Partida Rol por web

Traishor ve a sus enemigos pero como todavía esta dolido prefirió no atacar y decidió que atacase su lobo moviéndose hasta el Hobgoblin que había al lado del enano, derribándolo. 

El goblinoide cayó bajo el peso del compañero del druida con los colmillos cerniéndose sobre el cuello de su víctima como si fuesen una multitud de diminutas espadas. Un estertor en el suelo y su posterior quietud indicó que la criatura había muerto.

Una sonrisa de alivio se dibujó en el rostro del Gnomo cuando vio como el lobo acababa con uno de esos bichos, entonces disparó una nueva flecha que esta vez alcanzó a su objetivo mientras retrocedía para alejarse de su enemigo.

¡Lo sabía!

Había averiguado que aquella construcción era de unas criaturas goblinescas pero no esperaba que hubiera allí más que ratas. Tal cual se había ido el gnomo volvía correteando advirtiéndoles del peligro. La lámpara que Ogna portaba en la mano temblaba ligeramente  cuando su brazo hacía lo mismo por el miedo y el cansancio de llevarla. 

Dudó un momento sobre si esconderse y preparar el arco pero luego vio atacar feroz al lobo de Traishor y se envalentonó. 

Ogna la porta-antorchas, azote de los hobgoblins.

Se acercó con cautela, en posición defensiva y atacó con su fina hoja, penetrando por el hueco que dejaba las placas metálicas de la armadura. Notó como atravesaba el cuero y pinchaba la carne, no tan tierna coo la de las ratas pero aún así indefensa para el acero puntiagudo del estoque.

A Kormack todo el asunto le pillo como el mismo diría "cagando". Vio a Zanc pasar gritando. Preparó su hacha y cuando vio aparecer  al hobgoblin por bocazas perdió su oportunidad. Toma bellaco, cremita parrra tu coco... - Y una sombra se abalanzó sobre su presa. El hacha por poco se le escapa de las manos. Por suerte la tenía bien agarrada - Maldito chucho ese errrrrra mío - Gruñó al lobo  que había demostrado ser increíblemente rápido. Sólo pudo ver como el otro trasgo recibía un flechazo y un espadazo... - Que genio tiene, señorrrita - le dijo a Ogna al ver como no sólo tenía una antorcha. También un monda dientes. Uno muy mortífero claro... Ahora si que aquella chica le daba miedo, antes sólo podía quermarlo, pero ahora - Gulp! - También podía degollarlo.... Su rostro daba miedo, parecía que tenía una calavera sobre el rostro. Aquellas ojeras... Esa niña no dormía. ¿Qué espíritu maldito la atormentaba? ¿Que recuerdos rememoraba? Hmmmm...  - Gruñía pensando el enano.

El estoque de Ogna puso punto y final al rápido encuentro con los hobgoblins. El último que quedaba en pie se cayó lentamente mientras miraba incrédulo la empuñadura del estoque que le había atravesado el corazón, muy cerca de donde la flecha de Zanc había impactado. La afilada arma se liberó automáticamente cuando el goblin cayó de espaldas frente a la muchacha con la mirada perdida en el techo de la habitación.

Se podría haber esperado que tras el combate reinase el silencio pero algo más estaba por suceder. Desde el fondo del pasillo llegó hasta ellos una risa diabólica que crecía en intensidad y se hacía insoportable en un momento dado. 

¿QUIENES SON LOS SUCIOS AVENTUREROS QUE OSAN INTERRUMPIR EL DESCANSO DEL CABALLERO NEGRO? - Preguntó una voz desconocida. Pequeñas volutas de polvo cayeron sobre las cabezas de los compañeros cuando el ser finalizó su pregunta. La voz gutural sin duda provenía de una criatura que hacía muchos años que debería haber abandonado éste mundo pero por alguna causa desconocida aún persistía anclado a este plano.

¿Puede que fuese esta la advertencia que Spujnur pretendía hacer cuando cayó fulminado por el rayo?

