Partida Rol por web

-...No me suena ese nombre, de nada, y creeme, conozco muchos nombres por esta ciudad, una libreta llena con cada Perdido y mortal de esta ciudad que no tiene nada que envidiar a la de Papa Noel.- Dijo Elmo, despues de un rato de silencio rascandose otra vez el cuello, quizas alguna infeccion de las heridas del combate con los Blackgators le estaba fastidiando debajo de la vendas, eso explicaria su mal humor.- Ademas, me extraña que Lancelot no te haya hablado de mi en el video. Quizas sea falso, y alguien solo este jugando contigo para que sigas una pista falsa, es muy facil manipular la tecnologia mortal con el Glamour, aunque el efecto no suele durar ¿Dime, aun tienes la cinta de video?

Finalmente, y un tanto abatido, Lobo no tiene más remedio que darse por vencido mientras vuelve a la esquina en la que se separó de Eck y se deja caer sobre un banco cercano.

Observa a la gente pasar con desgana, sintiéndose bastante inútil, al menos en cuanto a la búsqueda de gente se refiere, hasta que opta por sacar el móvil de su bolsillo y llamar a su compañero.
Ojalá él haya tenido más suerte aunque si ha tenido que toparse con Elmo la cosa pinta muy cruda.

 Rió para suavizar el momento:

- Asi que Papá No-Elmo... Ya veo. - Dijo riendo.- Ciertamente no te mencionó en el video, pero creo que podremos verlo de nuevo, lo tengo a buen recaudo, soy meticuloso para estas cosas. - Se habia vuelto serio diciendo esto ultimo.- Por cierto, ¿Que te ha pasado en el cuello? Lo digo por que me ha extrañado verlo, parece que se te hubiera infectado una de las heridas. Si puedo ayudar solo dilo, ahora estamos en el mismo barco.

Ciertamente, el Perdido y él andaban tras el mismo fin de averiguar la verdad sobre Lancelot, algo que la cinta oculta en una trampilla de la tienda de Lancelot aclararía. La verdad, el sueño sobre el dragón azul lo habia puesto nervioso... ¿Y si Jeremiah andaba tras todo esto? Quizás no fuese una idea descabellada.

Ante la broma navideña, Elmo pasa un rato largo en silencio mirandote incredulo de lo que habias dicho, y el ambiente asfixiante y caluroso pasa por unos segundos a un frio glaciar y gelido, deben haber activado los aires acondicionados y haber pasado con la temperatura.

-Eh, si, esta bien, cuando antes puedas, enseñamelo, me gustaria verlo en persona, aunque para poder investigarlo mejor deberia mandarlo a uno de mis chicos. Ya sabes, yo lo encuentro, los chicos del "laboratorio" lo analizan.- Ante la mencion de la herida, Elmo para de inmediato de rascarse las vendas, sorprendido por la observacion.-No dejalo, no es nada grave, solo es una infeccion que me ha salido desde los de los Blackgators, quizas me deje una cicatriz molesta, pero no es nada que no se pueda arreglar con una bufanda. Gracias de todos modos.- Agradecio, aunque bastante irritado, no se ve que le haga gracia la cicatriz, debe ser bastante grotesca.

El movil suena, ves de reojo por la pantalla quien es, sacandolo un momento del bolsillo. Se trata de Lobo.

-¿Uno de tus amigos?- Pregunto Elmo

  Asintió:

-¿Lobo? Soy Eck, dime que ha pasado.- Resono a traves del movil de Lobo, despues de varios minutos con el telefono colgado de la oreja.

-Ah, joder ya era hora- espeta con naturalidad cuando Eck al fin coge el teléfono, pues estaba empezando a preocuparse -He preguntado por todos los sitios que se me han ocurrido y al final incluso he ido al... hospital- opta por no dar nombres vía teléfono y tampoco demasiados detalles.

-Me han dado una idea de lo que podría haber pasado con nuestra "amiga" pero sigo sin saber su paradero. ¿Y tú?, ¿no deberías estar ya en el sitio que acordamos?- pregunta con ciertas reticencias mientras da unas palmaditas amistosas en el lomo de Luck.

