Partida Rol por web

Elberil tensó su arco y apuntó la flecha al enemigo con el que combatía Twim que recién había recibido un tajo, estuvo a punto de dejar descansar sus musculos y soltar la flecha cuando recordó las palabras del Enano 'Todos por el Jefe'. El Elfo no estaba hecho para recibier ordenes, menos de un Enano, pero era suficientemente sensato para saber que era un buen plan así que a último momento cambió de objetivo y lanzó su flecha hacia el Hobgoblin que mascullaba ordenes y maldiciones, la flecha apenas le rozo la oreja, pero unas gotas de sangre emanaron de la pequeña rasgada.

Algo había dicho el Jefe y las flechas de los Goblins se centraban ahora contra los dos Enanos vestidos de laminas de acero, solo una de las cinco flechas rozo el hombro de Galmor quién no sintió la herida por la adrenalina del combate.
Twim por su lado, reculó un poco con su escudo en alto, masculló un par de palabras y rezó unas plegarias entre dientes y como respuesta a sus plegarias, sus heridas cerraron inmediatamente y ahora su cuerpo se sentía descansado y renovado, tocado por su Diosa Sharindar.
Amra tensó su arco y una flecha silbó por el aire hasta estrellarse en la armadura de cuero endurecido y reforzado con tachas del jefe Hobgoblin, se estrelló en una de sus partes duras (no malinterpreten desdichados) y la flecha apenas logró atravesar un poco la armadura, nada que le preocupara al jefe.

El fortentoso Hobgoblin gritaba ahora iracundo, maldecía y escupía, pero entendía porque sus súbditos no habían salido de sus estancias, vió como una rama gruesa atravesaba la puerta y enseguida corrió a quitarla, destrabando la puerta al instánte. tras ella, estaban los Hobgoblins listos con sus armas. El Jefe masculló unas ordenes y los hobgoblins obedecieron. Su lobo, permanecía fiel a su amo y apenas gruñía y mostraba los dientes, pero aún no se unía a la refriega.

Blaid esquivó el golpe de la carga y lanzó un contrataque a su adversario con una dentada, pero cuando cerró sus fauces, solo logró morder aire y viento.

Los hobgoblins seguian con sus ataques pero ninguno logró impactar, los tres de vanguardia no impactaron a sus respectivos contrincantes y los dos de segunda linea no alcanzaron a los Enanos con sus hachas arrojadizas. Sin embargo, aquellos que salieron de la cabaña, salieron con sus hachas arrojadizas en sus manos, sabiendo lo que iban a hacer, avanzaron a paso rápido por el puente y todos apuntaron hacia un mismo objetivo: Galmor, el enano que mostraba ser el más diestro con la espada y quién tenía una posición ventajosa, si rompían su liena, lograrían rodearlos. Las hachas volaron y dos de ellas impactaron de lleno al Enano: Una se enterró en las carnes del hombro del Enano, su sangre manó como ríos de color rojo a través de su armadura y ropa. La otra hacha rozó en la pierna del Enano y le abrió una herida de donde emanó un poco de sangre.

El Enano Galmor yacía malherido, pero mientras pudiera respirar, su martillo seguiría tajando hobgoblins... Y así fue, su martillo se estrelló fuertemente contra el pecho del hobgoblin de Twim y lo mató al instante, sin embargo, detrás habían más Hobgoblins que ocuparían el lugar de su compañero caído.

Amra repitió su ataque al jefe hobgoblin, aunque ver como ambos enanos recibían heridas la desconcentró de su cometido. Por su parte el lobo siguió intentando morder a su atacante pero esa barricada no se lo ponía nada fácil.

Galmor enarvolaba martillo y hacha defendiéndose como podía del aluvión de golpes y armas que le llegaban por todas partes.Fue capaz de defenderse de la mayoría, pero no de todos. Su rodillá tocó el suelo cuando una de las hachas le atravesó todo el filo. A penas tenía fuerzas, pero a  los guerreros enanos eso no les importa. Cuando parecía que estaba derrotado, se levantó de nuevo para seguir peleando contra todos sus oponentes. Sabedor de que se le agotaba la vida, con la vos entrecortada y débil pronunció: Twin, necesito los poderes de Sharindlar para mantenerme en pie. Si caigo ponte a salvo junto al resto y anuncia mi muerte a los Yunquedorado.

 Totalmente recuperado de sus heridas podía volver a la lucha, pero las palabras de Galmor volvieron a llamarle la atención. - ¡Ya va, ya va! Que pesadito eres, ni que fuéramos a morir por cuatro bichos mal contados, ¿qué pasa que ya estás cansado y quieres abandonar para dejarme el marrón de explicarle a los demás lo cobarde que fuiste no? ¡Pues no! ¡Calla y lucha!.

