Partida Rol por web

El disparo atravesó, certero, la cadera de aquel malnacido antes de que éste se desplomara en el suelo. Pero no debía confiarme, pues se trataba, efectivamente, de un ghoul y ya estaba empezando a curar su herida a pesar del dolor y el miedo. Aún así, mi determinación era espantosamente implacable, demasiado para que un simple hombre la pudiera aplacar de ninguna manera.

- Pórtate bien y todo te irá mejor - le dije de manera fría y despiadada mientras daba una patada al bate para alejarlo de él sin dejar de apuntarlo - Es más, si me dices para quién trabajáis y porque asaltasteis nuestra casa tal vez te deje marchar de aquí sin incrustarte otra bala entre ceja y ceja.

Aquel hombre ya estaba muerto. Sus únicas opciones eran la de darme aquella información a las buenas o sufrir en el proceso. Más.

Bastian hiere certeramente al tipo de la escopeta, sin embargo éste aún no desfallece y a pesar del feo agujero de bala entrecierra un ojo y vuelve a levantar la escopeta hacia Toxic, más que dispuesto a llevársela por delante antes de caer... por desgracia para él eso no llega a ocurrir, pues la vampira ha sido más rápida y enseguida está sobre él, cortándola la cabeza de forma limpia mientras de fondo, en el interior del local, se escuchan más ruidos de disparos y de peleas. Según parece Odín no tiene intención de aparecer por aquí.

Para entonces Bastian ya es visible para todos después de haber delatado su posición, pero eso no consuela demasiado al tipo de la linterna, el cual, armado sólo con una pistola de 9mm, se gira en redondo y empieza a correr en dirección a los vehículos hasta chocarse contra uno. Intenta abrir la puerta torpemente pero acaba por espetar otra palabrota al darse cuenta de que las ruedas no le llevarán a ningún sitio. Aún así insiste con la llave hasta conseguir hacerla girar para abrir la puerta.

Me acerco un poco al tipo y vuelvo a dispararle. Por la espalda, sin que pueda ver de donde le viene el disparo aunque claramente sabe de quién...

No podemos dejarte escapar...

 Aprieto el gatillo de nuevo y le disparo. ¡BANG! Otro disparo resuena en el aire, creo que le he dado de lleno. Me acerco apuntándole con la pistola para darle el tiro de gracia si es preciso. Quiero comprobar que está muerto del todo.

- Pilla la escopeta... - le digo a Toxic mientras camino hacia el matón de la linterna con sumo cuidado

No dejes ninguna arma que puedan usar de nuevo contra tí...no podemos fallar...

- Cúbreme... - le pido a Toxic ya que podrían dispararme desde la casa si Quincey no ha tenido suerte

Debería ofuscarme e intentar colarme en la casa despues...

Tras cortar la cabeza del tipo de un fuerte y seco tajo se queda observando la perfección de su golpe y como la sangre brota como si fuera un cuadro de arte. El otro hombre parece darse cuenta de su cara psicópata y lo que es capaz de hacer por lo que sale corriendo como una rata asustada, pero no, eso no había acabado ahí para él. Le siguió a toda velocidad con una pequeña risa, divertida de jugar al gato y al ratón o mas bien al vampiro y al ghoul con esos cabrones asesinos.

No,no,no.. ¿donde vas?

Cuando él ya ha logrado abrir la puerta ella llega para abalanzarse con su espada tratando de empalarle antes de que intente huir.

Veo como Toxic se abalanza también hacia el tipo de la linterna y le clava el espadón.

- Bueno ese creo que no se va levantar...

Miro al interior de la casa y me agacho por instinto.

- Deberíamos entrar ahora y ayudar a Quincey y Odín...

El olor de la sangre hace que mis colmillos afloren, la verdad es que con la cara de niño que tengo no doy mucho miedo. Con los colmillos por lo menos asusto un poquito.

