Partida Rol por web

-No, no hay nadie allí. Y yo tampoco me quedaré, sólo he pasado para ver cómo seguían las cosas por aquí, por si necesitaban algo. Creo que lo mejor es buscar a Nadia, para que nos ayude. Quizá en su mostrador tenga una lista con la disposición de las habitaciones.

Y luego, como para sí mismo:

-Y puede que debiéramos empezar a plantearnos hasta qué punto podremos seguir ocultando las mutaciones...

Parece que ellos también tienen mutaciones. Quien sabe, puede que se encuentren en mi misma situación

Estoy a punto de darme a conocer, pero me paro bruscamente y me doy cuenta de un pequeño detalle

Ellos parecen no haber perdido la memoria...

Miro otra vez el telegrama con lo que podría ser mi nombre. No. Por ahora, lo más sensato es permanecer oculta

Miro preocupada al Sr. Sacco.

- ¿Sa...sa...sabe algo de Ilona?

Ilona!! Miro a la mujer que acaba de decir eso. Entonces miro otra vez el telegrama

Asi no llego a ninguna parte

Yo... creo que si

Salgo de mi habitación ante las miradas sorprendidas de los otros individuos, a los que he cogido por sorpresa. Entonces obtengo una panorámica perfecta del pasillo

Me imagino la sorpresa de los demás al verme. Me imagino que me estarán repasando de arriba a abajo, y me acuerdo de mi aspecto exterior. Debo de ser una chica joven, detalle que me indica mi cuerpo maduro pero aún delicado y joven. La verdad es que tengo un cuerpo de quitar el hipo, bien formado y muy proporcionado. La mayoría de los hombres se fijaría en mi

Voy arreglada según los canones de sociales que marca mi época. Llevo un abrigo de piel de zorro, entallado, en el brazo, ya que no hace mucho frio en la estancia. Aún asi, creo que debo tener mucho dinero o ser alguien importante, ya que mi ropa no es especialmente barata. Llevo puesto un vestido de reps francés, envuelto en una chaqueta de terciopelo con guarnición de piel. Un par de medias de seda envuelven mis piernas hasta sumergirse en un par de zapatos parisinos de tacón de aguja. Un gorro ajustado de terciopelo remata mi figura, y voy ligeramente maquillada, o al menos eso noté antes cuando me palpe el rostro. Unos guantes de piel cubren mis manos hasta medio antebrazo, combinandose con un coqueto bolso de mano de seda. Si, desde luego soy alguien importante, alguna actriz, modelo u famosa. Pero eso no importa ahora. Lo que importa es saber que pasa y porque no me acuerdo ni de mi nombre. Tampoco he visto mi rostro... Espero ser guapa

Entonces me doy cuenta de que puedo haber cometido un error. Acabo de descubrir otro detalle de mi personalidad. Soy una persona impulsiva. Quien sabe para que busca esta gente a Ilona??? Y quien es esa??? Es mi nombre, o es el de otra mujer???

Em... Las palabras no surgen de mi boca. Estoy un poco nerviosa, tanto por el escrutinio al que me somenten los otros como por el acto que acabo de hacer, darme a conocer ante unos extraños. Quien sabe que pueden llegar a hacerme???

Sin poder pronunciar palabra, me saco el telegrama del bolsillo y extiendo la mano para que los otros lo lean

Al salir al pasillo no ves nada adicional, aunque la mujer fea de la puerta que los demás han llamado Anna entorna la puerta del cuarto en cuanto apareces. Todos te miran con una extraña expresión entre recelo y alivio, que en parte achacas a tu ropa manchada.

De pronto veis salir a Ilona de su cuarto, con cara de perdida, pero como si no hubiera pasado nada.

Está vestida con la ropa de ayer, solo que totalmente arrugada. Está muy manchada de tierra y berdín, aunque no pafrece importarle mucho, y el icor negro parece haber rezumado sobre su pecho y por los costados, casi libremente.

A pesar de su encanto natural, su estado es deplorable y tiene el pelo enredado, aunque no parece tener lesiones ni "cambios dramáticos".

Antes de que vuestra presunta compañera pueda ver nada, Anna entorna la puerta del cuarto de Fátima, salvaguardando su intimidad.

Oyes en el pasillo la voz de Ilona, e inmediatamente Anna entorna la puerta, salvaguardando aún más tu intimidad.

