Partida Rol por web

Desde el otro lado

4. La Ciudadela

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08/03/2011, 17:37
Sombra de Arturo

 La voz suena ahora colerica y ruge llenando tu cabeza con su retumbar

-deja de contenerte, tu eres un asesino. No vas a dejar que nos destruyan en la forja. Ignora a todos los que están encadenados, son inútiles, la única forma de salir de aquí es que los que estáis libres luchéis por vuestra libertad. ¿crees que las espadas de los legionarios serán peores que el martillo de la forja?, lucha maldito cobarde-

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08/03/2011, 17:43
Eduardo

 La situación se me hace cada vez mas irreal, ahora mi conciencia se une a esta locura, debe ser eso lo que he escuchado, el caso es que tiene razón

Me acerco al calvo con pinta de delincuente, y que se comporta como un delincuente, es el único que parece seguir con animo para escapar de aquí y solo puedo asentir a lo que dice

-si, tenemos que escapar de aquí como sea-

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08/03/2011, 21:54
Clara

Al ser arrojada en el interior de la celda, Clara se acarició la muñeca donde antes había el grillete. No podía quitarse de la cabeza la desagradable sensación de sentir ese metal contra su piel. No dijo nada y se quedó escuchando mientras los demás hablaban, pero cuanto más oía más se asustaba. ¿De verdad todo eso era producto de su subconsciente? ¿y a qué venían todas esas palabras raras, maelstorms, corpus, velo y esas cosas? Y eso de que iban a hacer ladrillos o cemento con ellos, ¿era un modo que tenía su mente comatosa de decirle que estaba muriéndose? ¿o estaba quedándose en estado vegetativo? Ella no quería ser un vegetal. Eso no.

Tenía que luchar. Tenía que escapar. No sabía qué eran esas personas como ella, si ayudas u obstáculos, pero en cualquier caso debía actuar. Ya.

El momento se presentó por si solo. En el silencio, se oyeron pasos, y alguien abría la puerta. Con decisión, Clara se quedó pegada a la pared, al lado de la puerta, y cuando uno de los legionarios cogió a un preso, vio su oportunidad. Era ahora o nunca, luchar o morir. Sin decir nada, se concentró en su cuerpo, en sus movimientos, en su equilibrio y su postura, como su entrenador le había enseñado. Visualizó su adversario, en este caso el legionario que sujetaba la antorcha. La elección había sido rápida: el que sujetaba al preso estaba ocupado y no era una amenaza tan directa, y si ahí fuera estaba ese perro monstruoso, quizá el fuego podía hacerlo retroceder.

La mano de Clara salió disparada como una saeta, intentando agarrar la antorcha, para a continuación levantar la pierna y asestar una patada en pleno rostro del guardia que hacía las veces de verdugo. En los entrenamientos y combates de práctica, le encantaba la sensación de dar una patada por encima de su propia cabeza, la hacía sentir fuerte y veloz, poderosa. Pero ahora sólo sentía miedo y desesperación por escapar.

No puedo fallar, se dijo a si misma, por todo lo que aún me queda por hacer, no DEBO fallar.

El ataque fue directo al rostro del "fantasma", pero no sabía si sería suficiente para derribarle.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Gasto un punto de FdV antes de tirar para asegurar al menos un éxito. Let's see...

Suerte que los 1 no restan xDD. 3 éxitos para la tirada de ataque. 2 éxitos en la tirada de daño.

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08/03/2011, 22:47
Director

La patada impactó en la nariz del soldado, que se rompió... o lo que podía ser una fractura cuando no había huesos por debajo. De ella empezó a fluir plasma blanco al tiempo que su dueño caía de espaldas, aturdido. La antorcha de fuego azulado se le cayó de la mano y rodó por el suelo, sin llegar a prender nada.

- Tiradas (5)

Notas de juego

Iniciativa: Clara, legionario 1, perro, legionaria. Legionario 2 está en el suelo, aturdido.

En cuanto al resto: cuando finalice este turno podréis tirar Iniciativa para hacer alguna acción. Deberéis tirar 1d10 y sumarle vuestra Astucia + Destreza.

