Partida Rol por web

EL BLOQUE III

EN LA ENFERMERIA

Cargando editor
19/11/2013, 14:04
Shan Mei

Shan Mei seguía arrodillada cuando toda aquella macabra escena parecía haber terminado. Anette se reia, como si solo ella hubiera entendido el chiste y el resto empezaban a reaccionar de una u otra forma. Mei dirigió su mano derecha lentamente hacia su cuello, y sacó la pequeña y fría cruz al exterior. La miró con una mezcla entre miedo y curiosidad por ella. No entendía como podía haber sucedido aquello, pero algo debía significar. ¿Sería seguro llevar esas cruces? ¿Podrían quitarselas siquiera? ¿Estarían marcados de alguna manera? Tantas preguntas y ninguna forma real de responderlas.

Duarte dijo algo, al poco Ciara también, pero Mei no les prestaba atención, su mirada estaba fija en el pobre chico de la camilla. Soltó la cruz y la dejó colgando por fuera del mono azul. Se levantó poco a poco, como temiendo con sus movimientos propiciar algún tipo de ataque, y se dirigió hasta Macario.

- Oh, por favor - Dijo, incapaz de conternerse - Que alguien me ayude, a ver si podemos desmontar este trasto y, por lo menos dejar la barra que le atraviesa la pierna libre.

Se puso a trastear con la camilla, esperando encontrar alguna manera de desmontarla para poder, al menos, llevar a otro sitio al pobre chico.

Cargando editor
19/11/2013, 15:44
Mathew
Sólo para el director

Notas de juego

Me alegro de que te gustase.

Sin duda la historia ganadora está muy bien, me encanta el punto de dejar media camilla atravesando el cuerpo del durmiente, que gore xD

Me voy a clase, a ver si saco un rato, me leo lo de los demás y actualizo, si no pues cuando llegue a la noche. Gracias por los bloques =P 

Cargando editor
19/11/2013, 16:37
Alex
Sólo para el director

Notas de juego

por cierto, si tú quieres decir las ideas que te he dado por mi bien XD, la verdad me resulta indiferente. Si no lo dices pues también me parece bien, así nadie sabe quién lo ha propuesto y no pueden echarme la culpa si alguien muere XDDD nah, la verdad,me resulta indiferente. 

Cargando editor
19/11/2013, 23:31
Mathew

Estaba de pie, quieto, con el rostro completamente inexpresivo y los brazos colgando inertes a ambos lados de mi cuerpo. Me habría encantado gritar, salir corriendo o romper alguna cosa, algo que me permitiese descargar la mezcla de terror e impotencia que me invadía.

Pero en lugar de eso mi cuerpo se quedo quieto, con la mirada fija en el cuerpo de Jackson y los oídos taladrados por un sonido completamente fuera de lugar, la risa de Annete.

 

Noto el frío sobre mi pecho, meto la mano bajo el mono y saco una pequeña cruz idéntica a la de mi sueño. La sostengo frente a mis ojos y me quedo mirándola, es entonces cuando por fin reacciono.

Con un fuerte tirón me la arranco del cuello y voy a tirarla al suelo cuando detengo mi mano, la abro y vuelvo a observar la cruz. "No entiendo nada de esto, no se a qué se referiría Annete cuando dijo aquello sobre las cruces, pero estoy seguro de que entender el porqué de estos amuletos nos acercará a la salida." Con esa idea en la mente me guardo la cruz en un bolsillo del mono.

-Deberíamos marcharnos. Digo con voz tranquila mientras mantengo la mirada en el suelo, se que Shan Mei no va a aceptar lo que voy a decir y no puedo mirarla a la cara porque ni yo mismo estoy seguro de mis palabras -Creo que acaba de quedar claro que, sea lo que sea lo que nos amenaza, le da igual a qué habitación nos movamos o cuantas entradas o salidas tenga la ésta. Si permanecemos aquí acabaremos muriendo. Aprieto los puños antes de seguir hablando.

