Partida Rol por web

Alegre se quedó mirando a Phey con gesto de incomprensión y sólo dejó de hacerlo cuando Aeryn anunció que se iba a descansar.

—Ya hemos aburrido a milady con nuestras filosofías —dijo—. Ya es hora para mí también de pegar los ojos.

Se puso de pie y se acercó al posadero. Le dictó lo que iban a necesitar para el viaje: Agua y comida para los días que durase el trayecto, hasta la mina, además de algo de ropa de invierno, por si no llegaban antes de las primeras nevadas. Luego le pidió una habitación. Aeryn había aceptado la hospitalidad de la sacerdotisa, pero Alegre no sentía cómodo, debiéndole favores a alguien.

—Nos vemos mañana —se despidió, antes de subir las escaleras—. Partiremos con el siguiente amanecer. Será mejor que tratemos de adelantarnos a las nieves.

Bermick toma buena nota (mentalmente de todo lo que necesitas) si bien como sabes, nunca ha tenido una memoria brillante, salvo para las monedas.

La habitación que te asignan a ti es mucho mas sencilla que la de Aeryn, un único y estrecho camastro con un baúl a sus pies y una mesita con un viejo jarrón y una palancana. Vamos la clásica habitación para viajeros no adinerados o que no les importa mucho donde duermen. Al menos esta limpia y posee una ventana que da a la plaza principal del pueblo

Sonrió más que ampliamente al observar la habitación que le habían asignado. Sin duda era un lugar perfecto para pasar las próximas horas que pensaba tirarse con nadie más que consigo misma, disfrutando de la soledad, el silencio y todos los pensamientos que tuviera que ordenar para volver, quizás algún día, a volver a ser esa persona tranquila mentalmente y sin preocupaciones de palacio.
Realmente rezaba para que aquel estilo de vida no la marcara realmente, aunque el simple hecho de emocionarse por la mínima decencia de aquella habitación ya daba a entender lo contrario.

Suspiró. No podía creerse que "la gente normal" pudiera vivir con eso a diario, sabiendo que sería así por el resto de sus vidas.

No tardó mucho en desechar esos pensamientos, antes de quitarse la armadura y vestirse con las prendas más sencillas que pudiera encontrar en su equipaje tras ello.

Y al final, entre una cosa y la otra, no pudo evitar terminar tirándose a la cama para quedar completamente dormida.

Phey los observó marcharse y se alejó algo... comenzó a hablar con la sacerdotisa de cosas vanales, y así pasaron el tiempo. No tenían demasiadas cosas que hacer, así que fueron a la cama temprano. Subieron a sus habitaciones... y tras despojarse de armadura y darse un pequeño baño, al menos Phey, quedó dormido. Había que saber aprovechar aquellos momentos de descanso que probablemente en mucho tiempo no volvería a tener.

Amanece un dias bastante oscuro, con nubes que prometen lluvia, mucha lluvia. En vuestras haitaciones de momento todo esta tranquilo...

Alegre bajó por las escaleras, rascándose el trasero y bostezando.

—¿Has conseguido las cosas? —le espetó al posadero.

Se acercó a una ventana y miró al cielo.

—De todos modos, no vamos a salir hoy. Viene una tormenta de las buenas.

Se sentó a una mesa.

—En esas habitaciones tuyas hace demasiado calor y la cama es demasiado blanda. Lo que cobras es un robo. Tráeme agua, queso y algo de pan.

Miró hacia el piso de arriba.

—Parece que soy el único madrugador aquí. Seguro que estos están acostumbrados a dormir hasta el mediodía. Lo que es no tener que trabajar.

Cuando llegas abajo ves que no eres el primero en madrugar, la sacerdotisa te recibe con una sonrisa y el calor brillo en los ojos de quien esta impaciente por ponerse en marcha...

- Un Robo, JA!, a ti te debería cobrar mas, aunque solo fuese por aguantar tu mal humor, y por supuesto que he conseguido todas las cosas... - Te responde algo malhumorado - La sacerdotisa me pidió que las llevase al establo - Cuando habla sobre ella su tono cambia totalmente.

Hanne se pone en pie al escucharte decir que no saldréis hoy ¿Como?

Alegre miró a la sacerdotisa, con una mueca condescendiente y señaló hacia la puerta de la posada.

—¿Qué no has visto el cielo, muchacha? No podemos viajar bajo una tormenta como esa. Saldremos mañana. Los enfermos y toda esa gente que necesita de tu consuelo, no van a ir a ninguna parte.

Bajó por las escaleras nada más despertar y asearse un poco con lo que poseía su habitación para ello, estirándose de brazos con una mueca bastante descuidada y cómica, olvidando por completo sus supuestos modales y principios.
Quizás ya estaba viendo que, por lugares como aquel, reparos así no servían para mucho.

Lo primero que observó fue el gesto de disgusto en la expresión de la sacerotisa, que se encontraba hablando con Voki.
Se preguntaba qué borderías estarían saliendo por su boca en aquel momento. Suspiró.

No tardó en acercarse con tal de enterarse de lo que estaba pasando, sin dignarse siquiera a saludar a nadie.

Despertó, y tras unos momentos en la cama, pensando de nuevo en el recurrente sueño que carcomía su pensamiento (Otra vez sus padres...otra vez la oscuridad), se aseó, colocó su armadura, espada y escudo, y, tras inhalar aire y relajarse, salió por la puerta. Descendió las escaleras sin prisa, para observar a la comitiva: Parecía estar al completo, a excepción de él, así que se acercó.

Se puso al día, había escuchado mientras bajaba la pregunta de la sacerdotisa.. Aquel día tampoco partirían. Y ya iban 3 días sin hacer nada... Comenzaba, no solo a aburrirse, sino a pensar que aquel viaje iba a ser interminable. Pero la paciencia era una virtud escasa y muy codiciada...y el poseía algo de tal.

Así pues, se dirigió a Voki. Saludó tanto a Aeryn como a la sacerdotisa con una reverencia solemnte, y con un gesto de cabeza, saludó al eterno malhumorado..

-¿De donde has sacado la información de tal tormenta, Alegre? Llevamos tres días ya aquí. Comenzamos a cansarnos de no hacer nada... Y desconozco las fuentes que posees para conocer tal clima. No te escuché salir por la noche, y desconozco si has salido esta mañana, pero, si no es así y no me equivoco, no hay manera de que sepas si va a haber una tormenta o no.

- Pero, pero no podemos perder mas tiempo... el clima empeorara cada vez mas segun maese Bermick... - Al ver llegar a Aeryn se gira hacia ella - Buenos dias Aeryn... por favor ayudadme a convencer a vuestro amigo que debemos partir cuanto antes...