Partida Rol por web

Desesperación

La actriz

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21/05/2008, 19:33
Ilona Vanzetti (1907) / Virginia Toshack-Lyndhurst (1906)

Aturdida, como no podía se de otra forma, se levantó de la cama e hizo intención de acercarse hasta el sobre que habían arrojado por debajo de la puerta, pero tuvo que volver a sentarse antes de conseguir su objetivo.

La habitación le daba vueltas. ¿Qué hacía allí? ¿Qué lugar era aquel? ¿Qué pasó con el tren, con la universidad...?

Se miró así misma, reconociendo en ella a una extraña demasiado familiar. ¿Quien era?

Buscó un espejo, algún lugar brillante donde poder observar su propio reflejo. Mientras deambulaba por la habitación recordó algo... ¡su pecho! Tanteó bajo las ropas, buscando algún signo de aquella maldita mutación.

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22/05/2008, 02:40
Director

Notas el inconfundible contacto de un ceñido corsé elástico de rayón bajo el vestido, y las gomas de las medias apretándose a medio muslo. Es patente también la presencia de una combinación con bordados bajo la falda. En el bolso puedes encontrar un pequeño monedero de piel con 300 dólares, una cajita con polvos de maquillaje y un algodón de aplicación, así como dos lápices de sombra de ojos y un pintalabios. Hay también una libreta bien cuidada sin apuntes, acompañada de un lapicero, entre cuyas paginas reposa una tarjeta que reza lo siguiente:

Un pañuelo de seda, una antigua llave de hierro colado y un botecito vítreo de perfume cierra el conjunto.

La cajita de empolvarse te permite mirarte al espejo, revelándote a una joven, de unos veintipocos años, con una brillante melena negra, larga y lisa, de las que al girar la cabeza se deslizan como una cortina de seda, que atrae inevitablemente la atención. Ojos brillantes, grandes y también negros te devuelven la mirada; ojos desconocidos enmarcados en rasgos finos y delicados. Labios delgados, conjugando perfectamente con una cara estilizada. Pero no hay nada más, ni joyas, ni ornamentos.

Seguidamente compruebas que grabado sobre tu pecho, ocupando la mayor parte de la parte superior delantera de tu cuerpo, negros surcos recorren tu piel por debajo de la dermis. Parece pulsar momentaneamente, como si sangre independiente recorriera las ensortijadas líneas del tribal. Extrañas runas recorren sus bordes, adentrándose hacia el centro en una lenta espiral, que termina en un ojo con unas runas más nítidas marcadas en su pupila.

¿Las runas centrales son distintas? No sabrías decirlo, pero lo parecen.

Notas de juego

Lo de las joyas "no se ajusta a la crónica"... XDDD.

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22/05/2008, 20:30
Ilona Vanzetti (1907) / Virginia Toshack-Lyndhurst (1906)

-¿Qué está ocurriendo Dios mío? ¿Qué es este lugar? ¿Qué hago yo aquí? – no pudo evitar que las palabras surgieran de su boca en voz alta.

Un escalofrío recorrió su cuerpo, comenzó a temblar visiblemente y se inclinó hacia los lados, a punto de caer, mientras se dirigía hacia donde se encontraba el sobre, el cual aún la contemplaba orgulloso desde su segura posición sobre el suelo. Al menos a él no parecía que el mundo le desapareciera bajo sus pies.

Con miedo, como si aquel objeto inanimado pudiese causarle el mayor de los daños, se agachó y le recogió en sus manos. Lo observó detenidamente, esperando quizás que hablase y le explicase lo que ocurría.

Tan sólo había una forma. Debía abrirlo.

Se sentó sobre la cama, pues no se consideraba capaz de permanecer más tiempo en pie, y exploró su contenido.