Levanto ligeramente y echo un vistazo a la pierna perforada de Macario -No va a despertar, no me creo que no lo halla hecho cuando tiene una barra de metal atravesándole la pierna. Y si lo hiciese... bueno, sólo digo que no se si nuestras oportunidades de salir de aquí seguirían existiendo si además debemos cargar con un inválido.

Rápidamente dirijo mi vista al suelo. Se que mi comentario ha sido cruel y en cualquier otro momento yo mismo habría abofeteado al que propusiese algo así. Pero las cosas se están sucediendo demasiado rápido, y nosotros sabemos demasiado poco como para añadirnos más dificultades.

Cargando editor
20/11/2013, 00:03
Alex

- Joder,joder, joder, joder...- Alex estaba con la boca abierta, incapaz de mover un músculo. Todo aquello superaba con creces lo vivido hasta ahora. Si en algún momento había habido alguna duda de que allí pasaba algo extraño y sobrenatural...acababa de confirmarse. Lo que hacía volver a su mente una y otra vez, las mismas preguntas que se había hecho desde el principio..."¿Por qué estamos aquí?¿Somos simples coballas?¿Realmente vinimos a trabajar y todo esto es una simple casualidad, o estaba planeado?¿Y si lo estaba, cual es el fin?". Las palabras de Ciara la devolvieron a la realidad, aunque no estaba segura de haber escuchado bien lo que la chica había dicho ¿asesinos?. Miró a su alrededor, y sus ojos se centraron en Anette,que no para de reir como una desquiciada, como si todo esto le pareciera gracioso, como una broma bien realizada... esto ya pasaba de claro a oscuro, y la impotencia dio paso a la ira, que volvió a adueñarse de ella, dejándola en un segundo plano y tomando el control total de su cuerpo ...Metió la mano en su mochila y cogió la pequeña navaja que su padre le había dado como amuleto...

Salió corriendo hacia Anette y con violencia la empujó contra la pared. Apoyando su brazo izquierdo contra el cuello de la muchacha.

- ¡¡AHORA MISMO VAS A DECIRNOS QUE ESTÁ PASANDO Y CÓMO SALIMOS DE AQUÍ!!¿POR QUÉ NOSOTROS?VAS A CONTARNOS TODO LO QUE SABES...PORQUE SI NO....JURO POR MI PADRE QUE VAS A PERDER UNOS CUANTOS DEDOS MÁS- y colocó la pequeña navaja frente a Anette. 

 

 

Cargando editor
20/11/2013, 00:25
Pedro Duarte Salinas

-La güera se volvió loca como cabra -dijo mirando a Ciara un instante antes de volverse hacia el cura-. Y usted, padrecito, échele güevos y póngase en pie. Ahí sentado se le enfriará el culo -le tendió una mano y una mirada que no dejaban lugar a dudas. Se levantaría o lo levantaría-. Y tú, wey, no mires al suelo con vergüenza. Solo dijiste la verdad, mano. Todos lo pensamos, pero pocos se atreven a decirlo. Acá quietos no conseguiremos nada. Solo más mierda de esta y esas pinches cruces. El negro está fregado. Del todo. No despertó con todo el barullo. Sigue comatoso y tiene demasiado hierro en su cuerpo como para que despertar sea bueno. Y no podemos arrastralo con nosotros en las escaleras. Lo vieron. Son estrechas como culo de virgen. Estoy contigo, wey. Vayámonos de aquí. Y usted se viene conmigo, padrecito. Tiene una misión ahí fuera y no voy a dejar que esos pinches cabrones me lo maten.

Y en aquel momento, Alex corrió hacia Anette y empezó a gritar. Ante la navaja y la amenaza de usarla, Duarte soltó una carcajada divertida pese a todo.

