Partida Rol por web

Al final, por pura necesidad, todos acabaron transigiendo con más o menos dificultad. El sueño, las heridas y el cansancio eran sensaciones demasiado humanas y ninguno estaba corto a la hora de experimentarlas. El sótano no era un lugar ideal para el descanso, los colchones estaban llenos de polvo e insectos, por no hablar de lo duros que eran, pero al menos, era un techo libre de corrupción y donde poder descansar.

Para todos fue una mala noche aunque ayudó a recuperarse un poco de las heridas. Las pesadillas asolaron al grupo de un modo u otro y el protagonista de dichos perturbadores sueños no era otro que el fantasmagórico esqueleto que los perseguía, alcanzaba y destripaba de una manera dantesca... aún así, la gloria del Emperador los protegió y a la mañana siguiente se encontraron reposados y con menos dolores internos, aunque algunos, como Gaius e Ilium seguían bastante doloridos en comparación con el resto... deberían evitar cualquier clase de enfrentamiento o no lo contarían.

Cuando se despertaron, Jeremias estaba en mitad del pasillo de las camas con el semblante serio y flanqueado por dos de sus hombres, que como él, iban igual vestidos aunque con los rostros cubiertos dejando solo entrever sus ojos.

Bien... el sol ha salido ya y tenemos un largo camino que recorrer hasta llegar a StoneTown - su voz sonaba algo imperiosa, como que no dejaba lugar a la queja o a la evasión de lo que pedía - unas cosas que quiero que queden claras a partir de ahora... vosotros, no existís, si los amos oscuros se enteran de que hay un grupo de Imperiales fuertemente armado en este planeta, traerán más refuerzos de los esperados por el mero accidente - si, mero accidente, curiosa forma de referirse a un carguero pesado estampandose contra la superficie del planeta - en la ciudad os esconderemos en los sotanos hasta que sepamos si han traído refuerzos. Tercero, mi clan no mora la ciudad, estamos en un lugar apartado y secreto al cual no sois bienvenidos - no estaba siendo insultante, sino más bien firme en su afirmación - ya veremos si os ganáis esa confianza. Cuarto, de camino, todos andando, hilera, nada de tontear con el bosque - miró a Logan en ese punto - aunque este territorio sea leal al Emperador, sigue habiendo patrullas y avanzadillas del caos merodeando. Mis hombres batirán el terreno en circulo a dos kilometros de nosotros que seremos el centro... ¿alguna duda?

Cuando logro dormir, las pesadillas me asaltan. Bueno, más de lo normal, he logrado cierta comodidad con las pesadillas, me se todos sus secretos y me levanto extraño cuando me levanto sin ellas. Sin embargo, estas han sido superior a la media casi no me dejan descansar.

Al despertarme pruebo el pie en el suelo, el tobillo me duele menos y no necesito tantos analgésicos como antes. Cuando levanto la vista casi doy un grito al encontrarme al tipo ese ahí de plantado.

Cuando termina de exponer todas sus condiciones levanto el dedo índice tímidamente.

- ¿Donde está el astro puerto más cercano?- creo que es algo que todos estamos pensado, para salir echando hostias de aquí.

Los dos subalternos de Jeremias empezaron a reirse por lo bajo, una risa seca, pastosa y sin ningún sentido de humor... una risa casi desquiciada - En este planeta no hay puertos espaciales... la tecnología aquí no llegó - pensó que Logan los habría informado pero parecía que no - ¿es que no ven las ruinas de esta ciudad? este es un planeta de la peor clase de los habitables - por supuesto obviaba los planetas muertos o letales - de corte medieval 

El sueño fue intranquilo y me desvele en varias ocasiones, pero al menos fue reparador y el canzancio remitio bastante.
al despertar Jeremias estaba dentro del bunquer sin que me hubiera enterado junto a dos de sus hombres, y nos dio unas instrucciones. Un suspiro sale de mi boca, y aunque frio y distante nos daba una oportunidad, quizás no debería desconfiar de todo aquel que me encuentro, pero en esta vida eso no es fácil, quizás este sea mi talo de aquiles al respecto, un mundo en el que todo puede ser engaño, quizás sea lo que necesitaba para cambiar un poco.
Así que me levanto y con una sonrisa tranquila y sincera digo:- Gracias. Ninguna duda. No me desviare, tan cierto como que soy del primero y ultimo de Tanith.

Los sueños fueron horribles. Aquello en Logan era la tónica habitual: sueños con Tanith siendo arrasada, sueños con aquel puñetero loxatl disparando a su cabeza y dejándole medio muerto en el suelo con los sesos desparramados, sueños con algún campo de batalla concreto, o la mezcla de todos ellos. Pero el de esta noche fue especial. Fue distinto. Soñó con "eso" que les persiguió. Y aquel sueño, quizás por la novedad, o quizás por una especie de memoria del terror que aquella abominación inspiraba, consiguió alterarle más de lo que los otros lo habían hecho en años, hasta el punto de que su descanso fue bastante escaso. Pero con eso tendría que valer.

