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El agreste valle

Aventura | 3. La hechicera de las montañas

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03/03/2014, 11:30
Benen Bajorrama

-Ahora o nunca.-Dijo el mediano con un hilo de voz lanzándose por el borde del carro y corriendo tras el drow. Acababa de conocerlo, pero su idea le había parecido con mucho la más sensata de todas. 

Necesitaría conseguir nuevas pertenencias, armas y una armadura, pero aún estaba vivo, eso era lo esencial.

 

- Tiradas (1)
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03/03/2014, 12:23
Códice [PNJ]

Al ver que todos opinan igual, el clérigo salta con su voluminoso cuerpo parduzco del carro, aterrizando con sus pies desnudos en la tierra reseca. Ah, la tierra... Siempre que en el viaje que les había llevado allí habían parado a descansar, Códice había aprovechado para pisar con sus pies desnudos: le hacía sentirse en comunión con su diosa. Por desgracia, aquel no era un momento para la contemplación, así que se aprestó para seguir al drow y a los dos medianos, que ya corrían hacia la gruta. Corra sin mirar atrás, señor Drazth... Es lo propio de un drow. Códice correría también, pero antes...

¡Lady Isthar, por todos los planos celestiales, aprisa! ¡No os quedéis ahí pasmada!

Códice no quería dejar a un compañero atrás, y menos si ese compañero era una sierva de los dioses del Bien como él; pero si esa testaruda paladina no huía, Códice tendría que dejarla ir.

Notas de juego

¡Si tuviera las manos libres, cargaría con Abrahel! ¡Compañerismo religioso! XDD

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03/03/2014, 19:58

El Drow contempló la entrada a la caverna, observó la cara escarpada de la colina en la que la entrada estaba naturalmente labrada, contempló los alrededores y finalmente supo que la caverna no puede ser muy profunda a menos que tome un descenso hacía la infraoscuridad. Se estremeció de solo pensarlo. Quizá no fuera la mejor opción para huir de los orcos, pero era la única: Huir colina abajo era arriesgado, asumiendo que los medianos fueran cargados para no retrasar al resto, los orcos contaban con caballos y los alcanzarían en menos de lo que mea una Cockatrice, peor si tenían las manos amordazadas. Entrar a la cueva era un riesgo, pero al menos existía la posibilidad de huir!.

El SemiDrow miró la batalla que se libraba a varios metros adelante, cuatro orcos habían caído, al igual que uno de los enormes lobos, intentó escabullirse lo más sigiloso posible para no ser descubierto, mientras observaba como el mago sacaba un rayo de fuego de su mano e incineraba a otro de los lobos. El sigilo de Fewyhn se fue al traste cuando todos sus compañeros, incluyendo Abrahel, empezaron a correr hacía la entrada de la caverna.

Inmediatamente los orcos advirtieron de la huida y gritaron -Ugladesh, kar nal ketah! - Los prisioneros escapan! traducía y el mago se volteó a ver los que sucedía, ordenó a una decena de sus orcos para que fueran tras ellos y dejaran el lobo al resto.
El grupo corría y uno a uno entraron a la caverna, Códice cogió a Benen y lo encaramó en su espalda, al igual que hizo el Enano con Ladfiena. Abrahel cerró la marcha cuando sintió un punzaso en su mente, algo estaba mal y algo estaba afectándola desde dentro de sus entrañas. Mientras los orcos se acercaban peligrosamente, Abrahel solo permanecía parada, sin hacer nada, sus compañeros la observaron extrañados. Quizá su intención era combatir con 10 orcos para darles unos segundos de oro en la huída a sus compañeros o quizá el mago que conjuraba desde lejos le había lanzado algún sortilegio. Fuera como fuera, tenían que seguir su camino.

Dejando a Abrahel atrás, el grupo avanzó por los pasillos de una caverna natural, fue evidente el origen de la misma por la erosión provocada por el agua que ahora no existía, pero que había dejado su cicatriz en forma de una cueva larga que se adentraba en la tierra y descendía a medida que los pies descalzos de los aventureros la recorrían a toda prisa. Sentían el eco de las voces y y gritos de los orcos ¿Qué habrá sido de la Paladina? se preguntaban algunos, mirando atrás pero siguiendo el ritmo del resto.

La caverna era completamente negra para los Ojos de los medianos, del humano y del semielfo, Klain y códice (alzando a un mediano cada uno) lideraban la marcha y Fewyhn la cerraba junto al pequeño demonio que volaba cerca de la cabeza del piel oscura.
Llegaron a una ramificación, solo se veía el pasillo seguir en ambas direcciones, cualquier opción que eligieran daba exactamente lo mismo.

 -Ustedes sigan por allá -Dijo el demonio en perfecto idioma común, señalando uno de los pasillos -Yo distraeré a los orcos que vienen detrás. -Se retiró por el otro pasillo, no sin antes cortar las ataduras de los aventureros, que al fin contaban con la libertad en las manos. -Luego los alcanzaré - fue lo último que dijo antes de retirarse por completo mientras Fewyhn, cerrando la marcha, se dio cuenta como la diminuta criatura del tamaño de un gato empezaba a transformarse y tomar la forma de un humanoide del tamaño de un humano. No alcanzó a detallar mucho más.