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08/03/2011, 22:54
Sombra de Carlos

-Tomemos la antorcha, si, le dejaremos ciego para que no nos sigaaaaaa... debemos actuar ahora! debemos escapar!! usemos a Jose Luis contra el sabueso! ahora ahora ahora!- exigía y gritaba la voz en la cabeza de Carlos.

-Se enfrentará a todo nuestro potencial... todos temblaran...-

Notas de juego

Si usas la antorcha contra alguno de los dos soldados, te doy 3 dados de sombra adicionales. (tanto para tomarla, como para lanzarla, es decir, te los doy dos veces :D)

Si vas a lanzar a Jose Luis contra el sabueso, te doy 4 dados de sombra adicionales.

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08/03/2011, 23:01
Clara

Clara reprimió un grito de júbilo, de pura euforia. Aún no estaba fuera de peligro. Sólo esperaba que esta lucha mental estuviese segregando algo de adrenalina, que hiciese que su cuerpo no se rindiese, siguiese aferrándose a la chispa de vida que le quedase. Tenía miedo, pero el miedo no la entorpecía, sino que le daba alas.

Contempló la posibilidad de coger la antorcha, pero vio algo mejor: la espada que colgaba envainada en el cinto del legionario derribado. No había practicado nunca la lucha con armas, pero estaba segura de que tener eso en las manos le daría una ventaja intimidatoria importante. Y le parecía más sensato que intentar frenar al perro de satanás a base de patadas. Así que aprovechó que los dos guardias restantes aún no habían reaccionado para coger la empuñadura de la espada del caído y tirar de ella con fuerza para liberarla, sujetándola de modo que la punta de la misma quedase entre los carceleros y ella.

- ¡ATRÁS! - gritó - ¡No voy a acabar así! ¡Apartaos u os hago la autopsia que os merecéis desde hace tiempo!

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08/03/2011, 23:14
Director

El legionario que sujetaba al perro sacó su espada y la blandió en dirección a Clara con un grito de guerra, pero la empuñadura se deslizó de sus dedos y voló hasta el interior de la celda. El perro se lanzó a por su pierna, pero la chica no tuvo dificultades para esquivarlo.

-¡Rebelión! ¡Rebelión! -empezó a gritar el legionario a su espalda.

Mientras tanto, la legionaria que tenía cogido a Jose Luis lo soltó y atacó a Clara. La espada la atravesó de lado a lado. Su Corpus se rasgó y el plasma que contenía empezó a fluir por la herida. El dolor la hizo vibrar.

- Tiradas (15)

Notas de juego

Clara, recibes 4 puntos de daño letal a tu Corpus temporal.

Voy a tirar vuestras iniciativas para ahorrar tiempo. El orden es:

Arturo 13, Perro 12, Clara 11 (más reserva), Legionaria 11 (más), Miguel 11, Eduardo 9 (más reserva), Carlos 9, Legionario 1 9, Legionario 2 8,

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08/03/2011, 23:35
Arturo

Las risas del maniático se mezclaron con los gritos de su conciencia, de Miguel, de su odio. Su corpus ahora parece agitarse de forma violenta, mientras aprieta más... pero este sujeto no tenía la culpa, este sujeto no tenía nada que ver...

Y no podía dañar a nadie más... no debía... no... estaba condenado...

Entonces los gritos cesan y el silencio cae pesadamente. Su mano sostiene aún al prisionero, antes de que la puerta se abriera y los guardias se decidieran ir a por el tío que vociferaba que aún  no estaba muerto. Estaba paralizado de pánico, de terror, sus manos soltaron sin darse cuenta al esclavo, mientras aquel perro infernal gruñía y los legionarios tomaban a Jose Luis...

Entonces la chica hizo su jugada. Adelantándose a todos, lanza una patada contra uno de los soldados con buena puntería, haciéndole caer y desatando un verdadero pandemonio... luego intenta ir a por la espada, y en el forcejo, haciendo que la hoja oscura caiga y se deslice por la habitación muy cerca a él...