El tipo te escucha y acaba apretando los dientes con un gruñido de frustración, desviando su mirada un segundo hacia Gabrielle cuando tu propia mirada comprueba su estado de reojo.
El ghoul os mira a ambos alternativamente y traga saliva entonces. Tiene bastante claro que no va a salir de ahí, al menos no de una pieza, si no es que esos ruidos y disparos que se escuchan fuera significan que sus compañeros han liquidado a alguien, pues cada vez se escuchan menos y poco a poco la calma vuelve a apoderarse del lugar.

-Teníamos órdenes, eso es todo. No voy a traicionar a mi Señora así que haz lo que quieras, de todas formas tendré que ser el cabeza de turco, ¿no? No eres mejor que nosotros...- en cierto modo parece que esa idea le consuela un poco y tras componer una sonrisa torcida se arma de fuerza con un quejido y se lanza hacia ti con toda la intención de derribarte para que caigas al suelo.

Bastian dispara certeramente sobre su objetivo y este cae de rodillas sosteniéndose el costado agujereado entre maldiciones y palabrotas, pero a pesar de ello levanta su brazo para apuntar a Toxic, al cuál se acerca peligrosamente a su posición blandiendo su afilada katana.
El tipo dispara. Tiene muy buena puntería a pesar de su estado, quizá es que fuera realmente un buen tirador o que haya tenido suerte pero atraviesa el estómago de la daeva limpiamente. Si se trata de una humana se vería en problemas severos pero su carne muerta ya no recibe los balazos del mismo modo y su agujero no sangra tanto como debería... aunque sin duda acumulado al de la escopeta resulta doloroso e incómodo.

Quizá sea por eso que Toxic no se lo piensa dos veces y hunde su hoja en el pecho del pobre infeliz hasta que éste deja de moverse del todo, acabando de desangrarse en el propio suelo y desprendiendo un fuerte olor a sangre que despierta un poco el apetito. Pero ambos estáis bastante bien servidos, no os descontroláis por ello.

Parece que en el exterior ya no queda nadie más a quién abatir y en el interior han dejado de oírse los disparos, golpes y gritos así que los combates parecen haber ido cesando en toda la zona. ¿En qué estado estarán los demás? Bastian ya se dispone a aproximarse al local y de hecho lo hace, pero no llega a entrar, primero comprueba que su compañera le siga sin demasiados problemas... aunque tiene algo de mal aspecto, hay que admitirlo.

Desde fuera puede distinguir que dentro de la cafetería ya no se mueve nada ni nadie. Una pequeña linterna en el suelo ilumina el cuerpo de una mujer robusta y desconocida degollada y con los ojos abiertos de par en par, lo demás queda en penumbra a pesar de sus habilidades a menos que se acerque más.

- Toxic...¿estás bien?...cúrate esas heridas...hay recipientes de sobra para recobrar fuerzas...

Examino bien la entrada pero de momento no me atrevo a entrar. Me agacho para no ser un blanco fácil y avanzo despacio y vigilando las puertas y ventanas. Apunto a donde miro para poder disparar en el acto.

Debería de decir algo...

- ¿Chicos estáis ahí? - pregunto en voz alta y esperando escuchar una respuesta positiva.

Tras hablar me muevo un poco y me quedo quieto esperando respuesta antes de entrar. La escena de dentro de la cafetería no es prometedora, esa mujer está degollada puede ser obra de Odín...Puede que todo haya salido bien al final.

Augh.. joder.. umppfftt.. escuecen.

Maldice por lo bajo mientras termina de desatascar la espada del cuerpo del ghoul. Tras ello enfunda y observa su maltrecho aspecto con una mueca de fastidio pero rápidamente sus heridas comienzan a cerrarse cuando se concentra en sanarlas con el poder de su sangre- Bendito Caín, menuda me ha dado ese cabrón..-mira pensativa hacia la escopeta y el cadaver una vez se encuentra recuperada. Recuperada y hambrienta.

Sí, estoy bien. Dame un momentito..

