Partida Rol por web

Digimon & Pokemon ¡Fusión!

¡La primera digievolución!

Cargando editor
22/01/2015, 00:17
Z-Out- Miguel Suárez

Tras recibir el dispositivo digital y agarrarlo con todas sus fuerzas intentó evitar que el pequeño digimon fuese a la lucha pero comprobó que todos los demás también parecían dispuestos a ir a la batalla.

Son pequeños pero valientes.

Escuchó las palabras de Elhena pero su mente solo le hacía la misma pregunta una y otra vez.

¿Qué vas a poder hacer contra una avispa gigante?

De pronto, recordó aquellos documentales de la televisión, en el que decía que cuando un animal te atacaba debías hacerle creer que eras más fuerte o incluso atacarle con piedras para que se sintiera intimidado.

Chicos , buscar cualquier cosa que se pueda lanzar, si lo hacemos todos a la vez, tal vez salga huyendo o podamos desorientarle y escapar.

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Buscar Piedra

Tirada: 1d100

Resultado: 87

Tirada oculta

Motivo: Lanzar Piedra

Tirada: 1d100

Resultado: 96

Cargando editor
22/01/2015, 02:57
- Director -

Álex se encargó de indicar cómo atacar a la avispa gigante, mientras que Elhena y Miguel se dedicaban a buscar algún tipo de arma, ya fuera una piedra o un palo, pero en aquel extraño mundo, nada de eso parecía encontrarse. ¡No había nada con lo que luchar! El destino parecía indicarles que debían dejar a los pequeños digimons actuar. Y así hicieron ellos.

Todos a una, como si llevaran toda la vida luchando juntos, se lanzaron a golpear al Beedrill con su pequeño cuerpo. A pesar de su forma redondita y achuchable, las pequeñas bolitas digitales golpearon con fuerza al bicho gigante. La avispa quebró el vuelo y al verse desviada se chocó contra un árbol.

Beedrill se había quedado aturdido durante unos instantes, y en vista de que aquella avispa atacaba porque estabais invadiendo su territorio, lo mejor sería salir corriendo ahora que ya estabais todos reunidos. Los pequeños digimons eran muy valientes, pero todavía no eran lo suficientemente fuertes como para derrotar a aquel ser. ¡Era mejor huir y combatir en otro momento!

Cargando editor
22/01/2015, 12:00
- Álex Aldrich "Al"

No se lo pensó demasiado antes de coger a su compañero girarse para arrancar a correr, sin embargo un miembro, Elen le parecía recordar que había dicho, se quedó quieto, como paralizado, así que la cogió del brazo para forzarla a arrancar a correr con él y que el instinto hiciese el resto. No miró hacia atrás, pero alguien debía dar el primer paso. El hecho de que ese bicharraco gigante hubiese quedado aturdido era una gran ventaja para ellos, quizá hubiese esperanza de ver un nuevo amanecer al fin y al cabo, lo cual en este terreno extraño y hostil era toda una gran ventaja.

Cargando editor
22/01/2015, 12:05
z.Out. Compañero: Magnemon

Magnemon siguió en el ataque al resto de sus compañeros.

El hecho de que estuviese aturdido era una ventaja y cuando su compañero quiso advertirles la verdad es que sintió orgulloso de él. Pero estaban invadiendo su territorio y ellos eran demasiado débiles como para enfrentarse en verdad, de modo que salir huyendo de allí era, quizá, lo más sensato.

Saltó sobre su compañero.

¡Aprovechemos que está aturdido!

Dijo, pero entonces se dio cuenta de que uno ya había arrancado a correr, llevándose a Fletchmon con él. No sabía si era un cobarde o alguien sensato, eso es algo que el tiempo diría. Miró a su compañero con su único ojo, esperando ver su reacción.

Cargando editor
24/01/2015, 18:49
0.- Compañero: Flabmon

Cuando la pequeña bola sintió chocar contra la avispa gigante, no pudo evitar soltar un gemido, y pensó, incluso, que le dolería mucho después. Pero, le daba igual. Es más, ni pensaba en sí mismo. Sólo podía concentrarse en que aquel Beedrill iba a hacer daño a Elen, y él no lo pensaba consentir.