Observa a la espada. Escucha los gritos. La chica estaba arriesgando el todo por el todo, entre el sabueso y el otro guardia, la matarían... o lo que fuese que le pasara a los fantasmas si son asesinados de nuevo... miró de nuevo a la espada y recordó las palabras del preso.

"Tienen espadas de acero negro, espadas que duelen de verdad, como estas cadenas."

No sería un cobarde, no pagaría allí las penas, no así, no acabaría así... Se lanzó rápidamente por la hoja de ese acero siniestro, tomándole por el mando. No le parecía pesada, aunque su cercanía le generó malestar, como si su corpus reaccionara con alergia a la presencia de aquel endemoniado metal... dejó que la ira, la rabia y los deseos de escapar inundaran su cascarón fantasmal, haciendo trepidar cada partícula con una violencia indescriptible, mientras se concentraba en la libertad. No obtendría la libertad rindiéndose, su vida, su promesa no valdría nada. Y en eso tenía razón el cabrón de Miguel

¡¡¡ARGHHH... A tomar por culo Gilipollas!!!

Gritó mientras blandía su espada contra la legionaria que había atacado a la chica, lanzando un tajo hacia el brazo extendido que sostenía la otra espada negra. Sabía que sería vital privar de sus armas a los soldados... y eso incluía al infernal mastín que amenazaba con sus mandíbulas y su proximidad.

Blandió el acero con increíble fuerza, dejándose llevar por el torbellino anímico con el que su ser brillaba y recordando que era la muerte por la que luchaba. "No puedes matarles, no puedes matarles, no puedes matarles..." se repetía.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Tirada de ataque: 3 éxitos
Tirada de daño: 4 éxitos

Como está indicado, invierto 1 punto de Fuerza de Voluntad.

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09/03/2011, 00:23
Director

La espada chirrió en contacto con la gruesa armadura de la legionaria y sólo hizo contacto con el corpus en el espacio de la articulación. La soldado soltó un grito, pero no revistió tanta gravedad como a él le hubiese gustado.

Mientras tanto, el perro continuó acosando a Clara hasta que clavó sus fauces en su pantorrilla y comenzó a arrastrarla hacia fuera, echándola al suelo y haciéndole soltar la espada.

La legionaria, a pesar de la herida, tiró de la puerta para cerrarla.

- Tiradas (5)

Notas de juego

Te edito, Arturo, porque la legionaria no ha perdido el brazo, sólo ha recibido una pequeña herida.

El perro está haciendo una presa sobre Clara y ha fallado su defensa, por lo que a partir del siguiente turno empezará a sufrir daño. Ha soltado la espada por sacar par en el dado de 10, y ha perdido el turno.

La legionaria está cerrando la puerta. Para evitarlo y tirar de ella (de la puerta, digo) hay que superar su tirada, algo muy fácil dado que su resultado final es 1. Cualquiera que lo haga y saque un 2, podrá mantenerla abierta (aunque perderá el turno con ello).

Turno de Miguel.

PD - Las espadas no son de acero estigio (negro), sino de acero corriente.

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09/03/2011, 09:24
Sombra de Miguel

Ahora.

Corre.

Salgamos de aquí, podemos hacerlo. Debemos hacerlo. Vamos a hacerlo.

Tenemos que regresar junto al chico, tenemos que protegerlo de todo este mal. Ya hemos oído lo que hacen a los niños, lo que les sucede si mueren. Tenemos que evitarlo, tenemos que protegerlo a toda costa. Los demás no importan, solo nuestro hijo.

Salgamos por la puerta, el resto se apañará solo. Corramos y regresemos a la ciudad. Allí encontraremos donde ocultarnos de los de las cadenas.

Corramos, yo te ayudaré si es preciso. Aprovechemos la sorpresa antes que esto se llene de gente armada, no podemos luchar con ellos pero mientras se ocupan de los otros podemos huir.

Vámonos.

Notas de juego

¿Queremos dos dados más para salir de aquí?