A medida que avanzaban, los ecos de los orcos se escuchaban cada vez más distantes, hasta que cesó por completo y el sonido del silencio se hizo reinante. Los héroes habían disminuido la marcha y las piernas estaban encalambradas, la adrenalina del momento había quedado atrás y era hora de recibir el cansancio. Decidieron hacer una parada para descansar los pies unos instantes. Se dieron cuenta de que todos estaban cortados y magullados y el dolor empezaba a sentirse cada vez más.
Siguieron avanzando aquella noche (o a sería de día?) durante mucho tiempo, parecía que caminaban durante días enteros sin descanso, los pies cada vez se hinchaban más y dolían más. Pero al menos no tenían a nadie siguiéndoles los talones. Justo en el limite de la resistencia, decidieron parar para dormir durante unas intranquilas horas en las que ninguno pudo cerrar bien los ojos. Códice alivianaba las heridas con poderes curativos, las magulladuras se desvanecían al instante, incluso ubicados en el culo de Faerun, un lugar olvidado por todos, la Bondadosa Diosa Chauntea escuchaba las oraciones de su hijo bendecido.

Pero ni códice tenía el poder de alivianar el dolor que empezaba a emanar desde las entrañas de los fugitivos: El hambre. Desde que habían empezado la huida, no habían visto nada comestible que creciera en las paredes ni en el suelo y no habían señales de que pronto encontraran algo, la sed por lo menos, códice la sanaba mediante conjuros que mágicamente creaban agua potable.

Otra jornada pasó tan lentamente como al anterior tan callada y silenciosa, como oscura y lúgubre. El pasillo continuaba y cada vez se adentraba más y más bajo tierra. Empezaron a flaquear y a creer que huir no había sido tan buena idea. La libertad ya no sabía tan dulce como al principio. Otra noche (o sería de día?) pasó con sueños intranquilos, el hambre golpeaba las barrigas de todos como puñaladas constantes.

La siguiente jornada de viaje, a través de la infraoscuridad (de eso ya no había duda), trajo consigo una pequeña sorpresa: Cerca a un pozo de agua sucia, crecían algunas setas de color pardo verdosas. Códice oró y una luz salió de su mano, iluminando un poco el pequeño campo de setas para que los medianos, el semielfo y el humano pudieran ver. Ladfiena junto a Fewyhn examinaron las setas y aunque podían comerse, eran ligeramente tóxicas.

El grupo se encontraba en un dilema, por un lado, el hambre llegaba al punto de la desesperación y por otro lado, era un riesgo comer las setas. No habían vuelto a tener contacto con el pequeño demonio y se preguntaban si se dirigían a una trampa ¿Comerán las setas arriesgándose a una intoxicación? ¿Preferirán seguir con hambre? ¿Seguirán adentrándose en la infraoscuridad o se devolverán por sus pasos? o quizá se acuesten en un rincón a esperar que la muerte los bese.
Es su decisión y su turno!

- Tiradas (4)

Notas de juego

25 px a todos por postear. (No modificar la ficha, yo lo hago).
25 px a Fewyhn por profundidad en el personaje.

Próximo Post: Jueves.

@Todos: Aclarar si comen o no las setas. y Tirada de salvación de fortaleza independientemente si comen las setas.
@Códice: Preparar los conjuros del nuevo día.

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04/03/2014, 19:47
Fewyhn Drazth

Fewyhn examinó con detenimiento la seta. La olió y la escrutó bajo su mirada. Ese color... estaba seguro que eran venenosas, pero sería recomendable comerlas. Echó un vistazo a Ladfiena quien también las observaba, casi como si las estudiara. Esa niña era una caja de sorpresas... aún así... No la comas, déjame obssservarlasz un poco másh la trataba como a una hija. Luego se sentó a observar el grupo que les acompañaba. No quería hablar dos elfos y un humano, lo miró con detemiento. Y empezó a sentirse claustrofóbico...Casi prefirió sentarse apoyado en la pared, mientras miraba la seta e intentaba recordar su composición.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Las tiradas son:
-Dungeons toda la información que Fewyhn pueda saber de donde nos encontramos. Las criaturas que pueden habitar en un sitio así, si hay un asentamiento de seres inteligentes como no inteligentes. Animales comestibles que puedan evitar, posibles salidas...
-Naturaleza: Sabe que tipo de intoxicación produce la seta (con esa tirada debería saber la CD y a a qué afecta), para así recomendar su digestión.

Por cierto me libero de las ataduras, entiendo. No?

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04/03/2014, 20:55
Códice [PNJ]

Tras dejar la piedra a la que había otorgado luz en el suelo, junto a Ladfiena y las setas, el hermano Códice se volvió hacia el resto de los presente y dijo:

