Partida Rol por web

Steve mira a Giorgio. Oye maquinón... y por que no te vienes de juergui con nosotros. No es más divertido investigar, cual valientes aventureros, que aprenderlas en los libros?? Nj-Nj-Nj- La verdad es que Steve se cagaba de miedo, y que además encarnaba a la perfección el estereotipo de Rata de Biblioteca. Pero con aquel Mich se sentía más seguro para salir a aquella oscuridad... y si iban los tres, mejor aún. Ninguno de ellos parecía tenerle envidia, sería porque tenían también buenos chasis, como él. Quizá hicieran buenas migas.

Al ver que en el dossier había más dibujo que letra, accedió a la propuesta de Seagal.

Está bien, voy con vosotros. La verdad es que tengo curiosidad por ver cómo de bien montado tienen todo esto. - le comenta mientras pega un bote de la litera y se va con los que ahora serán sus compañeros durante una buena temporada.

Los tres os deteneis en la intersección de la enorme tubería circular que parece unir todas las intáncias con vuestro dormitorio. Aún os llega la tíbia luz que da un rayo de calidez a vuestras espaldas. A derecha y izquierda la tubería metálica, curva y con ese estraño efecto de desasoiego que da el no ver su final, oculto por su propia curvatura y una oscuridad apenas regada por alguna que otra bombilla que más que luz, crean sombras.
Derecha o izquierda, ¿hacia donde? es vuestra decisión.

Consulto mi mapa, al que le doy varias vueltas. Finalmente no tengo mucha idea en que piso nos encontramos, así que vamos opto por lo seguro, lo vuelvo a doblar sin mucho éxito y me lo meto en el bolsillo. Toco una pared con los nudillos para escuchar el clonk clonk, asintiendo satisfecho oiga lo que oiga.

- Vamos a la derecha chicos- señalo en curvado pasillo- parece que por allí está la diversión, al curro y al despacho del capitán del submarino ya iremos más adelante.

Los tres os ponéis a caminar por aquella tubería metálica que hace las veces de diminuto e incomodo pasillo. No solo es complicado caminar por un “tubo” de uno sesenta de altura, sino que es desconcertante andar y no notar que el suelo sea llano. La oscuridad de aquellos pasillos de mala muerte solo está menguada por las contadas bombillas amarillentas.
Seguís el plano, si sois el grupo uno, el que menos descendió por aquellas escaleras, debéis estar en la Planta menos uno. Lo primero que encontráis extraño es que, estéis en la planta que estéis, debería haber una obertura hacia la izquierda que os devolviera a las escaleras. No la hay. ¿Quizás no habéis caminado lo suficiente? Puede. Cuando estáis seguros de haber caminado lo suficiente como para haber llegado, no solo al comedor, sino haber dado la vuelta a todo aquel pasillo circular, no veis la entrada de vuestro dormitorio. De la misma manera que no habéis visto ningun desvio al área de trabajo ni a la del despacho de Anette. Solo hay bombillas, vosotros y la linterna de Mich... en ese momento empezáis a escuchar pasos que vienen siguiendo el mismo camino que vosotros habéis hecho. Parece solo una persona, lo que sabéis es que arrastra sus pies y algo muy muy pesado tras de sí.

A lo anteriormente expuesto hay que sumarle ahora una voz femenina pre-grabada que resuena en el pasillo tubular: “Fuga de Hache-Energía detectada. Fuga de Hache-Energía detectada. Protocolo de seguridad iniciándose. Protocolo de seguridad iniciándose. Menos cincominutos, cuatrominutoscincuentaynueve, cuatrominutoscincuentayocho, cuatrominutoscincuentaysiete, cuatrominutoscin...

Viendo que mis compañeros no reaccionan ante lo evidente, se me empiezan a erizar los pelos de los brazos. así que acelero el paso, pero la curvatura, me hace pensar que estaremos bajando en espiral o algo... no se me ocurre otra opción, entonces pienso en dar la vuelta, cuando me giro, oigo algo que viene por nuestras espaldas. No puedo evitar estirar el cuello hacia la parte exterior de la curva para ver si veo quien viene. 

Después con un susto que me hace dar un pequeño bote, el megáfono se pone en marcha. El sonido enmascara los pasos y ya no puedo calcular bien a cuanto está, así que mientras sigo mirando hacia detrás agarro a Steven por los hombros desde detrás haciéndolo de escudo.

-Joder, que susto- me quejo en alto, en medio de la grabación-.

