Desapareció de la misma forma que apareció...
Si no lo hubiera visto con mis propios me resultaría imposible de creer.
- ¿Cree que la serpiente provocó el incendio?
No. El incendio lo debió provocar alguna de las velas que tenía el hombre y que en su desesperación por huir tiró al suelo y con todo el papel y madera fue algo rápido...
- ¿Cree que pudo ser él mismo el que hizo aparecer a la serpiente?
¿Cómo pudo hacer aparecer a la criatura? ¿Magia? - aunque el mero concepto le chocaba, estaba claro que algo raro había pues el animal tampoco era algo natural...
Es posible. Quizá tenga que ver con lo del Libro de las Escamas... - la respuesta carece de toda convicción.
Pienso en algo que pasó en otra vida.
- Cuando Anna o yo o ..., bueno cuando fue con el Coronal Sacco al hotel descubrimos en una de las ventanas una especie de barrera invisible que no nos dejaba traspasarla pero la señora de la limpieza no había tenido problemas.
Ciertamente, los sucesos extraños se suceden. ¿Dónde les ocurrió aquello?
- En la habitación donde se había alojado uno de los compradores de la subasta.
¿E intuyeron ustedes alguna razón por la cual dicha fuerza estuviera allí?
- Estuvimos intentando discernir si la barrera protegía de lo de afuera o era para que algo no saliera.
¿Alguna teoría sobre cómo o quien hizo llegar esa barrera ahí?
- Llegamos a la conclusión que sería el hombre que adquirió uno de los artefactos en la subasta de la Universidad...¿podría estar relacionado con el suceso de la serpiente?
¿Qué artefacto adquirió aquella persona?
Finalmente, la larga espera dio paso al característico silbido del ferrocarril, que no tardó en hacer acto de presencia con su consabido traqueteo metálico, que tan pintoresco resultaba en docho siglo. Desde el interior del segundo vagón, descendió el ya conocido revisor, que no se demoró en anunciar:
-¡VIAJEROS AL TREN! ¡ÚLTIMO VIAJE KINGSPORT - BOSTON A PUNTO DE PARTIR!
Conforme vociferaba, una sola figura descendió del tren, embozada en una gabardina oscura y raída y embutido en un sombrero de pescador de lana, posiblemente una talla más pequeño. Sin pararse siquiera a observar a los dos extraños que aguardaban en la estación, enfiló el camino de descenso hacia el pueblito y se adentró en las rielantes sombras batidas por el faro del tren.
No es que vayamos a acelerar mucho la escena, pero es que me cansa ya teneros mirando... y ya se acerca el momento.
Me acerco a la escalerilla para subir y avergonzada por el escaso margen de maniobra que me deja la falda tiendo tímidamente mi mano al Sr. Price para que me ayude a subir.
- Era Irving Atkinson, se alojó en la habitación 22 del hotel Miskatonic. Creo recordar que adquirió un conjunto de planisferios egipcios de bronce, cobre y piedras preciosas, con dispositivos móviles.
¿Podía tener algo que ver la pantalla de fuerza con lo que adquirió? - pregunta Norbert mientras sube al tren.
El Señor Wood adquirió el Libro de las Escamas y apareció una serpiente enorme. Quizá exista relación.
- Mañana podemos ir al hotel y probar si la pantalla de fuerza existe ahora también...
¿Cuánto tiempo hacía de la estancia de dicho señor? Es por saber si la pantalla era reciente o la puso hacía bastante tiempo.
- La otra vez eran dos años, supongo que ahora igual....
Habrá que investigarlo. - dice Norbert mientras busca para él y su acompañante un asiento en el tren.