—Señores... Compañeros, esperad —dijo el mestizo rompiendo el silencio con su profunda y rotunda voz, semejante al rugido de un león mezclado con el canto místico de un fraile—. Mi luz no durará mucho tiempo: aprovechémosla para hablar, viéndonos las caras. —Tras una breve pausa, para garantizarse la atención de los que le rodeaban, prosiguió—. Si mis entrañas no me engañan, debemos de llevar ya dos días, o casi tres, caminando entre las raíces de la Creación. Creo que ha llegado el momento de que hablemos y tomemos una decisión. En mi humilde opinión, ya hemos explorado suficiente esta gruta como para afirmar sin rastro de duda que no va hacia la luz del día... y no quiero ni pensar hacia dónde nos dirige —añadió, evitando mirar directamente a Fewyhn, que estaba atendiendo a las setas y el entorno—. ¿Por qué continuar hacia lo desconocido? ¡Demos la vuelta! No sé qué habrá sido de las sabandijas que nos perseguían, pero si no han sido segados, habrán seguido camino. En cuanto al ser que nos salvó las semillas, es verdad que no sabemos nada de ella: ni qué o quién es, ni a quién obedecía, ni por qué hizo lo que hizo, o siquiera si sigue viva... Pero no la temo: si nos quiere bien, entonces vayamos en su busca; y si nos quiere mal, ¡desobedezcamos sus indicaciones y demos la vuelta! —E indicó con un brazo el camino de vuelta. Códice estaba usando sus mejores palabras, sus gestos más afinados, sus argumentos más convincentes: después de la horrible experiencia en las cuevas donde Sok Ul Makum tenía su guarida, no quería permanecer ni un segundo más bajo tierra; más, si era cierto su presentimiento de que estaban avanzando hacia la Infraoscuridad—. Para cuando salgamos, habrá pasado casi media dekhana de nuestra huida: la plaga de Ul Makum estarán ya en otro bancal, los lobos estarán marchitos y un grupo como el nuestro, con tres expertos montaraces, tendrá más probabilidades de sobrevivir a la luz de la Gran Madre que en esta oscuridad yerma, donde algunos ni siquiera podéis ver.

Al acabar este largo discurso, Códice observó uno por uno a sus fortuitos aliados, buscando su respuesta, al tiempo que se perdía en sus pensamientos. ¿Por qué, lady Isthar? No debímos abandonaros... Aquello llevaba atormentándole desde que ocurrió, apenas dejándole dormir. Miró hacia su luz y reparó de nuevo en los hongos. Respiró profundamente.

Hm... No soy un experto aventurero, pero creo que no deberíamos comerlas: sufro como vos el hambre y siento como todos la pérdida de fuerzas, señorita Correestepa, pero sé que podemos salir de aquí. En las colinas hay frutos y raíces, ¿no, señor Robleoro? —preguntó a Klain.

Notas de juego

Mi espíritu aventurero y curioso me dice que sigamos adelante, pero mi instinto de supervivencia (respaldado por la aún reciente experiencia de las consecuencias de nuestra imprudencia) dice “SALID POR PATAS”. En el caso de Códice, nadie la cosa está más clara: ¡él no tiene espíritu aventurero y sí se está jugando la vida!

Más cosas: he mirado en Internet y un ser humano muere de hambre a los 20 días, puede que antes si hace grandes esfuerzos. No dice nada de elfos, medianos, enanos u orcos XD Kamro dirá lo que pone en las reglas.

Y otra cosa más: creo que podemos estar bastante seguros (nunca al 100%, claro) del camino para volver. Basta con haber cogido en toda bifurcación el camino más a la derecha o más a la izquierda. Seguro que a al menos uno de nosotros, especialmente a los más inteligentes, se le habría ocurrido. Además, Klain, Fewyhn y yo hemos podido ver en la oscuridad.

Y ya, por último, algunas consideraciones técnicas:
1) Sólo puedo hacer luz una hora al día, y eso al precio de gastar la mitad de mis conjuros (y necesito al menos asegurarme el de crear agua y dejar alguno en la recámara para curaciones). Y puedo hacer muy pocos conjuros útiles sin mi símbolo (y con él tampoco).
2) Puedo purificar comida y agua contaminadas, y por lo tanto puedo hacer potable el agua del “pozo de agua sucia”, pero no puedo hacer que un alimento tóxico deje de serlo. Creo.

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04/03/2014, 21:11
Fewyhn Drazth

Fewyhn dejó de mirar a la seta para lanzar una mirada fulminante al horco. Silencio!... No esshtas en la sssuperficie, orco. el susurro de Fewyhn era como el canto de una serpiente. Un siseo a veces tan agudo que podía herir los oídos más finos. Esssta tierra me parece reconocida... decía con los ojos entornados. Ssssin armass ¿Qué vida nos essspera fuera? ESSS peligrosso, orco. No enfadess a los demoniossss... Nosss dijeron ssseguir, sssigamosss. No desobedezcáissss sssse ofenderá. Afuera nosss esssperan... y continúo mirando la setas, meditando si engullirlas. Sin duda la opinión del semidrow era seguir el camino. Orco es y con orcos nos quiere juntar...

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04/03/2014, 21:33
Códice [PNJ]

Códice, de cuclillas junto a la mediana, sostuvo la mirada del drow con la testarudez de quien sabe que ha cometido un error pero no está dispuesto a admitirlo. Maldición... ¡Talos me lleve! Ese botarate tiene razón: no debo hablar tan alto... Sobre lo demás, no se pronunció: ya había dicho todo lo que quería decir y ahora les tocaba a otros pronunciarse. Además... ¿Tiene que sisear de esa forma todo el maldito rato?