Steve había empezado a incomodarse con aquella caminata sin sentido. ¿Donde estaban las puertas? No quería ser el primero en decir nada a pesar de que las piernas le ardían. Su tasa de deporte habitual y diaria era levantarse de su cama al pc y de este a la nevera u el servicio. Calculaba que diariamente podía caminar la friolera de unos cien metros. Cansado y desorientado, caminando dentro de un dónut metálico. El sonido de alguien caminando arrastrando algo muy pesado trajo a su cabeza horribles visiones: ¿que podía ser que no se hubiesen cruzado todavía? Si debían haber dado la vuelta al dónut un par de veces... Quería correr pero sus músculos se habían entumecido. Quería gritar pero su garganta se había petrificado.
Justo cuando reunió la suficiente fuerza y iba a salir volando unas fuertes manos le cogieron de los hombros encarando su cuerpo hacia el sonido que se acercaba. Casi se meó de miedo hasta ver por el rabillo del ojo que era Mich: Sí Steve, eres el macho alfa, defiende a los tuyos. Reunió fuerzas en su tórax para gritar con voz varonil: Quedate ahí, seas quien seas!!.
Abrió su boca y gritó: Qu..K-qu-Qu...K..!!

Escucháis, atónitos, los pasos y el sonido de aquel elemento pesado. Se escucha delante vuestro, a apenas unos pasos, estáis petrificados y aquel ser a punto de surgir delante vuestro, a la luz de la bombilla que tenéis delante.
Un nuevo paso y nada aparece, no!, sí lo hace, una linea blanca sobre el metal, como si algo de gran peso estuviera siendo arrastrado. Sea lo que sea aquel elemento arrastrado y quién lo arrastra no se muestra, solo la linea que este va dejando en el suelo. Esta va creciendo como si un hierro invisible la dibujara. A cada paso la linea del suelo se acerca más y más a vosotros tres, que conjelados, la veis crecer con ojos desorbitados. La línea sigue creciendo y está apunto de alcanzaros cuando notáis como el pasillo tubular se llena de estática. El sonido de pasos desaparece y la raya del suelo deja de crecer, solo se escucha la cuenta atrás -cuatrominutostressegundos, cuatrominutosdossegun...- y el crepitar de vuestro mono azul al recibir la creciente estática. Van a freiros en cuatro minutos.

Siguen los tres andando sin saber del todo donde van, el problema era que por más que andasen no llegaban a ningún lado.

Esto no me da muy buena espina.. - susurró para sí.

Aún así continúan andando com si no pasara nada hasta que "algo" empezó a ocurrir. El altavoz inició una cuenta atrás espués de comentar que había habido una fuga de aquella materia extraña y tan desconocida (almenos para él).

Cuando sin darse cuenta antes pensando en el altavoz, vieron como otro "algo" se dirigía hacia dónde estaban ellos parados, intentando asimilar todo aquello. Iba acercándose cada vez más y Gio atónito daba pasos hacia atrás al mismo ritmo que aquello se acercaba.. Y entonces, desapareció al notar cómo el pelo se le erizaba.

Mierda, ¿qué ha sido eso? - pregunta aún sabiendo que sus compañeros deben estar tan perdidos como él. - Tendríamos que reunirnos con los demás y con los responsables de esto, no estoy muy seguro de que estemos a salvo por aquí solos. - tras comentarles eso, empezó a andar hacia dónde venían esperando que lo siguieran, creía recordar dónde se encontraban sus estancias.

Cuando la extraña línea que aparecía cual grieta en el suelo apareció a la luz de aquella bombilla ya no pudo contenerse más y Steven se meó encima. El pavor del suceso se desvaneció junto al avance de aquella ralla sobre el suelo y los sonidos de pasos... Justo cuando iba a darle un ataque al corazón, la estática le hizo vibrar sus gafas y la notó casi como un calambrazo en la entrepierna, donde un circulo de azul más oscuro indicaba que había vaciado su vejiga.
Ah..ah.. No es que Seagal quisiese decir nada, básicamente quería escucharse, saber que no se había muerto. Vio por el rabillo del ojo que el italiano parecía tener un plan de fuga, o algo semejante. Aquello fue suficiente para que recobrara el control de su cuerpo.
¿Sabes quizás como salir de aquí? preguntó con un hilillo de voz agudísima que incluía gallos de regalo Hemos dado la vuelta entera, quizás varias de hecho...y no se veían puertas...

Me estoy empezando a poner nervioso y antes de continuar caminando en pos de Giorgio, a paso rapidito, hago dos cosas, la primera, suelto mi papel del mapa en el suelo, quiero saber si estamos caminando en círculos y la otra es que mientras camino arrastro la mano por la pared, buscando irregularidades, igual no sirve de nada pero nos hemos pasado todas las puertas sin verlas. Quizás la note.

-Venga, te sigo- le digo a Giorgio con una voz quizás demasiado fina- vamos, vamos.

Si no encontramos de nuevo mi papel o no encontramos ninguna puerta, esto se empieza a poner complicado.

