Partida Rol por web

-NEcesitamos una luz negra o ultravioleta....- Dijo pilni. Había visto cosas así antes, incluso él mismo lo había hecho, usando rotuladores fosforescentes ligeramente diluídos conseguía una tinta que bajo luz negra o ultravioleta brillaba sobremanera... No entendía como funcionaba, pero si recordaba porque lo usaba él mismo para dejar notas sobre las paredes a otras personas...

-Tal vez incluso un papel transparente negro, cualquier cosa sirve... Diana tenía esto- Dice enseñando un rotulador y señalando una hoja del cuaderno que parecía enteramente en blanco -No pinta, pero deja un olor característico a químicos, alcohol... Así que a menos de que queramos prender fuego a la habitación, necesitaremos esa luz ultravioleta...- Pilni sacaba rápidamente el dossier mientras hablaba, mirándolo de manera casi distraída y suspirando pesadamente. No había mucho de donde tomar una linterna ultravioleta... ¿Tal vez en la sala de seguridad? O en las oficinas de los trabajadores... -Tenemos apenas un par de opciones... Las oficinas de trabajadores o la sala de seguridad. Bueno, eso si de verdad es un rotulador que brille como digo ¿Stevie wonder, apagas la luz?-

No demasiado convencido Steve apaga la luz. No parece suceder nada. No se ve nada escrito dentro de la cápsula litera de Diana, ni nada extraño. La total oscuridad en la que os habíais quedado al cabo de unos segundos se vuelve prácticamente asfixiante, oprimente, pesa casi por si misma. Y cuando escucháis una cuarta respiración como aparecida de la nada, ubicada entre vosotros tres, el corazón os da un vuelco y la oscuridad se vuelve insoportable.

Seagal se había quedado petrificado al escuchar aquella nueva respiración. No había que ser un experto en matemáticas para adivinar que allí sobraba uno de aquellas respiraciones.
Rápidamente dio al interruptor para encender la luz, pero dejó su mano congelada en el aire. ¿Era preferible el miedo a imaginarse de donde procedía aquella respiración a el miedo que podría tener de ver que provocaba aquella respiración?
Hizo acopio de valor y volvió a dar a la luz...esperando que con ella se fuera aquel nuevo invitado.
Porfavorporfavorporfavor

Todo se quedó a oscuras, y eso no le habría importado a Alex en absoluto si no fuera por la respiración. Algo raro surgió de repente en el ambiente, era como si se pudiera notar a alguien más.

Alex se quedó quieta, escuchando...lentamente y de forma robótica,se descolgó la mochila del hombro para sacar la linterna...aunque no recordaba si realmente la llevaba encima...y entonces se escuchó el click del interruptor...Solo quedaba esperar a que la luz iluminara de nuevo la instancia...de forma instintiva metió la mano en la mochila y en lugar de una linterna, fue a parar a la pequeña navaja suiza de su padre,que aferró con fuerza...aunque dudaba mucho de que fuera a servir de algo.

La luz parpadea varias veces antes de encenderse completamente. En la primera no parece haber nada extraño, en la segunda Diana está de pié situada entre vosotros, cuando milésimas de segundo después la luz se enciende definitivamente, Diana está tan muerta y tan en el suelo como había estado desde el mismo momento que entrásteis.

-Bien... Eh... ¿Puedo hacer algo estúpido?-

La voz del joven aprendiz de mecánica estaba ahora temblorosa, se podía notar que esto no era ni de cerca lo que él pretendía. Primero la cuarta respiración... Y luego... Diana allí, a su lado, de pie. La mente podía jugar trucos en los que no estaban preparados, pero él estaba confiado de que hasta ahora se había mantenido calmado... Hasta ahora

-Yo... Eh...- Suspiró pesadamente y sacudió la cabeza, un par de respiraciones profundas y lentas le devolvieron un poco de control, al menos sobre su mente, ya que su cuerpo continuaba temblando ligeramente -Alex, sal de la habitación, Stevie Wonder, necesito que te quedes al lado de la luz...- Pilni miró el cadáver de Diana y con un estremecimiento la despojó de la chaqueta del mono azul, mordiendo su labio inferior mientras amarraba de la mejor manera que podía las muñecas y tobillos de la difunta detrás de la espalda, dejándola en una posición horriblemente incómoda y grotesca -Perdón por hacer esto a tu cuerpo, Di... Pero los muertos no deberían poder moverse- Dijo en un pequeño susurro, contemplando a la chica unos segundos y acercándose a Alex, entregándole su bolso, con su cuaderno y su Dossier.

