Partida Rol por web

Tu gope impacta contra el pecho del Hombre bestia, produciéndole un profundo corte. Pese a todo, todavía continua en pie.

El combate estaba prácticamente decidido, pero esas bestias no cejarían en su empeño. Yo ya sabía de qué eran capaces. Cierro los ojos, respiro profundamente, y empiezo ponerme en comunión con los vientos del Aethyr. Todo parece ir bien, ya que surge con fluidez.

Enean hen daran

Les hen ios´han wëan

ikos din eran

iohos nean kran

Un nuevo dardo sale de mi mano e impacta contra el Hombre bestia.

El Hombre bestia recibe el impacto del dardo y muere, mientras la esencia del Aethyr atraviesa su cuerpo.

Ni con la ayuda del enano consigo consigo golpear al hombre bestia, cada ve mas desquilibrado mi guaria queda abierta a la respuesta del animal, y me encomiento a Ranald viendo próxima mi muerte.

Una vez protegido al elfo (puesto que este no habría podido abatir al engendro del caos sin mi ayuda), corro hacia el hombre bestia que tiene acorralado al humano que conocimos en la celda y que sigue vivo (menudo hijo de troll era el otro).

Le trato de asestar dos tajos al hombre bestia, pero este logra evitar ambos.

Tu golpe atraviesa las débiles defensas del hombre bestia, y le causa una herida leve.

Intento nuevamente lanzar un hechizo de sueño, pero nuevamente fallo.

Me lanzo afondo viendo que solo queda mi oponente y los demás acuden para ayudarme. descuido mi defensa para segurarme un golpe qeu si bien no muy potente parece certero.

Tu arma hiende la carne de tu adversario, mientras este emite un alarido de dolor. La bestia empieza a estar malherida, y como consecuencia de ello, lanza un torpe ataque, que evitas sin problemas.

Gunnar lanza dos rápidos ataques pero, pero el hombre bestia, aferrándose a la poca vida que le queda, consigue evitarlos.

Un leve golpe le provoca un feo rasguño al Hombre bestia, que todavía sigue en pie.

Intento jugarme el todo por el todo en un ataque de dardo contra el monstruo, pero no surge efecto.

Mantengo mi posición con cautela lanzando un ataque, más para llamar su atención que con intención de alcanzar a mi enemigo intentando que el moribundo abra su guardia para que los enanos puedan mandarlo al infierno mientras ejecuto un remolino de acero para intentar parar su posible respuesta.

El enano, golpea con el hacha al hombre bestia, que acaba derrumbándose en el suelo.

Mirais a vuestro alrededor, y el silencio se ha hecho en el público. De pronto, se abre la puerta que hay detrás vuestra, y salen nuevamente 12 soldados, que os rodean, os desarman, y os ponen nuevamente los grilletes. Tras esto, os conducen fuera del castillo, por la puerta principal, y os llevan a unos carros cerrados con rejas. Allí, veis a dos figuras dentro de ellos.

Cuando os abren la puerta del carro para que entreis, veis que en él hay tumbados una pareja de humanos. Un hombre y una mujer.

Tras vuestra pelea en el castillo, la guardia os ha llevado a un carro que está cerrado con rejas. El típico carro para transporte de presos. Os tiran allí dentro.

Al cabo de un rato, aparece una nueva escolta de guardias, que conduce a 4 figuras hacia el carro también. Cuando se acercan, podeis distinguir a un elfo, dos enanos y un humano. Abren la puerta y los meten dentro con vosotros.