Los tres camináis nerviosamente, a esa velocidad que antecede a la carrera. Seguís a Giorgio casi en silencio esperando que tenga razón y encuentre esa puerta. Se detiene en un tramo específico, perjurando que ahí deberían estar los dormitorios. Pero no están. Mich se había quedado unos pasos atrás, su linterna había producido una reflexión extraña en aquella parte. Vuelve a enfocar y el efecto se repite. Apenas una sombra de un pelo de grosor, incluso menos. Rasca con la uña y apenas la punta de esta se mete en el casi inexistente espacio, sigue aquella junta con la misma y esta empieza a dibujar, efectivamente, el circulo de una entrada. A medida que la estática va creciendo el dedo de Mich se entumece y ya comienza a dolerle. Bien, allí está la entrada, pero no parece haber nada más.
Los tres observan este nuevo allazgo mientras la voz que presagia su fin sigue su fría cuenta atrás. ...egundos-dosminutoscincosegundos-dosminutoscuatrosegundos-dosminutostressegundos-dosmin...

Aporreo la puerta sin compasión.

-¡¡AQUI, AQUI, ABRID HOSTIAS!!- grito con todas mis fuerzas por encima de la grabación-¡¡ ESTAMOS AQUÍ FUERA!!

Busco un tablero para poder abrir la puerta, un interfono, un botón de pánico o algo. Estoy sudando más de lo que debería para lo que hemos caminado, pero los nervios me están poniendo cardíaco. Me giro a los demás.

¿Que hacemos? ¿que hacemos?- le pregunto a mis compañeros- ¡estar aquí fuera será muy peligroso en breve y está todo cerrado!

¡Hemos encontrado la puerta, hay que seguir buscando! dijo Steve con la voz rota por el miedo. Ya no había tiempo para otra cosa. Él era consciente de cuán cegato estaba y de que sus enormes gafas a él solo le servían para ver "nornal". Pero en manos de ellos los enormes vídrios de las mismas serían enormes lupas que ampliarían al detalle lo que allí hubiese. Si había algo claro.

Usando los enormes lentes de Steve y la extrema pericia que da la certeza de una desgracia los tres estudian aquella puerta al milímetro y al fin su esfuerzo da resultado. Ven una línea horizontal que, por su longitud, reconocéis inmediatamente como un lector de tarjetas como la vuestra. Mich es quién la introduce.
La puerta se traga la tarjeta y os hace pasar los cinco segundos más largos de vuestras vidas, antes que ante un pitido la puerta le devuelva la tarjeta a Mich.
La placa metálica se retira y desaparece en un lateral dejándoos el paso libre mientras la cuenta atrás va por los -...segundos-docesegundos-oncesegundos-diezseg...- Al momento vuelve a cerrarse, pero lentamente, dejándoos entrar a un pequeño pasillo de las mismas características que el anterior. El pasillo queda delimitado por la puerta que acabáis de dejar y otra de cristal opaco en la que pone “P1-Comedor”.
Segundos después escucháis un enorme zumbido a vuestras espaldas y la temperatura del pequeño pasillo parece subir diez grados. Tras esto, la puerta que tanto os había costado encontrar vuelve a desaparecer incrustándose en un lateral y invitándoos a adentraros otra vez en el pasillo.

Me quedo un momento más mirando la puerta cerrada. Lentamente me giro hacia mis dos compañeros con los ojos muy abiertos y las cejas levantadas. Un implícito caaaaassiiiiiiii flota en el aire. Intento analizar todo lo que ha pasado, las pisadas, el arañazo, la estática, la presión y no puedo más.

-JAJAJAJAJAJA- golpeo a ambos hombros a la vez de mis compañeros, colocándome en medio de ellos- eso ha estado jodidamente cerca- le miro los pantalones meados a Steven, pero no soy de meterme con los débiles, sino lo contrario- Buena idea eso de las gafas, y giorgio nos acercó mucho a la puerta. somos un buen equipo, JAJAJAJAJA, vamos a comer algo, nos lo merecemos.- intento ir parando la risa nerviosa mientras caminamos por el pasillo.

A Steve aún le temblaban las piernas cuando escuchó como Mich lo felicitaba, les felicitaba, y se puso sus enormes gafas sonriendo. Sí, un buen equipo Nj-Nj-Nj dijo riendo hasta que recordó que se había meado y se puso rojo. Nada más entrara a aquella cafetería se dirigiría al baño y se limpiaria todo lo que pudiese.
Al menos estaba vivo, y eso era lo que importaba.

Pasáis la tarjeta por el lector de la puerta y esta se abre automáticamente, al mismo tiempo que se van encendiendo las luces del comedor, mostrándooslo. Es un espacio amplio y bien iluminado,en el centro tres mesas para ocho comensales. En la pared que enfrenta a la entrada hay lo que parecen tres ventanas, pero que realmente son tres televisores con loque parece un fondo de pantalla que muestra unas montañas y un día luminoso. Tal como entráis hay una puerta a cada lado, que da a los servicios. Los laterales de la habitación están ocupados por máquinas expendedoras. Tres a la derecha, gigantescas, en las que pone "Desayuno","Comida" y "Cena". A vuestra izquierda toda una pared llena de máquinas expendedoras de refrescos, bebidas, snacks, tabaco, condones...