Partida Rol por web

Dragon Age: Las Cenizas de la Ruina

18. Denerim

Cargando editor
04/05/2013, 20:05
Belgar

El único asunto turbio que tenía lo he dejado hace un momento en las letrinas—respondió Belgar señalando con un pulgar hacia atrás—. Aunque si quieres ir a echarle un vistazo te advierto que...

Cargando editor
04/05/2013, 20:06
Lynn

—¡Por Andraste, ahórrate los detalles!

Cargando editor
04/05/2013, 20:11
Kando

El enano se encogió de hombros como si no supiera a qué venía aquello y mientras, Kando se acercó a Gabrielle. El animal la miró con ojos aguanosos alternativamente a ella y al pueblo, luego soltó un gañido triste pero movió la cola.

Cargando editor
04/05/2013, 20:14
Balaena

—Creo que eso es que le apena dejar el pueblo pero... ¿nos está pidiendo venir con nosotros?—aventuró Balaena—. Imagino que aunque siga siendo su hogar ya no le queda nadie aquí.

El perro emitió un ladrido de aprobación.

Cargando editor
04/05/2013, 20:15
Nolan

—¿Desde cuándo sabes tú "lenguaje mabari"?

Cargando editor
04/05/2013, 20:16
Balaena

Desde que viajo contigo. Eres la mejor forma de practicar.

Nolan trastabilló en el sitio como si un pedrusco invisible le hubiese caído encima. Luego dejó caer la cabeza y los brazos en símbolo de teatral y dramática desdicha.

—En fin, espero no arrepentirme de esto... pero si todos estáis de acuerdo, bienvenido a la caravana.

Belgar se ha unido al grupo.

Cargando editor
04/05/2013, 21:25
Narrador

Partístes finalmente dejando Lothering atrás. El camino se presentaba igual que el que habíais recorrido desde el Círculo: salpicado de alguna que otra caravana mercante pero rodeado por las huellas de la devastación que había dejado la Ruina a su paso.

Balaena como siempre montaba en el pescante junto a Nolan. Belgar había optado por bajarse de la carreta y continuar caminando a la media hora de viaje, alegando que se le estaba durmiendo el trasero. Lynn daba alguna cabezada de vez en cuando mientras se entretenía observando el exterior desde la cómoda pila de mantas sobre la que se había apoyado, y Kando, que había permanecido mirando hacia atrás hasta que Lothering había desaparecido de la vista, permanecía hecho un rosco en la esquina más apartada de la carreta. Mirándoos silenciosamente.

Hicísteis una parada para almorzar algo y de nuevo reempredísteis la marcha. Al final, tras un par de horas más de camino... os disteis cuenta de que el tráfico de caravanas cada vez era más frecuente. A lo lejos aparecieron las murallas de la gran capital del Reino: Estábais llegando a Denerim.

Solo que ya no era Denerim.

Desde lejos se apreciaba la huella inequívoca que había dejado la horda de engendros tenebrosos al dirigirse como una marea hacia la ciudad que se alzaba sobre una colina para luego extenderse descendiendo suavemente en dirección al mar. Pero conforme os acercábais empezásteis a ver los destrozos de la muralla en forma de manchas negras allá donde el fuego arrojado por el Archidemonio había lamido los sillares de piedra hasta casi derretirlos. En algunos puntos, un pedazo de muralla se había venido abajo directamente, desparramado en sillares de cualquier manera.

Desde el exterior se apreciaban los techos de algunas casas, medio derruidos o directamente aplastados por alguno de los cascotes que el dragón había arrojado sobre la ciudad tras destrozar alguna almena de un furioso coletazo. También observásteis que se habían retirado las inmensas puertas principales que habían quedado arrasadas cuando el ejército de engendros logró irrumpir en el interior. Por el hueco, aparte de percibir que ahora las caravanas podían entrar y salir sin impedimentos, divisábais también las casas más bajas. Algunas habían quedado totalmente en ruinas pero otras estaban ya casi reconstruidas. Había gente yendo de aquí para allí transportando cosas y hasta os pareció ver alguna pareja de guardias deambulando seguramente para que todo estuviese en orden. El repiqueteo del martillo y el roer de los serruchos llegaba cada vez más claro a vuestros oídos.

Era la efigie de una ciudad apaleada pero victoriosa.

Cargando editor
04/05/2013, 22:33
Nolan

Al fin hemos llegado. Hacedor... quien la ha visto y quien la ve—anunció Nolan que parecía estar demasiado ocupado impresionado con la escena como para añadir algún comentario chistoso—. Creo que podríamos aprovechar para montar tenderete en el exterior. A veces los mercaderes que llegan hasta aquí se ponen ahí a tratar de vender alguna cosa. Las carretas que pasan son de suministros para la reconstrucción; si nos pusiéramos dentro, estorbaríamos.

