Partida Rol por web

Desde el otro lado

6. El hospital

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28/07/2011, 11:52
Carlos

Domingo . . . Domingo . . .

Se que he oído tu nombre antes, en alguna parte. No te conozco pero alguien nombró a un tal Domingo cuando pasé por la ciudadela.

Pongo gesto de concentración, de esfuerzo por recordar.

Sí, me suena de una conversación casual, algo que dijeron unos tipos armados con espadas al pasar a nuestro lado. Claro que quizá no tuviera nada que ver contigo. Lo poco que recuerdo es que hablaban de un tal Domingo y un hospital, no se que más dijeron, se alejaron luego de eso pero . . .

 

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01/08/2011, 00:26
Sombra de Carlos
- Tiradas (1)

Notas de juego

Vamos a ser algo... traviesos. Usaré la lengua melosa de la sombra de Carlos para meterlo en problemas. Gasto 1 punto de Angustia, y lanzo angustia temporal.

Puse dificultad 10, pero la dificultad es la Manipulación+Subterfugio de Carlos.

(un éxito, a menos que la dif. sea mayor que 7. La frase en cursiva es la que usaré como frase convincente.)

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01/08/2011, 00:29
Sombra de Carlos

-Engañar a este hombre no nos llevará lejos. Esta chica quiere manipularnos, es una niñata que sólo nos utiliza. Si la dejamos expuesta frente a este sujeto, nos ganaremos su confianza, revelemos las verdaderas intenciones de esta prepúber... y tendremos una mejor posición para cambiar esta sociedad podrida...- susurra la voz en la cabeza de Carlos.

-A menos que queramos volver a prisión... porque ese es el camino que estamos siguiendo...- pausa -Y no queremos volver a prisión...-

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05/08/2011, 13:25
Domingo

-Si está aquí, es nuestra. Si está muerta, es nuestra. Si no, no hay más que mirar. No se puede jugar al otro lado del Manto -dijo el gitano.

Luego se cruzó de brazos y miró a Clara atentamente.

-Así que cuando tú muriste... ¿Has palmado con la bomba? ¿Eres una de las nuevas? ¿Y qué haces aquí?

El wraith de la palanca dio un paso adelante.

-Domingo, ¿los cogemos?

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05/08/2011, 13:29
Director

Por algún motivo, las palabras de la voz en su cabeza permearon especialmente en la mente de Carlos. Sí, podía tener razón...

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05/08/2011, 14:38
Carlos

Ale nena, se acabó la excursión. Ya has oído, nos vamos. A menos que quieras quedarte con ellos, claro.

Me dirijo con confianza a la salida, valorando al tipo de la palanca.

Es una opción, que quieras quedarte hasta encontrar a tu amiga y ambas haréis compañía a Domingo. ¿Qué te unía exactamente a ella? No nos lo aclaraste del todo. 

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05/08/2011, 14:42
Clara

Cuando el hombre de la palanca dio un paso hacia delante, ella dio uno hacia atrás.

- ¡No podéis cogernos! - dijo, pasando la mirada de un fantasma al otro - Ya tenemos dueño. Nos han comprado, así que... si... si nos ponéis una mano encima, nuestro dueño os denunciará al anacreonte. ¿Vale?

Estaba claro que esos tipos no les iban a dejar campar a sus anchas por ahí y segar a ningún recién muerto. En su interior, la rabia la iba llenando por momentos. Esos cabrones quizá no eran los mismos que les habían apresado antes, pero sin duda eran de la misma calaña, e igual de culpables. Sin embargo, poco podía hacer Clara al respecto ahora, tal y como estaban las cosas, y sin saber casi nada de ese mundo y sus reglas. Cabeceó, resignada.

- Este es vuestro territorio. De acuerdo. Nos iremos y no os molestaremos más. Pero escuchad... esta amiga mía... si muere, os la compraré. Por más de lo que os pagarán ahora en la Ciudadela. Todos salimos ganando, ¿no? ...¿hay trato, señor Domingo?

Su oferta era medio en serio. Parecía que Loreto estaba fuera de peligro, pero nunca se sabe. Y si moría, y ella no podía estar ahí para segarla antes que los esclavistas, prefería resignarse a pagar a esos hijos de puta antes que dejar que hiciesen reparaciones domésticas con ella. Pero la oferta comercial servía una segunda función: si creía que podía obtener beneficio tratando con ellos, el tal Domingo estaría menos inclinado a hacerles daño. O eso esperaba.

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08/08/2011, 09:44
Eduardo

Las leyes del comercio son iguales en todos lados. Aquí se incluye la violencia explicita para defender el territorio, pero en realidad es lo mismo de siempre. Nosotros no tenemos nada con que negociar, y ellos tienen una barra de hierro de mal aspecto.

