Partida Rol por web

En mitad de una noche fria y silenciosa, algo extraño en esta ciudad, tres Perdidos se encuentran delante del portal de un edificio ya bastante conocido por todos ellos, van a cometer un acto que en muchos sitios se consideraria criminal, pero no tienen mas remedio que hacerlo, si quieren llegar al fondo del asunto, y si lo hacen bien, los unicos testigos de sus fechorias seran las insectos adictos a las tenues luces de las farolas y los felinos que han reclamado como suyo todos lo cubos de basura apestosos del lugar.

- Bueno... adelante, pues. Espero que el libro ese merezca la pena. Desde luego, no entiendo, si es tan importante, por qué lo tienen aquí, tan mal vigilado.

Esto me da mala espina. Muuuuy mala espina.

Mmmh... analizo Elias la altura que debia alcanzar y cuanto tiempo le tomaria

Denme cinco minutos y me comunicare para decirles lo que he visto

Elias se quita su playera y la amarra a su cabeza como si de una mascara ninja se tratase, si es visto prefiere no ser reconocido

Si no vuelvo, llamen al presidente. Dijo antes de comenzar su travecia vertical.

Te engachas como un mono a las barrotes de la escalera de incendios, a veces pasando incluso de usar los escalones por alguna ladrillo suelto en la pared, hasta llegar a una de las ventanas del apartamento. Al igual que la otra noche, no ves gran cosa en la oscuridad, solo una luz tenue proveniente de algun rincon de la casa y una figura encorvada pasando de por delante de la ventana para luego volver con algo entre las manos, y asi cada cuarto de hora o media hora. No parece haber notado tu figura encarromada al vidrio de su ventana, estas a salvo por ahora.

Trato de distinguir que es lo que trae entre las manos, pero en esa penumbra es un poco dificil distinguir algo y aun asi realizo el intento.

¿Un arma? posiblemente, despues de todo esta cuidando el libro. Teniendo oportunidad debemos actuar rapido.

 No logro distinguir mucho, asi que paso la poca informacion a mis compañeros

Subo cuidadosamente un piso más y con movil en modo ahorrador (silencio y con luz tenue) les llamo a mis compañeros.

Abierta la puerta Kim se internó en la semipenumbra del piso. Se concentró en dos cosas, en no hacer el menor ruido y encontrar al guardián del libro, sorprenderlo y ponerle en la boca el pañuelo empapado en cloroformo que tenía en la mano.

Una vez dentro de la casa, Kim y Andrew fueron rodeados por un caos de montañas de papeles y libros por todos los rincones del recibidor, sin orden o razon alguna aparte de estar justa en una posicion perfecta para no provocar una mini-avalancha de literatura a menos que fueran movidos por un centimetro. Aun asi, para tanto desorden, detras de los libros, se podia ver que el mobiliario y las paredes estaban limpias y sin polvos, aunque viejas, asi que dudais que el dueño haya perdido del todo la higiene personal en su casa, solo la parte que estais buscando en cuestion. Va ser un infierno buscar el libro entre toda esa marea de papel, a menos que brille en la oscuridad o algo parecido.

Al fondo, el recibidor se desdobla con un pasillo, y veis aun sin asomaros por la esquina, que una luz de baja potencia sale de este. Se puede ir a lo lejos alguien murmurando para si mismo, aunque no sabeis que dice.

El telefono de Kim empieza a vibrar, aunque por suerte, esta en silencio y no hace mucho ruido, por ahora. Como puede ver en la pantalla el bello, se trata de Elias.

"Esto va a ser como buscar una jodida aguja en un pajar" pienso para mis adentros. Tal vez lo más razonable sería intentar persuadir a quien quiera que esté ahí dentro para que nos indique que libro es. Quien dice persuadir, dice asustar, amenazar, extorsionar... ¿Seremos capaces?

Sigo observando, atento, por la ventana. Parece que otras personas entran a la habitacion.

Demonios, tenemos compañia

Las figuras comienzan a tomar aspecto familiar y logro reconocerlos.

Pero si solo son Andrew y Kim, ¡Uff! que alivio

Elias saluda a sus compañeros y les hace un ademan de que esperen un poco, dara un vistazo rapido a la ventana contigua para saber si es "seguro" continuar, o por lo menos a que se enfrentaran sus compañeros.

