Partida Rol por web

En apenas cinco minutos la enfermería vuelve a estar llena:
Los primeros en llegar son Duarte y el reverendo Zackarias, entre ambos llevan a Annete. Esta va semidesnuda, con una manta que apenas la tapa. En su desnudez veis que solo lleva en su cuello una de las cruces plateadas. Lleva los dedos envendados y aunque no se ve a primera vista, fijándose un poco uno se puede dar cuenta de que le faltan la última falange de los mismos.
Aún no han dejado en una camilla a Annete y están pensando en como explicar lo de Anette, entran Alex y Pilni, nerviosos y blancos como la leche.

-Túmbese acá, Anette. Padrecito, siga a su lado. Voy a recoger lo que usé para su cura. Debemos desinfectar su mano -dijo Duarte tan pronto como recostaron a la mutilada Anette en al camilla. Miró en derredor. Mucha gente e ignoraba si algún beneficio. Se acercó a donde había quedado el material de curas usado con el sacerdote y con más voluntad que maña, procedió a desinfectar las heridas y a vendar los muñones de las falanges una a una-. Necesita un médico de verdad, padrecito.

Arrojó a un cubo las gasas sucias, observando las caras pálidas de quienes habían llegado casi a la par que ellos.

-No sé lo que vieron y seguro que no fue bueno. Pero acá estamos fregados. Nada es bueno en esta madriguera. Es el pinche infierno. Vi que algunos ya despertaron. Otros no. Pero debemos actuar. Hay que pensar en salir. Si seguimos en el agujero, acabaremos saludando al de arriba o al de abajo. Tanto da -dijo con su acento mexicano-. El Mich y el macarroni se rezagaron pero imagino que vendrán pronto. Debemos salir afuera. Prefiero morir en el hielo a lo que sea que pudiera ocurrirme acá. A la güera tuvimos que sacarla del suelo. Sus dedos eran como raíces incrustadas. No, nada bueno nos espera y más si no luchamos. 

Zackarias miró hacia los lados y se mareó ante todo aquello, demasiadas cosas demasiado extrañas sucediendo a la vez... Las palabras de Duarte pusieron voz a sus pensamientos
Sí, hemos de organizarnos y ya. Hemos de asumir que en este lugar lo imposible es la constante. Que todo nos es hostil, y sobre todo que sea lo que sea la fuerza, ente o persona que está tras esto es inteligente y nos esta diezmando a una velocidad alarmante. Incluso nosotros hemos vuelto menos de los que salimos, habría que ir a por aquellos dos, pensó Zackarías para si mismo
Hemos de ir a un lugar menos opresivo que esta habitación, cargando con lo que nos haga falta. Y si ese lugar tiene comida y agua mejor que mejor. El padre se giró hacia aquellos que habían acabado de entrar. Es...como si nos estuviesen golpeando por todas partes y no supiésemos ni por donde empezar a defendernos.
Demasiado caos, demasiados sucesos, tantos que ni siquiera llegamos a saber ni por donde empezar a coordinarnos.

Pilni miraba alrededor, su mano estrechando la de Alex con tal pasión que parecía no querer dejarla ir... Sentía el mundo moverse lento a su alrededor... Annete tenía los dedos cortados... ¿Qué dijo Duarte? ¿Raíces?... Alguien había pasado a su lado gritando que las manos estaban pegadas al suelo... 

-¡GAAAH!-

La cabeza le daba vueltas, obviamente víctima del cansancio y los nervios, pero una sacudida y varias respiraciones profundas parecieron devolverle al mundo real. Mirando a Alex se sorprendió de encontrar sus manos aún entrelazadas, por lo que la soltó rápidamente, apenas murmurando -Lo siento, Alex... No sé qué me pasa...- Se aleja a una esquina y saca varias linternas, un rotulador y su cuaderno de notas, además del portaminas... ¿Por dodne empezar?

