Partida Rol por web

El joven mira la página de sus notas distraidamente, luego arranca la página repentinamente y con un dedo aún húmedo de sangre traza una línea gruesa. Como si buscara algo escondido en la página en blanco... Se volvía inusual, la voz de Macario se oía lejana... Era como si repentinamente su mente hubiese salido de su cuerpo, se hubieran separado dejándolo en un silencio y una soledad tan absoluta que por un segundo le hizo dudar si se había quedado dentro de su litera... Si no estaba dormido o muerto...

Al menos no le dolía - es lo único en lo que podía pensar macario mientras forcejeaba con la cama para poder cambiar de posición.

Odio este lugar - dijo en voz alta mientras alargaba la mano hasta la camilla para coger la almohada y ponerla debajo de su cabeza.

Macario, forecejando te das cuenta de que al menos, con un poco de paciencia y tiempo, podrías ir quitando los tornillos que unen la barra a la "cama" de la litera. Seguirías teniendo la pierna travesada por un hierro pero al menos podrías ponerte en posición vertical y quién sabe si caminar muuy lentamente.
Es una acción que te llevaría un par de posteos/días.

Con paciencia, y buscando un posición algo más cómoda desde la que poder trabajar, macario empieza a retirar los tornillos para al menos poder estar pegado a un trozo de metal y no a una cama entera.
 

El dedo de Pilni parecía recorrer el papel por si mismo, el chico había quedado en un trance tan fuerte que poco a poco su visión periférica se ennegrecía... No existía nada más que el papel, la tinta que no se veía y la sangre de Nao...

Como si algo hubiese despertado dentro del chico gracias al trance recordó un símbolo que su madre solía apreciar... Luego otro, otro... Sobre la primera espiral que había dibujado con el rotulador el chico hizo una serie de símbolos extraños como si fuera su madre quien lo guiara, recordándole todo lo que alguna vez le enseñó... Aprender y cuestionar. Buscar las respuestas en cada situación... Fuera como fuera.

Cuando levantas la vista de la camilla, ves que Pilni ya no está. Te ha dejado solo con el cadáver degollado del asiático y el de Jackson, entre una decena de camillas y una habitación tristemente iluminada.
Empieza a descender drásticamente la temperatura. La camilla se resiste, pero no lo hará por mucho tiempo.Notas como la estructura de la misma empieza a teblar a la que vas quitando los tornillos.

Utilizo la sabana de la camilla para cubrirme a modo de manta, a no ser que haya algo más a mano que pueda usar, mientras continúo con mi trabajo yo solo.

Bueno, mejor solo que mal acompañado, ¿No?

Consigues separar la barra del resto de la camilla. Ahora solo tienes cuarenta centímetros de metal sobresaliendo por cada lado de tu pierna.
Te tapas con la manta, no parece que haya mucho que hacer...
...o no lo habría si fueses un trabajador más de aquel lugar esperando a morir. Pero no lo eres, eres un agente de L-Bloque, seguramente la máxima autoridad vigente en el lugar. Tienes más medios que los demás y por suerte, los llevas encima.

Todo empieza a temblar, como si de un terremoto se tratase. Una de las camillas se desploma lanzándote encima el cuerpo muerto de Jackson.

El temblor se detiene, una grieta a aparecido en el suelo de la enfermería. Apenas tiene un centímetro pero de ella surge luz.

Macario, Pilni ha vuelto a tu lado, no parece asustado por el temblor que acaba de presenciar...si es que lo ha presenciado.
La habitación está practicamente a oscuras, algunas bombillas se han fundido, el cadaver de Jackson está en el suelo, junto otras camillas que se han derrumbado por el temblor.
A mitad de habitación hay una grieta que se eleva hasta el techo en uno de sus lados y hasta la mitad de la pared en el otro. De la grieta fluye luz hacia el interior de la habitación.

Pero... ¿Que cojones esta pasando aquí? ¡Esto es de locos! - grita Macario mientras se aparta de la grieta y observa el cuerpo sin vida de Jackson.

Se vuelve cuando pilni entra en la sala y le señala con el dedo mientras se acerca torpemente hacía él arrastrando el trozo de metal que tiene atravesado en la pierna.
- ¡TÚ! ¡Dime que esta pasando aquí! ¡AHORA!

Pilni parpadea... Parece estar desorientado mientras mira alrededor... ¿Ha habido un terremoto? Su mente aún estaba fija en lo que acaba de vivir... Repetí las palabras, los lugares que vio... Lo repetía todo uno y otra vez mientras intentaba asimilar que, de alguna manera, estaba vivo aún con el desastre natural que parecía haberles impactado...

