Partida Rol por web

Turno E-1

El camino hacia el palacio transcurrió en silencio, muchos de vosotros todavía estabais en estado de shock y era evidente que el Comandante no quería tratar ningún tema delante de sus soldados.

Una vez en el interior aquellos de vosotros que estábais heridos fuisteis conducidos a las salas de curación, donde al enano le recibieron con una gran jarra de la mejor cerveza y aguja e hilo. Dieter y Zacarías también recibieron su ración de costura.

Roderic y Thorsten, por otro lado, permanecieron reunidos con el Comandante Schutzmann, con el Alto Capitular de Sigmar Stolz y con el nuevo sumo sacerdote en funciones de Ulric, el padre Ranulf. En la reunión también estuvo el profesor Albrecht Zweistein.

Turno E-1A

Ya en la reunión el Comandante fue directo al grano. - Bien, quien me cuenta lo que ha ocurrido. - dijo mirandoos a los dos.

Turno E-1

La cerveza se hizo de rogar, al igual que mi esquiva muerte, viéndome arrastrado hacia el palacio para ser remendado cual zapato viejo; farfullé una serie maldiciones y quejas airadas pues estaba harto de aquella ciudad y sus mentiras, pero lo cierto es que me hacía falta un arreglo, y con urgencia dado mi lamentable estado

Atrás quedaba el combate, ahogado en una cerveza mas que aceptable, para ser humana, mientras me rascaba las heridas recién cosidas. Nuevas marcas en mi cuerpo que pondrían de manifiesto mi empeño por morir, mas ello no me impedía sentirme desgraciado y abatido... necesitaba nuevos retos o notaba me consumiría en la apatía.

Rebusqué en mi mochila y localicé en ella, ya olvidados, los restos del martillo que encontré en la cueva donde reposaba la calavera demoníaca viendo claro mi siguiente paso.

Si no moría al menos podría redimir en parte mis culpas entregando a los míos los restos del arma ancestral para que pudieran depositarla en la tumba del dawi caído... pero el acabar con los restantes demonios que se nos habían revelado durante el combate final me llamaba en gran medida...

Supongo que esos demonios no morirán de viejos; podrán esperar un poco mas a que llegue mi hacha- zanjé dando un último y largo trago a la cerveza

Turno E-1

Dieter se hallaba sumido en una profunda preocupación. Las palabras de Thorsten habían hablado de un demonio renacido tras la lucha. Cierto era que mucha sangre había sido derramada, pero eliminar a los cultistas había parecido en aquel momento como la decisión correcta. Ahora el sacerdote temía haberse precipitado.

La Justicia ordinaria y los dos máximos responsables de la Iglesia de Sigmar y Ulric les condujeron de nuevo al palacio del que había escapado para enfrentarse a su destino. La ciudad parecía estar más tranquila en aquel momento.

¿Qué sucederá con el juicio?

Turno E-1A

Una vez vencido el demonio, o eso pensamos, y después de que aquél nos transmitiera su amenaza entraron en la gran sala el Comandante, el Alto Capitular y el padre Ranulf. Parecía todo fruto de un mal sueño, guardias, hechicería, y algo que se nos escapaba al conocimiento. 

Mis compañeros habían quedado malheridos en su mayoría, salvo Thorsten y yo que corrimos mejor suerte. A ellos les trasladaron a otra estancia donde tratarían sus heridas, mientras se dirigía hacia nosotros el Comandante. Nos encomendó a que le siguiéramos a otra habitación donde nos encontramos con los mencionados anteriormente y el profesor Zweinstein. Teniendo enfrente al padre Ranulf y demás, el Comandante nos pide que le relatemos lo ocurrido.

- Por dónde empezar, lo que se suponía que iba a ser una misión sin sobresaltos ha resultado todo lo contrario...

Como ya le habrá contado el profesor Zweinstein, nos dirigimos al templo persiguiendo a Liebnitz que se había apoderado de la calavera, mientras él iba a por refuerzos. Una vez llegamos al templo y tras dar cuenta de un par de guardias, se escuchaban cánticos que no hacían presagiar nada bueno, al entrar en la sala principal vimos a Liebnitz rodeado de un grupo de guardias teutones, seguía con su ritual cuando irrumpimos y entablamos combate contra ellos. Cuando parecía que el combate llegaba a su fin, el cuerpo del sumo sacerdote cambió y se transformó en un demonio, que conseguimos derrotar no sin antes dedicarnos una "amenaza", la cual junto a la existencia de dos reliquias más y el regreso del que llamó Xathrodox el desollador hizo que se evaporase al momento que entrábais en el salón.