-Creo que Mich estaba corriendo como loco gritando algo sobre una persona con las manos pegadas al suelo... ¡Duarte!- Su voz sonaba temblorosa, pero firme -Estoy seguro de que no será tan fácil salir de acá, debemos pasar por la sala de seguridad así que cuida a Annette con todo lo que puedas, por favor, la necesitamos consciente y estable para que nos proporcione la manera de salir... Gracias- 

El chico empezó a tomar notas de nuevo, esta vez mirando a cada una de las personas mientras hablaba en voz alta -Padrecito, siento llevarle la contraria pero acá el aire opresivo da igual, lo que necesitamos es una fuente ESTABLE de luz e iluminación... Las enfermerías siempre tienen una forma alterna de energía... Tenemos, además, las linternas... NADIE sale de acá sólo, de ahora en adelante grupos de tres o más.- El chico miraba sus notas y luego suspiró, su voz ensombreciéndose -Vimos a Diana... Se levantó de entre los muertos cuando apagamos la luz... Y luego Steve desapareció cuando apagamos la luz. Los que quedaron fuera, los daremos por perdidos hasta que encontremos sus cuerpos vivos o muertos. Por ahora pelear está relativamente descartado, no nos estamos enfrentando con nada que comprendamos, no conocemos el punto débil... Por ahora sólo puedo asegurar que atar a Diana con su propia chaqueta pudo haber sido efectivo, pero es sólo una teoría. Tendremos que probar, pero lo más seguro sería atar a los muertos para evitar que se muevan... Espero...-

Mei miraba lo que pasaba a su alrededor con una mezcla de incredulidad y, paradójicamente, de certeza de que lo que les estaban contando era cierto. Definitivamente aquello había pasado de la categoría de "raro" a un nivel superior. Dentro de poco las cosas serían tan extrañas que pasarían por ser normales.

La chica meneó la cabeza, intentando no pensar así. Estaba un poco mareada y no pensaba con claridad. Se miró la venda que se había atado poco antes en la pierna y se estremeció. Lo que había visto reflejado en el suelo... No podía ser una coincidencia. Tenían que salir de aquel sitio cuanto antes o acabarían mal.

La palabras de Pilni fueron las que más le afectaron. La propia Diana se había presentado en sus sueños... y ahora parecía que ¿su cadaver se había levantado? Sin esperar un minuto dijo:

- Si eso es cierto - Miraba a Pilni mientras hablaba - Deberíamos de atarle ahora mismo. - Señaló a Jackson y se dirigió hacia su cadaver. - Cogeré algunas sábanas o algo así para atarle lo mejor posible.

Se dispuso a hacer lo que había dicho, pero su mirada se dirigió durante un instante a Macario. Seguía en aquel estado, quién sabía si despertaría siendo él mismo o no...

- ¿Creéis que deberíamos atarlo también? - Preguntó señalando al último de los durmientes.

Shan Mei ata con alguas mantas fuertemente entrelazadas a Jackson. Jackson por su parte, como buen muerto, colabora con total pasividad de actos.

El reverendo se dirigió hacia Pilni. Allí arriba, en la superfície, una enfermería tendría un sistema de alumbrado de emergencia, aquí abajo no lo sabemos y suponer no creo que nos ayude. Mi propuesta es coger a nuestros heridos, el material médico y nuestras propias luces indicó las linternas y ir a el comedor. Si allí hay comida y servicios tenemos lo suficiente para cubrir las necesidades básicas. Luego ya nos organizaríamos en grupos como dices para ver como salir de aquí. Por ahora asumamos la peor de las condiciones, que vamos a pasar aquí mucho tiempo, y luego ya haremos lo imposible para que no sea así.
A Zackarias no le gustaban los conflictos, pero su parroquia no había sido tampoco nunca un lugar tranquilo. La pobreza nunca lo es. Aún así en aquel lugar deberían encontrar un término medio entre la sabiduría que le había dado Dios al regalarle una larga vida y la intuición de sus jovenes compañeros, de la que el carecía por completo.

Macario abrió la boca:
Esto esta oscuro, no funciona el interruptor. Alex, Pilni? Esto no tiene gracia ¿donde estais?
Dijo con la voz de Steven, y luego se calló: sus ojos seguían blancos mirando a lanada y su estado aún catatónico.