Kim ignoró el toque al móvil, era mas importante localizar al guardián del libro y dejarlo fuera de combate con el pañuelo empapado en cloroformo. El problema de encontrar el libro lo prefería solucionar con el guardián atado a una silla. Cuando todo estuviera bajo control abriría la ventana a Elias y comenzarían registrar la habitación en busca del libro. En caso de no encontrarlo siempre podrían despertar e interrogar a su guardián.

Mientras el duo esta en la casa, Elias despues de haber sido ignorado por el movil, baja a ver por la ventana y ve la figura de Kim moviendose por el pasillo, y ahora que se fija, a traves de una puerta abierta. La ventana pertenecia a la cocina del apartamento, y esta a su vez estaba conectada a un pasillo, donde habia visto al guardian cruzar de un lado para otro enfrente de la puerta de la cocina, que se le habia olvidado cerrar. Hay una ventana contigua, y se ve luz por esta, pero la escalera de incendios no llega hasta ahi, asi que habra que usar del parkour para llegar, y usar ladrillos como puntos de apoyo.

Kim, dejando a Andrew en el recibidor, a la espera de que las cosas se calmen, avanza por la esuina y ver donde estaba el guardian, y una vez adentrado en el pasillo, lo vio. Al fondo del recorrido se abria una puerta a un cuarto donde una pequeña lampara iluminaba a un hombre de mediana edad postrado en su escritorio, dandote la espalda sin darse cuenta, no se podia ver que tenia entre manos, pero si se le oia hablar para si mismo.

-¿Alicia?¿Amanda?, hummmm, ¿Ana?- Pasan unos segundos, no ocurre nada.- Vaya, estas siendo bastante duro de roer, ¿Que tal, Anita?¿No? Ya veo.- Sea lo que sea que este haciendo, parece inmerso en su trabajo, ignorando el hecho o sordo de los ruidos raros en la casa, provocados por intrusos.

La ventana estaba un poco lejos pero no imposible de alcanzar. Un wall-run, despues un tic-to-cat bastarian pero quisa eso hubiera hecho mucho ruido asi que opte por otro medio para llegar a la ventana de manera silenciosa a costa de sacrificar algo de velocidad. Me recargo en la pared y poco a poco me acerco a la ventana, despues un pequeño salto llevando los pies por delante para que fueran los primeros en reposar sobre los ladrillos debajo de la ventana seguidos de las manos que se aferrarian al marco de la ventana.

Una vez dentro, Me agazapo lo mas que puedo al suelo y les digo a mis compañeros con un ademan que hagan silencio y como estrategia yo me quedaria por aqui para tener un factor sorpresa por si algo sale mal.

El viejo le había escuchado, sin embargo parecía esperar visita y no se había molestado en girarse... era muy extraño pero primero debían hacer su trabajo, luego ya se preocuparían de quienes nombraba el guardián. Esforzándose en ser sigiloso se puso a su espalda esperando que no notará su presencia, siquiera su sombra encima o su aliento. Y se dispuso a poner delante de su boca el pañuelo empapado en cloroformo.

-!Lo tengo¡ Es Ano...

Antes de que pudiera terminar, Kim lo agarro por detras y le puso el pañuelo en la boca a la fuerza, sorprendido, intento forjecear con su atacante dando fuerte palmadas en en sus brazos y agitandose en un intento de separarse, pero es inutil, al minuto, ya estaba KO y durmiendo con ovejas. Dejando en el suelo al guardian, al que mas de cerca parecia un anciano mas que un hombre de 40 años, Kim poso la vista sobre el escritorio, viendo bajo la luz de una lamparilla un pequeño libro sobre el escritorio, desgastado por sus bordes y su superficie reseca y vieja, envuelto y atado a un fino hilo de cuerda. Junto al libro, el escritorio estaba cubierto de post-its amarillos, la mayoria estan plagados de nombres escritos con lapiz, sin orden o sentido alguno a simple vista. El resto del cuarto esta como el recibidor, libros plagando los muebles como termitas, le lleva uno a preguntarse sino tenia dinero para una estanteria donde ponerlos.

Elias esta fuera, en el marco de la ventana observando la escena como si de una paloma fuera, no parece que vaya a caerse en cualquier momento, pero esta levantandose brisa, y quizas necesite de alguien que le abra la ventana y le deje entrar, antes de que pille un resfriado.

Kim abre a Elias. Sin decir una palabra hace un gesto a Andrew para que se acerque.

-Rápido. Tenemos que atar a este hombre.- Dijo buscando algo de cuerda, o en su defecto, sabanas o cortinas.