-Se los dije cuando llegamos. ¿Lo recuerdan? Ratas. Y que acabaríamos mordiéndonos unos a otros. Ya empezó la función -movió la cabeza, cabeceando negativo-. ¿No te diste cuenta, güera? Nosotros no somos importantes. Nosotros, otros, tanto da. Respondimos a su anuncio. Nadie nos espera. Nadie nos reclamará. Nosotros nos entregamos por lana y distancia del agujero en el que estábamos. Y la Anette está más allá que acá. Mira su mano. Ni siquiera gritó cuando se los corté. Ni le importó. Mátala si quieres. Dudo que le importe. Hasta quizá le hagas un favor. Vamos, padrecito. No se haga de rogar. En pie, ándele.

Cargando editor
20/11/2013, 09:45
Alex

Pedro la hizo reaccionar y cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo se tiró atrás rápidamente. Nunca había tenido la intención de usar la navaja, Dios la librara de ello, solo quería intimidarla...pero joder, había faltado muy poco. La rabia que sentía por dentro por todo lo sucedido era muy fuerte.

- Yo...- balbuceó  - ...yo...lo siento...yo...- y la ira dejó paso a un fuerte sentimiento de culpa, de vergüenza. Miró a Anette que tosía con la mano en el cuello, aunque seguía manteniendo ese semblante divertido y loco. - Nunca me había comportado así...de verdad, lo siento...es solo que todo esto me puede. Y ya sé Pedro,que esto no va de nosotros, pero del mismo modo, si fueran otros habrían vivido lo mismo...y eso es lo que quiero saber, porqué. Porqué está pasando esto.- se retiró lentamente hacia una pared, apoyando la espalda en ella y esperando que la tierra la tragara (aunque debía tener cuidado con lo que deseaba, allí todo era posible),y allí se quedó, sin poder enfrentar las miradas de sus compañeros. Y con la mirada en el suelo y sin atreverse a levantarla, añadió en un hilillo de voz:

- Aún tengo la tarjeta de Diana, quizá ya va siendo hora de que intentemos usarla, deberíamos salir de aquí -

Cargando editor
20/11/2013, 10:58
Zackarias

El reverendo se dejó levantar por Duarte, como un peso muerto, como un boxeador noqueado al que su entrenador reclama. Allí de pie fueron las palabras de los demás los que poco a poco le devolvieron a la habitación, incluso despues del estallido de Alex parece que algunos llegan a un acuerdo lógico y frío, pero realista.
El padre asiente ante aquello. Observa a Macario, así habían dicho que se llamaba el chico negro, seguramente la pesadilla que lo tuviese dormido sería mucho más tranquilizante que la verdad que le esperaba al despertar: aquella camilla atravesándole la pierna. También mira a Pilni y Nao Shen, allí estaban, sin reaccionar, y aquello podía significar cualquier cosa.
Recordaba a el tal Mich, y al italiano, ninguno había regresado, seguramente ninguno lo haría.
Por último miro a Anette y sintió rabia y lástima, se dirigió hacia ella pasando entre Ciara y Alex. Pocas cosas, quizá ninguna, curaban la locura. Pero aquella chica era psicóloga y lo que sufría era un ataque, como el que había tenido Alex. Solo que mucho más potente por las cosas que debía de haber vivido sola, al despertar con los dedos clavados en el suelo y rodeada de a saber que horrores.
Pero pensandolo con frialdad, aquella chica no solo era psicóloga sino que era jefa de aquel lugar, trabajaba para L-Bloque así que seguramente sería una persona mucho más dura e inquebrantable que todos ellos juntos. Más aún, algunas de las cosas que es estaban sucediendo las debían de tener planeadas, aunque evidentemente no que le sucediera a ella, ni que sucedieran seguramente tan pronto ni a tal magnitud. Así que el padre hizo lo único que creyó que podía sacar de aquel estado a Anette: la abrazó.
Abrazó a aquella chica loca, a aquella niña asustada, a su hija perdida, la abrazó fuerte y le dió todo su calor, y lo hizo de verdad. Lo que había planeado como una estratagema se convirtió en una verdad, no se dio cuenta de cuanto necesitaba él mismo ser abrazado hasta que el abrazó aquella chica ida. No se dio cuenta de cuanto necesitaba que le dijesen por una vez a él aquellas palabras hasta que se las dijo a ella: Todo saldrá bien mi niña, todo saldrá bien. Vuelve con nosotros.
En otro mundo la imagen de un reverendo abrazando a una chica prácticamente desnuda hubiera sido muy reprochable, con suerte, algún día regresarían a ese mundo. Allí dentro solo se tenían a ellos mismos.