Ciara paseó su inquisitiva mirada de uno a otro testimonio, después de comprobar que, efectivamente, no existía condicionamiento mental (por lo pronto), pero sabía que era posible generar una alucinación colectiva, y observó que los actores principales (Anette, con los dedos cortados, Diana, aparentemente un zombie, y el negrata desaparecido) eran los que creaban el caos. Si que se sobresaltó cuando Macario abrió la boca, imitando perfectamente al imbécil de Steven. Pero quizá si no estaba tan asustada como debiera era por la maraña de procesos mentales que intentaba canalizar en pos de la razón. De momento estaba de acuerdo con no salir en grupos menores a tres, y en lo de escapar, pese a que ésto último ni siquiera le parecía una posibilidad.

Y luego estaba la posibilidad sobrenatural. Un afamado físico, no recordaba su nombre, dijo que cuando la lógica falla, lo que ha de ser estudiado es lo ilógico. Y ardía en deseos, le quemaba la curiosidad casi al punto de la euforia. 

- Deberíais quitarle la cruz de los muertos a Anette. ¿Alguno más de vosotros tiene esa cruz? -preguntó pausadamente, para controlar aquel entusiasmo tan inapropiado que le ardía en el pecho.

Cuando Steven habló de la boca de Macario supo que algo nuevamente se había torcido. Pero él nada podía hacer con aquello. Se limitó a mirar cómo ataban al muerto con la misma expresión que si la oriental estuviera comiéndose una hamburguesa.

-Espero que nadie haya olvidado lo del pinche aire. Se va acabando poco a poco, así que dudo que estemos mucho tiempo acá, tal y como dice usted, padrecito -señaló sin dirigirse a nadie en particular-. ¿Cruz? De qué cruz hablas, mujer -preguntó volviéndose hacia ella con un mezcla de curiosidad y algo más-. ¿Y por qué hay que quitársela?

En estado de confusión, como si sólo hubiera pasado unos segundos, miro a mi alrededor. Las personas han cambiado de posición, están en conversaciones que no entiendo, hay gente que antes no estaba y ahora si. Es todo muy confuso. Me apoyo sobre una camilla con los pies en el suelo.

-¿Que?- miro hacia todos lados para ubicarme y respondo en automático a lo último- yo no tengo ninguna cruz que yo sepa.

Me bajo la cremallera del mono para comprobarlo.

-Con todo respeto padre, mil veces prefiero asumir. Además, la enfermería tiene UNA entrada y UNA salida... La cafetería debe tener al menos 3 entradas... Prefiero hacer viajes de búsqueda para tomar la comida... Todos tenemos una mochila y dado el tamaño creo que cada uno de nosotros puede cargar dos bolsos-

La voz de Steven le heló la sangre y los huesos a Pilni, quien levantó la vista de su cuaderno, sorprendido al ver a Macario "Mierda..." Pensó para si y luego volvió la vista a su cuaderno, esta vez sin escribir nada.

-Stevie Wonder... No sabemos donde estás, hermano... Luego de apagar la luz desapareciste, así que quiero que me oigas con mucha atención... Intenta buscar una pared o algo sólido. Eres bueno con las matemáticas, así que consigue una pared y dime exactamente la distancia de esa pared a la que esté frente a ti- El joven hindú sacó su Dossier, que ahora tenía un montón de números y líneas marcadas, dando el tamaño exacto de las habitaciones, con la infantil esperanza de que Steve tuviera la manera de salir

Oir la voz de Steven ya fue la gota que colmó el vaso...