Al salir de la cama me dirijo al baño y, cogiendo unas toallas empiezo a enrrollármelas, con la intención de no ir dejando "restos" allá donde voy.
Mientras estoy ocupándome de mis mutaciones, Y...¿qué planes tenemos para hoy? Uds más que nada, porque yo creo que no podré salir mucho de mi habitación digo distraidamente

Miro a la pobre Ilona, su pelo, su ropa, ....cualquiera diría que ha dormido tirada en el césped.

....gracias a Dios que está bien....

Me voy hacia ella y le doy un abrazo y un beso en la mejilla.

- Me...me...menos mal que estás a salvo.¿Dó...dó...dónde te habías metido?

Entonces observo el telegrama en su mano...

- ¡Oh, no! ¿Tú...tú...tú también has pe...pe...perdido la memoria?

Cuando la mujer se dirige a abrazarme, me aparto bruscamente y interpongo mi brazo derecho entre las dos

Apartate. No te conozco, asi que mejor deja de hablarme como si me conocieras a mi. Dices que me llamo Ilona, pero no me puedo fiar de ti, asi que simplemente coge el telegrama y no te acerques

Que se ha creido??? Viniendo asi como una loca a darme un beso, cuando no la conozco de nada??? Joder, creo que no debería haber salido...

-Tranquila Anna, ya sabes que todas hemos pasado por eso. Ya se tranqulizará.

Digo a Anna, a sabiendas de su carácter y de lo mal que le habrá sentado el rechazo de Ilona.

-Ilona... sé que todo esto es duro de entender. Pero tómatelo con calma. En un par de días estarás de nuevo como todas nosotras. Ahora mismo te basta saber que somos miembros de un grupo científico que realizaba una expedición arqueológica y acabamos siendo recogidos en un estado deplorable y sin memoria.

Todos estamos tratando de saber a qué se debe todo esto, pero es duro, cada vez hay más interrogantes, y, de vez en cuando, alguno de nosotros recae, como ha sido tu caso, o como fue el mío hace muy poco.

Todo esto es muy complicado, pero tranquila. Estamos juntos en esto. Tómatelo con calma, preciosa, con calma.

...

Que diablos dicen??? Yo, de un grupo arqueológico???

Mira, no te voy a creer, porque no puedes asegurarme de que lo que me dices sea cierto. Si dentro de unos dias se me aclarará la memoria, entonces no hay problema, dentro de poco seré la misma y podré acordarme de mi nombre. Pero por ahora prefiero seguir tratandoos como lo que me sois: Extraños. Por cierto, ya que parece que sabéis tanto, donde estamos???

-No pasa nada, Ilona, ya lo descubrirás tú sola. Estamos justo ahí, donde dice el telegrama. En la Universidad Miskatonic en Arkham. Massashusetts. En Estados Unidos de América, claro.

Bueno... creo que lo mejor será ir a desayunar, y ya se irá aclarando todo.

Fátima sale al pasillo, mira con un rostro entre el desconcierto y la depresión a todo el mundo, y se dirige al baño a limpiarse la considerable cantidad de icor negro que le cubre de la cintura para abajo.

Ves salir de la habitación entreabierta al pasillo a lo que parece una modelo rubia, con cara de ángel y cuerpo de "femme fatale". Parece haber añadido algún toque degracia personal a unas ropas que, por lo demás, son prácticamente iguales que las tuyas. Mira con un rostro entre el desconcierto y la depresión a todo el mundo, y se dirige al baño a limpiarse la considerable cantidad de icor negro (como el que rezuman tus cerdas) que le cubre de la cintura para abajo.

Pietro Se ha acercado con presteza en cuanto Ilona ha salido de su habitación, con cara de extrañeza y alivio a un tiempo.

-¡Oh, Ilona!, menos mal, temíamos... Pero... ¿dónde has estado, chiquilla...?

Ante el intercambio de frases, el telegrama y su actitud, comprende en seguida, y cabecea gravemente, dejando que las mujeres hablen. Es mejor que ellas procuren ganar la confianza de la nueva amnésica. Él ya ha pasado por eso, y sabe cómo se siente. Igual que Ludmilla. Bueno, y que todos, al fin y al cabo. Solo que es duro ver que sólo le ocurre a uno.

Después de que Fátima sale para dirigirse al baño, la saluda y la acompaña hasta la puerta.

-¿Qué tal la noche? El resto de la noche, quiero decir...

Pero no añade nada más, no quiere que alguna puerta se abra y surjan complicaciones. Más complicaciones.

-Si, Ludmilla, tienes razón. Vamos todos abajo, a desayunar. Y a ver si obtenemos la lista de las habitaciones, si es que tenemos suerte, para variar.