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23/05/2008, 01:40
Director

Evidentemente turbada por la situación, abres el sobre para encontrarte con un papel familiar habitado por un breve y ominoso mensaje:

-..- Virginia Toshack-Lyndhurst STOP -..-

En el matasellos se ve claramente un símbolo oficial de oficina de correos, en la que se lee "ARKHAM U.S. MAIL". En la esquina inferior derecha de la hoja se lee claramente el número 16, junto a una supuesta dirección de universidad:

Universidad Miskatonic, dormitorio de mujeres
West College Street, 1
555 - Arkham, Massachussets

El día te desconcierta aún más: 11 de abril de 1907

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23/05/2008, 17:42
Ilona Vanzetti (1907) / Virginia Toshack-Lyndhurst (1906)

Se resistía a caer en la desesperación o la locura, pero ello no evitó que deambulara por la habitación perdida, sin sentido, tropezando con la cama o el armario sin saber muy bien hacia donde se dirigía. Nada de aquello tenía sentido. Necesitaba algo real sobre lo que apoyarse, un ápice de lógica al que anclarse.

Y no lo encontraría allí dentro.

No era una mujer cobarde, sin embargo dar aquellos pasos que le acercaron a la puerta le pareció una de las cosas más difíciles que habría hecho en su vida. ¿Su vida? ¿Qué vida? ¿La de quien?

No podía seguir así. Debía hacer algo.

Agarro con firmeza el pomo de la puerta e intentó abrirla. Su corazón latía desbocado.

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24/05/2008, 03:00
Director

El pasillo resulta la confirmación de lo que ya viste en el sobre: el pasillo del colegio mayor femenino de la universidad Miscatonik. 12 puertas con números pintados en purpurina flanquean un pasillo decorado en madera y tonos dorados, rematado en un baño adyacente a una escalera ascendente en uno de sus lados, y en una escalera descendente en el otro. El baño cuenta con cuatro departamentos con water, dos con duchas, y tres lavabos (todos los departamentos bien cuidados y provistos de puertas con pestillo). Tu habitación es la 16.

Sorprendentemente, dos puertas se han abierto casi al tiempo; la tuya y la 14. Por ella aparece una mujer de 1.60 aproximadamente, de complexión fuerte, para lo habitual en su sexo, y una destreza y soltura de movimiento poco normal para una dama. Posee un cuerpo bien proporcionado, con curvas femeninas, bastante bello, en realidad, pero es su cara lo que causa cierta repulsa a sus interlocutores. Una mancha roja que le cubre todo el lado derecho de la cara, probablemente resultante de algún tipo de enfermedad, y eso combinado con unos rasgos no en exceso agraciados y una piel muy blanca, casi pálida, hacen que la mujer no vaya a esperar nunca un piropo, a no ser que lleve la cabeza tapada. Sus ojos son demasiado grandes, con unas pestañas largas, la nariz pequeña y unos labios gruesos, dan a su cara ese extraño aspecto, que da a entender que sus facciones no siguen un canon establecido, sino que van a su aire. Su pelo negro cae en cascada, formando una media melena, cuyo flequillo suele tapar el lado más desfavorable de su cara, aunque con poco éxito.

En la puerta 18 una mujer esta asomada, mirando a otra, que parece haber salido de la 20 al pasillo:

La primera es rubia, con cara de ángel y un cuerpo escultural. Lo cierto es que no la habías visto en tu vida, pero es una verdadera belleza.

La segunda es una mujer joven, rondando los treinta, y de estatura media con el pelo largo y negro, piel oscura al igual que sus ojos. Aunque parece occidental quedan evidenciados sus rasgos de ascendencia gitana (tipo rumanos o húngaros). Su cuerpo muestra signos de alguna enfermedad que la haya debilitada durante su infancia. Delgada y de rostro cadavérico, su piel muestra signos de llagas, sarpullidos, pústulas y quemaduras. Algunas de sus marcas se diría que forman signos místicos.

Todas visten de la misma manera, lo que no deja de resultar un efecto visual impactante.

Notas de juego

A la escena 3B.

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06/08/2008, 16:11
Director

Tras despedirte de tus companeros, repentinamente indispuesta, acudes al dormitorio femenino, donde te aseas y te refrescas un poco, antes de plantearte que tal vez una ducha calme tus incipientes nervios histricos. Una agresion? Realmente se lo plantearia Jane en serio? Vaya... serias capaz? Quiza; la verdad es que sabes muy poco del papel que vistes. Aunque te sientes extranamente comoda con la sensacion; puede que mas que el resto: no te cuesta fingir que eres quien eres, en realidad, a falta de algo mejor.