Vio a todos sus compañeros unirse también, y se llenó de coraje y valor. Todos juntos podían hacer lo imposible, y más aún, cuando sus compañeros humanos, por fin, estaban con ellos.

—Vamos, vamos— murmuraba con su dulce voz, al ver al Beedrill algo aturdido, y desconcertado.

Estuvo a punto de volver a lanzarse contra él, de demostrarle que no iban a hacerle daño a nadie, y mucho menos, a Elen, sin embargo, lo que mejor se podía hacer en ese momento era salir de allí, aprovechando el golpe que le habían propinado a aquella bestia, y su momento de desconcierto.

—¡Debemos irnos!— gritó Flabmon, moviendo sus hojitas de su cabeza, mirando a Elen—. Marchémonos ahora que tenemos una oportunidad— dijo a la vez que Magnemon.

Cargando editor
24/01/2015, 18:51
- Fénix Ember

A Fénix se le encogió el corazón cuando vio a los digimons propinarle un golpe tras otro a aquel bicho enorme. Ella también estaba dispuesta a ayudar, pero, al igual que los demás que estaban allí, no encontraba nada que le pudiera servir.

—Mierda, mierda— comenzó a decir, algo acalorada, buscando cualquier cosa para golpear a esa avispa gigante, y poder escapar de allí.

Sin embargo, sintiendo su garganta seca, y el corazón latiéndole muy deprisa, y un sudor frío en las manos, se dio cuenta de que necesitaba agua. Cuanto antes. Rara vez se le veía en el gimnasio sin dos botellas de agua bien cargadas pues pronto comenzaba a sentir calor, a notar que se ahogaba y rendir menos de la cuenta.

Tragó la poca saliva que pudo con dificultad, y miró a las pequeñas bolitas, haciendo frente a aquel bicho enorme. Pestañeó con lentitud, pasándose la lengua por los labios, y pensó que necesitaba más que nunca agua.

Olvidó por un momento que estaba necesitada de agua cuando vio que el bicho caía, algo abatido, tras el choque con los digimons.

¡Bien!— gritó, alzando el puño, con todas sus fuerzas—. ¡Bien!

Escuchó al digimon de un solo ojo y al de las hojitas en la cabeza, y asintió. Tenían razón. Debían de darse prisa.

—Fennekmon, ¡vamos!— llamó a su bolita amarilla, dando un par de palmadas para que se diera prisa. 

Cargando editor
24/01/2015, 19:53
0.- Compañero: Totomon

Totomon sabía que ese golpe conseguiría que le saliera un chichón en la cabeza. Más que saberlo, lo notaba. Pero eso daba igual. Habían conseguido, entre todos los digimons, enseñar a ese Beedrill que no se podía meter con sus compañeros. Totomon soltó una pedorreta, retando a Beedrill a que se levantara. ¡Podían con él, le harían huir!

¡Sí, sí! Unos golpes más y seguro que se va! ¡Vamos, vamos!

Pero la sensatez pareció invadir a alguno de los allí presentes, y empezaron a huir. Entre gritos y carreras, Totomon miró a Nagisa, que parecía paralizada. Dando botes como un histérico, llegó hasta ella. Mordió sus pantalones y empezó a tirar en la dirección en la que se iban los otros.

¡'amos, 'amos! 'Enemo que inos! intentaba gritar y salvar a su compañera.

Cargando editor
24/01/2015, 20:19
- Elhena Medianor

No había conseguido ni un palo ni una piedra. Nada de nada. Y, por mucha fuerza que tuviese, lanzar su bolígrafo con pompón azul no la ayudaría en nada. Mordiéndose los labios se quedó mirando el encuentro entre su preciosa bolita y ese bicho asqueroso gigante. Para su gran sorpresa y emoción, todas esas bolitas adorables consiguieron estampar a la avispa contra un árbol, y ahora estaba desorientada. Quizá si pudiesen provocar un gran fuego, o incluso hacer que ardieran sus alas, podrían conseguir que se marchara, pero era una idea descabellada y no era el mejor momento.

Así que salió corriendo hasta Trapmon y le cogió antes de que se volviera a lanzar contra la criatura.

¡Es hora de irse! gritó, elevando en el aire a su digimon y corriendo como una histérica.