Cita:

[prisa, prisa hobbits]
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09/03/2011, 10:40
Clara

Clara gritó cuando la espada de la legionaria le atravesó el vientre, pero no tanto como gritó cuando el perro la atrapó y comenzó a arrastrarla. Se resistió, forcejeó e intentó agarrarse a algo, pero sin éxito. La espada ya no estaba en su mano, pero por suerte aquel preso violento y amenazante estaba distrayendo un poco la atención. Sin embargo, eso no la recomfortaba mucho, pues esa gente no se lanzaría a por el perro monstruoso para ayudarla a ella, a la que no conocían de nada.

Siguió chillando y pataleando, intentando que el mastín fantasmal la soltase.

Notas de juego

Vale que no pueda actuar si estoy apresada pero, ¿no tengo ni siquiera derecho a tirada para intentar liberarme de la presa?

Que jodido lo veo.. xD

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09/03/2011, 20:47
Miguel

Miguel se lanzó sobre la puerta en un intento de evitar que la legionaria la cerrara, pero la fuerza de la mujer era demasiado para un hombre tan desentrenado como él. Aun hincando sus pies en la tierra pudo evitar que la puerta se cerrase del todo, con un estruendo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

(Penejotizo a Miguel como me ha pedido Mallister)

La puerta se cierra, de modo que termina el combate. He de aclarar que la dificultad final no era de 1 éxito, sino de 2, porque los 1 no restan. Podéis tratar de derribarla entre todos usando las espadas que tenéis, pero ya no es un combate propiamente dicho. Quitad de los destinatarios a Clara y a su Sombra.

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09/03/2011, 21:10
Director

Por el pasillo llegó corriendo un grupo de soldados, al menos cinco. Mientras dos cerraban las puertas y el que llevaba al perro atendía a los heridos, el resto sujetaba a Clara contra el suelo y le ponía una esposas de hierro negro a la espalda. El plasma goteaba por todas partes. Si una persona viva sangrase así, estaría muerta en minutos... pero a ella no le dolía. Lo que sí le dolió fue la pierna, mordisqueada por el perro, y las patadas de los legionarios.

-¡Dadle bien a esa puta! -gruñó el legionario de la nariz rota-. ¡Me ha roto la nariz!

-Los de dentro están armados -informó la legionaria, cansada-. Como se entere el Centurión, nos mata... otra vez.

-Quiero dos barghest más en la puerta, y cuatro legionarios vigilando. Y todos callados al respecto -dijo un tercero-. Vamos a ver cómo lo solucionamos. Y llevaos a esta guarra a la Forja.

- Tiradas (2)
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09/03/2011, 21:48
Arturo

El golpe resuena con fuerza. "La armadura, ¿quien cojones usa una armadura?" piensa al ver que de poco ha servido su esfuerzo, los otros parecen pasmados por la rapidez con que se desata el caos, los legionarios, los guardias armados de aquella prisión toman la decisión más inteligente, una retirada cobrando como premio a la revoltosa, el fiero animal la arrastra en medio de sus gritos y forcejeos desesperados... Arturo trata de balancear la espada de nuevo.

-Hijoputas os vais a enterar...- dice, pero se le adelante uno de sus acompañantes libres, que torpemente parece facilitar las cosas, Arturo da dos pasos más para sentir como la puerta se cierra y tras ella, los gritos de horror de la chica y las voces de alarma. Siente como todo él es una masa de nervios y desesperación que trepidante, empieza a bullir en tonos oscuros y violentos al fijarse en Miguel.

-¡¡JODIDO MARICÓN DE MIERDA!!! ¡¡¡LO HAS HECHO A PROPÓSITO!!!- dice mientras lo toma del cuello, con fuerza. -NOS HAS JODIDO MAMÓN, LA HAS JODIDO!- dice mientras su pecho se expande como si estuviese tratando de lidiar con un reflejo de respirar con fuerza, su mano se ha cerrado sobre las ropas fantasmales del otro, y de no ser más que un pálido cuerpo espectral, seguro que sentiría el dolor causado por su propia fuerza. Lo acercó lo suficiente y luego lo libera de un empujón hacia atrás.

-Bah, no vales la pena pijo gilipollas- dice mientras se gira hacia la puerta -Van a venir, van a volver y serán más...- no habla con nadie, parece murmurar solo, trata de poner en orden sus ideas, pero él mismo es un borbotón de furia y angustia, un convulsionante torbellino de rabia que le impide quedarse quieto, experimentaba aquella sensación extrayendo hasta la última de las energías que le proporcionara.