Aun así tal vez podríamos haber sacado algo mas si mis dos compañeros no hubieran reculado tan pronto, pero el paleto con ganas de abrir cabezas intimida desde luego

Para finalizar Clara demuestra estar muy interesada en el producto, osea su amiga, si Domingo vende lo hará a doble precio, pero al menos la gente no suele atacar a los pardillos a los que puede desplumar.

Sin decir nada permanezco tras Clara con cara de poker a ver como continua la negociación.

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09/08/2011, 19:03
Domingo

Domingo se encogió de hombros.

-Un trato es un trato. Esperemos que se muera. Déjalo, Luis. Vamos a acompañarlos hasta la salida.

El wraith ya no parecía hostil, pero de ningún modo iba a dejarlos allí a solas. El otro bajó la palanca y los observó con recelo, pero cumplió las órdenes de su jefe.

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10/08/2011, 01:07
Carlos

Salgo y camino tranquilo sabiendo que estos pendejos me indicarán si me equivoco.

¿Qué rayos de moneda de cambio se utiliza entre muertos para "comprar" a los recién llegados? Y para cualquier otra transacción ya puestos. Joder, voy a tener que buscarme otro trabajo de conserje para empezar a enterarme de todo. Vaya mierda.

Notas de juego

Espero a estar fuera y lejos de Domingo para hablar con Clara y Eduardo.

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11/08/2011, 19:53
Eduardo

"menudo desastre, no podemos ir por ahi sin saber nada de nada, totalmente desprotegidos de cualquiera con un palo"

Sigo a los demás hacia el exterior, pero tengo muy claro que eso de ayudadme y os explicare esto no vale para nada, sin información solo estamos perdiendo el tiempo, y lo voy a dejar bien claro en cuanto pueda

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11/08/2011, 21:43
Clara

Clara se deja guiar hasta la salida de la zona de urgencias. Allí se despide escuetamente de Domingo y su matón y toma uno de los pasillos que llevan a la salida del hospital, asegurándose de que los otros dos la sigan.

Cuando hubieron puesto un poco de tierra por medio, se volvió hacia sus acompañantes, con expresión abatida. Eso no había ido bien, nada bien. Ese mundo era una auténtica pesadilla, y se sentía torpe, tonta y vulnerable, mucho más que cuando había tenido una bomba de relojería en el corazón y cualquier latido podía ser el último. Por lo menos entonces sabía a qué atenerse. Apretó los puños con rabia y reprimió las ganas de gritar y llorar.

Se cruzó de brazos, mirando al suelo, esperando los reproches de los otros dos.

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12/08/2011, 02:05
Carlos

Cuando salimos me quedo mirando a Eduardo con su gesto de reproche y a Clara con su cara de enfado apenado. Hago el gesto típico de subir las gafas, inevitable todavía.

Está claro que necesitamos un maestro, un guía. Somos como niños ahora mismo y vamos a provocar algún desastre que nos afectará inevitablemente. Tu has estado en la ciudadela y te has librado de lo peor, ¿había allí alguien que pudiera ayudarnos? Porque si no me piro y ya me buscaré la vida por ahí, donde no haya docenas de buitres rondando la carroña muerta.

Cruzado de brazos espero respuesta de la chiquilla.

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13/08/2011, 18:21
Eduardo

Una vez fuera de ese sitio asiento a las palabras de Carlos y añado

-eso es verdad, aquí hay todo un sistema monetario del que no sabemos nada aparte de que existe, has ofrecido pagar por tu amiga pero nosotros no sabemos nada sobre la moneda de aquí. Y además, si como parece aquí prima la ley del mas fuerte necesitaremos algo. Tener que huir de un tipo con un palo es bastante triste-

Eso como poco la verdad, la frustración de largarse con el rabo entre las piernas es algo que no estoy acostumbrado a sentir

-o empezamos a obtener respuestas o no esperes mi ayuda-

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13/08/2011, 19:46
Clara

Respondió primero a Carlos, aunque con la mirada fija en ningún sitio en particular.

- En la Ciudadela estaba mi tío, el que me ha comprado. Es lo más parecido a alguien "de fiar" que se me ocurre... y aun así tengo mis recelos. Pero podría haber dejado que me forjasen y no lo hizo. Y me ha ayudado. Me ha dado... esto.

De un bolsillo de la sudadera, la chica sacó lo que le había dado su tío. Era una cuarta parte de una moneda. Se la mostró a Eduardo.

- Aquí tienes una muestra del sistema monetario, supongo. Creo que en el mercado ese han hablado de "óbolos"... han pagado a los esclavistas dos "óbolos" por cada uno de nosotros. Supongo que esto es un cuarto de "óbolo", a menos que dispongan de varios tipos de moneda. Mi tío me lo dio por si debía sobornar a alguien para salir de un follón. Puedes echarle un vistazo, si quieres... pero luego me lo devuelves.

Se lo ofreció a Eduardo, por si quería inspeccionarlo. Luego habló a los dos hombres.