A grandes rasgos ese es el relato, y ahora pregunto yo qué son esas dos reliquias que faltan, quién es ese Xathrodox el desollador; señores, alguien sabe más de lo que cuenta?, hay algo que debamos saber mis compañeros y yo? quién es el dios de la sangre? preguntas incómodas? miré a los ojos de todos ellos...-

Turno E-2

La pregunta del Sacerdote quedó en el aire pues ninguno de sus compañeros de convalecencia tenía ni la más remota idea de lo que ocurriría al día siguiente ni en los días que estaban por venir. Y a aquellas horas de la noche el cuerpo lo que les pedía a gritos era un merecido descanso y a él se entregaron.

Todos sin excepción acusaron el cansancio acumulado y para cuando quisieron darse cuenta el medio día había llegado. 

Cuando se despertaron fueron convocados por el Alto Capitular que les comentó la situación. - Quiero daros las gracias como anticipo del servicio prestado al imperio. También confío en vuestra discreción con respecto a lo ocurrido en vísperas pues sacarlo a la luz solo avivaría la tensión entre los dos cultos y aunque hayáis derrotado a Liebnitz hemos de ser cuidadosos pues un gran mal ha causado. Para intentar paliarlo, esta tarde el Comandante, el Padre Ranulf y yo realizaremos una declaración conjunta afirmando que todo lo ocurrido era parte de una maquinación llevada a cabo por los esbirros del Caos para minar la unidad del Impero y debilitarnos para futuros ataques de Archaon y de sus aliados supérstites. Y esperemos que sea suficiente para calmar la situación. -

- Thorsten está en la biblioteca del Colegio de Teología junto con el profesor Zweinstein buscando información sobre Xathrodox el desollador y sus reliquias. Pues esto todavía no ha terminado, de todos modos podéis descansar hasta que encuentren algo, momento en el que os avisaremos. Ya habéis hecho mucho, y no estáis obligados a hacer nada más, pero todavía quedan mucho trabajo por hacer para eliminar esta nueva amenaza. Descansad ahora y ya me contaréis si estáis o no dispuestos a seguir en esto. -

Turno E 2-A

La explicación de Roderic pareció ser suficiente para las fuerzas vivas de la ciudad que sin lugar a dudas trataban de buscar una solución a aquél conflicto que no terminase en un derramamiento de sangre. Las preguntas que formuló se fueron resolviendo a medida que la conversación avanzaba y si bien se les permitió permanecer en la sala, el peso de la conversación lo llevaban los tres dirigente.

Lo cuestión más importante todavía seguía siendo cómo limpiar la acusación de Liebnitz de que seguidores del caos se habían infiltrado en el culto de Sigmar sin que al hacerlo se desacreditase al culto de Ulric de la misma manera, pues era evidente que aquello provocaría aún más tensión entre los dos cultos en vez de reducirla.

Finalmente llegaron a la conclusión de que la verdad no debía ver la luz y de que esparcirían el rumor de que el padre Liebnitz había sufrido un colapso mental y que estaba siendo tratado en una institución remota por las sacerdotisas de Shallya. Por otro lado la reliquia del icono de Sigmar se depositaría en una de las cámaras del Templo y se evitaría volver a hablar sobre ella.

Acordaron también hacer los tres una declaración conjunta afirmando que todo lo ocurrido era parte de una maquinación llevada a cabo por los esbirros del Caos para minar la unidad del Impero y debilitarles para futuros ataques de Archaon y de sus aliados supérstites.

Tras el acuerdo inicial llegó el momento de hablar acerca de las reliquias y de Xathrodox el desollador, y si bien pudieron explicarle a Roderic que el dios de la sangre no era sino otro de los muchos nombres por el que se conocía a Khorne uno de los cuatro dioses del Caos, ninguno sabía nada sobre las otras cuestiones.