Mira la puerta, toma la espada, dejándola hacia atrás. No la iba a soltar, quizás estaba todo perdido, pero no iba a dejar de luchar, no iba a dejar que todo se terminara así. "Siempre has sido un cabrón... al final terminas logrando que haga tu maldita voluntad" piensa mientras toma impulso y se descarga con fuerza contra la puerta. El dique metálico no se inmuta, no tiene nada que hacer allí, no puede oír nada detrás, no sabe que está pasando, quizás si oye algo, pero no logra comprenderlo, quizás solo está muy impaciente...

Mira para ambos lados, mira hacia la celda, donde todos parecen sorprendidos, asustados o ausentes. Muchos de ellos le causan asco y odio con solo observarlos... sus rostros le desagradan, pero son la única esperanza, quizás, quizás aún pudiesen hacer algo. Empieza a caminar de nuevo hacia donde está el prisionero con la marca de la E murmurando para si...

-Si somos más, será más difícil... mierda, mierda, mierda, no hay tiempo, mierda... no quiero saber que van a hacernos, mierda, mierda, mierda- dice sin mirar a nadie más y se para frente al prisionero.

-Tío, eres un bocazas... pero vamos a necesitarte si queremos tener algún chance de salir de este puto agujero. ¿Eres un fantasma no? ¿Somos fantasmas no? pues vale, entonces esto va a ser más fácil que si estuvieras vivo... ¿no es como si fueras a morirte no? lo peor que puede pasar es que nos lleven a esa puta forja... así que te voy a hacer el jodido favor más grande de tu vida... de tu muerte, de lo que sea esta mierda...- dice y alza la espada para ponerla sobre el brazo del hombre, unos centímetros abajo de donde está el grillete, y duda unos instantes...

-Joder tío, perdóname por esto...- y mueve la hoja hacia atrás con fuerza, para lanzarla hacia adelante con toda su fuerza, esperando que la pared le detuviese y le indicase que ha atravesado el brazo del desdichado por completo. Siente la vibración y el golpe, mientras aquel líquido blanquecino comienza a brotar de la herida. No le deja respirar, y hace lo mismo para el otro, pero esta vez, no hay impacto, la hoja se clava en la piel, dejándole medio colgando la otra extremidad. Arturo da un paso hacia atrás, siente náuseas, o algo parecido, se agita con asco y con horror... aún para ser un fantasma mutilando a otro fantasma, no era fácil, no dejaba de sentirse innatural... era repulsivo... Le había cortado el brazo a alguien, casi sin dudarlo, desesperadamente.

"No está vivo, es un fantasma, es un fantasma... es un fantasma..." repetía débilmente en su cabeza, mientras buscaba firmeza para evitar que la idea racional de lo que hacía le aplastara súbitamente. "No soy un criminal, esto no me hace un criminal..." pero sus consuelos eran pocos, su corpus parecía negarse a continuar actuando... pero debía continuar. Era esto o algo peor. Una vez más sintió esa sensación parecida a las náuseas en su estómago... o en donde solía estar su estómago. Se preguntaba si podía vomitar.

-Joder, joder, joder... perdóname, perdóname... trataré de cortar ahora bien...- le dice, sin estar seguro de querer continuar con aquello, pero sabiendo que debía hacerlo...

- Tiradas (3)
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09/03/2011, 22:09
Prisionero

El hombre de la E gritó como un cerdo en el matadero. La mano se separó de su antebrazo y el fantasma se resbaló en el suelo al tiempo que el plasma comenzaba a fluir. Gritó mirándose el muñón y lo movió señalando a Arturo.

-¿¿¿QUÉ DEMONIOS ESTÁS HACIENDO??? ¡Aargh! -El prisionero se revolvió-. Los fantasmas no podemos morir, pero cuando nos hacen suficiente daño, ¡nos traga la Tempestad!

La Tempestad no significaba nada para ellos, como es lógico, pero el prisionero parecía aterrado con la posibilidad. Del muñón comenzó a surgir otra mano exactamente igual a la anterior, mientras que en el suelo la otra se deshacía.