Notas de juego

Utilizo los bloques de mi relato para intentar "traer de vuelta" a Anette.

Cargando editor
20/11/2013, 11:48
Director

Al final Macario despierta, medio aturdido y como si aún siguiese medio dormido. Mira a su alrededor desde una perspectiva extraña. Está en el suelo de lo que parece una enfermería. Las camillas desde donde se encuentran le tapan parcialmente la visión en conjunto de la sala, aún así puede hacerse una idea.
Escucha hablar desde algún lugar a Mathew, del que ve las piernas, luego una conversación sigue sin localizar las voces, si ve cerca de él como Duarte levanta a una persona con aspecto de padre o reverendo, con su barba y pelos blancos y mirada cauta. Macario sigue con la mirada como este camina cruzándose con un el asiático Nao Shen, con el tal Pilni. Las camillas le tapan parcialmente lo que sucede pero aún así ve como el hombre de avanzada edad pasa entre lo que parecen dos mujeres (el hecho de que todos vayan con sus monos azules no ayuda a asegurarlo, pero por las voces que habías escuchado anteriormente así lo crees) y se abraza a otra chica, de la que si ves sus piernas por que parece medio desnuda.
Vas siendo más y más consciente del mundo, de la risa cargada de locura que resuena de fondo, de la pobre iluminación de aquella enfermería, del suelo pétreo en el que todo se refleja. Y de la asiática que está sentada de cuclillas cerca de el propio Macario. Está está aterrada mirando la pata de la camilla. Macario la sigue con la mirada y ve como esta acaba dentro de su pierna, atravesándola. Pero no sale sangre, ni le duele, es como si hubiese nacido con aquella barra dentro de su pierna. A todos los efectos naturales es como si hubiese nacido con un hueso metálico que salía de pierna para formar parte también de aquella camilla.

Notas de juego

Macario: No te duele, pero evidentemente te impide andar. ¡¡Buenos días!! xD

Cargando editor
20/11/2013, 12:13
Shan Mei

Shan Mei empezó a notar algo en Macario. El chico empezaba a moverse, como si volviera paulatinamente al la vida. Al final, abrió los ojos lentamente, y la confusión y desorientación que sin duda sentía hizo que la chica asiática se sintiera aún peor por lo que pensaban hacerle solo unos minutos antes. Si se hubiera despertado un rato después, puede que se hubiera encontrado allí solo, sin saber que había ocurrido y, lo peor, con algo de metal atravesándole la pierna y sin ninguna explicación creíble para un hecho tan incierto.

Como si su pensamiento le hubiera encaminiado a ello, Macario dirigió su vista hacia el pedazo de camilla que estaba fusionado con una parte de su cuerpo, y Mei pudo notar como al chico le costaba procesar todo aquello. 

¿Y ahora qué? Puede que el resto estuvieran dispuestos a abandonarle, incluso habiendo despertado pero ¿podría ella? Miró al chico con impotencia, esperando a que dijera algo. ¿Sería él realmente? Después de las cosas que habían visto allí...