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04/03/2014, 23:46
Rivoel Docanto

Al inicio de la incursión por la gruta y cuando ya los orcos habían quedado olvidos, Rivoel hacía breves comentarios en voz baja para darle algo de humanidad a la situación. Siempre haciendo alusión a alguna historia o leyenda donde los protagonistas consiguen llegar a su destino.  Pasaron las horas y el semielfo intentaba mantener alguna breve conversación con sus compañeros, con el fin de saber que seguían ahí, pues tanto tiempo a oscuras empezaba a inquietarle. Pasó bastante rato  hasta que Rivoel pudo acostumbrarse a la luz de Códice.  Vaya, para ser los protagonistas de una epopeya no tenemos muy buen aspecto… susurró sonriente - aunque recuerdo una historia en la que sus protagonistas rozaron la muerte antes de conseguir llegar a su destino ¿Cómo era? Ah Sí – gritó en voz baja-  Eran tres: humano, elfo y enano. Buscaban el tesoro de un dragón en una enorme cueva. llevaban días entre sus túneles y no habían visto ni una sola moneda de oro, pero persistieron en su empeño…..….  Fue entonces cuando encontraron las setas. Los otros 2 mestizos hablaron y tras unos segundos pensando Rivoel susurró ( aunque no podía ocultar el cansancio y cierto desasosiego, el tono del semielfo seguía siendo afable y con una poética entonación) :  Códice, sin duda su propuesta es la más sensata, pues difícilmente los orcos nos habrán esperado tanto tiempo. Tampoco es normal que nuestro libertador haya desaparecido sin dejar rastro. No nos movemos rápidos precisamente, como para que el tiempo transcurrido no haya sido suficiente para alcanzarnos. Es fácil pensar que algo le ha sucedido. Pero por otro lado, la criatura algo quiere de nosotros y no creo que sea nuestra muerte, pues de ser así, nos habría dejado en manos de nuestros captores. De modo que lo que creo que debemos dilucidar ahora es si debemos comer o no estas setas y dejar el tema del camino para más adelante. Sin duda necesitamos comer, pero si estas setas nos van a causar algún daño, propongo que no las comamos todos a la vez. Que las ingieran solo unos cuantos, para poder ser atendidos por el resto .Y sin darse un atracón, sino ingiriendo pequeñas cantidades durante varias horas. Quizás así los daños sean menores. Si os parce podemos hacerlo así, de este modo pasará más tiempo durante el cual, nuestro libertador debería hacer acto de presencia. De no ser así empezaría  a darle  por muerto... o por embustero...

Y Rivoel comenzó a mesarse su barbilampiño mentón a la espera de algún comentario

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05/03/2014, 01:52

La infraoscuridad, a esta altura era indudable que deambulaban por ese extenso complejo de túneles, cámaras y cavernas que se conectaban entre si para formar un mundo alterno al que se vivía en la superficie de Faerûn.

La infraoscuridad suele estar habitada por criaturas malignas y monstruosas que huyen de la luz del sol, es el habitado comunmente por los Drows, los Enanos grises (duergars) y los Sorbementes (Ilithids).
Esta región en particular, bajo los pies del valle de la daga está más deshabitada que las tierras más al sur, bajo el Valle de la sombra y el Valle de la bruma. Los Drows son recurrentes, pero generalmente se tratan de exploradores de túneles y pequeños grupos de avanzada. No se conoce ningún asentamiento Drow en las tierras de la Daga. Sin embargo, los Duergar son más comunes al oeste del valle, bajo las montañas boca del desierto donde el antiguo reino de Tethyamar una vez prosperó.
Los habitantes más comunes son los orcos y goblinoides que se han atrevido a ir más profundo de lo que normalmente lo hacen y se han acostumbrado a vivir en ese entorno.

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05/03/2014, 13:30
Ladfiena Correestepa

Se sentía impotente, subida a hombros de Klain todo el tiempo, intento avanzar por su propio pie, varias veces, terminando en que Codice tubo que curarle un feo golpe en la frente y un corte en la mejilla, el enano no reclamo, no se quejo, ni siquiera  cuando los pies empezaron a sangrarle, Ladfiena no podía verlos, solo escuchaba las conversaciones susurradas en los breves descansos que efectuaba el grupo, la oscuridad, absoluta dueña y señora del lugar donde se encontraban, la vista, anulada por esta omnipresente presencia no le servía de mucho, sin embargo el resto de sentidos se agudizaron.

Podía escuchar claramente cada paso, cada pisada, cada rechinar de dientes cuando una piedra demasiado angulosa provocaba un nuevo corte o la explosión de una de las numerosas ampollas causadas por la carrera descalzados y ella, un peso inútil incapaz de dar dos pasos por si misma, quería aliviar la carga del enano, correr junto a ellos o al menos caminar, pero no podía, luego estaban los olores, a sudor, a suciedad, a piedra, a aire estancado y los otros olores, olor a sangre, a heridas abiertas.

Y por ultimo las sensaciones, eran pocas pero intensas, la primera, frío, en su espalda, la cara y los brazos, la segunda calor, emanando del sudado cuerpo del enano mientras notaba los fuertes latidos de su corazón bombeando la sangre, la tercera el cansancio, pese a ser cargada le dolían las piernas de estar a horcajadas sobre el enano, la posición fija y forzada que trataba de mantener para no ser una molestia, los brazos de sujetarse a ciegas teniendo que adaptarse a vaivenes inesperados cuando el enano se agachaba esquivando los obstáculos del camino  y por ultimo, el hambre, hizo su aparición en algún momento del segundo día o mas bien de la primera vez que pararon a dormir ya que nadie era capaz de decir cuanto tiempo llevaban huyendo.

Podía escuchar perfectamente los estómagos de sus compañeros rugir en protesta por la falta de alimento, las bocas tragar insulsa saliva a falta de algo mas consistente y nutritivo, incluso el animal del enano se acerco varias veces a las manos de Ladfiena en busca de algo con que alimentarse.