-Pero quizás... lo que sepamos sanarnos... -Miró a Arturo y suspiró-. Corta la otra.

- Tiradas (2)
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09/03/2011, 22:28
Eduardo

La escaramuza es tan rápida que ni me da tiempo a reaccionar, antes de que me de cuenta se han llevado gritando a la chica que capturaron conmigo "maldita sea"

En cuanto el calvo se aparta de la puerta con la espada me lanzo contra ella y le doy una patada con todas mis fuerzas, auqnue no creo que sirva de nada

-ahora volverán cabreados y preparados- miro con nerviosismo la puerta sin saber que hacer y luego busco a mi alrededor por si se les ha caido alguna espada mas que no haya visto

Entonces el calvo empieza a cortar brazos, y el otro al cabo de un rato acepta -esto es de locos...-

- Tiradas (1)

Notas de juego

jo, me he quedado esperando que actuase miguel por la iniciativa...

tiro fuerza para golpear la puerta, aunque a patadas dudo mucho que haga algo

¿quedo alguna otra espada o algo minimamente utilizable por aqui?

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09/03/2011, 22:59
Clara

- ¡Augh! - se quejó Clara mientras la pateaban, aprovechando cuando pararon para replicar - ¡Los más perros estáis en el extremo equivocado de las correas! ¡Hijos de puta! ¡No voy a dejarme arrastrar, ¿me oís?!

Si esto era una jodida metáfora de su subconsciente, debía significar algo como que además de estar en coma le estaba dando una taquicárdia o algo así. Sin embargo, cada vez estaba menos preocupada de buscar significados, y más furiosa y asustada. Sin embargo, esos tipos eran animales de costumbres y sólo se habían preocupado de inmovilizarle las manos. No importaba que le hubiese roto la nariz a uno de una patada, seguían dejándole las piernas libres. Y además de patear, sabía correr. En cuanto se relajasen, pensando que la habían sometido, trataría de huir. Luchar no era una opción, y la "herida" (a falta de un término mejor) de su torso se lo recordaba. Pero quizá esas armaduras les entorpecerían durante una persecución... aunque con mirar a los perros el miedo volvía a apoderarse de ella. ¿Es que no le quedaban ya opciones? ¿de verdad debía dejarse morir, o acabar convertida en un vegetal, o (si todo so era real y no una metáfora) servir de cemento para reparar ese lugar, emparedada literalmente durante, cuanto, toda la eternidad?

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09/03/2011, 23:30
Sombra de Clara

Más te vale salir de aquí como sea. ¿Has oído los gritos? ¿Quieres que te hagan lo mismo?

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09/03/2011, 23:32
Director

Clara recibió otra patada en las costillas y los legionarios la arrastraron por el pasillo en dirección a la Forja, de donde venía tanto calor. Vio las figuras recortadas contra el umbral, hombres y mujeres aguardando a su llegada con los martillos en mano. Las cadenas de acero negro la inmovilizaban e impedían que pudiese escapar. Estaba perdida.

La empujaron hacia el interior. Había un enorme fuego azul que crepitaba dentro de una fragua, cerca del cual descansaba un yunque. Un grupo de obreros cargaban una carretilla con un montón de ladrillos. ¿Serían ladrillos hechos de gente, tal y como había dicho el prisionero?

-¿Qué han sido esos gritos? -preguntó uno de los que tenían martillos.

-Nada -respondió el legionario de pasada-. Tened cuidado, que muerde.

-Ya veo, está rota -señaló otro-. ¿Teníais que joderle el Corpus de esa manera?

Se acercó otro operario a mirar, levantándose una máscara de soldador... y cuando la contempló frente a frente palideció.

-¿Clara?

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09/03/2011, 23:44
Gonzalo

Era su tío Gonzalo, el pintor.

-¿Eres tú, Clara? ¿Qué haces... has...?

En la familia la muerte estaba tan aceptada que no debía de parecerle raro. Pero de todos modos, el horror se leía en sus ojos. Dejó el mazo en el suelo y extendió una mano para tocarle la mejilla.