- Por fin has despertado ¿Como estás? - Dijo sencillamente, con todo el cariño y amabilidad que pudo reunir. Sabía que sus palabras sonaban falsas, tontas e infantiles. ¿Que le iba a responder él? "Bueno, no me quejo, solo con una barra de metal atravesandome la pierna, pero por lo demás, bien". Pero no le importaba. Quería saber realmente si el chico era consciente de algo de lo que había pasado, de lo que pasaba ahora mismo y de que, si no conseguían sacarlo de aquella cosa, lo más probable es que tuvieran que elegir entre salir de allí y abandonarlo o... ¿Qué? ¿que podían hacer? ¿cortarle el cuello para que fuera más fácil todo? No, debía haber alguna solución que se le escapaba.

Notas de juego

Mei examina con cuidado la camilla, teniéndo en cuenta las partes que tiene, si se puede desmontar algo, etc. También está atenta a las reacciones de Macario, para ver si está en el mismo estado que Anette.
 

Cargando editor
20/11/2013, 13:30
Director

Notas de juego

Macario: Solo para tí, creo que la situación que te he dejado es bien interesante... eres una carga y seguramente querrán dejarte allí pero tienes algo que les puede interesar y mucho. Evidentemente de esto tu PJ aún no es conciente (ni sus compañeros) pero es para ponerte sobre aviso como jugador, y dejarte una última carta que jugar si no les convences: La primera es que seguramente van a necesitar La Tarjeta que te dió El puño, el enorme guarda negro, y que Nadie sabe que la tienes.
La segunda cosa que podría ser de ayuda o no, o como mínimo demostrar que eres del Bloque si quieres -para bien o para mal- es las lentillas que llevas en el collar.
Otra cosa, junto a ese collar ahora tienes otro...con una cruz de los muertos.

Cargando editor
20/11/2013, 14:43
Director

Sería dificil saber en que estado estaban Pilni y Nao Shen. Somnoliento, taciturno... no parece que en ningún momento se hayan quedado dormidos, pero sí que sus pensamientos los hayan atrapado.
Sus pechos se iluminan durante unos instantes.
No os hace falta más para saber que les han aparecido un par e cruces colgando bajo los monos azules.

Cargando editor
20/11/2013, 15:20
Anette

Anette, al sentir aquel abrazo, fué ahogando poco a poco su risa y cerrando sus ojos. Oprimió su cabeza contra el cuello del hombre y su rostro contra sus hombros, para acabar rodeandolo también con sus brazos, respondiendo a su abrazo.
Salvo por las enormes distancias, parecía un bebe abrazándose a su madre tras alguna caida tonta, y como tal quedó en silencio.
Sus ojos volvieron a abrirse poco a poco: sobresalían por encima de los hombros de Zackarias por lo que podía ver cuanto había tras de el. Sus iris desorbitados poco a poco habían ido recuperando su lucidez, para luego alcanzar poco a poco la comprensión de la situación, momento en que suavemente separó a Zackarias de delante suyo y se tapó con la manta.
Sus ojos recorrían la habitación y a los presentes, la navaja e Alex, las palabras de Ciara sobre asesinos le llegaban como una grabación antigua, al igual que los sucesos anteriores.
¿Donde...donde esta Diana? Preguntó tras ver la tarjeta de la misma en manos de Alex, ignorando -consicente o insconscientemente- que había muchísimas más preguntas a responder antes que aquella.

Cargando editor
20/11/2013, 15:56
Pedro Duarte Salinas

Unos despertaban, otros regresaban de su paseo por la locura y otros conquistaban nuevas cruces. El circo abría una nueva pista y una nueva función se ponía en marcha.