Ese esta decapitado, habrá perdido mucha sangre ya. Mejor tú.

Se agacha junto al recien difunto ghoul y hinca los colmillos en su cuello para absorver la sangre aún caliente del hombre y así recuperar sus energías algo trastocadas tras tener que curar todos esos feos balazos.

Entrecerrando los ojos escuché el desafío que aquel pobre demonio se atrevía a hacer, aún en aquel estado. Pero si se pensaba que iba a salirse con la suya estaba claro que no sabía con quién hablaba. Esbocé una sonrisa, a medio camino entre la burla, el odio y la pena. ¿Igual que él? Es sorprendente cómo el ser humano es capaz de autoconsolarse...

- Yo no asalto hogares ajenos sin motivo dejando un muerto hecho pedazos en medio de una orgía de sangre. ¡Ni secuestro, mutilo o violo a una pobre muchacha!

No pude evitar subir el tono de voz a medida que hablaba hasta que terminó casi en un bramido culminado por el estallido de mi revolver al disparar sobre el ghoul que se levantaba, desesperado, en un intento de embestirme.

-Estoy bien...- la grave y desapasionada voz de Odín quiebra la oscuridad volviéndola algo más segura, aunque aún así resulta difícil ubicarle del todo hasta que entráis en el interior del maltrecho local y el reflejo de las distintas linternas os permiten situaros mejor.
La vieja cafetería tiene tan mal aspecto en su interior como en el exterior. Apenas quedan muebles en pie exceptuando la barra, algún taburete volcado y la tosca mesa que debían estar usando los hombres que defendían el lugar. El silencio es aplastante y parece que realmente no queda nadie más por ahí.

Mientras analizáis el lugar y vuestra vista se acostumbra, Odín centra su atención en vosotros silenciosamente. Una vez está seguro de que ambos estáis bien a pesar de las evidentes heridas de Toxic, vuelve su atención a una puerta parcialmente abierta en la parte más alejada del local.

De ese mismo lugar llega repentinamente una exclamación, mitigada por la distancia, pero aún así reconocéis la voz de Quincey.
-....¡Ni secuestro, mutilo o violo a una pobre muchacha!- parece que está hablando con alguien, o algo similar, pues al instante siguiente resuena el sonido de un disparo y un grito de dolor por parte de un hombre.

- Fuera dejamos dos cadáveres... - le digo a Odín informándolo - ...habrá que ocultarlos antes de irnos...

Escucho a Quincey decir eso y luego el disparo. Puede que lo que esté diciendo es lo que le acaban de hacer a Gabrielle. Me acerco a Odín y le pregunto:

- Gabrielle ¿dónde está?

Espero que la hayamos salvado, no me gustaría pensar que todo lo que hicimos no sirvió de nada...

Examino luego la estancia más detenidamente en busca de algo que llame mi atención. Si encuentro un móvil o un ordenador podría averiguar quién encargó esto; al fin y al cabo algunos de ellos eran ghouls y puede que todos.

- Deberíamos mirar si encontramos algo que pueda llevarnos al que ideó todo...¿no os parece? - comento a los presentes

Me encantaría saber quién es el hijo de puta que planeó esto...así pondríamos cara a un enemigo al menos...

Ante tu grito y el nuevo disparo, Gabrielle vuelve a encogerse un poco sobre sí misma, hundiendo la cabeza entre sus propios y semi-amoratados brazos mientras el hombre grita nuevamente con desesperación y dolor.
Se revuelve en el propio suelo, llevándose la mano a la nueva herida que queda claro que ya no es capaz de sanar así que empieza a sangrar pero no con demasiada profundidad.

-Maldito cabrón... ¡no te diré nada!- espeta con enérgica convicción. Hay que admitir que por el momento le echa valor y voluntad pero todos tenemos un límite, ¿no es así?
Te mira desfiante y apretando los dientes, está claro que si fuera por él te volaría los sesos ahora mismo pero los gritos y disparos ya han cesado en el exterior y nadie llega así que es poco probable que sus compañeros vayan a salvarle el pellejo. A menos que estuvieran tramando algo extraño.