Estas ideas te calman un poco, mientras te secas en tu cuarto tras el reparador bano caliente. Sin darte cuenta, te sobreviene una ligera modorra y te quedas traspuesta durante tiempo indeterminado. Cuando despiertas la oscuridad se ha aduenado del campus, y el reloj ha avanzado casi un par de horas.

Si has sonado algo, no lo recuerdas, aunque casi dirias que ha sido mas similar a una fugaz sensacion de nausea que a una verdadera siesta.

Notas de juego

Continuamos? Estas en tu cuerto, recuperada de tu "ausencia".

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26/08/2008, 08:59
Ilona Vanzetti (1907) / Virginia Toshack-Lyndhurst (1906)

El corto e inquietante sueño del que había sido incapaz de disfrutar la había dejado no obstante sin deseo alguno de repetir. No tenía ganas de volver a la cama y aunque sabía que al día siguiente se arrepentiría de ello, decidió salir al pasillo para comprobar donde se encontraban las demás. Al menos ese sería el primer paso.

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26/08/2008, 17:45
Director

Banado en la densa oscuridad nocturna, el pasillo aparecia turbio y solitario a los ojos de Virginia. Los sonidos de la ciudad se habian ahogado en un manto de sueno, que mantenia el entorno almohadillado y distante.

Notas de juego

A donde?

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10/09/2008, 09:53
Ilona Vanzetti (1907) / Virginia Toshack-Lyndhurst (1906)

Ilona... Virginia... avanzó tambaleante por el pasillo tratando de orientarse. ¿Cuales eran las puertas de las demás? ¿Anna, Fatima, Ludmilla... o Patricia, Jaen, Leonora?

¿Cuales eran sus habitaciones?

Giró sobre sí misma un par de veces y comenzó a asustarse.

-¿Hola? ¿Hay alguien ahí? - fue apenas un susurro que le sirvió para romper el silencio de la noche.

Notas de juego

Si recuerdo la habitación de alguna de ellas directamente me acerco a llamar. En caso contrario afrontaré las escaleras.

Lamento el ritmo que me he visto obligado a seguir. Si ves que necesitas más actividad para la partida puedes PNJtizarme sin problemas o incluso buscarte a otro jugador. Lo entenderé.

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10/09/2008, 12:03
Director

Al salir al pasillo, ves a Patricia frente a la puerta de Jane, conversando en voz baja.

Notas de juego

No te preocupes; veremos lo que pasa durante los próximos días.

 

El tema es que con tu tardanza, alguien se ha reunido en el pasillo, así que digamos que tu somnolencia te impidió verlo en primera instancia. El reloj marca las 0:00.

A la escena 3A.

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21/10/2008, 19:11
Director

La inquietante oscuridad de la noche y la densa inranquilidad de los sucesos de las últimas horas te acompañan de la mano a una interminable oscuridad vacua, que te result angustiosamente familiar. Un ruido lejano, más mecánico que estático, pero igualmente cíclico e histeriante, te escolta durante tu asfixiante deambular por la privación sensorial.

Las luces de la mañana más parecen un recuerdo de una vida mejor en el fondo de una mente atrapada, cuando la claridad comienza a rasgar el tupido velo de tu opaca aridez onírica cuando los rayos del sol acarician las contraventanas del cuarto en que te dormiste.

Al menos es de día de nuevo; las 8:00 de la mañana, a decir por el reloj.

Notas de juego

¿Y bien?

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29/10/2008, 09:36
Ilona Vanzetti (1907) / Virginia Toshack-Lyndhurst (1906)

Al despertar, por un leve y esperanzador momento, su mente le jugó la mala pasada de negarle la realidad. Ese instante en el que aún medio dormida no se es consciente de donde o cuando y, basándose en esa ausencia de información, se tiene la ilusión de la felicidad. No obstante, duró tan sólo un segundo.

Abrió los ojos y consiguió orientarse. El cuando continuó siendo un misterio, pero el donde se le hizo dolorosamente real, como una herida que comienza a sangrar nuevamente. Una lágrima solitaria escapó de sus ojos.

