Partida Rol por web

Me acerco hasta Ciara y doy un toque a su linterna para desplazar el haz de luz de la cara de Anette -Vale ya Ciara, está claro que Anette tiene muchas preguntas que responder; pero no creo que sea necesario ponerse en plan poli malo para ello.

Miro a Anette con el ceño fruncido, pidiéndola con la mirada que confirmase lo que acababa de decir. La verdad es que tenía toda la pinta de que los de L-Bloque habían intentado jodernos desde un principio. Sin embargo algo se les había ido de las manos -Me temo que ahora nos encontramos en el mismo barco, así que no debería haber motivos para guardarnos secretos que podrían salvarnos la vida.

Me acerco hasta una de las puertas de cristal entre chapoteos e intento ver algo en su interior antes de abrir la puerta ¿habría estallado alguna tubería? -Y hablando de barcos, ¿alguien me sabe decir de dónde narices sale todo este agua?

Zackarias sigue a los demás en silencio. Se alegra de ver a Mich reaparecer, pero mucho menos de lo que se esperaría No empieces a desconfiar de los demás, aún no Pero por lo visto aquello es algo mucho más fácil de pensar que de hacer.
La oscuridad y aquellos pasillos por contra parecían mucho menos opresivos rodeado de los demás que cuando había llegado acompañado solo por Anette.
Cuando se escucha chapotear lo primero que piensa es que aquellas botas deben ser buenas, ya que no nota que le entre nada de agua. Lo segundo es intentar esquivar aquel líquido imitando a Ciara. Ella misma había dicho algo del agua, puede que aquel fuera el momento de explicar su teoría.
Una vez allí dentro lanzan a Anette las primeras preguntas, incluso Zackarias piensa que ya es hora de que ella devuelva algunas respuestas.

Anette omitió responder a Ciara la primera pregunta, odio repetir las cosas, ya le había dicho que "esto" era una emergencia. Seguramente para alguien acostumbrado a mandar aquello era una respuesta apta.
La H.Energía es la energía residual que desprenden los seres humanos al morir. Por lo que se las cruces ayudan a recolectar dicha energía. Básicamente vuestra función aquí era fabricar esas cruces, al igual que la de todos los otros trabajadores en las demás fábricas. Hacen falta muchísimas cruces para... aquí si necesita tragar saliva antes de hablar, para la guerra que se avecina. Os aseguro que sí, L-Bloque es capaz de muchas cosas, pero necesita a trabajadores, aquí y ahora. Por lo que se los trabajadores de las primeras fábricas...salieron muy mal parados. Pero a partir de estos se fue perfeccionando tanto el equipo de trabajo se cogió el mono azul, como los sistemas de seguridad. Sí, erais, "somos" corrigió rápidamente trabajadores expuestos a una energía potencialmente peligrosa y desconocida, como lo pudieron ser los primeros trabajadores del sector de la energía atómica o lo siguen siendo los que trabajan en las minas, solo que mejor pagados. Esto que sucede aquí...es más bien un segundo chernobyl. Anette podría haber elegido eufemismos o palabras más bonitas para todo aquel discurso, pero no parecía estar por la labor. En el fondo, la notáis también algo cabreada. Esta claro que la joven no había ido allí para perder sus dedos.

Mei iba evitando como podía los charcos, imitando a Ciara mientras seguían adelante en su cometido. Tan concentrda iba que no se dió cuenta de que Mich se había unido a ellos hasta que lo tuvo justo al lado. ¿Había sido solo una distracción o algo más, como los extraños periodos de "ausencia" de Nao Shen y los otros? Dejó de darle vueltas, en aquel sitio, todo era posible.

Cuando Anette se dignó a darles algunas respuestas, escuchó apesadumbrada lo que más temía. Esa energía tenía que ver con los muertos, lo que incluía, por desgracia, a su familia. La pesadilla que había tenido poco antes podría haber sido "real" en más de un sentido, así que ¿podría verles de alguna manera? A Emily, a Mike, a papá y a mamá...

Mientras pensaba en eso, Anette terminaba diciendo que todo aquello era como un segundo Chernobyl pero... ¿qué había dicho antes? Una palabra seguía en su cabeza, y se había resistido a desaparecer junto a las demás. La psicóloga había hablado de...