Cargando editor
25/01/2015, 11:20
0.- Compañero: Trapmon

Cuando el Beedrill se aturdió vio la oportunidad. Ahora volverian a saltar todos y vería lo que era bueno. Pero entonces sintió como lo levantaban en el aire.

-Pero bueno, si  ya lo teníamos! Esta temblando de miedo-dijo la pequeña bola de pelos mientras su compañera lo llevaba en brazos. Pero dejo de quejarse. Se sentía tan agustito entre sus brazos que le daba igual todo-. Bueno, te dejo que me alejes de la batalla, pero que conste que íbamos ganando por mi golpe.

Cargando editor
25/01/2015, 11:25
- Elen Jhonson James

Cuando los vio saltar a todos contra aquella bestia en su cabeza la imagen de un grupo de heroes saltando sobre un dragon para proteger a su princesa le vino a la cabeza. Sin duda aquellas pequeñas bolas eran sus heroes, y cada uno de los allí presentes eran sus princesas. Bueno, alguna tenía barba, pero todas las princesas son bellas. A su manera.

De golpe la voz de Flabmon le saco de su ensoñación. Tenían que irse. Por muy valientes que fueran los heroes, sin el arma lejendaria poco podían hacer. Y estos heroes apenas tenían una espada de madera. Asi que cogió a su pequeña compañera y comenzó a correr detras del resto.

-Lo has hecho muy bien, mi pequeño heroe-le dijo con una sonrisa en la boca.

Cargando editor
25/01/2015, 15:46
Z-Out- Klaus Rhode

El chico del portátil observó el espectáculo sin perderse detalle, eso sí, hasta la última de sus células estaba nerviosa. Entre todos los pequeños… ¿digimon? ¿Así se presentaron, no? Consiguieron derribar momentáneamente a ese Beedrill, la avispa gigante bastante agresiva. Aún así, el chico siguió nervioso con los labios resecos y sus pupilas llenas de ansiedad.

Su compañero, o según dijo él que lo fuese, se subió a su cuerpo, a un hombro, y le dijo que corriese. – Sí… es lo más sensato – Añadió casi con falto de voz. - Después miró al resto. - No os quedéis atrás….vamos, corred. – Sin duda fue la oportunidad que necesitaron, y cuando ese ser de un solo ojo se subió al chico, no se lo pensó dos veces, recogió su portátil y se fue corriendo todo lo que el empuje de la  adrenalina le permitiese. Gritó a los más rezagados para que le imitasen

En un brazo tenía su ordenador agarrado, y en el otro a esa pequeña criatura recubierta de metal llamada Magnemon. Así que como pudo corrió lejos de la zona peligrosa, quizás para acabar metiéndose en otra situación más peligrosa. Sin embargo, no tuvo tiempo de meditar sus decisiones con calma, los análisis tendrían que esperar.

El chico no era un atleta, y debido a que estaba cargado su respiración estaba realmente agitada, sin olvidar de la anterior carrera, sin embargo, detenerse a tomarse a un respiro era un lujo que no se podía permitir.

Cargando editor
25/01/2015, 15:47
z.Out. Compañero: Swimon

El pequeño Sphemon, golpeó junto al resto de sus compañeros a la avispa con los tres aguijones, su esfuerzo en conjunto obtuvo una buena recompensa, una oportunidad para salir corriendo y estar fuera de peligro. Así que sin perder tiempo corrió hasta el chico del sombrero, Bran. – Corre, corre. Antes de que se levante. – Le dijo tan alto como sus voz le permitió.

Al llegar a su altera se subió al cuerpo del chico, su compañero, tal y como dijo anteriormente. Esperó que su reacción fuese la misma que la del resto, ya que algunos salieron corriendo alejándose de allí. La criatura gelatinosa de color azul miró preocupado a Bran, ya que no quería quedarse atrás y estar expuestos a la ira del Beedrill ellos dos solos.

Cargando editor
26/01/2015, 22:05
Z-Out- Miguel Suárez

Cuando el Beedril cayó sobre el árbol, su mente le dijo que era el momento que estaban esperando, así que decidido corrió hacia donde se encontraba su pequeño y nuevo amigo y sosteniéndolo entre sus manos miró al resto de sus compañeros:

Corred chicos, no sabemos el tiempo que se va a encontrar así, debemos huir antes de que todo esto vaya a peor.