 Eck sonrie:

 Miró de nuevo a Elmo tras colgar:

- Uno de mis compañeros me espera para seguir buscando pistas sobre Lancelot, te mantendré informado... Es lo menos que puedo hacer. En cuanto tenga un hueco luego o mañana te paso el video y lo mandas a analizar. Cuidate John St Elmo... En esta ciudad está pasando algo que puede ser peligroso, y que ciertamente a mi no me huele nada bien, asi que ve con los ojos bien abiertos. - Miró el reloj.- Espero que nos veamos en poco, que hay cosas que me traen un "frio invernal" que no me gusta - Dijo en un susurro como referencia a Jeremiah, Elmo sabría captar la ironía. Tras un apretón de manos y la respuesta de Elmo salió del lugar, a la espera de llegar pronto y sin ser observado a donde Lobo le esperaba, debia ser precavido para que esto pudiera salir bien y esclarecer los misterios del lugar y el de Lancelot.

-Más le vale que haya conseguido algo útil- comenta a Luck una vez ha colgado el teléfono, distrayéndose con sus propios jueguecitos mientras espera a que Eck haga acto de presencia.

Como perro guardián que es, Luck debería encargarse de vigilar cualquier cosa extraña mejor que Lobo... aunque eso sólo es en teoría, de momento no ha demostrado ser de gran ayuda.

-Espera, quedate con esto, lo necesitaras si quieres contactar conmigo. Si tienes alguna pregunta sobre algun Perdido, o te encuentras atascado con la investigacion, dame un toque y vere que puedo hacer.- Elmo escribe con celeridad en una de las servilletas, con un boligrafo propio, un numero de telefono, el cual Eckhart cogio, pasando unos segundos algo inquietantes, con el subordinado del Abuelo mirandole fijamente sin soltar la servilleta, en un extraño forjeceo.- Espero que de verdad cumplas tu palabra y me informes de tus avances, si realmente quieres que te ayude, me tendras que contar todo lo que sepas, y me refiero, a "todo". Suerte, la vas a necesitar.- Elmo suelta la servilleta, y se acomoda una vez mas en el asiento, dedicandose a ver el espectaculo.

Eckhart abandona el lugar, Lobo le espera, es hora de ver que han reunido entre ambos, y comprobar si estan un paso mas cerca de revelar la verdad.

En el banco de un aparcamiento de una estacion de servicio de Miami, un Hombre-Lobo se dedicaba jugar con su perro, o su perro se dedicaba a jugar con su Hombre-Lobo, de un modo u otro, ambos estaban lo suficientemente aburridos para distraerse en cualquier tonteria, hasta que Luck paro de jugar a "Cuanto tiempo puedes mantener tu palo encontrado en la calle fuera de las garras de Lobo" y giro la cabeza, ladrando a la oscuridad. De entre las sombras, un extraño hombre gris aparecia, Eckhart. Ambos Perdidos ya estaban reunidos, solo faltaban tres mas.

-Joder, por fin, casi palmamos de aburrimiento- declara abiertamente Lobo sentándose mejor en el banco y dejando un hueco para Eck. Mira entonces alrededor pero parece que no hay nadie cerca, lo cuál no quiere decir que no lo haya.

-La idea que me dieron es que puede que haber sido apresada por los Perros del Infierno. Un término que más bien es una leyenda urbana pero entonces pensé que podría ser más acertado pensar en el Tribunal de Sabuesos. Lo malo es que no sé muy bien de qué va ese Tribunal pero debería ser más fácil encontrar información de ellos que de tu maldita amiga- está claro que Lobo empieza a sentirse un poco irritado por la falta de pistas al respecto.

-Ni siquiera Noa la conoce y eso que la mayoría de Perdidos de la ciudad debe haber pasado alguna vez por su consulta- se cruza entonces de brazos y espera las noticias e ideas de su compañero.

  Eck se disculpó con un gesto y se sentó a su lado:

-O sea que tú has conseguido incluso menos información que yo... estupendo- responde Lobo bastante abatido por la total nulidad de pistas. Parece que Eck incluso sabe menos que él sobre ese Tribunal.