- ¿Guerra? Espera un momento ¿de qué guerra estás hablando? ¿Quien paga exactamente estas fábricas y contra quién o contra qué se están creando estas cruces?

Mich sigue a sus compañeros, resoplando y recuperando las fuerzas. Tiene el mono atado a la cintura y a sudado muchísimo, tiene la impresión de haber corrido durante horas.

Lanzo miradas nerviosas de vez en cuando hacia detrás, puede que sea un tic, recién adquirido, me acuerdo de los corredores de marcha, esos que me hacían tanta gracias porque no paraban de mirar hacia detrás, mi hijo Mich Junior, me dijo que porque no se ponían un retrovisor. Casi me atraganto con las palomitas. (miro hacia detrás). Ya no me hace tanta gracia.

- ¿Donde se almacena la energía acumulada?, se podría desconectar el (Miro hacia detrás) aparato ese para ver si dejan de parir cruces...- mi voz suena más ronca de lo que había pensado- Por cierto luz, buena, oscuridad mala, recordadlo.- eso último ha sido casi un pensamiento intrusivo, ha sonado bastante de loco. Toso disimuladamente.

Miro hacia detrás.

Al final, como ya sabía, sólo sobreviven conspiradores y conspiranoicos. Se esperaba un experimento, algo terrible, pero desde luego, no ésto. 

Respecto a la H-Energía (¿Human-Energy?)

(Parte inicial de) Hipótesis científica:

Se aprovecha un tipo de energía real, generada por gases tales como el metano, corrientes eléctricas y el propio movimiento de las vísceras, dado que la energía se transforma, se canaliza de alguna manera en el interior de la instalación por fuerza de ¿toxinas aereas? ¿El propio traje? Y se transustancia de alguna forma a cuyos conocimientos químicos de Stegmayer no alcanzaban, en las cruces. 

(Parte inicial de) Hipótesis parapsicológica y/o conspirativa:

La generación de las cruces están generadas mediante alguna clase de ritual ejecutado por el Vaticano, en pos de salvaguardar su malherida reputación y generar el pánico y una nueva forma de control a partir de él, que les conduzca (unidos a otras potencias) a la destrucción de la creciente población no católica aprovechando el rapto de seres no apreciados por su propia sociedad y con un estigma, tal como el posible trastorno bipolar o maníaco-depresivo de Alex, la indigencia de Jackson o la posible huida de la ley de Pedro Duarte. La idea sensacionalista del autobús siniestrado, que de alguna manera tenía forma de pieza de puzle, puede encajar. ¿El agua? Difícilmente la instalación es una "chapuza" a nivel técnico. No es una "gotera" que vaya a interferir en el desarrollo energético de una energía tan barata y preciada, o quizá sí: Agua intoxicada para matarnos con lentitud, generar experiencias cercanas a la muerte que también general la dichosa cruz. Quizá un sistema humectante para empobrecer la calidad de vida de los trabajadores. Pero hay otra teoría: El mal estudiado, silenciado y desmitificado ectoplasma. 

Ciara vuelve a alzar la linterna, a pesar de que Matt haya evitado en un principio la inquisitiva forma de actuar de la británica. La pasea de un ojo a otro de Anette, deslumbrándola y provando que una y otra pupila se contraigan, descompensadas. Lo hace con frialdad, apenas parpadea mientras está explicando sus curiosas teorías a sus compañeros. Pero finalmente su voz se torna algo más ronca, susurrante y confidencial con Anette, a quien, a pesar de la provocación con la linterna, trataba como si no estuviera. 