 

Pero no había nada, ni comida, ni luz, ni descanso, las pocas veces que pararon a descansar bebió a ciegas agua que no sabía de donde la había sacado Codice, aliviaba la sequedad de su garganta pero no el vació de su estomago, al dormir no descansaba, se despertaba solo para encontrarse con una negrura insondable, la segunda vez que durmieron se acerco a Fewyhn en busca de calor y la reconfortante compañía de su amigo tal y como había hecho muchas otras veces a la luz de la luna, mientras se apoyaba en el semidrow le contó en susurros sus inquietudes, el miedo a no volver a ver la luz del sol, ni la luna, no oler la madera húmeda y el rocío de la mañana —tú me cuidaras ¿verdad Fewyhn? me llevaras al sol— bostezode puro cansancio con los ojos cerrados justo antes de dormirse recostando su pequeña cabecita en el semidrow—sé que lo harás, nos sacaras de aquí y nos llevaras fuera, porque ya lo has hecho y porque eres bueno, yo sé que eres bueno digan lo que digan los demas, eres mi elfo quemado— ahogo un nuevo bostezo y con un ultimo hilo de voz—te quiero mucho Fewyzzzzz— el sueño la venció permitiendole descansar unas pocas horas.

El día siguiente deparo una sorpresa cuando encontraron unas setas al lado de una especie de manantial y por primera vez en varios días Ladfiena pudo ver, parpadeó varias veces mientras sus ojos se habituaban a la luz mágica que había conjurado el orco, algo tan nimio le hizo alegrarse, miro con afán las setas, no muy diferentes a las que se podía encontrar en cualquier cueva o zona oscura, comestibles cocinadas, pero crudas, no muy digestivas, todo dependía de lo fuerte que fuera el estomago y los suyos no se podía decir que estaban en su mejor forma, su propio estomago gruño con fuerza retorciéndose gritando a todo el que lo escuchara que estaba dispuesto a correr el riesgo de digerir las setas con tal de digerir algo solido.

Escucho la discusión entre Codice y Fewyhn —esa criatura es mi amiga, la conocí cuando estábamos encerrados, se me apareció en sueños, dijo algo de un trato y que nos ayudaría ¡y nos ha ayudado! en cuanto a las setas... podemos cogerlas y ver si encontramos algo con lo que cocinarlas mas adelante, si podemos cocinarlas podremos comerlas sin riesgo*— su estomago gruño de nuevo recordando que estaba mas que dispuesto a tomar el riesgo de comerlas crudas y todas si era preciso

- Tiradas (1)

Notas de juego

*esto no es cierto al 100% pero si es cierto que muchos alimentos pierden su toxicidad al ser cocinados debido a que la mayoría de los venenos y sustancias toxicas se descomponen perdiendo sus propiedad

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05/03/2014, 17:19
Benen Bajorrama

Alzado en brazos de Códice, a quien acababa de conocer, el mediano apenas si podía hacer nada. Sus armas estaban en cualquier lugar en medio del ninguna parte que era ahora mismo para él la oscuridad de aquella cueva. No había a dónde ir. No había nada que hacer salvo quedarse quiero zarandeándose en el aire en medio de las sombras y a la espera de lo que pudiese llegar. Aquello desde luego no era perfecto, pero lo mantenía vivo. Benen no quería más.

Los días pasaban y cada uno era más largo y oscuro que el anterior. El hambre se iba apoderando de él mientras miraba alrededor en busca de un mínimo rayo de luz, pero nada. No habría descanso para Benen Bajorrama en medio de aquella oscuridad. En cierto modo estaba seguro de que los enanos cabezotas lo estarían mirando desde algún lugar junto con la druida y el arquero. No podía evitar sentir algo de pena por ellos, pero también algo de satisfacción.

-Si me hubieran hecho caso no habrían acabado así.-Pensó.

Con cada hora el dolor se hacía más insoportable. Sus pies eran al acabar cada día un amasijo de callos, ampollas, heridas e hinchazones. Solo rezaba por que aquello no alertase a alguna bestia de la infraoscuridad. No le gustaba ser la cena de algo que desconocía.

Cada minuto, no obstante, era para él una ocasión de practicar. Su sigilo, su principal arma, se convirtió también en su distracción diaria. Cada vez que podía intentaba moverse en silencio en la oscuridad hasta no oir sus propios pasos y conseguir que nadie los oyera. Algunas veces chocó contra otros, otras pisó donde no debería y se clavó una piedra en el pié y otras se fué derecho contra una pared, sin embargo todo servía.

Si se volvía a cruzar con aquellos orcos las tornas cambiarían.

Al llegar a las setas vió de nuevo la luz. Aquello era para el algo mágico. Comida. Comida al alcance de la mano. Sin embargo eran toxicas, como mucho de lo que se hallaba allí abajo.

-¿Y si las cogemos y las usamos como veneno o cebo?-Preguntó.-Puede que algo se las coma, quizás podamos comernos ese algo. Si no, siempre podemos guardarlas para envenenar a alguien. Si encontramos otro campamento de orcos, por ejemplo.