-Yo...- Por un segundo miró la luz proveniente de la grieta y luego se giró a su cuaderno, sacudiéndolo lo mejor que pudo para empezar a escribir de manera casi frenética. Lo que había vivido era demasiado y lo plasmó en el cuaderno, haciendo dibujos incluso de las palabras que relataba. Al finalizar se volvió a Macario mientras volvía a guardar todo en su bolso

-Lo que pasa es que están jugando a ser Dios... Y tú y yo sabemos tanto como los demás...- El chico miró su propia cruz y se la puso y suspiró, acercándose a la grieta y mirando hacia abajo... Tal vez se lo había tomado demasiado literal... Pero luz era luz, y en este lugar bien podía ser lo que él pensaba

Quizá atraídos por la luz de aquella grieta, prácticamente la única que iluminaba la sala, os acercáis a ella. La curiosidad, la necesidad de luz, o puede que sencillamente la fuerza de aquella luz, os atraen como colillas a un tubo de neón.
Cuando observáis la grieta, veis que a través de ella se ve claramente otra planta. Una -al menos por los planos- inexistente planta menos cuatro. Pero allí está, y veis claramente siluetas humanas moviéndose bajo vosotros.
Hablan en susurros pero es evidente que allí bajo hay personas.

¿Jugando a ser Dios? - pregunta sorprendido macario ante la respuesta de su compañero de cuarto. ¿En que planta estamos?

Macario se mira en los bolsillos pero solo tiene la tarjeta de identificación que le dieron al entrar, la cruz con la que se ha despertado y un colgante que lleva puesto en el cuello. El resto de sus cosas se quedaron en su cuarto pero busca algo pequeño en la estancia que pueda lanzar por el pequeño boquete que hay en la sala.

Pilni miró hacia abajo extrañado, luego giró a ver a Macario y parpadeó un par de veces -Hay gente allá abajo... Pero los planos no muestran...- El chico interrumpió sus propios pensamientos. Obviamente no estaba ahí, los planos habían sido entregados por los que los habían traído acá... Quienes los soltaron en este infierno sin decirles nada más bajo la promesa de más dinero de lo común. Obviamente, habían secretos más allá de todo lo que habían descubierto

-Estamos en la tercera, pero claro, no mostrarían una cuarta planta... ¿Qué carajos nos están ocultando?-

El joven de ascendencia hindú tomó una bocanada de aire y luego gritó hacia la grieta -¡ALLA ABAJO! ¡¿NOS ESCUCHAN?!-

Mientras preguntais esto, la luz se va completamente. Bombillas, linternas. Os quedáis en total oscuridad.
Incluso la luz de la grieta. Como sucede siempre que uno se queda a oscuras, los sonidos se amplifican.
Escucháis abajo:
Apenas susurros:
Mujer:No respondáis, no sabemos quienes son, o que quieren...
Hombre:A estas alturas...¿y si pueden ayudarnos?
Tras apagarse la luz:
Otra Mujer:Mierda la luz, seguro que han sido ellos!
Otro hombre:No te pongas paranóica, igual si llegamos hasta ellos, igual pueden ayudarnos.
Primer Hombre: ¡Os escuchamos! ¿Como...quienes sois? ¿Que ocurre?

"Mier... La jodida luz... Esto no pinta bien" Pilni cerró los ojos, de poco le servirían en esta oscuridad... Suspiró y ladeó la cabeza, hablando mientras intentaba pensar una buena manera de hacer fuego sin electricidad. 

-No lo sé... Nos han contratado para trabajar acá pero han pasado una cantidad de cosas y... Pues ahora estamos buscando la salida. ¿Qué clase de ayuda necesitan? Viendo que los dos grupos estamos igual de atrapados bien podríamos cooperar para salir de acá. Tenemos un grupo de compañeros que está en este momento de camino a la sala de empleados...-

El chico hablaba con una calma absoluta, aunque la realidad era que estaba bastante preocupado... Aunque... Aquello con lo que había hablado lo había llamado a él la oscuridad... ¿No estaba ahora en su elemento? ¿Debía confiar entonces en aquella fuerza? ¿O se refería a algo más?

"La ayuda me encantaría justo ahora ¿Sabes?"

El chico hablaba en apenas el más leve susurro, inaudible incluso para Macario, quien estaba ahora a su lado.