Sacudió las riendas y los caballos cabecearon entre suaves relinchos. Diez minutos después, estábais bordeando la muralla y deteniéndoos.

—Balaena y yo estaremos aquí para lo que necesitéis.

Vosotros diréis lo que queréis hacer. O si vais juntos, por parejas, solos...

Cargando editor
06/05/2013, 17:40
Dreren

 - Denerim demuestra ser un pueblo fuerte, como todos los que vinieron desde otras partes del mundo para combatir la ruina. - No mostre´satisfacción, no a riesgo de ofender con el optimismo propio de alguien muy joven. Sin embargo, me sentía orgulloso por todas aquellas personas. La reconstrucción llevaría tiempo, pero no parecía que se hubiesen rendido tan fácilmente, aquella ciudad sería reconstruída, y de igual forma, seguirían en pie muchas vidas. El precio a pagar pudo haber sido alto, pero lo cierto es que parecía, en aquel momento, merecer la pena. Tenían un futuro por delante.

 - Gabrielle, recuerdame, ¿la ciudad se dividía por distritos? ¿Quién está al mando ahora?

 Esperaba que la maga se supiera aquellas cosas de memoria, porque había demostrado tener conocimientos muy variados y vastos sobre muy diversos y diferentes temas, era una posibilidad de lucirse que Dreren quería hacer que aprovechase.

 - ¿Alguno ha estado en Denerim antes? - aquella pregunta era destinada más a sus otros compañeros, sobretodo Belgar y Sion.

 - Separarnos haría la búsqueda algo menos complicado. - expuso, como respuesta a la declaración de intenciones de Nolan.

 No obstante, Dreren no tomó la iniciativa de separarlos, aunque se imaginaba quien querría ir junto a quien si deseaban separarse allí. No importaba mucho, cuanto más terreno recorriesen y peinasen, mejor. Ella podía estar allí.

 Y si lo estaba...

Cargando editor
06/05/2013, 19:51
Gabrielle

Gabby enarcó una ceja y le dirigió una mirada rara a Dreren.

—Bueno... sé lo que sabe cualquiera... —empezó, y cualquiera que la conociera sabía que no era un buen comienzo—. Denerim fue originariamente el teyrnir del rey, pero se cambió para configurarlo como arlingo ya que el rey tenía potestad sobre todas las tierras de Ferelden. Como sabéis, su alteza Maric Theirin regaló el teyrnir de Denerim a Loghain pese a que era solo un plebeyo como recompensa por sus servicios en la campaña militar contra Meghren el Usurpador. Y Loghain se mantuvo como Teyrn hasta la Gran Asamblea donde fue ejecutado por su traición en Ostagar. La reina Anora concedió a Eamon Guerrin y a su esposa el teyrnir de Denerim, mientras que su hermano Teagan heredó el arlingo de Risco Rojo.

Se rascó la mejilla en un gesto pensativo.

—No sé muy bien a quién pertenece ahora el bann de Rainesfere. Y en cuanto a Denerim en si... —dudó—. Bueno, hay dos accidentes geográficos que configuran la ciudad: el río Drakon y el fuerte construido en tiempos de Tevinter que lleva su mismo nombre y alrededor del cual se ha ido desarrollando el crecimiento urbano. Junto a él está el casco viejo de Denerim, donde vive la reina y buena parte de la nobleza importante. Y desde ahí la ciudad desciende a la elfería y cruzando el río, al mercado y a las puertas de la ciudad, que es lo primero que hemos visto al entrar.

Se rascó la cabeza.

—No hay muchos sitios donde un viajero pueda pararse, con todo tan en ruinas. Yo creo que deberíamos acotar la búsqueda al mercado, posadas y tabernas de la ciudad como inicio.

- Tiradas (2)
Cargando editor
06/05/2013, 21:08
Señor Keefles

Por supuesto, lo que sabe cualquiera... —suspiró el Señor Keefles con desmayo, luego levantó la pequeña cabeza felina para mirar a Dreren—. ¿Es que a estas alturas aún no sabes lo peligroso que es preguntarle si sabe algo?

Cargando editor
06/05/2013, 22:13
Wish

- Es todo un gusto oir a esta chica. - degustó cada palabra, como una ranita que se prestaba rapidamente al conocimiento y más a la sabiduría, había asomado la cabecita para mirar a Gabrielle y dedicarle su humilde reconocimiento.

- Ojalá muchos más pensaran que el conocimiento no ocupa lugar. Eres una maga con una mente muy bien amueblada. - dijo con voz....con voz de rana.

Cargando editor
07/05/2013, 14:20
Señor Keefles

El Señor Keefles aplanó las orejitas con un fiero y adorable enfurruñamiento gatuno mirando a la rana desde el suelo.

—A que te como.