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05/03/2014, 22:19
Fewyhn Drazth

Las palabras de Ladfiena hacían retorcer su corazón, era como si le exprimiese para sacar lo que le quedase de bondad. Desde luego ella era la luna en mitad de toda esta oscuridad. Aún veja su pelo arder... no podía mentirla, no sabía si saldría de aquella con vida, pero tampoco era alguien que decidiese volver. Ssusssurrar... dijo Fewyhn mirando a todos. Aquí no hay Drowssss... aseguró mirando al horco cobardica pero ssssí orcossss y goblinssss. Lo mássss sjeguro esssss que haya assssssentamientosssssh. Nada de lo que temer, creo essss mejor continuar, pero antesssss. Miró sorprendido a Ladfiena, algo le decía que no le sería la primera vez que estaría sorprendido con ella. Hablasss másss de tuss ssueñosss! Dijo intrigado Si esa criatura es su amiga... no sé como puede serlo, pero si lo es... debemos hacerle caso...

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06/03/2014, 15:32
Lance Brazolargo

El guerrero agotado y desanimado por la incapacidad de ver en aquel túnel, solo se limitaba a seguir a sus compañeros que guiaban la lenta marcha....al llegar al lugar de los extraños hongos, solo se sentó en el suelo a escuchar la discusión de sus compañeros sobre las posibilidades de comer o utilizar aquellos hongos y sobre si debian proseguir o devolverse, ya que al parecer el camino no tendria una pronta salida a la superficie....alcanzó a percibir algo de molestia en el rostro del orco, cuando el drow lo mandó a callar...

Cuando todos quedaron callados y pensativos en lo que debian acer, el humano lentamente se puso de pie y se dirigió hacia el semidrow, poniendole una mano sobre el hombro...Creo que tu mejor que los que estamos aca conoce el mundo subterraneo, asi que pongo en tus manos mi voto, sobre continuar el camino o devolvernos...yo ni siquiera puedo ver por donde camino...en cuanto a los hongos, tu me diras que tan toxicos pueden ser y si recomiendas comerlos o no...tu sabras bien de lo que crece bajo tierra..creo que puedo aguantar un par de dias mas sin comer, si lo consideras necesario....

 

 

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06/03/2014, 22:34
Fewyhn Drazth

Fewyhn miró asombrado al guerrero de la Lanza. Sus palabras de confianza le desconcertaban, pero aún así decidió contestarle con una extraña mueca de desconfianza. ​Lo mejor esas essscuchar a Ladfiena. Aún tiene que exssplicar lo del demonio... Essso aclarará mucho y decidirá sssi volver o ssssseguir. En cuanto a lassss sssetasss, nunca vienen mal coger para un momento de debilidad exssstrema. dice el semidrow, ya que en caso de cansancio o de cualquier emergencia podían salva la vida, aunque para ello pasase por cierto malestar. Con suerte encontraremosss un campamento Duérgar. Sssssi no... orco o goblin... y sis tenemossss muy mala fortuna una exssspedición drow. aunque a esas alturas no sabía si la expedición drow serían tan mala fortuna...

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06/03/2014, 23:56

 -No, no... a esa pequeña criatura solo la vi en mis sueños, una de las primeras noches en el calabozo, me dijo que él me guiaría y que yo tendría que ayudarlo. De ahí en adelante volvió a aparecer en sueños que no tenían sentido, ese bicho siempre estaba ahí en mis sueños, pero solo esa vez fue que me habló.

La explicación de Ladfiena bastó para convencer a Fewyhn que debían seguir su camino por las profundidades de túnel. Los demás escucharon al SemiDrow que parecía ser la autoridad y el guía en el subsuelo.
El silencio a lo largo de todo el trayecto del Enano era evidente, siempre había sido callado, reservado y huraño, pero sus compañeros habían notado que su elocuencia empezaba a mejorar cuando ingresaron en busca del Nigromante sacerdote; Sin embargo, desde que fue convertido en prisionero y fue golpeado brutalmente durante su cautiverio, volvió a ser el mismo Enano callado y reservado que solo se limitaba a asentir o negar con la cabeza cuando se dirigían a él.

Este parecía el mejor lugar para descansar por algunas horas. Códice lanzó su conjuro de purificar agua y alimentos sobre el pequeño estanque y todos pudieron ver como la gracia de Chauntea regaba de color dorado el agua y luego la convertía en cristalina. Todos bebieron y recolectaron las setas, solo Klain se atevió a comerlas en ese instante y cuando se sintió satisfecho durmió placenteramente, incomodando a sus compañeros con sus fuertes ronquidos.

La idea de Benen parecía una muy buena al comienzo, utilizar las setas como carnada y luego atrapar al insensato animal que se atreviera a comerlas. Pero luego de discutir un rato la posibilidad se llegó a una conclusión ¿Si hubiera algún animal que comiera ese tipo de setas no las habría comido ya?, el mediano quizá no pensara en ello ya que no posía ver en la oscuridad, pero Fewyhn si, que además era un experto cazador y en ningún momento del trayecto observó algún animal más que pequeños insectos arrastrándose por el piso.
Esa noche pasó con la misma intranquilidad que las anteriores, excepto para el enano que parecía dormir bien, al siguiente día, Códice rezó y sus plegarias fueron escuchadas.