-Muerta -respondió cruda y escuetamente-. La Diana está muerta, señorita Anette. Padrecito, le dije que tenía una misión fuera. Parece que también la tiene acá dentro. El Pedrito sabe pocas cosas, pero las que sabe, las sabe bien. Y veo brillar nuevas cruces. Tú dijiste que jugáramos a las siete diferencias -dijo dirigiéndose a Shan Mei y caminando hasta su lado, observando a un tiempo a Macario-. Juguemos. En nuestra pinche celda dos se durmieron en sus cabinas. Tienen cruces. Ahora esos dos también las tienen. No sé si se durmieron, pero están ausentes desde hace un buen rato. El resto, ustedes sabrán. Pero creo que la cosa está acá -dijo señalándose la cabeza-. Cuando esto desconecta, las cruces aparecen.

Su lógica era tan simple como podía serlo la de un niño. Si acertada o no, ya era harina de otro costal. Se acuclilló junto al negro, mirando su muslo.

-Estás bien fregado, moreno, y no pinta bueno. No hay herramientas para cortar eso. No acá.

Cargando editor
20/11/2013, 20:39
Alex

Alex vió todo lo que sucedia, el abrazo del padre Zackarias había devuelto la mente de Anette a donde correspondía, y un pinchazo de vergüenza la invadió. Lentamente se acercó a la psicóloga.

- Anette...perdóname, no quería reaccionar así, es este lugar y todo lo que hemos vivido. Estoy muy nerviosa, confusa y asustada. Lo siento.- la miró esperando de veras que supiera perdonarla, aunque estaba en todo su derecho de pegarle incluso un puñetazo si quería, y no podría tenerselo en cuenta...Pero basta de autocompadecerse de sí misma de una puñetera vez, había que continuar si querían salir de aquí. Todos estaban demostrando entereza y fuerza, y ella no quería ser menos.

- Está bien, Pedro,tú tienes una sierra ¿no? quizá con ella podamos cortar la pata de la camilla y sacarla por el otro lado, y si no... según el...- mientras esperaba a ver que era lo que Anette decidia hacer con ella, sacó el mapa de la mochila -...el mapa, hacia nuestra izquierda está el área de trabajo, quizá ahí encontremos algo que nos permita sacar a Macario de ahí. Yo me ofrezco voluntaria.- después de lo vivido en los pasillos no tenía ganas de volver a moverse...pero quería ser útil, quería dejar de ser una quejica, y si eso era lo que hacía falta...bienvenido sería.

Notas de juego

Si un grupo la acompaña, Alex está dispuesta a ir a buscar algo para sacar a Macario de ahí

Cargando editor
20/11/2013, 22:54
Ciara Stegmayer

La risa se apagó cuando Anette volvió. ¿El abrazo de un cura? ¿En serio...? Negó con la cabeza, como si algo le decepcionara, volviendo a su habitual gesto adusto, aunque le gustó la disertación de Duarte, al que había ignorado cuando la llamó loca, quizá lo único a lo que no prestó oído al chicano. No sabía muy bien qué pensar, su mente era un panal y si una de las perfectas figuras geométricas se desencajaba... Y sin querer, Duarte había sugerido algo que recompuso todo. El tío tenía seso, qué pena que fuese un maldito sudaca pandillero y creyente. ¿Carne para el Zyklon B o materia aprovechable, al fin y al cabo?

Escuchó de nuevo a Alex. Lo cierto es que estaba deseando salir de nuevo. 

- Alex, voy contigo. Consigamos algo más. 

Cargando editor
20/11/2013, 23:10
Anette

Anette, tras evaluar todo lo que veía y escuchaba tenía claro que o algo había salido espantosamente mal o, si aquello entraba en los planes de L-Bloque, no la habían puesto al corriente de ellos.
A Alex le dedicó una leve sonrisa, ¿quién era -precisamente ella- para reprocharle un momento de nerviosismo?
Se giró hacia Ciara.¿Me preguntaste allá arriba que era considerado como una emergencia no? Le recordó. Esto lo es. Nos vamos de aquí. Llevó sus dedos a su pecho y la sacudió un leve mareo cuando sus inexistentes puntas de los dedos no cogieron su inexistente tarjeta. Ya no están... recordó para sí misma.
¿Donde está Dwayne?, en su zona de L-Bloque de la segunda planta están todas las herramientas de mantenimiento. Las necesitamos si queremos cortar la barra de la pierna de ese chico se calló unos segundos no pienses en ello Anette, tu No le has hecho Eso, No se lo has hecho y para abrir la zona psicológica. La obertura de emergencia de la compuerta solo se puede hacer desde mi despacho.

