Partida Rol por web

Lo leí todo por encima, tengo que echarle otro vistazo por si me he perdido algo.
De todas formas con la rasca que han pasado arriba en la nieve nada mejor que una cama con unas cuantas mantas para entrar en calor. Aunque lo lógico habría sido darse una ducha con agua caliente antes de meterse en la cama, pero da igual.

Aquella minihabitación tipo cápsula tenía una televisión sobre tus pies que se podía ver comodamente recostado. Bajo la almohada el dossier con algo de información de aquel lugar. Quizás cuando tuvieras más intimidad buscarías en tu bolsa si El puño te había introducido algo de tapadillo. Seguramente a ti no te iba a caer tan mal como a los demás, aunque evidentemente eso te lo guardarías para ti.

El hecho de formar parte de la iniciativa del bloque no quitaba que macario desconfiará, al fin y al cabo igual que estaban engañando a los otros también podían estar engañándolo a él. Cubriéndose con las mantas para entrar en calor paso a inspeccionar la mochila mientras ponía la alarma de su reloj en hora para que sonará 40 minutos antes de presentarse a trabajar. Confiaba en que tuviera tiempo suficiente para darse una ducha, afeitarse y estar presentable para cuando tuviera que ir a trabajar.

Después de revisar sus pertenencias paso a inspeccionar el dossier. Si todo iba bien tal vez tuviera tiempo de dormir un poco.

Observas que junto a tus pertenencias tienes una nueva tarjeta, con tu foto y todo lo demás. Parece idéntica a la que ya tienes.
Te pones a ojear el dossier cuando comienza a entrarte un sueño pesado y demasiado artificial, como inducido. Si no haces nada para remediarlo vas a caer dormido en breve.

Pego el cambiazo con la tarjeta, pongo la mía vieja bajo el colchón y me quedo con la nueva.
No me gusta esto pero supongo que estaría previsto así que me dejo llevar por el sueño.

Se te van cerrando los párpados y casi acabando de leer el Dossier este se te cae de las manos y te duermes ante la comodidad de aquella cama.
Primero no hay nada, solo tus pensamientos aún conscientes, tus recuerdos recientes, y cuando tu menta se desactiva y accedes a la fase REM, tus ojos se abren.
Estás en un ataud cerrado, desnudo, con solo una de las pequeñas cruces de plata falsa que regala la iglesia a los muertos. No la ves porqué está oscuro, pero lo notas y por alguna razón sabes que eso es exactametne lo que es: una cruz de los muertos. El ataud es de madera y por sus movimientos, parece como si flotara encima del mar o estuviera ubicado encima de un barco. La madera tiene pequeñas rendijas que dejan pasar, sino luz, sí una oscuridad menor. Fuera debe de ser de noche.

Macario permanece en silencio, lo primero en lo que piensa es en si esta encerrado solo aquí. El temor a que ratones o serpientes estuvieran con él le fuerza a quedarse quieto y escuchar. Pero ante todo, estando en silencio.

Tras hacerse una idea de la situación intentará abrir la puerta, con delicadeza, hasta comprobar si esta atorada, abierta o cerrada totalmente.

El agua que se mete entre las rendijas es bastante fría, pero no algo que deba preocuparte en un futuro inmediato. Dentro del ataúd, tras buscar y rebuscar ves que estás solo, no hay nada más allá dentro que tu mismo.
Miras entre las rendijas, aunque fuera está oscuro puedes distinguir líneas de pequeñas bollas en la superficie del agua. Parece que tu ataúd flota en una solitaria y silenciosa piscina olímpica. Escuchas un sonido procedente del otro lado de la piscina. Más que verlo, lo intuyes a trabes de las rendijas:
Una silla de ruedas parece empujada por un ente invisible. Su pasajero, tu hijo aún en coma. Su destino, la parte más honda de la piscina.

La situación es comprometida. ¿Que demonios esta pasando aquí?
Sin embargo la presencia de su hijo en una silla de ruedas le ayuda a fijarse en un objetivo, y ese es salir de aquí, por eso macario procede a golpear el ataúd con la intención de abrirlo. Primero con las manos. y si no funciona usando luego con las rodillas apoyando el peso en su espalda para ejercer presión y empujar la puerta hacía arriba.