- Imagínate que te unes al coro. Imagínate que tu oportunidad de vivir, a la que te aferrabas con un ahinco tal como para meterte en éste agujero, se extingue. De pronto mueres. De pronto tus allegados mueren. Y ni siquiera como fantasma tienes la ocasión de arreglar el desastre para lo que unos terceros han acabado con tu mundo. ¿No te enfadarías, Anette? ¿No harías cualquier cosa para contactar, o frenar ésto...? Hoy es tu día. Hoy, que no puedes usar tu porra eléctrica por ese dolor horrible que tienes en las manos, puedes colaborar. De lo contrario, si mis compañeros no colaboran conmigo y a menos que me dejen encerrada, te quitaré la tarjeta en el momento en que menos lo esperes y te dejaré en los pasillos, tirada sobre el agua y con todas éstas cruces puestas encima tuya para que te devoren a merced, -dijo levantando las dos cruces que portaba- por colaborar con ésto. Si te han coaccionado, no me importa. Si han "secuestrado a tu hijo", no me importa: Cuando salgas ya estará muerto, porque una de dos, o eres un peón prescindible, o estás más implicada, en cuyo caso no estará muerto, pero te garantizo que se quedará huérfano, porque por lo visto hay más de un problema para "controlar" la energía, ¿no? Y en éste momento somos los idiotas indeseables que están siguiendo el juego igual que hicieron ellos antes de acabar muertos... El autobús de YouTube fue estrellado, y éste lugar no hace más que dar avisos... Quieren que acabe, están cabreados, puede que demenciados por la desesperación, ¿no? No me cuentes historias sobre Chernobyl... Ésto no lo ha construido una debilitada Unión Soviética, está todo muy bien pensado, y ni el Vaticano ni ninguna potencia da nada a cambio de nada... Así que elige, ¿eres Caronte... o parte del Aqueronte? ¿Y tu amigo Dwane?

Un nuevo viaje, con un destino conocido y con un objetivo claro. Pero no libre de sorpresas como lo había sido la aparición de Mich. La mano de Duarte se había aferrado a la sierra, dispuesto a usarla, cuando aquellos extraños sonidos habían llegado hasta ellos y ante la visión de alguien, había avanzado un paso listo para cumplir con su propósito. Sin embargo, solo era el gringo que los había conducido hasta Anette y que después debía haber decidido perderse en la soledad de aquel laberinto de pasillos y muerte. Al menos, su presencia indicaba algo. Podía sobrevivirse completamente a solas. Y saberlo era algo que dio seguridad a Pedro.

Tras aquello el camino les había conducido, guiados por Anette, hasta la zona de trabajo. Un leve brillo en el suelo hablaba de agua. Y Duarte se detuvo antes de pisarla, no tan indiferente como los otros que le habían precedido. Y entonces llegaron las palabras de Anette. Y la respuesta de Ciara.

-Y ahorita tenemos pelea de perras -dijo con tono fastidiado-. No podían haber elegido otro momento. Miren, yo no sé de Chernobiles, ni de la pinche energía de muertos y para serles sincero, me importan dos blanquillos -señaló apretándose la entrepierna en un gesto obsceno-, todas sus pendejadas. Gustan de escucharse y pierden un tiempo que no nos sobra. Vinimos a por algo. Recojámoslo y vayámonos. Y tú, deja de enseñar los dientes. ¿O sabes cómo salir de acá? Porque en ese caso, te seguiremos. Pero lo dudo, ¿no, güera? Hablas y amenazas. ¿La vas a cadaverizar? ¿A la Anette? ¿La única que sabe de acá cómo moverse? Ya está bien de andar a las apuradas y tratarla como un cerote.

