Partida Rol por web

Martes 28 de Julio 2240

11:47 de la noche

Te encuentras en la comoda oficina de tu residencia, una hermosa casa decorada con varios tipos de estilos, desde algunos antiguos hasta otros un poco mas modernos, pero igual disfrutas de los frutos de la tecnologia, lo que hace que el lugar sea mucho mas autosuficiente y mas relajante para lo que residen ahi.

Tu oficina, tu espacio personal de la casa, aquel lugar en el que te la pasabas leyendo manifestos de carga y embarques asi como otras tareas de contabilidad para tus ingresos. 
 

habian pasado un par de años desde que alguien te habia despertado de tu eterno descanzo, es hasta el dia de hoy que no tienes idea de quien lo hizo o porque, pero esas preguntas comenzaron a disminuir en frecuencia a medida que el tiempo pasaba y tu negocio prosperaba

Llevar un negocio de venta de armas no es nada facil, y mucho menos ahora con toda la seguridad y restricciones que se encuentran en la gran ciudad de Nueva York, pero igual te las arreglabas para que tus clientes obtuvieran lo que pedian.

Habias decido mantener un perfil bajo al principio, y no expanderte demasiado, para no llamar la atencion de cualquier competidor o agencia gubernamental. Tenias un par de pistas sobre quienes eran los mas grandes traficantes de armas y drogas de la ciudad inclusive del pais, pero eran practicamente rumores contados por aquellos que juraban haber visto u oido algo alrespecto.

Mientras miraba los últimos informes que Jhon me había pasado de las entradas y salidas de mercancías del puerto decidí que empezaba a ser hora de hacer crecer un poco más mi pequeño imperio urbano. El gerente de mi "burdel" del centro me había dicho hacía unos días que el negocio iba viento en popa y por eso veía que ya era el momento preciso para empezarme a centrar en mi antiguo negocio de comercio de armas, además, tampoco sería mala idea empezar a hablar con algún narcotraficante para distribuir algun que otro material. Quizá tendría que plantearme reabrir tambien la empresa de "seguridad personal", me daba buenos ingresos -pensé-. Pero aún era pronto. Mi influencia en la ciudad empezaba a tener algo de efecto pero tampoco era momento para abusar de ella.

Guardé el informe en el archivador y coloqué los libros de cuentas en la libreria. Me gustaba tenerlo todo en su sitio, y mientras terminaba de revisar mi agenda me di cuenta que no había dejado de morder el crucifijo de plata que siempre me había acompañado desde el fallecimiento de mis padres. Fue el único recuerdo que pude conservar de mi madre, y mi amuleto en los negocios desde ese día. Me fije en que hoy no tenía mucho trabajo y que lo podía aplazar para mañana. Tampoco me iria mal tomarme un respiro. La cerré y llamé a Jinna por el interfono que siempre tenía en la mesa. Jinna, llama a Jhon y dile que me gustaría quedar con él en algun local de la ciudad con calma para hablar de unos negocios. Creo que hoy libra del trabajo. Mientras miraba la hora del reloj y veía que aún no eran ni las 12 de la noche le dije que le dijera que hasta las dos no estaba libre. Que elija él. Mientras quiero ir a ducharme para arreglarme un poco, si llamara alguien que te de el recado y me lo dices después. No quiero que nadie me moleste. Tras colgar me fui hasta mi dormitorio. Era una amplia estancia de cerca de 200 metros cuadrados, con un ámplio armario ropero y una caja fuerte dónde guardaba mi querida Desert Eagle que aún conservaba de mis primeros años de regalo divino en Chicago de oro blanco que aún me había salvado de algún que otro apuro y mis documentos más importantes y tras escojer del armario un suave traje negro de seda y una camisa granatosa del mismo material y dejarlo sobre la gran cama de madera con tallajes góticos en su estructura entre en el baño y me puse bajo la ducha. Me gustaba estar presentable cuando salía de casa y tener cuidado mi largo cabello canoso, casí blanquecino.

Al terminar de arreglarme me cambié y baje hacía el salón. Ví que Jinna, mi secretaria personal, me había preparado el fuego y dejado el televisor abierto con las noticias de la CNN Ex. Sabía que me gustaba estar informado de lo sucedido durante el día antes de inmiscuirme entre el ganado newyorkines y cuando aumentaba el volumen mientras daban la última información de la bolsa llegó por detrás mio ella. Era una joven de 25 años, y desde que termino la carrera de economicas trabajaba para mi. Hacía 3 años que se había mudado a mi apartamento, desde el día que violé la primera tradicion delante suyo, pero ella, en vez de espantarse por mi verdadera naturaleza siguió a mi lado, ayudandome cuando el sol no me permite seguir con mi trabajo, con la ilusión de ser abrazada algún dia. Y quiza llegara. No me gustaba crear gohuls, no son más que imagenes imperfectas de los verdaderos mesías del señor, y prefería tener a alguien inteligente a mi lado que no un esclavo sin personalidad propia ni decisión.

Cuando ya estaba cerca del sillón, sin girarme ni apartar la vista del televisor le pregunté: ¿Has hablado ya con Jhon? ¿Que te ha dicho?