- ¡¡¿PERO QUE ÉS LO QUE ESTÁ PASANDO AQUÍ?¿CUAL ÉS EL SENTIDO DE TODO ESTO?. NOS METEN EN UN BÚNKER SUBTERRÁNEO LLENO DE....DE...DE FANTASMAS, GENTE HA MUERTO, OTRA ESTÁ EN EL BORDE...Y LOS DEMÁS HAN DESAPARECIDO...Y AHORA STEVEN NOS HABLA DESDE NOSEDÓNDE A TRAVÉS DE MACARIO!!Y LOS ÚNICOS DE L-BLOQUE QUE HEMOS VISTO ERAN LOS TRES QUE NOS TRAJERON AQUÍ...ES MÁS...LOS ÚNICOS QUE HEMOS VISTO AQUÍ SOMOS NOSOTROS...¿QUE ESTÁ PASANDO?..YO NO ME APUNTÉ PARA ESTO...YO SOLO...- Alex cayó de rodillas en el suelo con las manos en la cara, y la voz se le quebró mientras las lágrimas corrían por sus mejillas. La voz se convirtió en un hilo -...yo solo quería un trabajo - todo esto la superaba, y en ese momento no sabía si sería capaz de soportarlo.

La risa de Anette corta el ambiente como un cuchillo. Su sola presencia en sí parece revolveros el estómago, ver una psicóloga enloqueciendo daba la misma sensación de seguridad que ver a un bombero huyendo de un fuego devastador.
Se coge la cruz con la mano derecha y la observa, la palpa, no parece ser consciente de los demás de la habitación, ni siquiera de Duarte que le está curando la otra mano. Les trajimos para fabricar cruces rió, una risa suave y nerviosa, nada aparatosa, pero sí llena de locura... y no hacía falta...se crean solas...se crean solas...

Ciara sintió erizarse el espinazo al escuchar a Anette. Bajó la mirada y se acercó a una distancia prudencial. Observó los ojos de Anette, su expresión, su ritmo respiratorio. 

- Se hacen solas -repitió, intentando ignorar el llanto de Alex- ¿Con nosotros? ¿Con la H-Energía? ¿Qué pasa con el agua? ¿Y quién se supone que habla? 

¿No era magnífico? Quizá si que había algo detrás de la muerte... Incluso detrás de su vida avocada a ser un cordero pastoreado. ¿Qué clase de ente poseía a Anette? No reaccionaba a iconos, ni a la presencia del muerto o el dolor insoportable que debería estar sitiendo en las falanges.

- No sé para qué nos habéis traido... Yo he venido a buscarte a tí -concluyó, con cierta euforia contenida del que se tira a hacer puenting confiando en una cuerda vieja.

"Las cruces, las malditas cruces", pensaba Shan Mei tras escuchar las lúgubres palabras de Anette. No sabía bien que quería decir la psicóloga, pero eso de que se fabricaban solas... La chica asiática se estremeció, recordando imágenes de su sueño en las que aparecía su familia. Si sus espíritus estaban cautivos de alguna forma por aquellos artefactos... Haría lo imposible por acabar con todo aquello, si podía hacer algo.

Por lo pronto, miró a Alex y se sintió impelida a animarla. Gracias a ella y a Nao Shen había sido capaz de despertar. Era el momento de prestarle su ayuda. Se acercó a la chica y se arrodilló con delicadeza detras de ella, apoyando su mano en su espalda y diciendo:

- Tranquila Alex. Debemos mantenernos fuertes ahora. Nadie está seguro de qué esta pasando, pero si queremos tener una oportunidad de salir de aquí, debemos intentar no derrumbarnos.

Sin dejar a la chica reccionar, añadió, casi para si misma:

Al bosque profundo la gente no lo conoce,
la luna brillante viene y acerca su claridad.

El reverendo se acercó a aquella chica ¿Ciara? y Anette, ambas olían a la locura en diferentes estados. Los locos son tan hijos de Dios como cualquiera de nosotros, y algunos incluso más.
Creo que es su mente la que habla por su boca, solo que ni parece darse cuenta. Si ella como dijo era la jefa de este lugar, que se recupere es la primera pieza para salir de aquí. Quién sabe si con la tarjeta que Alex cogió de Diana y alguna contraseña guardada en la mente de esta pobre chica tenemos una oportunidad...
Ten fe Zackarias, como siempre has tenido. Y más importante aún, infundesela a ellos para que no se desmoronen.