El profesor Zweinstein se ofreció junto con los medios disponibles en la biblioteca del Colegio de Teología para investigar sobre la cuestión, invitando a Thorsten a colaborar con él en la búsqueda.

Tras ello, y ya a altas horas de la madrugada la reunión se disolvió. Había que llevar a la práctica los acuerdos alcanzados en aquella productiva sesión.

Roderic era libre de irse a descansar o lo que desease hacer a condición claro estaba de guardar silencio sobre los acontecimientos ocurridos en vísperas y le pidieron que se mantuviese localizable por si requerían de sus servicios.

Thorsten por su parte, acompañó al profesor al Colegio de Teología a iniciar la búsqueda de información sobre Xathrodox el desollador y sus reliquias.

Turno E-2

El cansancio acumulado dio paso a un largo y pesado sueño en el cual el pesar fue substituido por un hambre lobuna mientras el pragmático mago buscaba información sobre el demonio. (Tendré que hablar con él para que me diga dónde tengo que ir a morir, pensé mientras ponía rumbo al barrio enano)

Se hacía evidente que mis andanzas hacia las montañas no serían, como poco, hasta que solucionara el asunto del demonio si acaso sobrevivía al enfrentamiento, cosa que esperaba no ocurriera, con lo que no podía dejar que aquella reliquia se perdiera y mucho menos confiar en otro para que realizara semejante misión... a menos que fuera un enano

Con las ideas mas ordenadas después de que el duro y reconfortante jergón las pusiera en su lugar dejé atrás el lugar de reposo para hablar con mis semejantes de aquel asunto antes de volver a embarcarme en lo que esperaba no fuera otra red de engaños y mentiras.

Los enemigos se tienen que poder identificar a simple vista- rezongué dando una patada a una piedra suelta, descargando mi frustración mientras recorría las calles de Middenheim como un alma en pena, con la cresta apelmazada y los hombros caídos...no haber encontrado la muerte, que había estado tan próxima, me había afectado más de lo que hubiera creído en un principio y ahora, sin ninguna lucha en el horizonte mientras el mago rebuscaba en sus libros, me estaba devorando la apatía y el pesar.

Turno E 2-A

Todos los sucesos estaban todavía asentándose en la mente de Throsten. Jamás había necesitado canalizar los vientos de la magia como aquella noche. ¿Se vería contaminado por la presencia maligna frente a la que había combatido?

Mientras los demás hablaban, Thorsten se sumía en estos oscuros pensamientos, y en la imagen del fuego de Ulric, siendo consumida. Observó su marca una vez más, y esto le recordó que ahora era su responsabilidad que el fuego de la humanidad no se extinguiese nunca.

Su mente volvió a la conversación justo cuando escuchó las palabras del Comandante, dejando claro que el asunto debía quedar en secreto. ¿Acaso no acabábamos de sufrir por culpa de los secretos de otros? ¿Como íbamos a seguir nuestra misión sin poder explicar lo sucedido aquí?

Lo mejor sería colaborar...por ahora...

Thorsten estaba ansioso por descubrir qué era lo que había corrompido la mente de Liebnitz, por lo que se dirigió junto con el profesor Zweinstein a la biblioteca a dedicar el tiempo que fuera necesario hasta encontrar la raiz del problema, o el camino que llevase hasta las demás reliquias.

Durante casi una jornada entera, apenas descansando cuando las fuerzas no le permitían mantener los ojos abiertos.

Estuvo tentado varias veces de compartir sus dudas acerca del secretismo con el profesor, pero decidió que sería algo que compartiría con sus compañeros.

Turno E-2

La calma tras la tormenta había llegado, pero parecía ser el ojo del huracán. Un demonio de escalofriante nombre había sido convocado al Viejo Mundo y la Iglesia de Sigmar seguía amenazada. Dieter continuaría ofreciendo su martillo para defenderla, ahora como sacerdote.

Soy un servidor de la Iglesia de Sigmar y el Imperio. Haré cuanto esté en mi mano por protegerlos, aunque eso suponga enfrentarme a la más terrible de las criaturas del Caos.

Así lo dijo y así lo sentía.