Como un ser sin inteligencia, dotado tan sólo de movilidad autómata, se levantó de la cama y se dedicó a las tareas para las cuales le cerebro tan sólo permanece en un segundo plano. Se lavó y se aseó. Se vistió y se maquilló ligeramente. Se movía por inercia, lentamente, sin interés alguno. Se sentía como si caminara hacia ningún lugar, hacia ningún destino, pero no pudiera detenerse. Avanzaba sin obtener un solo momento de tregua o descanso y sin conocer el objetivo final de todo aquello. Seguía en pie, y adelantaba una pierna tras otra, como si algo a sus espaldas le impidiera pararse. Continuaba hacia delante por obligación, como un animal al que no le quedase más remedio que hacerlo. Se movía por instinto, por miedo, por necesidad… por desesperación.

En ese estado abrió la puerta de su habitación y salió al pasillo en busca de sus compañeros.

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04/11/2008, 02:01
Director

Al salir para asearse, Virginia descubre con alivio caras amigas... si es que la nueva "cara" de Leonora podía llamarse así. Sus otras tres compañerias parecían haber coincidido en el aseo y ahora se devanaban los sesos sobre el modo de cubrir las deformaciones de la que posiblemente fuera la mayor de las tres.

Notas de juego

El baño es una zona compartida al final del pasillo.

A la escena 3A.

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23/06/2009, 21:33
Director

Tu propio dolor, desgarrado amenaza con olvidarte en un confín recóndito del universo hasta que el rojo se transforma en negro. Tu entorno es un manto de oscuridad sólida durante lo que te parece una eternidad en la que el sonido de los golpes contra los escalones parece extenderse hasta el infinito.

A pesar de lo que cabría esperar, en lugar de espaciarse, el sonido se acelera y acelera, hasta convertirse casi en un traqueteo inhumano. Te sientes como encerrada en tu cuerpo, en una asfixiante sensación de no ser tú misma. Algo te sigue moviendo; sientes los golpetazos a los lados, como si el pesadillesco ser te hubiera aferrado y continuara zarandeándote a pesar de que evidentemente ya habrás muerto...

Los gritos que Leonora profería antes de que por fin cerraras los ojos parecen haberse quedado suspendidos en el aire, como un disco de vinilo estropeado. ¿Cuándo terminará esta angustia? No sabes si podrás soportarlo mucho más. Tratas de aislarte de la cacofonía, y entonces distingues una voz; una demasiado familiar. Quiza ni siquiera es un sonido, sino palabras en tu mente. ¡Sí! ¿Podría eso ser un recuerdo? Quien sabe. Analizas las palabras; las masticas y las degustas. Te sientes como si te hablaras en segunda persona, como un desconocido cualquiera dirigiéndose a otro, sin nombres ni detalles:

Que precisamente tenga que ser mamá a quien le pasa esto. ¡Era, independientemente del resto, su esposo! Desde las 16.00 horas hasta llegar a París, yo estaba en el salón, intentando leer. Pero también estaba Jane todo este tiempo y entonces no podia concentrarme, así que no he leído mucho.

Entonces el traqueteo se vuelve abrumador y regresa el oscuro silbido, esta vez con mucha más claridad. Todo es terriblemente desconcertante. Tus ojos se abren de sopetón a una oscuridad menos densa: una puerta de bisagra con pestillo, y una ventanilla translúcida son todas las salidas de este pequeño espacio blanco, ahora a oscuras. Rico mobiliario, con dos literas de buen tamaño, un escritorio, y un armario adornan esta cuca estancia provista de una ventana de guillotina. En una esquina, se ha abierto un reducido espacio para incluir un pequeño water, y un lavabo individual con espejo. Otras comodidades básicas cierran el conjunto de este acogedor ¿coche-cama? El equilibrio en la amontonada salita es precario, debido al movimiento del tren en el que indudablemente estás. En una esquina del departamento, una maleta anuncia lo que posiblemente sea tu equipaje... y el de la persona que debía ocupar la litera que hay junto a la tuya, claro: un hombre, sin duda. El pensamiento no es casual, pues la cama está revuelta y un pijama de varón, mal doblado sobre las sábanas, anuncia que alguien la usó recientemente.

Más todo esto es secundario, pues, a pesar de que evidentemente tu grito ha sido recibido por la soledad del departamento, tu piel, ¡SÍ! ¡TU PIEL! Ha sido recibida por tus temerosas manos, mientras te incorporabas y comprobabas anonadada y febril de alegría que todo esta en su lugar. No sabes cómo, pero vuelves a ser la encantadora mujercita de hace apenas unos minutos, vestida en un provocativo salto de cama de seda.