-Bien, Alex, si oyes CUALQUIER grito o ruido extraño quiero que corras con toda tu alma y fuerza hasta la enfermería y le digas a los demás que no apaguen las luces por ningún motivo- El chico empezaba a denotar aquel temblor en su voz otra vez mientras se acercaba a la mesa, colocándola entre el cadáver de la compañera de Alex y ellos mismos para luego voltearse a Steve -Guapo, si oyes CUALQUIER grito o ruido extraño quiero que prendas la luz y sigas corriendo detrás de Alex como si te pagaran por ello... Ahora... Apaga la luz- El joven Kamanda se posicionó en su lugar. Entre Steve y Diana, mientras que Steve le separaba de Alex... ¿Qué estupidez se le estaba ocurriendo? ¿Retar a una muerta? Oh vamos, ya había escuchado cualquier rareza de los demás, sabía que su mente no le estaba jugando ningún truco y había visto al cura sangrar al hacerse la señal de la cruz. Un símbolo santo que definitivamente no debía torturar a sus fieles... Había escuchado y visto a la chica. No, definitivamente no estaba pensando lo que acababa de pedir, si tenía razón las implicaciones eran terroríficas... Y si no, entonces el edificio había empezado a hacer mella en su psiquis. De cualquier manera, esto no resultaría lindo.

A Steve aquello no le hacía ninguna gracia. De hecho, más bien todo lo contrario. Aun así asintió a Pilni, medio temblando. Quién sabe, incluso puede que sepa que se hace... se dijo a si mismo, intentando convencerse...¿de que?
Va...vale.

Alex miró a Pilni cuando se le aceró y le dio sus cosas. No le hacía ninguna gracia quedarse sola en ese pasillo tras lo que había pasado junto a Ciara. Se quedó mirando unos segundos al chico hindú mientras se acercaba a Diana, tirada en el suelo,y se quedó pensando unos minutos. Finalmente comprendió...si lo que Pilni tenía en mente,fuera lo que fuera, funcionaba, por lo menos Diana no los molestaría (si de verdad se había levantado)..

- Está bien....no me hace nada de gracia quedarme ahí fuera...pero está bien. Solo tened cuidado, ¿vale?- y con un gesto de asentimiento se dio la vuelta para salir por la puerta. Y entonces volvió a girarse hacia sus compañeros - Esperad un segundo...- y con paso ligero se encaminó a las cápsulas que habrían estado por estrenar. Al llegar donde se encontraba Diana,tirada en el suelo, se quedó quieta unos segundos...como si esperara que de repente le agarrara del tobillo "lo siento Diana,en serio...", y no pudo evitar sentirse culpable.."...siento no haber podido salvarte a ti también". Reprimió las ganas de llorar de nuevo, y dando un fuerte y largo suspiro siguió adelante - Dentro tiene que haber linternas, deberíais coger una cada uno...en caso de que la luz no volviera. No sé, solo por si acaso...en este sitio puede pasar cualquier cosa.- y alargó la mano para abrir una de ellas...

El chico escucha lo que Alex dice y sacude la cabeza, dirigiéndose rápidamente a las literas y revisando en todas ellas para sacar todas las linternas posibles, quedándose una él y dándole las restantes a Steve.

-Son de H-energía, Alex...- El chico mira la linterna en su mano, considerando las implicaciones. Supuso que la H-energía era una forma mejorada de celdas de combustible basadas en hidrógeno, por eso la H... Pero lo que había dicho su compañera antes, sumado a lo que acababa de ver... Él no era de os que se tragarían cualquier cuento fantástico, pero había mucho camino entre un cuento y estar encerrado en una fábrica, con varias personas dando testimonio y además habiendo visto con sus propios ojos algo que podía ser clasificado en ese grupo de lo... "Paranormal"

-Si lo que dices y podemos concluir sobre esta energía es cierto... Debemos tener mucho cuidado al usarlas-

Steve apaga la luz y, junto con ella, la respiración de los tres compañeros. Los tres con el corazón en un puño, sin atreverse a respirar.
A medida que el miedo va abandonando vuestro cuerpos, el aire va llenando vuestros pulmones y vuestro ritmo cardíaco va descendiendo, poco a poco, aunque en ningún momento llegáis a estar "tranquilos": algo completamente imposible en aquel lugar.
Más relajados de que no haya sucedido nada le dais la orden a Steve de que abra la luz. Parece no encontrarla porque tarda bastante... al final Pilni mismo le da a la luz. Diana está en el mismo lugar que la habíais dejado... pero no Steve. Ha desaparecido.

Alex esperaba que sus compañeros esperaran a que ella saliera para seguir el plan de Pilni, pero en cuanto el chico hindú repartió las linternas, se hizo la oscuridad.

No duró más que un par de minutos pero fueron muy intensos. La chica de ojos verdes se quedó plantada en la negrura, con el oído agudizado y esperando ver de nuevo a Diana de pie frente a ellos...mirándoles con ojos negros y vacíos...mirándola con ojos acusadores...su pulso se aceleraba por momentos. Pero no ocurrió nada.

La bombilla titiló un par de veces antes de encenderse con un leve zumbido, y Alex vió a Pilni junto al interruptor. Sus ojos se abrieron de par en par al darse cuenta de que algo había cambiado en el lugar...

