- Puede que tenga razón aunque piense que si hizo algún tipo de convocación puede que fuera una defensa para que lo que sea no saliera.
Me pregunto cómo es que nadie la ha tocado en estos dos años, lo normal es que las limpiadoras abran las ventanas
Pues yo estoy por aquí. Creo que Anna estaba esperando a Pietro y al revés.
Pietro ¿me contestas o dices qué hacemos?
-Pues si... cierto. A ver si podemos hablar con quien hace la limpieza en las habitaciones... Veamos...
Me levanto, y le abro la puerta a Anna, ofreciéndole de nuevo mi brazo.
Lo siento, si, me atoré.
Mullida la cama, demasiado cómodo.
:P
Este... no. Es 1906; obviamente no había un teléfono por habitación entonces, ni mucho menos.
Me levanto de la cama.
- Qui...qui...quizá debiéramos ha...ha...hablar con el conserje de nu...nu...nuevo
Pues a recepción :-P
Okis, okis.
A recepción.
:P
Descendéis nuevamente a la recepción, que vuelve a estar vacía. Llamáis al timbrecillo y no tarda en volver a aparecer el hombre de antes:
-¿Deseaban algo más?- pregunta con algo de cara de coña.
Me sonrojo ante la cara del recepcionista y sus posibles pensamientos.
- Per...per...perdone ¿podríamos hablar con la...la...la doncella que limpia ese ha...ha...habitación?
A ver cómo salimos de ésta
-El señor no la ha encontrado de su agrado? Puedo ofrecerles cualquier otra, si no les gusta esta.- propone el tipo.
Pues sí, lo cierto es que va a ser algo difícil de explicar.
-No, en realidad quisiéramos que nos abrieran la ventana. No lo hemos conseguido. Y por ello deseaba hablar con la persona que hace la limpieza. Esa ventana debe tener su truco, y con seguridad quien la limpia lo conoce.
Probemos así, a ver...
Buena salida, pero creo que nos va a mandar al de mantenimiento :-P
-Oh vaya, creo que aún no podra ayudarles, pues está comiendo, pero yo mismo les acompañaré, si gustan.- dice el tipo ofreciéndose.
Espero un segundillo, antes de seguir, por si tenéis alguna objeción.
Nada, sin problemas a ver si le pega el latigazo a él XDDDDD
El hombre os acompaña hasta el cuerto, se acerca a la ventana, descorre las cortinas, levanta la gillotina sin forcejear demasiado, y coloca un típico pestillito de seguridad, ante vuestra atónita cara de lerdos:
-Supongo que es hacerse con ellas. ¿Puedo ayudarles en algo más?- pregunta ya casi desde la puerta.
Miro con cara de idiota al recepcionista.
- No...no...no, gracias.
Cuando éste ha abandonado la habitación pruebo a cerrar y abrir la ventana.
Lo estaba viendo pero había que probar.
Cuando Anna se acerca a ella, una nueva sacudida la acoge con su tétrico abrazo, haciéndola recular. Obviamente algo muy raro está pasando aquí.
Has tenido una sensación muy similar a meter los dedos en un enchufe, solo que más prolongada que el típico chispazo.
La típica descarguilla que te hace dejar de tocar un electrodoméstico con un mal contacto (seguro que algún lavavajillas o frigorífico te lo ha hecho cientos de veces).
-¡Vaya...! Somos... somos nosotros...
Miro a Anna con cara de estar en otra dimensión.
-Eso quiere decir... que aunque aún no hayamos mutado... es decir... eso precisamente... aún...
Balbuceo incoherentemente, haciéndome una teoría en mi cabeza. Aunque no se entiende demasiado lo que digo, sí se entiende lo que quiero decir. Los tatuajes, las runas, son lo que han iniciado un proceso en nosotros que nos hace distintos. Es cuestión de tiempo que todos nos convirtamos en esos seres de ultratumba que parece que estamos destinados a ser. Y la magia que han usado nos afecta, sea lo que sea "la magia"...
Retiro el brazo tras el chispazo de energía.
- Parece que se protegían de nosotros de de algo como nosotros. Sin duda es magia pero fuera de mis conocimientos.
Etrius: ¿hemos buscado algún tablón suelto en el suelo, detrás del armario, una pata hueca de la cama, debajo del colchón, ...?