Notas de juego

Ta-ta-chán!!!

Descubrir que no estás ni despellejada, ni muerta y que todos esos monstruos y pájaros de tu cabeza podrían no ser más que eso mismo (de tu cabeza), supone una recuperación de 1d8 puntos de cordura. Sin embargo, las paranoias son otra cosa... La manía homicida se te ha pasado tras unos segundos de respiración profunda, pero la temporal de larga duración es otra cosa... esa se queda hasta que te diga lo contrario (interprétala pues).

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25/06/2009, 16:22
Ilona Vanzetti (1907) / Virginia Toshack-Lyndhurst (1906)

No se lo podía creer, su corazón latía deprisa, y si bien lo primero que hizo fue desnudarse y comprobar cada centímetro de su piel, tan real le había parecido aquella pesadilla que aún no las tenía todas consigo de que no hubiera pasado, el tacto de sus manos sobre su tersa y suave piel la reconfortaba, le aportaba realidad, cualquiera que hubiera entrado ahora la hubiera tachado de loca, pues no paraba de repetir la letanía

ha si….do sol…..o…lo    un su..sue..eño…solo un sueño…ssssolo un su…su..sueño

Penso en acercarse al espejo, pero tenia miedo ¿ y  si el espejo no devuelve mi rostro? ¿ y si es rostro que veo es el de una desconocida? Esta y muchas otras preguntas se formulaban una y otra vez en su mente .
se asomo al espejo y su piel estaba perlada de sudor a causa del estress interno que estaba experimentando

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25/06/2009, 23:14
Ilona Vanzetti (1907) / Virginia Toshack-Lyndhurst (1906)
- Tiradas (2)

Tirada: 1d100
Motivo: Recupear
Resultado: 17

Tirada: 1d8
Motivo: Recuperar cordura
Resultado: 6

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28/06/2009, 00:29
Director

Sin embargo la mujer que encontró era la misma de instantes antes, eso sí, sin tatuajes ni mutaciones remarcables, a Dios gracias, y con todo bellamente ubicado en su sitio. Fuera lo que fuese que había sucedido, se había llevado toda mácula sobre su cuerpo, eso estaba claro.

En el espejo le extrañó sin embargo fijarse en la bella alianza que orlaba su dedo anular, sin desnudar del todo al parecer. Al comprobarla, dos iniciales en su interior, grabadas en fina letra inglesa:

Siempre tuyo, S.T.

Notas de juego

Limpia limpita y siendo tú misma.

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29/06/2009, 22:47
Ilona Vanzetti (1907) / Virginia Toshack-Lyndhurst (1906)

Una voz dulce pero con una nota interrogativa soltó un nombre al aire .- Ste...e..ve To...oooss..shack. Decidió volver a vestirse antes de que volviera ¿ Su marido? Si bien es cierto que no le costaría hacerle creer que si estaba asi es por que le estaba esperando  y que le echaba de menos y hacer el papel de niña traviesa, eso les solía gustara los hombres.

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07/07/2009, 01:14
Director

Los billetes hallados en la maleta no dejaba lugar a dudas: eran para el mismo compartimetno y eran para Estambul. La sorpresa fue encontrar los peculiares documentos que descansaban junto a los billetes. Uno era evidentemente un panfleto publicitario de la compañía ferroviaria Orient Express; el otro era sin lugar a dudas un contrato, firmado por la Srta. Virginia Toshack, avalando el suculento crédito adquirido de la compañía ferroviaria con una suntuosa galería de arte francés “Sensolagne” de Oslo (Noruega).

Documentación del tren

El contrato, firmado igualmente por A. Rodman (jefe de tren y apoderado de la compañía), y E. Picson (testigo de la compañía), era igualmente atestiguado por Steven Toshack, en el lado de la interesada.

El conjunto iba cerrado por una evidente declaración de matrimonio entre Steven Toshack y Virginia Lyndhurst... vaya-vaya.

Además de eso, el equipaje incluía ropas femeninas suntuosas,y ropas de hombre escogidas con mucho gusto y ojo clínico. Los pasaportes encontrados en el bolsillo lateral indicaban lo mismo: Steven Toshack y Virginia Toshack debían de viajar en aquel vagón, con sendos visados para Estambul.