El silencio es entonces interrumpido por una voz mucho más suave y dulce pero quebrada.
-Yo lo sé- Gabrielle consigue sacaros a ambos del duelo de fulminantes miradas y el ghoul al que amenazas empieza a ponerse pálido cómo la cera al darse cuenta de que ella tiene razón: lo sabe.

-¡Pues tú tampoco dirás nada!- exclama entonces volviendo a toamr el control de sí mismo. O quizá sería más adecuado decir el descontrol. A pesar de la herida en la pierna cojea torpemente e intenta aproximarse a Gabrielle lo más rápido posible, aunque eso no es demasiado... Parece poco dispuesto a colaborar, eso está claro.

Se relame cuando termina de vaciar el cádaver pero aún así mira bastante insatisfecha al cuerpo arrugado- Tengo que aprender a matarlos sin que sangren tanto.. menudo desperdicio-se lamenta y finalmente termina levantándose y secándose los labios con la manga sucia de sangre seca y medio rota de algun perdigón.

Ya estoy lista - susurra cuando va acercándose a Bastian y terminan entrando los dos al oir la siempre optimista y animada voz de Odín - Ey, se te ve contento, ha salido todo bien entonces, no?-sonríe levemente y niega al ver que mira sus heridas- Estoy bien, estoy bien..me curaré estos rasguños en cuanto encuentre otro filete.

Asiente a la pregunta de Bastian.

Eso, ¿Y Gabrielle?-comenta, pero mientras él se ocupa de buscar pistas, ella no puede evitarlo y se acerca hacia la puerta entreabierta a cotillear un poco.

Mi disparo impactó de lleno en la pierna del secuestrador, lo cuál le hizo caer de nuevo irremediablemente. Aún así, ya fuera por el vínculo que le unía a su domitor, ya fuese por pura tozudez, continuaba negándose a ceder. Al menos por el momento, pues si su convicción era grande la mía lo era aún más.

Pero no hizo falta llegar a más. La pobre Gabrielle, a pesar de su estado, parecía que aún continuaba allí, aunque se me partió irremediablemente el alma al escuchar su débil voz. La miré por unos instantes, apenado, compasivo...

Enamorado.

En aquel momento comprendí que nada podría detenerme. Que nadie podría arrebatármela. Que no dudaría ni un ápice en protegerla a costa incluso de mi vida. Que todos los años de estudio e investigación, de la búsqueda y al mismo tiempo huida inconsciente de la verdad, eran ínfimos comparados con aquel momento. Y me odié a mi mismo por ello. Y maldije a todos los cielos por mi suerte y mi desgracia.

Observé la reacción de aquel hombre como si de un vídeo se tratase, en un estado de profunda y cruel enajenación. Mi mano volvió a levantarse y apreté el gatillo. Una y otra vez. Hasta que las balas de mi revólver se agotaron. Hasta que cualquier peligro que acechase a Gabrielle hubiera sido fulminado. Eliminado. Nadie, jamás, volvería a hacerle daño.

-Aún no he encontrado a Gabrielle pero si no me equivoco Quincey sí. Creí oportuno que él se encargara de ese asunto- responde con una lógica algo fría a vuestras preguntas entorno al estado de la ghoul. Después asiente a Bastian y mira el cadáver de la mujer degollada y el de otro tipo que yace en un rincón más oscuro. Lo cierto es los ropajes de odín esta vez también presentan agujeros y algunos cortes.

-Los he revisado pero no llevan ningún tipo de información encima y aquí no hay nada. Tal vez deberíamos indagar en esos... automóviles de fuera. Quién sabe- propone arqueando una de sus cejas. O al menos ese es el gesto ya que en realidad carece de ellas.