Parecía que todo lo tenía controlado pero en su interior el corazón le latía sin parar. No podía decir que en su vida hubiese tenido muchos sobresaltos, su gran pasión eran las plantas y junto a ellas todo era relajación y armonía y de pronto esto.

Vamos, vamos vamos.

Cargando editor
26/01/2015, 22:10
z.Out. Compañero: Larvimon

Tras ver como caía, volvió en busca de su compañero.

Vamos, vamos - dice colocándose por detrás para intentar empujarle.

Tenemos que irnos, debemos salir de aquí antes de que se despierte, si se levanta puede llamar al resto y será aún más difícil.

Intentado comprobar si había entendido el mensaje comienza a dar de nuevo saltitos para intentar reunirse con el resto, aunque en cada uno de ellos se daba la media vuelta y miraba fijamente a su compañero con la intención de saber que no le iba a pasar nada.

Cargando editor
27/01/2015, 03:07
- Director -

Al final la inteligencia y sabiduría primó ante la fuerza y valentía. Si querían salir con vida de allí, era mejor no enfrentarse a aquel abejorro. Beedrill era con diferencia mucho más fuerte que todos aquellos pequeños digimons juntos, otra cosa muy diferente es que estuvieran teniendo una suerte que no se la creían ni ellos.

Así que, haciendo lo más sensato, tanto humanos como digimons, salieron huyendo de aquel lugar. Alguien había dicho que sei Beedrill atacaba era porque seguramente estuviera invadiendo su territorio, y así era. Así que salieron corriendo a toda prisa para alejarse y huir del bosque, pero.. ¡Un momento! ¿Se estaban alejando o lo que estaban haciendo era adentrarse aún más? No tenían ni idea hacia dónde huían, pero cuando escucharon aquel zumbido aumentar con cada paso que daban, se dieron cuenta que el Beedrill ya no estaba tan lejos como habían imaginado. Y entonces llegaron al final de lo que pareció el bosque, pero lejos de estar salvados se dieron cuenta de que estaban frente a un profundo precipicio. Abajo, a varios metros de distancia, se extendía una larga playa grisácea, con un mar de tonalidades azul-rosáceas, extraños colores para una playa habitual, pero no tan raros para aquel mundo al que empezaban a acostumbrarse ya.

Pero ese no fue el mayor de sus problemas. Allí ya no había solo aquella avispa gigantesca que les había atacado. Habían llegado ante la colmena de aquel digimon, y un enjambre de, al menos una docena de Beedrills, apareció frente a ellos.

¿Qué podían hacer en aquel momento? ¿Tirarse por el precipicio y poner fin a su existencia? ¿Luchar todos a una contra aquella docena de insectos? Fuera lo que fuera, debían hacer todo lo posible por sobrevivir, una tarea que desde que habían llegado a aquel mundo, parecía cada vez más imposible.

Cargando editor
27/01/2015, 12:03
0.- Compañero: Flabmon

En los brazos de Elen, se sentía completamente seguro el pequeño digimon. Y cuando escuchó sus palabras, en su piel blandita negra, aparecieron unas manchas sonrosadas, totalmente fluorescentes.

—¿Héroe?— murmuró la pequeña bola, agitando sus hojas de la cabeza—. Héroe— repitió, sonriente, cerrando los ojos porque se sentía tan feliz, y tan bien, y tan cómodo, y…

Sin embargo, debía de seguir ojo avizor. No podía permitir que un simple descuido pudiera poner a Elen de nuevo en peligro. Además, no pensaba consentirlo.

Botaba en sus brazos a medida que corrían para poder escapar de Beedrill. Contemplaba su mundo tan familiar, y estuvo a punto de decirle a Elen la cantidad de cosas que sabía acerca de él. De Lo fascinante que era, de lo maravilloso que  podía llegar a ser estar bajo el manto de la noche, y mirar las estrellas brillar.

Cuando quiso darse cuenta, vio el horizonte.

Pestañeó un par de veces, y miró hacia arriba para hablar con Elen.

—Creo que no es por aquí— musitó, armándose de coraje—. Creo que nos hemos equivocado.

Sus palabras se vieron corroboradas cuando vio el enjambre de avispas. 