- Más bien es la necesidad. Soy la pequeña de ocho hermanos.- Respondió al enano. Se acuclilló junto al cadáver sanguinolento del hobgoblin y comenzó a registrar el cuerpo sin reparo. Cualquier cosa que encontrara estaría bien. Pero además de eso, Kormack pudo ver como la chiquilla metía el dedo índice en la herida que había abierto antes el estoque. Sopesaba así la profundidad, el tacto, la temperatura, etc. Casi parecía extasiada. Hacía lo mismo con la herida de la flecha del gnomo, comparándola con la suya.

Cuando escuchó la horrible voz de ultratumba se puso de pie inmediatamente tratando de hacerse escuchar con su vocecilla. Rápidamente hizo una seña a Kormack y los demás  con la mano para que le dejaran hablar a ella.

- No somos sucios aventureros, oh temible Caballero Negro. Simplemente vamos acompañados por un miembro de la peculiar raza de los enanos.- Quizá hubiera llegado hasta él el peculiar olor que emitía Kormack.-Simples aventureros buscando refugio de las tormentas. Nuestros compañeros han caído y buscábamos refugio cuando nos vimos sorprendidos por lo que creo que eran ladrones de tumbas.- Realmente Ogna no metía. Esos hobgoblins se habían introducido allí por algo, seguramente nada bueno. Miraba nerviosa hacia sus compañeros. Si su perorata no salía bien deberían pensar en algún plan "b".

Lejos de apabullarse, Kormack salió en medio del pasillo y gritó con igual fuerza que le habían hablado - Aquí está KORMACK EL UNICO HERRRRREDERO DE LOS QUIEBRRRRRANTAHUESOS! Maldito hijo de perrrrrra! DILE A TU MAMI QUE TIE DEJE SALIRRRRR A BAILARRRR!! Ja, le voy a pintarrrr a iese de colorrrado lo que no he pintado a estos dos! VAMOS VEN, QUE ESTOY CALIENTITO!!! Jua Ja Ja ja. Prepiarrraos amigos! Esta noche no habrrrá cena de elfos... Habrrrá manjarrress de dioses! Jua ja ja ja!!!  - El enano golpeaba el escudo con su hacha mientras reía e incitaba a la criatura a besar su culo.

Se pudo escuchar claramente cómo el no muerto descendió de su tumba y puso los pies en el frío suelo de la habitación contigua. Una corriente de aire helado llegó por el pasillo y sacudió los pelos de la barba del enano Kormack.

¿Llamáis ladrones de tumbas a mis siervos chiquilla? - Preguntó oculto para los ojos de la muchacha desde la oscuridad del pasillo. Kormack interpuso su compacto cuerpo entre ambos interlocutores e incitó al no-muerto para intentar atraer hacia él las iras del Caballero Negro.

Serviréis de alimento a mi alma y me ayudaréis con vuestra sangre a regresar al exterior y recuperar lo que es mío por derecho!!! ARRRRRGGGG - La criatura volvió a rugir y más polvo cayó del techo, ésta vez acompañado de algunas pequeñas piedras. 

Un frío recorrió la espalda del Gnomo cuando escuchó la gutural voz de aquella criatura... -Estamos perdidos.- Pensó Zanc cuando la imprudencia de Kormack hacía enfadar aún más a aquel engendro, pero entonces algo más pasó por la mente del pequeño Gnomo, algo que lograría cambiar su semblante... -Si aún hay un guardián en este lugar, es porque deben haber tesoros... Ummmm si, debo encontrarlos, pero ¿como explorar este lugar con esa cosa interfiriendo?...-  En ese instante miró hacia la alcantarilla mientras sacaba sus herramientas de la mochila... -Quizás pueda encontrar otro camino por las alcantarillas- Sin decir nada se acercó a la rejilla e intentó desarmar los pernos o lo que sea que la mantenía fija al suelo.