Anette suspira y levanta los ojos hacia arriba durante unos segundos, como cargándose de paciencia. Aún así, he de reconocer que están llevándolo muy bien. Anette si pisa sin miedo el agua, palpa una parte de la pared hasta encontrar la luz y la enciende.
Paredes blancas, techo blanco, suelo de marmol reflejante como el de la enfermería. Soy experta en paranoia y alucinaciones, mi trabajo era el mismo que en un psiquiátrico: convencerles de que cuanto vieran era producto de su imaginación. Pasa su tarjeta por la puerta metálica del almacén y la abre para vosotros. Al igual que también le da a la luz, suficiente disgustos había dado ya quedarse a oscuras. Cuando se ilumina veis una habitación llena de "fajos" de varillas de unos dos metros de largo. Cada uno debe contener unas doscientas y salvo por lo plateado parecen las varillas metálicas que se suelen poner en el hormigón para arriostrar las estructuras. Los fajos ocupan practicamente toda la habitación, dejando entre ellos pasillos estrechos. Practicamente un laberinto de paredes metálicas.
Al fondo de la misma habrá unas pequeñas sierras eléctricas, el metal plateado de las cruces no es tan duro como el hierro o el acero, pero si cogemos unas cuantas puede que tengamos suerte.
Anette nota la mirada fría de Ciara sobre su cuello, al igual que la duda planteada por Shan-Mei aún flotaba en el aire.
Llegué a conocer a Liss...bueno, a alguien muy cercano al fundador de L-Bloque. Ella dijo que respondería todas mis dudas y así lo hizo. piensa un poco por donde empezar. Cuando me dijo que si tenía miedo a los fantasmas casi me levanté, quiero decir que esperaba algo serio. Y ella se puso a reir. -¿No es genial?-. Me dijo. -La única parte mala que tiene esa energía y ni aunque quisieras podrías convencer a alquien de esa parte "oscura". No te creerían. Me dijo muy resumidamente que el descubridor de la H.Energía era ante todo un genio, también un gran matemático. Cuando la gente le hablaba de "fantasmas" el veía energía residual, más aún: energía infinita. -¿Cuanto dura un fantasma?-. Y donde los demás veían casas encantadas, hospitales hechizadas y demás... el solo veía localizaciones que estudiar. Al final en estos vio claramente que un patron de materiales constructivos se repetía en esos lugares: como revestimientos y algunos metales que se usaban antiguamente en la construcción. Basándose en estas primeras pruebas creó unos edificios creados básicamente con estos materiales y... bueno, con el factor humano. Y funcionó, por lo visto las cruces son de la aleación perfecta para atrapar la H.Energía. Anette se gira hacia Shan Mei; La H.Energía es en principio perfecta, y pertenece a un un pequeño pais en medio de Rusia: Yutai. Pero el pais se autogestiona y es aliado de EE.UU, al mismo tiempo que lo quiere ser de Europa. Rusia exigirá la explotación de esa energía ya que se extrae de un pais ubicado geográficamente en su interior. Su alianza con el bloque comunista es más que previsible contra EEUU. Y aparte de estos dos bloques tenemos a los paises árabes que no van a permitir que su petroleo deje de ser lo que mueva el mundo. La guerra por la H.Energía es un hecho, y será pronto. Esa es la razón por la que necesitan las cruces desesperadamente, necesitan que haya suficientes cruces para todos los muertos cristianos -que serán la mayoría- que habrá en la guerra por el control de la H.Energía que no en vano servirá para aumentar exponencialmente las reservas de esta misma energía. Solo habrá un ganador en esa guerra: L-Bloque. Anette se frota la cara, cansada ya de tanto hablar... ¿o era que empezaba a notar la falta de oxígeno?
Así que os aseguro que para L-Bloque lo sucedido aquí solo somos el % de pérdidas y roturas. Somos números negativos en la producción, nada más, ni nada menos.
Miró a Duarte y a los demás ¿Vamos todos o solo algunos? Volvió a lanzar una mirada a aquel almacén...¿porque le daba tan mala espina?

Alex había permanecido callada, observando, siguiendo a sus compañeros. Vio como algunos evitaban el agua...y la verdad, no entendía porqué. Ella pasó chapoteando, al fin y al cabo era solo eso, agua.

Ciara increpó a Anette y consiguió que hablara...aunque la verdad, quizá habría sido mejor que se mantuviera callada. Le había dado la razón, Anette había confirmado lo que Alex había creído desde que Diana les contara su historia...que esa energía nueva y fabulosa era sacada de las almas humanas," Os lo dije...", murmuró para sí. Y lo que era más aterrador...ahora hablaba de una guerra mundial por esa energía. Aunque no le sorprendía en absoluto, lo raro sería que el mundo no se levantara por su control.

Llegaron a la puerta del almacén que Anette abrió.

- Bueno, la idea de venir ha sido mia...- dijo adelantándose un poco -...yo iré a buscar las sierras. aunque si alguien quiere acompañarme.....no le voy a negar el placer - y comenzó a caminar, y entonces dio media vuelta y miró a Anette - ¿Realmente esto no estaba preparado, Anette? -

Guerra. Solo pensar en aquella palabra hacía que Mei se estremeciera y se imaginara cuan bajo era capaz de caer el ser humano en ciertos momentos solo para enriquecerse más y más. En fin, desde aquel silo medio inundado no podían hacer nada, así que lo primero sería salir de allí. Más tarde se preocuparían del mundo y de lo que se encontraran al salir. Si es que salían...