- Pilni...¿dónde está Steven?-  balbuceó mirando a todos lados. Miró a todos lados..miró el cadáver de Diana, que seguía donde debía estar, no se había movido ni un ápice...y miró las cápsulas...

-Sinceramente, Alex... Voy a rogarle a los dioses que Steve no haya soportado la oscuridad y haya salido corriendo del lugar... Porque nosotros también debemos salir de acá... Ahora- 

La última palabra la dijo con un énfasis excesivo mientras sus ojos miraban alrededor, suplicaba que Steve hubiera huído o les jugara una broma, pero no quería quedarse a averiguar. Tomando sus cosas y colocándoselas a la espalda, el chico echó una última mirada a Diana... Quería deshacerse del cadáver, darle al menos un rito de partida... Pero no había tiempo, así que enlazó su brazo con el de la mujer a su lado y entrelazó sus dedos con los de ella firmemente 

-No podemos quedarnos solos en este infierno, así que sostente firme hasta que lleguemos a la enfermería-

Su voz sonaba temblorosa pero no dejaba lugar a dudas mientras se encaminaba hacia la enfermería de nuevo. En su mente resonaba la misma pregunta desde hacía unos minutos... "¿Qué pasa acá?"

De vuelta a aquel maldito pasillo metálico, aquellas entrañas de Golem, aquella ratonera circular de techos bajos y iluminación nefasta y amarillenta.
Dejáis la enfermería dirigiéndoos hacia la zona de trabajo. Apenas camináis unos metros y perdéis de vista tras vosotros la puerta de la enfermería cuando las luces empiezan a parpadear.
Junto al ir y venir de las luces os llega un grito entrecortado
Oscuridad: silencio. Con la luz:eeeee. Oscuridad: silencio. Con la luz:agooo. Oscuridad:silencio. Con la luz:nnnn. Oscuridad:silencio. Con la luz:aaaaaa. Oscuridad:silencio. Con la luz, y esta vez se queda encendida:utaaaaaa, mostrando delante vuestro a Mich que o bien se ha materializado delante vuestro o simplemente la forma curva del pasillo no os había dejado verlo. Se planta delante vuestro, como siempre que lo habéis visto últimamente, con cara de loco y estresado. Tampoco es que no comprendáis la razón.
Lo que está claro es que se alegra de veros y aunque parece algo ido se une a vuestro grupo ** prácticamente sin preguntar. Está claro que cualquier cosa que sea no estar solo le vale.
Seguís avanzando hasta encontrar una puerta de cristal en la que leéis “Caja -3”. Esta se abre al introducir cualquiera de vuestras tarjetas y da paso a un pequeño pasillo recto que acaba en otra puerta exactamente igual. Cuando estáis al final de este os escucháis chapotear, hay agua bajo vuestros pies. Cuando todos entráis al fin en la zona de trabajo y el techo vuelve a estar a unos tres metros y tenéis espacio para “esparciros” respiráis aliviados. Esta vez no ha desaparecido nadie, de hecho sois uno más de los que partisteis.
Mirás aquel lugar, una especie de recibidor ancho llenos de puertas. Salvo una puerta de metal en la que leéis “almacén” todas las demás son de cristal y numeradas. Estas dejan entreveer pequeños habitáculos llenos de sombras. El agua que cubre casi todo el recibidor parece salir de debajo de estas puertas de cristal y por lo tanto, de las zonas de trabajo.

"Me cago en la puta", le había parecido oír. ¿Mich? Podía estar desquiciado, poseído... No se fiaba de un rezagado y no le perdía de vista. También intentaba caminar evitando el agua, abriendo las piernas y caminando como un pingüino por el hormiguero al que estaban condenados. Cuando vio el charco en el recibidor sintió que no tenía más remedio que pisarlo, pero ella no sería la primera, desde luego. Y si podía evitarlo, tampoco Shan Mei o Alex, aunque la curiosidad le mataba. Y hablando de curiosidad...

- Anette: Diana insinuó que existían rumores sobre la extracción de la H-Energía, ¿qué tal si nos lo aclaras? Y ya que estamos, ¿podrías ahora contestarme a lo que se considera una urgencia? Porque ha habido una fuga de energía y tenemos varios muertos... ¿Tenemos que esperar a que aparezcan alienígenas, vampiros o algo así? -el último tono era con ese sarcasmo pedante tan propio de las clases altas de Oxfordshire. Apuntaba a la mujer con su linterna, con toda la intención de molestarle y sin mucha compasión por su reciente mutilación. En éste momento, Stegmayer se había desenmascarado y se sentía más libre que nunca en su vida- ¿Qué estamos buscando? ¿La mochila de los cazafantasmas o alguna clase de antídoto? ¿Y qué es lo que has ido a buscar tú sola antes de volver a la enfermería?