Cargando editor
21/11/2013, 00:52
Shan Mei

Mei seguía junto a Macario, arrodillada a su lado, mientras a su alrededor la gente estaba haciendo cosas útiles, así que no se lo pensó más. Ya había sido una carga bastante tiempo, y encima se había pasado dormida la mayor parte de él. Tenía también mucha curiosidad por lo que se encontrarían ahí fuera, ya que solo había visto un poco cuando llegaron y también... en sus sueños. Había llegado la hora de explorar aquel sitio de verdad. Y lo cierto era que, lejos de asustarle, la idea le atraía bastante. Se levantó, miró a Alex y Ciara que, por ahora, parecía que eran las que iban a salir, y dijo:

- Yo también voy chicas.

Y como siempre, a modo de oración o de mantra para darse ánimos, recitó uno de sus queridos poemas, pero en voz baja, casi para si misma:

Levanté la cabeza, vi la Luna brillante,
bajé la cabeza, y pensé en el hogar lejano.

Cargando editor
21/11/2013, 01:49
Pedro Duarte Salinas

-La sierra es para cortar carne, no metal -dijo mostrando un instante la sierra médica-. Yo las acompaño, güeras. Señorita Anette, está desnuda. No creo que le apetezca pasearse en cueros por ahí. Si no tiene escrúpulos de mojigata, podría usar el mono de Jackson. Él ya no lo necesita. En cuanto al gorila negro, no tenemos noticias. Padrecito, ¿se viene? No quisiera dejarlo solo acá y podríamos necesitarlo. 

Notas de juego

A la segunda planta, con el resto.

Cargando editor
21/11/2013, 05:46
Pilni Kamanda

-Bien...- La voz de Pilni fue bastante inusual, quebrada, temblorosa y excesivamente profunda... El chico por fin había reaccionado luego de todo el caos desatado. Nadie había visto como miraba fijamente a Alex y Annette, perdido hasta que ambas reaccionaron. Dándose cuenta de la cruz en su pecho el joven se la quitó y guardó en su bolsillo, suspirando... Aún estaba en shock y con un principio de ataque de pánico, pero logró tomar varias respiraciones profundas y volvió a hablar, esta vez con su voz normal

-Bien... El grupo es grande... Alex, Shan, Ciara, Pedro y el Padre...- El chico anotaba los nombres mientras tomaba notas de quienes llevaban cruces en sus pechos -Nao está fuera de servicio... Annette, Macario, Mathew, Mich y yo...- El joven negó con la cabeza y señaló a Mathew mientras miraba a los dos grupos -Mathew, sería conveniente que fueras con ellos. Si algo sucede intenten separarse en grupos de 3, aunque lo mejor sería que los 6 se mantengan juntos... Yo me encargaré de Nao y Macario, además tengo varias preguntas que me gustaría discutir con Annette-

Se había girado a mirar a la psicóloga mientras dejaba su cuaderno y lápiz sobre una camilla, suspirando pesadamente -No tenemos medio para comunicarnos y dudo que los gritos ayuden, sin embargo podemos tener una idea del tiempo ¿45 minutos?- Preguntó tranquilamente mientras miraba alrededor, buscando alguna clase de reloj con el cual tomar el tiempo -Dentro de esa cantidad de tiempo, aproximadamente, deberían tener suficiente para llegar hasta allá y conseguir la sierra. Vuelvan de inmediato y sacamos a Macario para largarnos de acá en grupo. Lo máximo que esperaremos será una hora, luego iremos a buscarlos-