El viaje continuó y partieron, llevando las setas que podían cargar en las manos. A esta altura habían descartado la idea de que los orcos los persiguieran, así que Benen y Ladfiena ya no iban cargados a hombros de Códice y Klain, el ritmo de marcha disminuyó considerablemente, pero los pies de los hombres de mayor tamaño lo agradecieron. El hambre seguía azotando cada vez más fuerte y Rivoel cayó en la tentación de comer las setas que llevaba en sus manos: A medida que avanzaban, el bardo iba comiendo de a pequeños mordiscos, antes de darse cuenta, se había comido una buena porción y su estómago ya no rugía como el de los demás.

EL resto de aventureros decidió no comer las setas ese día. El hambre empezaba a golpearlos y su primera víctima había sido el semiorco. Su cara de quijada ancha y pómulos pronunciados en los días de cataratas de la daga se habían convertido en una cara demacrada y esquelética y sus piernas empezaron a flaquear. Fue códice quién pidió un descanso cuando sintió un mareo. No había otra opción que descansar, y así se fue otra jornada más de viaje. Rivoel y Klain habían aprendido a comer esas setas y se les veía mejor que al resto en cuanto a ánimo y moral. Aún así, el resto no se atrevía a comerlas, quizá fuera alguna bendición de bardo lo que evitaba que le afectara lo tóxico del hongo. Rivoel insistió en que comieran pero ninguno accedió.

El siguiente día, el hambre empezó a afectar a los medianos, sus entrañas ardían y sus músculos se encalambraban constantemente, teniendo que hacer paradas cortas muy recurrentemente. El túnel era eterno y las esperanzas de ver de nuevo el sol se desvanecían con cada día, hora y minuto que pasaban marchando. Ya habían perdido la sensación de la brisa en sus caras, el suave toque del pasto en los pies y el olor de los prados veraniegos, todo era oscuridad y piedra. Ese día, sin embargo, algo cambió:
El túnel empezó a ramificarse una y otra y otra y otra vez, a veces dos túneles se desprendían de unos solo, a veces tres y a veces llegaban a una pequeña cámara cuatro y 5 túneles a la vez, las ramificaciones se hacían más frecuentes y muchas llevaban a callejones sin salida. Empezaron a llevar una rutina de viaje en caso de que quisieran devolverse, pero pronto tuvieron que cambiar el patrón una y otra vez. A esta altura, era un laberinto de túneles lo que habían recorrido y se había vuelto imposible mentalizar las vueltas, las idas y venidas. Si los héroes querían volver, era ya imposible!.

El grupo descansó como pudo en una caverna ancha que daba a un paso muerto, con una sola entrada, era el ligar más seguro con el que habrían podido toparse. El hambre extrema impidió que durmieran y las setas ya se las habían comido casi en su totalidad Rivoel y Klain.

El laberinto siguió en la siguiente jornada de viaje ¿Eran seis? o ¿Siete? las jornadas que llevaban bajo tierra, era ya difícil llevar la cuenta y saberlo a ciencia cierta. Ya no pensaban donde ir en caso de ramificaciones, solo avanzaban, en ocasiones a la derecha, en ocasiones a la izquierda y en ocasiones seguían derecho. Pero no todo era malo en este laberinto: Klain logró observar una rata moviéndose por el suelo y dos murciélagos colgados del techo, Fewhyn cazó algunos gusanos gordos que podían meterse a los estómagos y algunas hierbas comestibles crecían donde el agua se filtraba a través de la roca. Descansaron y comieron lo poco que habían cazado hasta el momento, no era mucho ni muy sabroso, pero sirvió para que los estómagos rugientes calmaran su ira y dieran tregua por unos instantes. Como si un Dios hubiera hecho su aparición y los hubiera llenado de vigor y vitalidad, el grupo viajó con moral un poco más alta y en medio de conversaciones en susurros en tono compañerista. Pero la dicha no duró mucho......

Avanzaban en un largo túnel donde cabían dos personas a la misma vez, cuando a lo lejos, Klain y Códice se detuvieron en seco, Lance y Benen se estrellaron con sus espaldas. El Enano y El semiorco habían observado a tres orcos caminando en dirección al grupo, los orcos también se habían percatado, sorprendidos al igual que los fugitivos se detienen en seco y luego echan mano a sus fundas para sacar sus armas.

El combate es inevitable, a no ser que intenten la diplomacia rápidamente. Un gesto heroico casi imposible, solo Klain y Códice lucharán contra 2 de los orcos a la vez ya que no hay espacio suficiente para tres personas en linea. Pero los demás podrán buscar alguna piedra suelta en el suelo o algo para atacar. ¿o dejarán que Klain y Códice los detengan mientras el resto huye a toda prisa?.... La idea es tentadora. Mientras tanto, los medianos y el humano lucharán a ciegas, guiados solo por el sonido de los gritos, gruñidos y golpes.

Es su turno.

- Tiradas (9)

Notas de juego

25 px a todos por postear. (No modificar la ficha, yo lo hago).
25 px a todos por llevar una racha a buen ritmo.
30 px a Ladfiena por buen posteo. (y perdón por la PNJtizada)

Próximo Post: Lunes.

ORDEN DE MARCHA: Klain, Códice, Lance, Benen, Ladfiena, Rivoel, Fewyhn.
Iniciativa:
12 - Combatientes Orcos [3/3]
Codice: 3 daño no letal por hambre. [Fatigado]
Benen: 1 daño no letal por hambre [Fatigado]
Ladfiena: 2 daño no letal por hambre [Fatigada]

*Fatigado: -2 Fuerza y Destreza, no puede correr ni cargar.
** Luchar a ciegas: Tienes un 50% de chance de fallar y no puedes ejecutar AdO.