  Twim se concetró y empezó a rezarle a Sharindlar, rogando que bendiciera a sus amigos para así afrontar la dura batalla que les esperaba.

El Elfo Erebil Volvió a tensar su arco y apuntó a lo lejos, al Hobgoblin de hombros anchos y grandes brazos que gritaba ordenes escupiendo saliva espumosa. La flecha volvió a rozar su armadura y apenas un rasguño causó en uno de sus peludos brazos.

Los goblins seguían inútilmente lanzando sus pequeñas flechas contra los dos enanos acorazados, pero las flechas seguían estrellándose contra la barrera de maderos y contra las laminas de acero de sus armaduras sin causar daño alguno.

La batalla continuaba mientras Twim rezaba sus oraciones en voz alta, el manto de Sharindar caía sobre él y sobre sus compañeros, de alguna manera se sentían motivados para seguir con su lucha contra los invasores, aún cuando las esperanzas se desvanecían poco a poco. 
Fue esa motivación extra fue lo que se requería para que Amra clavara su flecha en uno de los grandes pectorales del jefe Hobgoblin, esta vez, el Hobgoblin lanzó un rugido cabreado y miró a sus enemigos con sed de sangre en su mirada. Corrió a destrabar la puerta de sus esclavos Goblins para que salieran armados con sus arcos, los pateó y los azuzó para que se unieran a sus compañeros. Luego gritó una orden a sus esbirros del puente. El lobo permanecía fiel a su amo, a su lado mostrando los largos colmillos.

El lobo de Amra seguía su combate encarnizado, pero no lograba clavar sus colmillos en su contrincante.

Los tres Hobgoblins de vanguardia atacaban sin éxito a sus contrincantes, los demás hobgoblins escucharon los gritos ruidosos de su líder y vacilaron un instante, pero finalmente decidieron cumplir: Cinco de ellos se arrojaron al río y empezaron a bracear fuertemente en dirección al inicio del puente, es decir, a la espalda de los héroes, su intención era clara. Uno de ellos parecía estar siendo abatido por el río y los demás lo iban dejando atrás.

Galmor con su pesado martillo volvió a asestar un certero golpe contra la cabeza del Hobgoblin que atacaba a Twim, los cesos y la sangre empezó a desparramarse sobre el puente.

La cosa empezaba a complicarse y Benen no pudo evitar darse cuenta de que su posición se veía comprometida si los hobgoblins cruzaban el río. Por ello, retrocedió un trecho hasta esconderse entre unos matorrales y allí decidió esperar a ver como se desarrollaba todo. Si flanqueaban al grupo por la espalda lo más probable era que ninguno sobreviviera.

La elfa no se dió cuenta de las heridas de Galmor hasta que éste no demandó la ayuda de su compañero, ya que a pesar de su estado seguía combatiendo como si nada, desvió la mirada un instante de su objetivo y lo vió sangrando por diversos cortes, no aguantará mucho más, pensó. Despejó la mente de la batalla que la rodeaba, se concentró en la paz de la naturaleza y murmuró las palabras del hechizo mientras posaba la mano en el hombro del enano, cerca de la gran herida pero sin tocarla.

- Sevelsa dirèhra ruc.

Por un momento sintió como su brazo vibraba levemente, y notó como esa energía bajaba hasta la palma de su mano, donde la abandonó; al instante pudo ver como las heridas dejaban de sangrar e incluso se empezaban a cerrar. Estuvo a punto de alegrarse de su logro, cuando oyó el chapoteo que hacían los hobgoblins intentando atravesar el río para atraparlos en mitad del puente.

- Ya podrían ahogarse todos - masculló mientras agarraba fuerte su arma - Será mejor que retrocedamos si no queremos vernos rodeados.

Mientras hablaba, y sin esperar contestación, empezó a retroceder. Por su parte el fiel cánido por fin logró morder a su agresor y, en cuanto tuvo la presa entre sus colmillos, sacudió la cabeza para hacer la herida más profunda y para derribarlo al suelo.

Las heridas de Galmor empezaron a sanar y sus fuerzas se renovaron. Se había visto hundido y con todo perdido, pero ahora estaba pletórico y lleno de energía. Un Grito de rabia sonó a 1 km a la redonda y su martillo giró por encima de la barricada para incrustarse sin piedad en el cráneo del Hobgoblin que atacaba a Twin, llenando de sesos el campo de batalla.