-Pues no nos queda más remedio que volver al "cuartel" y esperar al resto, queda claro que Anora ya no nos sirve de nada ni somos capaces de dar con ella- se encoge de hombros y por fin se levanta del banco estirando sus articulaciones antes de ponerse en marcha.

-Quizá pueda averiguar algo por internet- en el fondo lo duda, pero quizá opte por llamar a la repelente de Amanda.

 Tras un "mierda..." por lo bajo y un facepalm, niega con la cabeza y saca su cartera, dentro hay una foto de una mujer, la cual tiende a Lobo tras mirarla unos segundos.

-Joder, ¿te acuerdas ahora? Para ser poli no se te dan muy bien estas cosas- se queja un tanto malhumorado mientras arrebata la foto de las manos de Eck para analizarla bien. Tiene ganas de ponerle cara a la chica sin rastro.

-¿Qué tienda y qué cosa hay que recoger?- pregunta después algo más calmado mientras se levanta del banco seguido de cerca por Luck. Empieza a pensar que del extraño cuarteto de colaboradores él mismo es el más normal y el que menos secretos esconde. Y eso ya es decir mucho.

-Después deberíamos volver con Noa, quizá la foto sí le suene de algo. ¿No tenías que hablar con Elmo?- añade otra pregunta mientras empiezan a caminar ya que Eck parece el tipo de "persona" que necesita que le saquen la información con tenazas.

En la foto aparece Lancelot y una mujer, o por lo menos Echart cree que es Lancelot, la camara ha capturado la mascara del Perdido, lo que ve los mortales en lugar de vuestra verdadera aparencia, y lejos de ser la figura que recordaba en sus años de batalla, era una anti-caricatura de lo que en realidad era, nadie diria que tras aquel aspecto aburrido y mortal, se escondia un guerrero que habia sobrevivido al infierno. La mujer es una hermosa rubia de cabello largo y brillante, americana aunque por alguna razon parece fuera de lugar, la expresion de su cara es ambigua y enigmatica, no sabrias decir si esta sonriendo o es un efecto de la camara, no la habeis visto nunca, pero os es familiar de una manera que no comprendeis aun. Ambos se muestran muy cercanos, o Lancelot lo muestra, sujetandola de la mano y sonriendo alegre mientras mira el objetivo. No hay mas datos interesantes de la foto.

Una vez en la tienda de Eckhart, este saca de su escondrijo la cinta, guardandola consigo para llevarla adonde fuera falta. Lobo le espera en la puerta, aburrido de esperar otros minutos para que el Sombrio sacara otro secreto de sus multiples armarios llenos de esqueletos*. Una vez con aquella prueba del caso, es hora decidir quien tiene mas prioridad, Noa o Elmo.

Eck de vuelta en el coche se queda sentado unos segundos, pensativo, necesita hacer una parada a solas con sus pensamientos. A los 30 segundos o así reparó en Lobo, como si le hubiese olvidado. Esto no le gustaba nada, de hecho, le resultaba en cierto modo doloroso, Lancelot habia sido su hermano de armas, su amigo, pero ahora, estaba presuntamente muerto y todo era un enigma. Sacó del bolsillo interior de la chaqueta la fotocopia de la foto de Anora y Lancelot, hecha en el despacho antes con la multifunción que había.

- Toma, necesitarás la foto y yo también, asi que te dejo la copia para que se la enseñes a Noa, al ser a color no habrá problemas. Mirala ahora anda. Ire a hablar con Elmo un momento para decirle lo que he ido averiguando y enseñarle la foto. Al fin y al cabo, no solo conoce a casi todos los Perdidos de la ciudad sino que era el novio de Lancelot. Se merece que le ayude a encontrar a su novio, o al menos... A lo que haya podido quedar de él.

Condujo hasta el lugar donde estaba el hospital de Noa, paró en un sitio discreto y miró a Lobo:

- Ve con discrección. Y sobre todo cuidado con Amanda y su gélido jefe, no olvides que aqui, aunque no lo parezca, nuestras vidas penden de un hilo. Suerte amigo.

"¿Amigo?, ¿Has dicho amigo? Te estás ablandando con todo esto Tristán... Espero que estés a la altura, por que ahora viene la parte que menos te gusta" Se dijo a si mismo.