- Bueno... podemos seguir con el plan que os he propuesto antes, si queréis. Nos acercamos a la Ciudadela, vosotros os escondéis por ahí y yo entro, busco a mi tío, y le pido que os compre a vosotros también, así podéis entrar y salir. Ahora mismo es todo lo que se me ocurre, a menos que queráis explorar esto a ver si hay otras comunidades de fantasmas.

Se encogió de hombros, esperando la respuesta de Carlos y Eduardo.

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17/08/2011, 16:24
Carlos

. . . Otras comunidades de fantasmas . . . 

Seguro que las hay. La cuestión es ¿cuántas, dónde están y cómo funcionan? ¿Será peligroso acercarse a algunos porque son decididamente sanguinarios? ¿Inevitable meterse en uno de estos grupos?

Déjame ver eso. ¿De qué está hecho? ¿De ese metal o lo que sea que utilicen como armas y cadenas?

No tengo idea sobre materiales pero lo curioseo de todos modos mientras pienso en el siguiente paso. Desde luego necesitamos ayuda.

Me parece bien lo de probar a ver que dice tu tío. Pero no me acercaré a ese lugar, si quieres búscame en la universidad cuando tengas una respuesta. Estaré por allí.

Le devuelvo su moneda.

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19/08/2011, 11:10
Eduardo

Tomo la moneda y la sopeso un momento con curiosidad, bastante tosca pero desde luego debe servir para su cometido, es alguna especie de metal aunque creo que diferente al de las armas y cadenas y.... me da una sensación extraña tocarla, desagradable, se la doy a Carlos en cuanto me la pide

-otras comunidades... ¿y que me impide ir a mi casa? aun no la habrán vendido y me resultará mas comoda, o a casa de mi amigo, el que sigue vivo. ¿que problema hay si me quedo allí con el, aunque solo sea para que me abra las puertas? ¿no hay manera de ser libre aquí?¿o nos compran o somos presas de cualquiera que pase?-

Demasiadas preguntas, ya se que pido demasiado a Clara, pero la situación evidentemente nos supera a todos y no creo que pasar a ser propiedad de alguien sea la única solución posible, pero es evidente que es la única solución que conoce Clara, la chica tiene cara de no haber roto un plato en su vida

Cambio mi peso inquieto de una pierna a la otra mientras intento decidirme, ignorancia y seguridad o riesgo y conocimiento

-vale, digamos que lo hare como tu dices, pero en cuanto vea algún indicio de problemas me largaré tan rápido como sea fantasmalmente posible-

 

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19/08/2011, 19:22
Director

El material que componía la moneda era peculiar. No se parecía al de las cadenas negras. Como wraiths, y a pesar de llevar muertos sólo un par de días, habían podido experimentar el mundo de un modo diferente a como lo hacían antes. Estaban y no estaban al mismo tiempo. Veían todo lo que había en una habitación, pero de un modo corroído y enfermo, seres vivos incluidos. Las paredes, las puertas, las sillas, las personas... todas eran reales para ellos en el sentido de que no podían mezclarse con ellas a no ser que se volviesen incorpóreos. Y bien, eso dolía. No tenían piel para sentir dolor, pero dolía espiritualmente. El no poder mezclarse con los elementos del otro lado significaba que no podían recogerlos, levantarlos o moverlos. De hecho, era como intentar asir el mundo a través de papel film. Había una barrera. La podían percibir con claridad.

Pero, además, había otros elementos en su realidad que para los vivos no estaban. Por ejemplo, en su paseo por la ciudad habían visto edificios dentro de otros edificios que los vivos no veían y cuyas restricciones no los sujetaban. Aquellos objetos, puertas, ventanas, paredes estaban en su lado de la barrera. Podían interactuar con ellos más allá del mero tacto, podían abrir las puertas y cerrar las ventanas. Podían sujetar las barras de metal y sopesar las monedas. Aquel material se parecía un poco a lo que los contenía. El Corpus, el ectoplasma, lo que fuese aquello. Por qué unas cosas estaban allí y otras aquí, eso no podían saberlo todavía.

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25/08/2011, 09:14
Carlos

Bueno, espero que volvamos a vernos.

Ya sabes, si averiguais algo buscadme en la universidad, a mediodía estaré por la entrada todos los días. Chao.

Con un gesto de despedida me alejo de Clara y Eduardo. Tengo mucho en que pensar.

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26/08/2011, 13:03
Eduardo

"¿La seguridad de la casa de esteban o arriesgarse por algo de conocimiento?"

Menudas decisiones, desde luego no puedo culpar a Carlos por no querer acercarse a esa ciudadela. Pero no se llega a la cumbre sin arriesgar algo, no se llega a ningún sitio. En realidad no me extraña que Carlos sea un simpre conserje en la universidad, no parece tener agallas para ir a por mas

-yo te acompañare de vuelta Clara. Me quedaré en las afueras de la ciudadela. Pero no tardes, y ni se te ocurra intentar jugarmela-

Si se juzgar a las personas diria que Clara no es de ese tipo, pero uno nunca puede fiarse