Cargando editor
27/01/2015, 12:03
- Fénix Ember

Con la boca seca, y el corazón latiéndola sin descanso, cogió a su digimon de manera frenética, y comenzó a correr notando la pesadez de las botas, y lo incómodas que eran.

Arrugó la nariz, y con toda la potencia que se permitió, comenzó a encabezar aquel pequeño grupo, corriendo sin parar, como si estuviera huyendo de las llamas de un incendio provocado en el bosque. Sujetaba a la pequeña bola peluda amarilla con fuerza, para que no se le cayera, y miraba, algo asombrada pese a todo, aquel lugar tan raro, fascinante y llamativo, al mismo tiempo.

Se preguntó si estaba haciendo bien yendo la primera sin saber a dónde debían dirigirse, pero lo primordial era salir del campo visual de aquella avispa gigante, por lo que se concentró en mover las piernas, y en olvidarse de cuál era el mejor camino. Había que desaparecer.

—¡Vamos, vamos!— gritaba por encima de su hombro Fénix—. ¡Corred!

Comenzaba a enfadarse un poco por haber sido atacados por aquel bicho, como si alguien, una fuerza cósmica o lo que fuera, tuviera la culpa de todo. Maldijo su mala suerte, y pensó en dar media vuelta para enfrentarse a aquella cosa por haber intentado hacer daño a las personas que estaban con ella, como a los digimons que los habían salvado de una manera tan valiente.

Sin embargo, se dio cuenta tarde del precipicio. Y del zumbido in crescendo.

Tragó la poca saliva que tenía en la boca seca con dificultad, y miró hacia atrás, negando con la cabeza.

Mierda— murmuró, arrugando la nariz, pasándose una mano por el pelo, al tiempo que contemplaba el mar tornasolado—. Mierda, mierda.

Gritó de manera ahogada al ver todas aquellas avispas salir disparadas hacia ellos. Frunció los labios, y entrecerró los ojos, pensando en lo mucho que le hubiera gustado vivir para conocer aquel mundo mejor.

—¡Cuidado!— logró articular, como lo que creía su palabra final.  

Cargando editor
29/01/2015, 19:19
- Álex Aldrich "Al"

Gastar más de dos segundos para pensar no era su fuerte, así que allí se encontraban, en plena carrera con un montón de avispas gigantes cuales cazas dispuestas a acabar con sus vidas y con un montón de pequeñas bolas como única defensa y, frente a ellos, un barranco, arena y agua.

Apretó contra sí a aquella bola que se le había presentado. Puso su otra mano sobre el sombrero.

Y saltó al grito de.

¡Yiiiiiihaaa!

Pero no era alegría, tampoco emoción, sólo buscaba gritar para echar fuera el miedo que le daba caer... sin paracaídas. No obstante, la arena en plena caída se le antojaba más blanda que las agujas de aquellas avispas.

Notas de juego

Puro Yankie 100% XD

Cargando editor
29/01/2015, 19:35
z.Out. Compañero: Magnemon

Anonadado, vio como uno de los elegidos saltó, gritando. Definitivamente estaba loco y se alegraba de que su compañero pareciera tener algo más de cabeza. Fijó su único ojo en él.

Hagas lo que hagas, estaré contigo.

Afirmó completamente seguro, fuese o no la mejor elección, era la de su compañero e iría con ella hasta el final.

Cargando editor
29/01/2015, 19:45
- Elen Jhonson James

No podía ir a peor. Por un lado aguijones y por otro un acantilado. No podía pensar en un escenario peor cuando de pronto vio como a su lado uno de los hombres saltaba mientras gritaba. Lo miró con los ojos abiertos como platos. No podía creerlo. ¿Como podía tener el temple para saltar? A aquella altura... Aunque estar arriba no era mejor opción. Maldición Elen Jhonson, es hora de que le eches valor. Piensa en todas las heroinas de los libros que no temieron dar el salto y al final salvaron el mundo. Miro a aquella pequeña bola, la acaricio las hojas y le dijo:

-Si esto sale mal, a sido un placer poder conocer a mi pequeño protector-lo sujetó con fuerza y saltóé sin pensarlo mas. Si lo hubiera hecho se habría echado atras.