AAAAAARRRGGGG!!!!!!!!! POR MORADÍN!!!!!!!!!! HUIR Y VIVEREIS!!!!! QUEDAROS Y MORIRÉIS!!!!!!!!!!!

Apenas lo había visto, pero cuando el hobgoblin cayó, Vió como la mayoría intentaban rodearlos, pero él no se movería de allí hasta que su compañero se pusiera a salvo. Sería el último en abandonar la barricada puesto que  Si lograban  cruzarla, también estarían rodeados.

  Twim estaba ansioso porque aquellos seres traspasaran las barricadas, quería enfrentarse a ellos cuerpo a cuerpo y despedazarlos con su hacha uno por uno, bañándose en su sangre mientras rendía honor a sus dioses y gritaba para que sus ancestros se sintieran orgullosos de él, del enano en el que se había convertido y en el que se iba a convertir... Pero claro, todo eso no eran mas que imaginaciones y sueños de un enano con aires de grandeza, en el fondo sabía que si iba a por ellos no tardarían en rodearle y en volver a herirle de gravedad, así que siguió su cerebro en lugar de su espíritu de lucha y decidió atacar desde detrás de las barricadas.

  Desenfundó su Ballesta ligera y la cargó con una saeta que iría directa a por algún desgraciado Hobgoblin cuyo único error fue ponerse en su camino.

No se necesitaba estar gritando a los cuatro vientos que tenían que empezar a retirarse ya que en tan solo instantes estarían rodeados en el puente y sin escapatoria. Elberil siguió con sus ataques para debilitar al Jefe de los Hobgoblins, pero solo conseguía rozarlo con las flechas, lo hirió un poco, pero suficiente para ganarse una mirada de odio y sed de sangre. El Elfo la sintió y empezó a retroceder, ya fuera por sensatez o por miedo, pero fue el primero en llegar al claro donde se empotraba el puente de roca maciza.

Los goblins seguían con sus arcos atacando desde detrás del puente, centrando sus ataques contra ambos Enanos, pero las flechas seguían fallando y las poquísimas que penetraban la maraña de madera, no lograban penetrar la gruesa capa metálica de las armaduras.

Twim siguió el ejemplo del Elfo, también era sensato, aunque se oyó un diente quebrarse cuando empezó a retroceder y sus mandibulas se apretaron hiriendo su ego de Enano. llegó cerca de Elberil y cargó su ballesta tan rápido como pudo.
Un respiro volvió al grupo gracias a la asistencia de la Druida. La rasgada del Hombro de Galmor, al igual que el tajo de un hachazo empezaron a cerrarse mágica y rápidamente bendecidos por la energía natural que los rodeaba. El Enano se sentía renovado de nuevo y con ganas de seguir cortando cabezas Goblinoides. Amra siguió a sus compañeros  retrocedió con ellos hasta el claro donde iniciaba el puente

Finalmene, tras haber liberado a su séquito de las barreras de la puerta, el fortentoso Hobgoblin sacó su mandoble y rugió al aire maldiciones a los intrusos y se dirigió hacía el flagor de la batalla, junto a su lobo entrenado, esperando su turno para atacar y poder probar sangre de Enano o de Elfo.

Benen seguía oculto esperando los resultados del combate, no se había dado cuenta que había mantenido la respiración por un largo rato por la tensión del combate, un pequeño y mezquino mediano, propias características de un mercenario, pero finalmente con un buen corazón en el fondo. Suspiró y alivianó un poco la tensión al ver que sus compañeros retrocedían y no dejarían rodearse por los Enemigos en el puente, quizá así tuvieran más opciones..... ¿o no?.
Por su parte, el lobo saltó a su enemigo y finalmente logró clavar sus dientes en el cuello del Hobgoblin, sus mandibulas se cerraron y la sangre empezó a salpicar su abultado pelaje y la frondosa barba del Enano Galmor que se encontraba un poco alejado. Cuando el lobo empezó a alejarse para reunirse con su compañera Druida, aún masticaba parte de la garganta que se había tragado.

Los hobgoblins que nadaban siguieron avanzando por el río siguiendo el puente. Cuatro de ellos lograron llegar a la orilla, empapados pero listos para combatir, apenas se encontraban separados un par de metros del grupo de héroes. Uno de los Hobgoblins había quedado rezagado, pero ahora nadaba en dirección a sus compañeros, aún tardaría en llegar.
El hobgoblin que atacaba a Galmor lanzó otro tajo al Enano, pero falló gracias a la habilidad del Enano. Los otros dos Hobgoblins que quedaban en segunda línea lograron cruzar la barrera y se encontraban listos para atacar al Enano y rodearlo.