Shan Mei vió como Alex se disponía a entrar a buscar las herramientas, así que, sin pensárselo un momento, se adelantó hasta donde estaba su compañera y dijo:

- Te acompaño Alex, quiero ver que más hay ahí dentro...

El rostro del reverendo era como un libro abierto, había ido pasando del miedo a la la incredulidad, de la incredulidad a la rabia, y de esta a la indignación.
Pero... pero... Ni siquiera sabía como reaccionar ante aquella cascada de información. Su parroquia estaba en una de las zonas más marginales de Inglaterra, llena de delincuencia y de necesidad. Siempre había partido de la base de que en el fondo del ser humano siempre habitaba un brizna de bondad. A veces oculta por enfermedades mentales, por pasados oscuros o por la desesperación. Pero aquello. ¿Vais a robar el alma a los muertos para enriqueceros? La ira le dominó durante un instante, su rostro se enrojeció y no pudo sino lanzar esa pregunta llena de rabia contra Anette. Una vez purgada su ira en voz alta se sintió viejo y cansado. Más viejo y más cansado que nunca. No valía la pena enfadarse con aquella chica, poco tenía de inocente si había aceptado aquel trabajo conociendo de donde se extraía la energía, aunque su crimen no tenía que ver con su situación.
Él mismo respondió a Alex. Puede estar preparado, pero no por ella. De estarlo es una buena estrategia, nunca sospecharíamos nada de que ella nos estaba mintiendo, por que nunca lo haría: ¿como hacerlo si sabe tan poco como nosotros?. Eso solo demuestra lo prescindible que es. Solo cuando hubo dicho la última frase notó que la había cargado de veneno.
Yo me quedaré aquí, creo que os entorpecería ahí dentro.

Asintió a lo que le decía el padre Zackarias, pensaba absolutamente igual que él respecto a lo de Anette, era casi seguro al 100% que Anette era un mero peón en aquel juego, como ellos, y no creía que supiera absolutamente nada de nada. Aunque la idea de que todo esto estuviera orquestado tomaba cada vez más fuerza dentro de su cabeza. No había nadie más, o al menos no habían visto a nadie de L-Bloque ahí dentro, solo a los tres que los metieron ahí, era como un Gran Hermano macabro en el que habían dispuesto lo justo para no hacerlos dudar...aunque claro, después de todo lo sucedido....

Tras la negativa del padre a entrar, Alex miró a Shan Mei que estaba a su lado 

- Si nadie más viene, vamos allá Shan Mei - y a su mente le vino una palabra de ánimo que quizá había oído en alguna serie de televisión o en alguna película hacía mucho tiempo, ya no lo recordaba, era una palabra rara  sin significado aparente, pero en ese momento le hizo gracia y decidió no reprimirla - Allons-Y - y con decisión miró al frente y entró en el almacén.

Duarte suspiró. Las güeras tenían más peso en la entrepierna que alguno de los presentes y fuera por machismo, fuera por creer que podían necesitar ayuda o porque la idea de revisar el almacén para dar con algo le tentara, carraspeó y dio un paso al frente.

-Yo las acompaño -dijo-. Padrecito, cualquier cosa, grite o llámeme por mi nombre -señaló al pasar por su lado, tocándole el hombro-. Mich, cuídemelo. Vayamos a ese pinche almacén, señoritas, pero tengan cuidado. Acá todo es peligro -su mano, una vez más, se aferraba a la sierra que tenía en su bolsillo.

Vamos allá, dijo Anette, mirando a los que iban a entrar con ella. No dejéis que la puerta se cierre se dio cuenta de que les había dado una orden, como si ella aún fuese diferente o mejor que ellos allá dentro, por favor. No es que tuviera pruebas de que sucediera algo malo en caso de cerrarlo, era puro instinto femenino. Anette no era dada a tener corazonada, pero hacía mucho caso de aquellas que se le presentaban.
Creo que todos tenemos una linterna así que allá vamos. Yo iré primero.

Me aparto de la puerta de cristal mientras escucho las palabras de Anette, cuando acaba de hablar me llevo una mano a la cara y suspiro de forma audible "Sacrificar lo que fuese necesario, incluso la vida de las personas, en pos de la riqueza. Si, ese es exactamente el comportamiento humano que he visto tantas veces en tantas otras empresas. Solo que esta vez han ido mucho más lejos para conseguir sus fines."