¡Hay abrir la puerta!

Al mismo tiempo que tu hijo cae dentro de la piscina con su silla tu ataúd se hunde también en la misma, como si vuestros dos destinos estuviesen unidos.
El agua y el olor a cloro empiezan a invadir tu ataúd mientras sigues golpeando aquella puerta. La golpeas con furia pues sabes que tienes que salvar a tu hijo, a puñetazos patadas y luego con las rodillas. Haces toda la fuerza que puedes hasta que al final desencajas la tapa de madera del ataúd. Cuando sales del mismo todo pare agua rodeada de oscuridad. No sabes que es arriba u abajo, solo que aquella agua está terriblemente fría.
Nervioso buscas alrededor, con los ojos escociéndote por el cloro de aquella agua...hasta que ves bajo tuyo, a unos veinte metros, a tu hijo y su silla hundiéndose.

El sentido común me dice que nade hacía arriba, hacía el aire fresco que rellene los pulmones y evite el agua de cloro, pero la presencia de mi hijo ahogándose es demasiado poderosa. Macario se acerca al ataúd y se impulsa con los pies para lanzarse hacía el fondo de las piscina con la intención de alcanzar a su hijo y sacarlo de aquí.

Su mente le dice que eso no puede ser real pero los sentimientos pueden con la razón. ¡Su hijo necesita ayuda!

Empiezas a sumergirte más y más profundamente, por nada del mundo dejarías morir a tu hijo en esas horribles condiciones. Ni en esas, ni en ningunas.
Tus músculos se tensan a cada movimiento, esto junto al impulso dado con el propio ataúd te hacen alcanzar a tu hijo. Cuando lo coges en brazos te mira a los ojos y te pregunta:
¿Porqué no estás conmigo?

La reacción de macario es de incredulidad cuando oye hablar a su hijo. Más aún al oirle hablar bajo el agua, porque eso sigue siendo algo muy raro.

- ¿Eh? ¿Que dices? Si estoy contigo ahora...

Pero no hay tiempo para eso. Macario toma a su hijo y se impulsa hacía la superficie con fuerza en busca de aire fresco con el que llenar los pulmones.

Empiezas a escuchar el timbre de tu despertador, parece surgir de algún lago en la superfície. Al mismo tiempo tu hijo comienza a pesar más y más hasta que te das cuenta de que se ha convertido en piedra abrazado a tí.
Su peso y su pétreo abrazo convierten tu ascenso en una verdadera batalla que vas perdiendo poco a poco. El sonido de tu despertador aún te indica la dirección en la que nadar, pero cada vez suena más lejano a medida que la estátua en que se ha convertido tu hijo pesa más y más, como si su peso tuviera porque ser proporcional a su tamaño.
Fuera lo que fuera, empezaba a hundirte hacia la fría oscuridad del agua de aquella piscina que no parecía tener fondo.

Ante el peso de la piedra que tiene ahora entre las manos y la falta de aire no hay más opción posible. Macario se ve forzado por las circunstancias a soltar el lastre que le impulsa hacía el fondo del agua en un especie de metáfora cruel sobre la situación de su hijo que esta más muerto que vivo aunque él se obstine en mantenerlo con vida.

Sin el peso muerto que le acompañaba macario se impulsa con fuerza hacía la superficie en busca del oxigeno que empieza a ser muy necesario en sus fosas nasales.

Para hacerte abrir boca y que veas la situación actual en la que estás, y donde despertarías voy a abrirte la escena. Incluso por si quieres hacer tu papel de "topo del bloque"...
Evidentemente si vas a postear sería con el ritmo diario.
Si por trabajo o ganas no va a poder ser, pues no pasa na, pero dilo. Entre que empezaste tarde y fiestas de pueblo y unas cosas y otras estas desaparecido totalmente.

Mejor aún, voy a despertarle ya mismo, que es muy buen momento xD
Te dejo abierta la escena por si quieres escribir, sino te iré Penejotizando.
Aún así me gustaría una respuesta clara y concisa de que quieres hacer respecto a la partida.

Vale, ya llevo yo al personaje, sigo esperando algún tipo de respuesta o explicación a esta falta de posteo. Me extraña mucho este comportamiento de tu parte.