Turno E-2

Por fin tenían un poco de tranquilidad y calma para poder descansar el cuerpo y la mente, habían sido unos días intensos, habían estado muy cerca del fracaso pero por obra de Sigmar habían conseguido salir adelante aunque por los acontecimientos que habían ocurrido el sabor era agridulce, en vez de acabar con la amenaza todo indicaba que había empezado. Después de descansar lo mejor era disfrutar de los días que tenían libre, no sabia hasta cuando volvería a tener tiempo para ello, y que mejor manera que darle salida a las monedas de Kurdrim...

Turno E 2-A

Una vez expuesto mi relato sobre lo sucedido, permanecí con ellos muy atento a todo lo que en la sala se estaba diciendo. Consensuaron un acuerdo acerca de la "verdad" de lo sucedido sobre Leibnitz y el destino de la reliquia que quedaría confinada en el templo. También hablaron sobre el dios de la sangre y las demás reliquias; con ciertas dudas y ya de madrugada terminamos la reunión. Debía mantener el secreto de lo acordado, todavía quedaban preguntas sin resolver y habría que ser cauteloso. Me sentía algo cansado después de la intensa jornada, vi como Thorsten se iba con el profesor en pos de averiguar algo más sobre las reliquias y Xhathrodox, les deseé suerte en su búsqueda. Antes de retirarme a mis aposentos a descansar un rato,  me acerqué a la otra sala donde estaban mis compañeros a ver cómo estaban.  

El juicio se resolvió sin mayores complicaciones a puerta cerrada. Desaparecido el sumo sacerdote y con las declaraciones a favor de Bauer procuradas Thorsten, Kurdrim y las del testigo fallecido, el tribunal no encontró razones para condenar al cazador de brujas, que discretamente, tras el juicio y una breve despedida, salió junto con sus compañeros de la ciudad del Lobo Blanco.

Thorsten,  por otro lado, no os dejó demasiado tiempo para descansar ni para dedicaros a vuestras cosas y al final del día os reunisteis todos de nuevo con el Comandante, el Alto Capitular de Sigmar, el nuevo Sumo sacerdote en funciones de Ulric y el profesor del colegio de teología.

El aplicado mago, con ayuda del profesor había encontrado la siguiente información. Lo primero fue una antigua vitela con una especie de profecía:

El desollador rojo: orgulloso y despiadado
Este hijo de Khorne escupió en el rostro a su padre
El dios de la Sangre drenó su carcasa
pero la esencia del desollador rojo pervive.
Vive en la calavera de bronce
Vive en la daga de Yul K'chaum
Vive en el cáliz de la ira
Atrapado y vinculado el ansía sangre
El desollador rojo se alzará de nuevo.

Lo segundo que encontró fue una referencia en un fragmento del diario de un sacerdote de Ulric sin identificar en el que se señalaba lo siguiente:

"Mis contactos en la capital me dicen que una reliquia sin identificar ha sido llevada a Altdorf por uno de nuestros enemigos. Por la breve descripción parece que podría ser la daga de Yul K'chaum. Como aquel artefacto, este es descrito como una daga de hierro inscrita con runas negras de poder. Su cazoleta tiene la forma de una calavera con tres ojos. 

Me dirijo en estos momentos a Altdorf. Si esta es la daga de yul K'chaum, tiene que ser alejada de las manos de la gente equivocada a toda costa."

- Sé que no es mucho para empezar. - señaló el profesor Zwestein - pero me temo que con una parte de Xathrodox liberada el tiempo es esencial. He escrito una carta de presentación a un colega en Altdorf. Dieter Klemperer es un mago celestial y alguien en quien podéis confiar para ayudaros en esta misión. Es vital que encontréis la daga antes de que los esbirros del desorrador rojo lo hagan. Ellos lo liberarían del artefacto y es algo que no podemos permitir. Por suerte, aunque una parte de su esencia haya sido liberada todavía está débil. Las esencias contenidas en la daga y en el cáliz deben ser destruidas si queremos prevenir la vuelta de Xathrodox.-

- Mientras buscáis en Altdorf yo continuaré con la búsqueda del cáliz de la ira aquí. Si encuentro cualquier cosa útil os la enviaré a través de Klemperer. Que Sigmar y Ulric os guíen en vuestro viaje.-