Cargando editor
07/05/2013, 14:21
Sion

Dos animales parlantes, un perro de inteligencia maléfica y de postre una maga que debía alimentarse de libros, cuanto más gordos mejor. Todo para sacar una conclusión a la que ya habían llegado, con los trabajos de reconstrucción había pocos sitios donde circular, comerciar y pernoctar.

Se aseguró de que cada pieza de equipo estuviera firmemente en su sitio. Estaban en un campo perfecto para pillos, rateros, cortabolsas y demás ladronzuelos de poca monta. Era más sencillo de lo que parece aliviar a alguien del peso de sus monedas entre la gente.

Prefería resolver sus asuntos pendientes solo, a fin de cuentas eran temas personales y notaba perfectamente como sobraba en esa compañía cada vez más.

Acarició la cabeza a Kando mientras el mabari parecía buscar la próxima victima que le ayudase a saciar su hambre perruna. El estómago del perro parecía no tener fondo o puede que le divirtiera atormentar a la gente que comía.

- Bueno cada uno tiene sus motivos para estar aquí, quizás deberíamos quedar a cierta hora prudente donde el tenderete y luego buscar algún lugar donde pasar la noche, tengo asuntos privados de los que ocuparme. -

Cargando editor
08/05/2013, 09:08
Gabrielle

—¡Señor Keefles! —lo reprendió Gabby, poniendo los brazos en jarras.

Lo cierto es que la maga se sentía aliviada de separarse de Sion por lo que quedaba del día. No soportaba mirarlo a la cara desde lo de Ferin. Sólo esperaba que aquellos "asuntos privados" no incluyeran nada turbio.

—Está bien. Pero no te metas en problemas —le dijo.

Cargando editor
09/05/2013, 22:53
Belgar

El Señor Keefles se puso a ronronear zalameramente entre los tobillos de Gabrielle, Kando por su parte permaneció sentado dentro de la caravana, asomado por el borde de esta pero no parecía por la labor de meterse en la ciudad.

Tabernas, pffffffffffiu, ¡ahora sí que habláis mi idioma!—Belgar dió un sonoro silbido—. Es decir, más de lo normal. Esta chica tan maja sabe donde está lo bueno.

El enano le dió una palmada en la espalda a Gabrielle que no hizo daño pero a punto estuvo de tirarla de narices.

—¡Erat'ka Sarloka!

Luego directamente echó a andar sin esperar a nadie.

—Conozco hasta la última taberna de la capital, es decir, si es que aún hay alguna en pie.

Cargando editor
09/05/2013, 22:53
Lynn

¿Es normal que sienta escalofríos ante la sola idea de meternos con el enano en una taberna?—suspiró Lynn mirando al cielo en un gesto de suprema resignación.

Cargando editor
09/05/2013, 23:05
Narrador

Os pusísteis en marcha en busca de alguna taberna. Lo primero que hicísteis fué entrar al Distrito del Mercado... que parecía cualquier cosa menos un mercado.

Gente transportando tablones, sonido de serruchos, martillos y ajetreo flotaba en el ambiente como un telón de fondo, al igual que el perenne olor a serrín. El centro de la gran plaza era lo único despejado así que un par de mercaderes (y lo que no eran mercaderes) habían aprovechado para apalancarse allí. Tal vez porque no molestaban o porque ofrecían cosas de utilidad para la reconstrucción se les había dejado estacionar.

Distinguísteis a un hombre que vendía aperitivos a base de pan, queso y algo de torrezno para los cansados obreros. Aquel particularmente parecía tener bastante éxito puesto que de vez en cuando algún grupo de trabajadores se acercaba a por algo. También había un par de Hermanas que vestían la túnica de la capilla y que debían encontrarse ahí para aliviar pequeños golpes o heridas que pudiera hacerse la gente. Por último, había también un enano que no paraba de repetir algo sobre artesanía enana. No teníais ni puñetera idea de cómo había logrado apalancarse allí vendiendo armas y armaduras. Pero allí estaba.

Cargando editor
09/05/2013, 23:16
Belgar

¡Eh! Creo que conozco a ese tipo—dijo Belgar—. Esperad aquí un momento, no tardo. Podéis ir adelantándoos.

Dió un par de pasos antes de detenerse, darse la vuelta en redondo y levantar un dedo con gesto admonitorio.

¡Pero ni una sola jarra antes de que vuelva!

Volvió a girar sobre sus talones y echó a andar hacia el puesto de artesanía.

Cargando editor
09/05/2013, 23:18
Narrador

Antes de que pudiérais decir nada, escuchásteis una voz, esta vez a vuestras espaldas.

¡Eh, Evelynn!—exclamó—. ¡Evelynn Hawke! Jajajaja ¡Que me aspen! ¡Reconocería esa trenza en cualquier parte!