Mientras pienso en las palabras de la psicóloga está usa su tarjeta para abrir el almacén, veo las barras de metal y entonces caigo en una cosa -Anette... una pregunta. Digo mientras miro fijamente el contenido del almacén -Supongamos que me creo toda la historia de los fantasmas y las cruces, entonces ¿para qué son esas barras de metal?

La pregunta puede parecer estúpida pero meto la mano en el bolsillo y saco mi propia cruz -Si se supone que nuestro trabajo era crear estos contenedores de metal... ¿cómo es posible que se hallan creado éstas? Algo no cuadraba en la historia, si todo aquello resultaba ser ciertamente un accidente ¿porqué se creaban las cruces mágicamente entonces? si el inventor de las H-Energías era un genio, seguramente ya se hubiese dado cuenta de algo así. En ese caso podríamos estar más cerca de ser ganado que trabajadores, pero porqué un rebaño tan escaso ¿conejillos de indias tal vez?

Mientras mi cabeza divaga con las posibles alternativas me acerco a la puerta y miro desde el umbral a los tres que buscan la sierra. Comenzaba a sentirme asfixiado y no sabría decir muy bien si era por la falta de aire o por la sensación de que los muros se cerraban sobre mí como la tapa de mi ataúd.

Los que quedáis permaneceis durante unos segundos en silencio, aunque hace poco que os conoceis ver a Zackarias lejos de Duarte lo hace parecer más desarmado. Al igual que ver a Ciara lejos de Alex también lo es, unono sabría decir la razón, siendo tan diferentes, aunque bien eso podría ser una buena razón. Mathew y Mich tampoco parecían conocerse demasiado... El incomodo silencio se rompe cuando escuchais chapotear algo. Mirais hacia el charco, prácticamente delante vuestro unos pasos empiezan a dibujarse en el agua. No veis a nadie delante vuestro, pero sí en el agua. Reflejado en el agua veis a Steven; invertido hacia abajo se mueve como una rata de biblioteca. Lleva unos zapatos y los va dejando caer en el agua. También estos forman formas circulares en el agua, delante vuestra. Parece que el Steven del charco sigue tomando medidas al lugar, solo y asustado, pero sigue con la misión que comenzó. Quién sabe para quién o para qué.

La única respuesta que había tenido de Anette Mathew antes de que esta se adentrara encabezando el grupo era que esta le señalara con el dedo hacia dentro, algo así como "ven a por tu respuesta".

Por la reacción de Anette, estaba claro que el tiempo para hablar había terminado. Al menos por ahora, la joven psicóloga no podría escapar durante mucho tiempo a todas las preguntas que la perseguían.
El súbito chapoteo lo hizo estremecerse, ya que ninguno de ellos se había movido del sitio. Cuando giró su cabeza y dirigió su mirada hacia el charco su corazón le dio un tumbo.
Se arrodilló frente al charco pero sin pisarlo, esta vez si lo evitó completamente. Cualquiera diría que en vez de frente a un charco se había arrodillado delante de un acantilado al que temiera incluso asomarse.
Desde esta posición el reverendo llamó a Steven, primero casi susurrando con una voz cargada de miedo. Luego subió su tono de voz, pero el miedo continuaba allí.
Steven...¿me escuchas?

La postura de Mich es clara, va donde alla más gente. Le da igual donde, ya sabe que ningún sitio es seguro, y por el momento se estaba salvando por poco, ¿cuantas veces iban? ¿tres? ¿cuatro?

Ese pensamiento sin embargo le dio un cierto aire de tranquilidad que le abandonó, según todas las previsiones ya tendría que estar muerto. Está viviendo de prestado. Su nueva seguridad no le hace quedarse fuera, pero esta vez entra por acompañar a las chicas, quien sabe cuanto tiempo le queda de vida. Será mejor aprovecharlo.

- Chicas, voy con ustedes, Mich les protegerá- doy un par de pasos hacia ellas, cuando veo algo perturbador en el agua, entonces los siguientes son zancadas hasta meterme en el almacén- ¡¡Joder, que coño hace ahí Steven!!