Partida Rol por web

-Ah, prrrrr.. pues no sé. Hombre, hay manadas de Loons, que son lo que comemos principalmente. Hígado de Loon, carne de Loon, ojos de Loon, gelatina de hueso de Loon.. Pero son fáciles de matar. Y luego están los Árigos, pero son unos hijos de puta escurridizos. Y.. ¿un bar, dice? Tenemos una cantina. Si tienen alcohol en su nave, seguro que será mejor bar que el nuestro.-

-Esos escurridizos seguro que le van a gustar a nuestro jefe de equipo, sí. Aunque eso quiere decir que habrá que peinar grandes extensiones del planeta para buscarles. Bueno, Capitán, propongo repostar, cargar alimentos y agua, y empezar una expedición de reconocimiento exhaustiva.

Mirando entonces con simpatía al hombre, mientras señala el hangar y los barracones cercanos:

-No parece que tengan muchos entretenimientos aquí, ¿no? Imagino que tampoco deben tener muchos hangares donde echar un ojo a piezas de repuesto, y charlar con otros mecánicos... o mujeres... ¿Hay otras edificaciones en algún otro punto del planeta por si tenemos problemas durante la expedición? ¿lugares habitados... o deshabitados pero que puedan representar un refugio...?

mientras hago que estoy revisando los controles y los mapas ajena a la conversacion, no me pierdo ni una sola palabra
de lo que estan diciendo.
Al escuchar a Vic , me sorprende la inteligencia y sutileza de la pregunta,si llevamos así de bien las cosas puede que tengamos alguna posibilidad de pasar inadvertidos.

jared se muestra atento y callado, tratando de hacerse una idea de qué tipo de persona es el guía cazador de loons...

- bares, hangares, mujeres... bah. salgamos a cazar lo antes posible, se me están enlatando los pulmones de estar aquí dentro... quiero pasar frío y disparar a lo que se mueva lo antes posible!!!

suelta en plan bravucón... mientras piensa "conversando aquí con esté tipo sin poder decir abiertamente lo que buscamos no avanzaremos nada... cuanto antes salgamos mayor será la probabilidad de encontrar algo..."

-Los árigos, como buenos depredadores, no andarán muy lejos de las manadas de loons. - se hace el entendido - Eso sí, lejos de donde tienen la competencia de los depredadores de dos patas. Propongo volar alto y lejos de la mina para localizar a esas manadas. - corrobora lo dicho ya por Vic y que tan bien les va a venir para buscar su verdadero objetivo sin levantar sospechas.

jared asiente serio y con mirada competente...

- eres un crack dex, seguro que cobramos piezas espectaculares de esta manera!!!!-

mientras pienas ¿como demonios se cazara un argio o un gloon?

Aquel hombre parece satisfecho con vuestras explicaciones. Os aclara algunas cosas, como indicando en un mapa dónde encontrar manadas de loons y aclarando que no hay más edificaciones en el planeta. -Aquí vive poco más de una treintena de personas, en un entorno muy hostil. Procuramos permanecer juntos. Hay rumores de que la empresa abandonará pronto el planeta y nos destinarán a otro sitio. Rezo por ello.-

- en marcha por Dios... no aguanto más!!!-

dice jared, supermotivado...

-Pues sí, en marcha...

Listos para la "cacería", adquirís equipo de invierno, sacáis armas para dar verosimilitus al asunto y os ponéis en contacto con la nave en órbita para que os vaya guiando mientras empezáis vuestro recorrido del planeta, sorteando sus escabrosidades y deslizando el vehículo aerodeslizador de Vic sobre la nieve.

Los elementos del paisaje pasan rápido a cada lado del vehículo, monótonos. Dex no puede evitar bajar la guardia al cabo de un rato y su mente termina volando hacia los recuerdos de una situación a la que ésta le recuerda.

-¡Berg, Lee, McCoy! - el vozarrón del sargento escupe los nombres y algo más - Vosotros saldréis los primeros y os desplegaréis alrededor del deslizador mientras el resto del pelotón descarga el equipo. No quiero fallos. Será rápido, quiero que sea rápido, - rectifica con un tono amenazador - pero mientras tanto, seremos vulnerables.

Pese al grueso blindaje del deslizador de combate, el sonido de las explosiones llega a su interior cada vez menos amortiguado. Ya están cerca de la zona caliente, donde esperan con desesperada impaciencia las armas pesadas, la munición y, como no, más carne de cañón.

A falta de un cigarro, estaba prohibido fumar allí dentro, Dex masca con intensidad uno de sus chicles de extraño sabor.
Con movimientos ensayados mil veces, repasa su arma y su equipo. En pocos segundos, la compuerta se abrirá y comenzará el baile. Nada nuevo. Un día más en los marines. Y, sin embargo, esa desagradable sensación de "¿qué coño hago aquí?" le sigue acompañando. Y no se suaviza ni un ápice por muchas misiones que pasen. Casi con envidia, mira a ese gilipollas de Berg. Descendiente de militares y con la cabeza llena de toda esa mierda del honor y la gloria, se le ve entusiasmado. Podría llegar a envidiarle.

Un frenazo. Luz verde. Los gritos y gestos desencajados del sargento. Ruido de botas y chasquidos de los seguros. Berg al frente. Lee a la izquierda. Dex, una premeditada fracción de segundo más tarde, a la derecha. El enemigo les da el recibimiento con su variopinto armamento reciclado, robado o comprado en el mercado negro. No es tan sofisticado como el de ellos, pero hace su trabajo. Están lejos, pero un tiro afortunado impacta de lleno entre los ojos de Berg, perforando la armadura por su punto más débil. A través de su visor se entrevé una estúpida expresión de satisfacción. Será por la medalla con la que le enviarán el fiambre a su padre el coronel. Podría llegar a darle pena si pudiera permitirse el lujo de pensar en él y no en como cumplir su cometido sin tentar demasiado a la suerte.

de repente, en el deslizador, se oye el grito jubiloso de jared

- YUJUUUUUUUU!, ya lo tengo!!!

su mirada segura delata que una idea relevante a pasado por su cabeza...

:-)

Invertís un par de días en dar vueltas por el planeta montados en "Zapato", cubiertos por su capa de acerocrilato y veustros trajes de invierno. Dejándoos guiar por la astronave y los cálculos que hacéis, buscáis una zona propicia para ser el lugar donde el octógono donde se refugiaron podría haber estado. Es un trabajo no muy agradable y además os veos obligados a disparar algunas veces desde el aire sobre la fauna local para justificar la expedición de caza. Los lugareños, cuando volvéis para aprovisionaros o tomar algo, son a depresión lo que agujero negro a gravedad. Nada, ninguna luz de sonrisa logra escapar de su gesto adusto. Ninguna parece estar a gusto aquí, cada vez ganan menos y los rumores de cierre no hacen sino aumentar.

Por fin, tras ese par de días, lo tenéis claro. Este no es el planeta. Aunque la orografía en general tiene coincidencias, los análisis concluyen que es improbable que se haya enfriado tanto en este tiempo. Tampoco parecen coincidir las distancias entre montañas tal y como parecen descritas en el diario y los grandes cañones montañosos tampoco aparecen o están en puntos incongruentes.