El Enano se percató de la situación y si no quería verse rodeado por 3 Hobgoblins debía retroceder hasta encontrarse con el resto de sus compañeros, sin embargo, esta maniobra tendría un costo: Bajar la guardia mientras daba la espalda. Con un poco de suerte su armadura pararía el impacto del Hobgoblin..... Sin pensar mucho, atacó a su rival de atrás de la barrera y su martillo logró aplastar el cráneo del Hobgoblin. Luego dio la espalda y huyó para plantarse al lado de sus compañeros, pero la suerte con la que creía que contaba, no llegó. La maza que tenía uno de los Hobgoblins que cruzó la barrera logro dar de lleno en su espalda causándole un dolor que evitó expresar mediante su voz, pero en la cara se veía su agonía. Logró plantarse cerca a sus compañeros con las armas enfundadas.

Todos reunidos en el claro, eran una presa mas fácil contra todos los enemigos, pero también tenían más espacio para maniobrar. La batalla se ponía difícil, pero quizá el orgullo Enano podría más que la sensatez!

Tras unos instantes detensión, el mediano se apartó entre la espesura y puso algo de tierra de por medio para evitar ser descubierto. Era posible que la lucha tuviera lugar en el claro, y si así era estaría preparado para ayudar en caso de necesidad extrema. Sin embargo, su sentido común le invitaba a huir de allí a toda prisa, cosa que, poco a poco, acabó haciendo.

Al llegar al claro Amra se giró un momento para ver cómo estaban las cosas, y las cosas estaban mal, muy mal para ellos; tenían a cuatro casi encima, el jefe estaba cruzando la barricada, y veía como el enano, que había curado hacía un momento, volvía a sangrar. 

- No podemos con ellos, - murmuró - y menos siendo solo cuatro. ¡CORRED!

Retrocedió todo lo que pudo, esperó hasta el último momento para que todos salieran de la zona, y lanzó su hechizo de escape.

- Rañar amné.

Extendió el brazo con la palma hacia abajo y, mientras pronunciaba las palabras, giró ésta y la convirtió en un puño.

Galmor echa un vistazo al campo de batalla buscando un enemigo al que atacar antes de acercarse a cubrir a sus compañeros. Pero no se olvida de Twin, y espera a que éste se haya retirado para moverse.

  Al ver que sus compañeros comenzaban a retirarse, con razón, pues viendo el panorama los hobgoblins le superaban en número holgadamente, decidió hacer lo mismo y seguirles en su huída, por muy enano que fuesen eso era un suicidio y, era una tontería jugarse la vida de esa manera.

  - ¡Galmor vámonos! - Le gritó a su compañero. - No hacemos nada aquí contra tantos enemigos.

El Elfo Elberil era valiente, eso no se negaba, pero la situación se había tornado bastante peluda y él no pensaba arriesgar su vida por unos extraños que recién conocía. Estaba claro que tuvo la intención heroica de rescatar un pueblo tomado a la fuerza, pero la intención se desvaneció poco a poco, hasta que se extinguió por completo. Dio media vuelta y echó a correr a lo que dieran sus delgadas y finas piernas en dirección al bosque. Quizá fuera la última vez que se vería a aquel Elfo desconocido.

Mientras tanto, los Goblins disparaban sus pequeñas flechas a medida que avanzaban por el puente con pequeños pasos, siguiendo a su lider. Las flechas de muerto llovieron desde el cielo y esta vez no había barrera que las detuviera. tres de ellas se clavaron en el Enano y lo mandaron al suelo inmediatamente, moribundo y lamiendo las sombras de la muerte.......

(El turno queda a medias para que actúe Twim).

