Partida Rol por web

El filo de las tinieblas

Capí­tulo 1: Entre los desaparecidos

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04/11/2009, 13:29
Director

El cuarto en llegar es un individuo calvo, de piel blanco azulada y ojos violeta. Se le ve un pequeño bulto en la traquea.

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04/11/2009, 16:34
Zaddion

Parece que soy el último en llegar, todos me esparaban. Por su gesto, y teniendo en cuenta que todos se giran, creo que no esperaban a alguien como yo...

Al entrar enseguida miro hacia todos lados buscando un rincón donde aposentarme. Cuando encuentro uno, saludo y me dirijo allí.

Saludos

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04/11/2009, 19:50
Albrek

Cita:

Al entrar enseguida miro hacia todos lados buscando un rincón donde aposentarme. Cuando encuentro uno, saludo y me dirijo allí.

Saludos

Saludos, responde Albrek, sin querer conceder más.

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05/11/2009, 00:54
Atellus

Hola digo rapido y conciso mientrassigo mirando el techo. Que demonios sera esta cosa.

Doy un paso alejandome un poquito del nuevo acompañante.

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05/11/2009, 12:11
Caín

¿En qué demonios me he metido?

Observo a los recién llegados, que tienen toda la pinta de haber recibido una información similar a la mía y me decpciono. Estoy con un vulgar soldado de la tropa, un inhumano tecnosacerdote y una de esas bestias de juegan con la disformidad. Al menos, quedo algo más satisfecho con la presencia de un clérigo, veterano en apariencia, que será el que más inteligencia demuestre. Observo el gesto del soldado y le imito, no es mala idea alejarse.

Nadie sabe cuando podrá explotar...

Estoy a punto de decir algo, pero de mi boca no salen palabras, considero más oportuno callarme, aunque la pregunta estará en la mente de todos. ¿A qué hemos venido?

Notas de juego

¿A los clérigos de este mundo se les llama padre?

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05/11/2009, 12:11
Teccus
Sólo para el director

La alarma suena en mi cabeza y abro los ojos, observando en la penubra de mi austera abitación las paredes desnudas. Muevo un poco el cuello para desuntemecerlo y cojo la nota de mi regazo mientras me levanto descruzando las piernas.

Me preparo con esmero y paciencia, pongo a punto alguno de mis implantes, me visto debidamente y cojo mis armas, identificación y equipo. Una vez me aseguro de que todo está en su sitio, perfecto y sin una arruga me dirijo hacia la puerta, la abro, hecho un último vistazo antes de salir y me marcho. Todo en orden.

En las calles de la tumultuosa megaciudad camino como un autómata, no me giro ante los locos que hablan, ni ante la gente que se cruza delante mio, tengo un objetivo y a ello voy.

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05/11/2009, 12:21
Director

Notas de juego

Cita:

¿A los clérigos de este mundo se les llama padre?

Millones de planetas millones de formas :-) Lo normal es que no porque el trato que la Eclesiarquía tiene con la gente suele ser frío y distante (lo cuál no quiere decir que no examinen de cerca el estricto cumplimiento del Credo Imperial)

 

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05/11/2009, 12:25
Director

A la hora convenida, te abres paso a través de las agitadas masas sin rostro del barrio del Administratum hasta llegar a una plataforma
elevadora de servicio no señalizada situada en la parte posterior de un edificio vasto e impresionante cubierto de bajorrelieves de
calaveras, urnas medio cubiertas y demás símbolos de la muerte, coronado por una inmensa estatua de un santo doliente. Parece que
te están esperando; el marchito rostro del servidor encastrado en la plataforma te estudia y afirma “Pase” cuando subes a bordo.

En la plataforma otros cuatro individuos están esperando. Uno lleva la armadura de la guardia imperial, otro cubre su figura con una capa, incluido su rostro, el tercero que ronda la mediana edad, viste con ropas de la Eclesiarquía y el último es un individuo calvo, con la piel blanco azulada, ojos violetas y ropa sucia y raída.

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05/11/2009, 12:26
Director

Otra figura se acerca al grupo, camina pausadamente casi deleitándose en la calma. Lleva un túnica con la capucha echada y su cuerpo da la impresión de ser deforme pero cuando se acerca podéis confirmar por la máscarilla de su cara y sus implantes que se trata de un tecnosacerdote.

