarme e imaginar cosas, le tomé por un cliente de un camello, o por un prostituto y le saqué la placa… a por todas, pensé, pero en lugar de asustarse y colaborar, se puso en modo gélido, puso cara de digno y empezó a quejarse de que la policía no le dejaba en paz ¿aún están con eso? me dijo cabreado… pobrecillo ¡qué cagada! -empezó a reír menos, como  tratando de ponerse seria –visto lo visto es hasta posible que haya estado involucrado en algún caso del que es un sospechoso al que no pueden culpar o un testigo de algo inexplicable. Y por eso le han estado dando la coña, para corroborar una y otra vez su versión. Traté de enterarme de quién le acosaba, por si podía echarle un cable, pero no pudo ser... acabé disculpándome en nombre del Departamento. Me sabe mal pero… Y soltó una carcajada - Noooo, no me sabe mal, no…. lo siento… cuando me meto en un papel… No he vuelto a hablar con él. No me atrevo.  

Se contuvo la risa para poder seguir conduciendo. Hasta le saltaban las lágrimas.

Celaeno, Nivel 2. 17 de Octubre de 2015. Tarde

El agente Evans tenía tanta pinta de profesor de instituto que Enma estuvo a punto de partirse de la risa. Pero logró dominarse y miró a su superior con total profesionalidad y escrupulosa seriedad. Ella valoraba mucho a las pocas personas que lograban pronunciar bien su apellido.

Cuando Alessa se disculpó, ella hizo lo propio, pero moviendo la cabeza y levantando los hombros, sin hablar.

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Ryan se frotó la nuca con la palma de la mano. 

—Je, preguntaba por las chicas... —murmuró tras obtener respuesta a su pregunta, con la mirada clavada en el suelo. Cuando Evans se volvió a prestar a que le interrogaran, alzó la mano como si estuvieran en el aula de un colegio—. Sí, eh, yo también tengo otra pregunta... Olvidé mi, ehm, medicación cuando tuve que coger el vuelo... ¿dónde puedo encontrar a un médico que me haga una prescripción? 

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¿De qué coño va todo esto? Hacía tiempo que no estaba tan aburrido, casi hecho de menos esa maldita escuela militar... por lo menos allí teníamos algo más de acción. Resolplo de vez en cuando con desdén e impaciencia, de forma que se escuche, pero sin que sea una provocación demasiado exagerada. A ratos cojo mi Dharma y empiezo a darle vueltas, son unos deliciosos momentos en los que desconecto de la realidad, aunque demasiado breves y escurridizos, muy a mi pesar...

Tras la pregunta de Ryan, y cansado ya de barajar las posibles reencarnaciones del Agente Evans. Decido intervenir.

- Yo también he olvidado mi medicación, Evans. Aunque la mía por suerte no necesita prescripción médica... - digo con una sonrisa - ¿Todo esto sirvió de algo a los que murieron en el ataque a la otra base? - Termino con un deje de ingenuidad, que esconde cierta ironía.

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Me reí con ella. Menudas ocurrencias tenía esa mujer.

-Yo nunca he tenido que recurrir a esas tácticas, quizá por eso que tú llamas "mirada angelical"- dije, sin perder la sonrisa -. No es que tenga mucho éxito con los hombres, bueno... un poco sí, pero no soy una mujer fácil y la mayoría de veces los rechazo.

Miré hacia el frente, pensativa, luego me encogí de hombros.

-Quizá estoy un poco chapada a la antigua... pero el sexo es mejor cuando estás enamorada. Sé que se produce por una variación de nuestros neurotrasmisores, el aumento de la dopamina y la disminución de la serotonina, entre otros, pero precisamente por éso, es más placentero- sonreí, esperando que Enma entendiera mi explicación biológica sobre el amor.

Camino Virginia N-York. Una noche cerca del 20 de octubre.

Enma se partió de risa con eso del amor y los neurotransmisores…

-Yo la verdad es que soy bastante más primaria que eso. Tengo hambre… hay un pastel… si puedo... ñamñam…

Luego quedó un poco en silenco.

-La verdad es que nunca me he acostado con alguien de quien me hubiera enamorado, tiene que ser lo más de lo más, miedo me da, la verdad… mi corazón está en un búnker. Soy muy cariñosa, abierta y accesible… pero luego, cuando la cosa se pone seria… me cierro en banda y escapo con mi coche. Me hago un viaje largo y cuando vuelvo, ni llamo, ni nada... soy incapaz.

Había un poco de melancolía en esas palabras.

-Ángel  - volvió a sonreír- podría ser tu nombre secreto, entre nosotras. ¿Qué te parece? ¿O prefieres otro?

Celaeno, Nivel 2. 17 de Octubre de 2015. Tarde

Evans no pareció darle mayor importancia al asunto de las notas entre Alessa y Enma, pues pasó directamente a atender las dudas que iban formulando. De nuevo su mirada recayó sobre Alessa, asintió consciente de qué clase de dudas tenía.

Después de la formación, agente Harker. Venga a verme y trataremos sus cuestiones. no abrigó ninguna ampliación más de información al respecto, con el gesto prácticamente indescifrable. Enseguida volvió la mirada hacia Malone, lo miró con cierta perplejidad, haciéndose a la idea de las circunstancias.

Bien, agente Malone. Sobre asuntos médicos.. mejor háblelo con la doctora Carter. apuntó con cierto tono resignado, aunque puede que el comentario que más pudo mostrar algo de humanidad al agente fue el de Samuel. Pues a pesar del comentario provocador, lo que encontró fue una fina sonrisa cínica.

Si quiere jugar al juego de la provocación. señaló hacia la puerta sin ninguna clase de rubor. Puede renunciar de inmediatamente a lo firmado e irse por esa puerta. No se preocupe, no habrá ninguna represalia por parte de este departamento ni nadie relacionado con él. bajó la mano llevándose las manos a la espalda. Porque si quiere apostar fuerte riéndose de los muertos, créame. frunció el ceño de un modo ambiguo y, hasta cierto punto, amenazador. Cuando lo maten, lo destripen o cualquier otra cosa que sean capaces de hacer esas criaturas.. yo no me voy a reír por vuestra suerte. Voy a lamentar que no se llevara por delante a alguna de ellas mientras lo mataban sin contemplaciones. se quedó en silencio unos segundos, no le había temblado la voz ni por asomo, perfectamente modulada y asertiva. Por favor, agente Yevdokimov. Deje su fantástico sentido del humor para los vivos, le hará mejor bien que a los muertos. 

Evans dirigió una mirada a los presentes, silencioso, esperando alguna duda más o replica a lo que había dicho. A su lado Reynolds seguía en silencio, con un gesto más suave que el agente del SAD, pero sabedor que el tema que había tocado Samuel era muy espinoso.