~~Las flechas silbaron en el aire, pero Galmor tenía toda su atención fijada en el portentoso Hobgobling que se le echaba encima. Enarboló su martillo, que empezó a sonar conforme rompía le viento. El sonido aumentó con el martillo rodando en el aire a toda velocidad. El golpe sobre el jefe se veía mortal e inevitable, pero el martillo dejó de sonar cuando cayó al suelo de golpe. Las flechas que el enano había ignorado, se clavaron con saña en su  pecho. Los brazos de Galmor dejaron de moverse. Quedó inmóvil sobre el puente, luchando contra su destino por mantenerse en pie. Pero la historia estaba escrita. Primero una rodilla y luego la otra, cayeron sobre la dura y amanada piedra de los enanos. Y su cuerpo se inclinó hasta chocar  contra el puente. Y allí estaba Galmor, fiel a su raza, muriendo sobre un charco de sangre, dando cuartel a más  criaturas goblinoides de las que cualquier mortal puede soportar. Y como mortal… cayó. Una mirada perdida  dirigió hacia su compatriota Twin. Al que tenía que seguir y proteger por no comportarse como un enano, pero él lo había visto hacerlo. La imagen de los 2 enanos cargando contra el puente volvió a su mente y le hizo sonreir tímidamente, mientras unas gotas de sangre empezaban a brotar por la comisura de sus labios, tiñendo su blanca barba de un rojo que olía a muerte. Solo tuvo fuerzas para dirigirse a Twin con unas escuetas y agónicas palabras:-  Corre insensato…
Y los ojos de Galmor se cerraron. Una luz se le apareció en sueños y alumbraba un pasillo que iba directo a una sala en la que se podía escuchar a nobles y veteranos enanos disfrutando de un gran banquete.

Al llegar al claro Amra vió como Elberil seguía corriendo como alma que lleva Kiaransali, se giró un momento para ver cómo estaban las cosas, y las cosas estaban mal, muy mal para ellos; tenían a cuatro casi encima, el jefe estaba cruzando la barricada, y veía como el enano, que había curado hacía un momento, estaba caído en el suelo. 

Esto ha sido una locura desde el principio, pensó analizando la situación, en el claro sólo quedaban Twim, Blaid y ella; ni ella ni Blaid podían cargar al pesado enano inconsciente y aunque Twim si pudiese, no podría correr lo suficientemente rápido para escapar de los goblins, tenemos que dejarlo.

- Lo siento maese enano no puedo caer en esta batalla, tengo una obligación que cumplir. - cada cual forja su destino con sus acciones, las frases de su entrenamiento se repetían en su mente mientras sus ojos dejaban escapar lágrimas por una vida perdida, la vida es un ciclo y la muerte forma parte de él - Larga vida Galmor.

Enjuagó sus ojos con el brazo derecho, apretó los dientes para calmarse, se llevó los dedos a los labios y silbó una nota, larga, penetrante, era hora de retirarse; salió corriendo, desandando el camino que esa mañana les había llevado hasta allí, deberían atravesar el río más arriba o quizás lo mejor sería volver a Hondonada...

(Sigue el turno en Twim).

Twim no pudo contener un grito amargo cuando su compañero cayó de bruces al suelo, estaba en un dilema: Por un lado estaba la posibilidad de salvar su vida dejando a su compañero muerto sobre el puente, y por otro, morir junto a él. En los pocos instantes que tuvo para decidir, actuó dejándose llevar por el instinto de supervivencia y arrancó a correr, aunque sus cortas patas lo iban dejando rezagado con respecto a sus compañeros.

El capitán de los Hobgoblins cruzó la barrera y avanzó por el puente con un trote. Escupió al cuerpo tendido de Galmor y siguió su marcha, dando órdenes a sus subalternos. El lobo se le adelantó para perseguir al Enano. ya le pisaba los talones y estaba a punto de lanzar una dentada contra él.

Benen se alejaba poco a poco por otro camino, siempre escondiéndose, logró alejarse silenciosamente sin ser visto por nadie.

Amra Empezó a huir junto a su lobo y al cabo de dar unos pasos, vio la intención de los enemigos de perseguirla a ella y a Twim. Lanzó su hechizo de enmarañar a los enemigos que estaban en el claro de la base del puente y vio como el bosque a su alrededor empezaba a coger vida. Los arbustos se abalanzaban a sus enemigos, las ramas de los árboles los aprisonaban, las raíces emergieron del suelo y se aferraron a los pies de los Hobgoblins. Los goblins del puente estaban fuera del alcance de las ramas y raíces fuertes que pudieran aferrarlos con la suficiente fuerza como para entorpecerlos. El lobo también había quedado fuera del alcance del conjuro ya que perseguía a Twim ferozmente.

Los siete Hobgoblins que se encontraban en el claro luchaban y cortaban las ramas con sus espadas y hachas. 3 Hobgoblins atravesaron el puente y vacilaron antes de cruzar las marañas de naturaleza que los cubría, pero los rugidos de su jefe los hicieron reaccionar. cinco de ellos atravesaron sin muchos problemas parte de la zona del conjuro, pero el sexto no lo logró avanzar ni diez pasos cuando una ancha raíz lo agarró y lo sujetó. Otro hobgoblin sufrió la misma suerte.

Galmor por su parte, seguía perdiendo sangre a borbotones.

Amparado por las sombras, el mediano consiguió alejarse otro buen trecho sin ser visto.