Por su parte, Toxic se acerca con cautela a la puerta entreabierta hasta poder asomarse, pero lo único que se presenta ante ella es un oscuro y pequeño pasillo con unas cuatro puertas. Supone que antiguamente dieron acceso a servicios, almacenes y cosas así. Están todas abiertas pero es de una situada bastante al fondo de la cual proviene una voz de hombre desconocida:

Cita:

Y seguidamente resuenan bastantes disparos continuados, unos cuatro en total. Al parecer a alguien le ha apatecido vaciar todo su cargador de manera drástica.

- De todas formas sería bueno llevarnos los móviles y objetos de valor...no es que me guste robar a los muertos pero teniendo en cuenta lo que nos está pasando...a lo mejor tenemos que empeñar objetos en un momento de apuro...

En los coches va haber una cosa fijo...el seguro...y si hay suerte puede que en los maleteros haya cosas interesantes...habrá que mirar...

- Si los coches tienen documentación podemos saber quién paga el seguro...o dónde los alquilaron si es que no son de ninguno de ellos...

En ese momento escucho la voz de hombre desconocida y luego varios disparos. Apunto con el arma a la puerta donde está Toxic y le digo:

- Toxic prepárate por si acaso...puede que el que disparara no fuera Quincey...

Joder...espero que no le haya pasado nada...es lo que nos faltaba...

Clavo una rodilla en el suelo y apunto con el arma a la puerta. Miro a Odín y no se que decirle, la verdad es que lo de dar órdenes no va conmigo mucho.

-No, ninguno llevaba nada de eso... están vacíos, simplemente. Fueron algo listos en ese sentido- entonces Odín mira al hombre que yace en el suelo y parece recordar algo -Creo que ese tenía uno de esos pequeños teléfonos- tampoco parece del todo seguro, al fin y al cabo no sería la primera vez que confunde un móvil con un gps, una agenda electrónica o incluso una PSP.

Tampoco os da tiempo a seguir charlando y registrar nuevamente los cadáveres, los disparos os hacen volver a adoptar una actitud defensiva que Odín acompaña desenfundando su extraña... lanza, por llamarla de alguna manera. A saber de dónde consiguió una arma así.

Mira de reojo como Bastian se posiciona y después Toxic, así que os hace un gesto con la cabeza indicándoos que va a adentrarse en el pasillo... y así lo hace, al cabo de poco dejáis de verle pero no se producen más ruidos alarmantes.
Tras apenas un par de minutos, el nosferatu vuelve hasta vosotros desprovisto de su habitual gabardina. Parece como si repentinamente los hombros le pesaran más.

-Ambos están bien, aunque la joven quizá tarde en recuperarse- os informa con su habitual neutralidad, saliendo del local para esperaros fuera. Él no tiene mucho más que hacer en ese sitio.

Disparas con cierta furia homicida una bala tras otra. Quizá alguna no impacta todo lo bien que querrías pero poco importa, después de cuatro disparos el tipo yace irremediablemente muerto en su propio charco de sangre y el cañón de tu pequeño revólver todavía humea por su reciente y acelerada acción.

El silencio se cierne entonces por completo en el escalofriante lugar semi-abandonado y es entonces cuando distingues sonidos provenientes de la entrada principal.
Tus posibles dudas quedan disipadas cuando Odín aparece de la nada en el interior del almacén. Observa a todos los presentes, incluyendo el muerto, sin que su expresión cambie demasiado, sin embargo sus hombros parecen hundirse al constatar el estado de Gabrielle.

Ni siquiera hace intención de acercarse a ella, sencillamente se quita su habitual gabardina, ahora llena de algunos cortes y agujeros de bala, y te la tiende a ti para que te encargues del cuidado de la ghoul. Al fin y al cabo nadie mejor que su domitor para eso.
Te da una palmada en el hombro al retirarse y pronto se pierde por el pasillo, donde su voz apagada y amortiguada por la lejanía es acompañada de otras. Toxic y Bastian probablemente.