Al despertarse y ver a Jeremías allí, se sintió sorprendido, aunque probablemente no tanto como aquellos que no habían visto sus habilidades y de los suyos antes. Asintió levemente ante sus palabras.

-Vosotros mandáis, sois nuestros "anfitriones". 

El sueño de Armand fue reparador, hubo pesadillas, sudores, desvelos, los fantasmas de sus muertos volvieron a atormentarle, nada no habitual...

Al despertar se puso rápidamente en pie, un trago de la petaca fue suficiente como para que entrase en calor, y la primera calada a un nuevo habano lo necesario para sentir un leve mareo - Ahora todo está en su sitio... - Señores, todos arriba. Partimos en breve, que no digan estos nativos que la Guardia es perezosa.

Dicho esto se acercó a su compañero Illi y le dio un leve empujón, acto seguido le ofreció su petaca, poco más podía hacer con lo que allí tenía...

Un gruñido como respuesta a todo.

Me duele todo y no parece que vayamos a hacer mucho más que acompañar a ese........ nativo..... tanith... lo que sea. 

- Sí sargento - digo tomando la petaca y dándole un trago... algo más largo que el que ha dado el sargento. Me encojo de hombros cuando le devuelvo la petaca. Entre las heridas y lo que sucede necesito el acohol.

Stigga a penas consiguió dormir en condiciones, pero algo era algo, y al fin y al cabo, ella estaba indemne y solo se había cansado por la maratón contra los herejes, y todo lo que pasó después.

-Sí, papá oso -dijo para nadie en general cuando el tal Jeremías empezó a explicar las normas del campamento- Yo si tengo dudas -dijo Stigga mientras alzaba la mano, como si fuera una niña pequeña- Qué planeta y en qué sistema y sector estamos -parecía que era la única que pensaba- y me gustaría saber qué era el esqueleto, como evitar atraerlo o como mandarle a su puto mundo de existencia de nuevo.

¿Oso? Jeremias miró extrañado a Stigga sin comprender aquella palabra ¿qué era un oso? Jeremias no había visto nada con ese nombre, ya fuera animal, cosa o a saber. El hombreton se giró para mirar mejor a Stigga - estamos en el planeta Adrantus IV, del sistema Vehrya... el último planeta entre el Segmentum Pacificus y la región Velada, enhorabuena, están en la zona más alejada del Imperio conocido de este sector.

En el borde del imperio... hmmm

Cuando el hombretón le dio la información, Stigga se llevó un dedo a los labios, pensativa, intentando hacer un mapa galáctico en su mente para situarse en donde estaban antes y donde estaban ahora- pero aún no me ha contestado a la pregunta sobre ese extraño demonio o lo que sea.

Oh... claro.... - digo y cojo de nuevo la petaca para darle un trago y devolvérsela finalmente a mi sargento. Me encojo de hombros - Por qué íbamos a estar cerca... - digo y sonrío. Aquello no podía ir peor. O tal vez sí. Pero el emperador nos protegerá... el siempre lo hace... 

Sin duda, en su momento, el nombre de aquel sistema llamó la atención de Stigga, Zora e Ilium por estar en el borde exterior del Segmentum Pacificus, en dirección hacía el brazo de Perseo. Es un sistema Imperial, bastante aislado del resto del  Imperio y de los mundos de Sabbat, lo que, desgraciadamente, sitúa muy lejos del punto de ataque de la flota que formaba parte las compañías de los soldados accidentados en aquel planeta, que ahora sabían que se llamaba Adrantus IV.

Niña... - dijo sin un tono despectivo - si te encuentras alguna vez con un esqueleto disforme, lo único que puedes hacer es correr como nunca lo has hecho y rezar al Dios Emperador

-Y correré como hice, pero como parece que lo mandásteis de vuelta o algo así, preguntaba por si había alguna forma, aunque no me has respondido a cómo evitar que nos persiga -comentó tranquilamente antes de dirigirse a MkNeil- Jefe, estamos en a tomar por Gak a la derecha, aislados incluso de los mundos de Sabbat, así que no creo que podamos esperar ayuda. Creo que ahora empiezo a entender la presión que tuvieron los que fueron a Gerreon.

Las palabras de la pelirroja eran desalentadoras, pero el explorador no se dejó amilanar por ellas, haciendo un gesto con la mano para desechar la idea.

-Tonterías. El Emperador protege, incluso a unos pobres diablos como nosotros. Y si un puto loxatl me voló la cabeza con su lanzadardos y sobreviví a eso, puedo merendarme a cualquier adorador de mierda que me pongan delante. 

- Stigga tiene razón, estamos en el borde mismo del imperio, en el borde exterior del Segmentum Pacificus, en dirección hacía el brazo de Perseo. Es un sistema Imperial, bastante aislado del resto del Imperio y de los mundos de Sabbat, lo que nos sitúa muy lejos del punto de ataque donde debíamos estar.
hago una pausa para decir con resignación :- Cuando era niña siempre me había gustado imaginarme que iba al borde del imperio y olvidarme de todo lo que me rodeaba, pero no me lo imaginaba de esta forma.