@Códice: Ya pasó otra jornada y vuelves a tener todos tus conjuros (asumo que preparas los mismos)

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07/03/2014, 18:52
Códice [PNJ]

Por desgracia, aunque las palabras de Códice habían encontrado algo de apoyo en el simpático y animoso bardo, Lance había dado su confianza al elfo oscuro (y Códice no podía culparlo), Ladfiena tenía una fe ciega en su amigo y protector, el mediano no había manifestado opinión alguna sobre qué camino seguir y Klain había perseverado en aquel extraño mutismo, que Códice atribuyó a la muerte de su fiel compañero, el poni Krisslar. Respecto a las setas, el fraile había comenzado a verlas con otros ojos en el momento en que se le hizo obvio que sería el único alimento que verían antes de volverse locos y comerse los unos a los otros. Por lo que respecta a la extraña criatura que les había ayudado, y a las sorprendentes revelaciones de Ladfiena, Códice no había dicho ni preguntado nada más en aquel momento, sino que se había sumido en sus propios pensamientos. En definitiva: después de alimentarse, beber agua y descansar unas horas, el grupo prosiguió adentrándose en las cuevas.

Casi tres vigilias más tarde, el hambre (apenas apaciguada por el poco alimento que podían encontrar) ya había conseguido hacer mella en el cuerpo del clérigo, mientras que tanto tiempo de enclaustramiento y oscuridad comenzaban a hacer mella en su mente. Su ánimo, en cambio, encontraba siempre sustento y consuelo en su fe en la Diosa. Cuando avistaron a la patrulla de orcos, Códice dio gracias mentalmente a su deidad por haberle dotado de ciertos poderes.

Oh Gran Madre Amada Por Todos, infunde en este ser buen hacia tu leal servidor —susurró para sí mismo a la vez que alargaba una mano hacia el orco más imponente de los dos—. Рельеф, товарищи! Рельеф! Существо Ад за нами! —suplicó en orco. Y luego, a sus compañeros:— ¡Esperad, amigos!

- Tiradas (1)

Notas de juego

Uso mi movimiento para detener o hacer una señal a mis compañeros que quieren atacar a los orcos. Uso Hechizar persona sobre el orco más tocho y/o imponente: no me da control sobre el hechizado, pero hace reaccione a mis palabras de la mejor forma posible.

(Perdonar que no os dé luz, compañeros: creo que esto puede ser más útil... ¡Es mejor que Diplomacia!)

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07/03/2014, 21:04
Códice [PNJ]
Sólo para el director

Durante los interminables vagabundeos por aquel laberinto de cuevas, Códice aprovechó cada momento que tuvo para hacerle preguntas a Ladfiena sobre su "amigo" demonio.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Esta tirada de Religión es para ver qué puedo deducir de todo lo que dice Ladfiena de su demonio. Puedes tener en cuenta que le he preguntado más cosas o no, como decidas: es que prefiero no volver atrás en la historia.

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07/03/2014, 21:12
Códice [PNJ]

Notas de juego

Quise decir: "...infunde en este ser buen ÁNIMO hacia..."

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08/03/2014, 12:11
Rivoel Docanto

~~Los días pasaban, aunque sin saber con qué frecuencia. La oscuridad, el hambre y el cansancio iban haciendo mella en los futuros héroes, cuyo físico y ánimo iba menguando. Por eso Rivoel decidió empezar a comer setas, para que al menos el hambre no le afectara y poder mantenerse así su salud intacta. Tal y como sugirió a sus compañeros, las fue comiendo poco a poco, para mitigar sus efectos nocivos. Y al parecer su técnica surtió efecto, pues en nada le perjudicaron. Animó a sus compañeros a que lo hicieran también, pero no pudo convencerles y prefirieron pasar hambre. Para animarlos, el bardo susurraba de vez en cuando la tonadilla de alguna canción alegre, esperando que el ánimo de sus acompañantes no decayera a causa de las penurias que estaban pasando. Hablaba con los medianos en su idioma natal y también murmuraba alguna cancioncilla en idioma enano, quería ablandar un poco la roca Klain, con la esperanza de ganarse la confianza del enano. Su carácter tan huraño le incomodaba bastante. Hasta intentó juguetear con el ratoncillo alguna vez.  Las horas pasaban y los metros  también, cuando de pronto, la marcha paró de golpe y el silencio se adueñó del túnel por el que se encontraban. Estaba claro que algo sucedía. Rivoel no sabía lo que pasaba, pero podía percibirlo. Con tanto tiempo sin luz, el semielfo se había acostumbrado a guiarse por sus sentidos e intuición. Podía palpar la tensión en el ambiente y por eso decidió permanecer en silencio, preparado para lo peor, pues nada bueno  puede presagiarse  viajando por el inframundo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Permanezco en silencio atento a mi alrededor. Si noto claramente que comienza un combate, empezaré a entonar un canto de guerra para infundir valor a mis compañeros.

Mientras tanto permanezco a la espera.

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08/03/2014, 14:56
Fewyhn Drazth

Fewyhn miró con desconfianza a los dos orcos, vio como el semiorco se dirigía a ellos, pero tenía que actuar rápidamente y así escrutó las intenciones de aquellos dos.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Po toma
*Me reservo post largo pa después de la tirada