Tal y como implicó la nota, no has sido la única persona que ha recibido el mensaje, y formáis un grupo diverso y poco avenido de pie en un tenso silencio mientras las multitudes pasan a vuestro lado. El control del servidor timbrea al activarse cuando el tecnosacerdote aborda la plataforma y el elevador desciende mientras la escotilla se cierra sobre vuestras cabezas con un golpe atronador.

La plataforma se adentra en las profundidades durante algunos minutos a través de niveles de mantenimiento, adentrándose en las entrañas del distrito gubernamental.

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06/11/2009, 10:26
Director

Al final del lento descenso del elevador, sois depositados en lo que parece un amplio corredor gris, iluminado por pálidos globos lumínicos con forma de querubines llevando antorchas. Sólo está iluminada la primera parte del corredor y el resto se adentra en las tinieblas. Al saltar de la plataforma se iluminan más globos.

Notas de juego

¿qué hacéis?

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06/11/2009, 13:06
Zaddion

Estos no sé yo si están acostumbrados a estos entornos, pero para mi es como estar en casa... slolo me falta la gravedad 0 y avanzar flotando. Pasillos estrechos, oscuros, opresivos... parece el relato de mi vida.

Con estos pensamientos, sonrío y avanzo por el pasillo. Lo que tenga que ser será, pero hay que afrontarlo sin miedo.

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06/11/2009, 13:37
Caín

Algo extrañado por la oscuridad de un edificio administrativo sigo, tras una breve vacilación, al ente de la disformidad, unos cinco o seis pasos por detrás suyo. Vuelvo a ajustar la correa del rifle, que no para de resbalarse, en cuanto tenga tiempo lo solucionaré.

¡Claro! Este edificio, debe ser algún tipo de prisión, un lugar donde interrogan -o más bien torturan, cómo no- a los sospechosos de ser peligrosos para el Imperio. Demos gracias porque yo sea uno de los que no se han desviado de lo correcto y estoy aquí.

¿Dónde debemos ir exactamente? -pregunto al servidor de la plataforma.

El silencio de esta gente me está poniendo nervioso, creo yo que algo deberemos hacer juntos, en un futuro no muy lejano y con esta frialdad no llegaremos a ningún lado. Obervo a mis compañeros, el clérigo es sin duda, la mejor opción para conversar, y una elección sensata.

Disculpe padre, ¿conoce usted acaso el motivo por el cuál hemos venido?

Supongo, y espero no equivocarme, que a todos nos han avisado por el mismo sistema y que todos, salvo el ente ese, parecen estar igual de confusos que yo.

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06/11/2009, 14:05
Director

El servidor ni si quiera te mira cuando te diriges a él...parece como si no te hubiera oído o hablaras con otra persona.

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06/11/2009, 15:21
Teccus

Mis ojos miran de reojo, pero no se ven, no se notan. Permanezco quieto como una estatua con las manos entrecruzadas en el regazo.

No medio palabra alguna, solo se escuchan algunos quedos chasquidos y el zumbido de alguna bobina al girar que de cuando en cuando se escapan por debajo de mi túnica.

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07/11/2009, 14:00
Atellus

Viendo como el hombre azulado que refleja en la oscuridad, va en cabeza, se me quita un peso de encima, pero sigo  incomodo al ver como el tecnosacerdote se queda quieto.

Preferiria tener a los dos delante y controlados, pero solo con este no me quedo.

Empiezo a caminar despacio, mirando a todos los lados, medio preocupado, por haber dejado atrás al servidor y al tecnosacerdote juntos. Sonrio mientras camino, para dar confianza a los demás pero realmente estoy preocupado por lo que nos podemos encontrar.

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07/11/2009, 14:21
Albrek

Cita:

Disculpe padre, ¿conoce usted acaso el motivo por el cuál hemos venido?

La Inquisición nos ha llamado, al parecer a todos nosotros, eso es todo lo que sé. Sin duda tiene una misión para llevar a cabo en el sagrado nombre del Emperador y de la Iglesia.

Y echa a andar por el pasillo.

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07/11/2009, 17:57
Director

Al iros adentrando en el corredor, más globos se van iluminando delante vuestra, mientras que los que se van quedando detrás se apagan. Hay un único camino, el corredor no tiene detalles distintivos y desprende un ligero olor a desinfectante químico.

Después de alrededor de cinco minutos de camino, el corredor termina en una puerta metálica blindada, que se destraba con un siseo de aire presurizado y se abre con un fuerte rechinar de engranajes antes de que ninguno pueda tocarla o preguntarse cómo abrirla.

 

 

Notas de juego

¿Entráis?¿orden?

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07/11/2009, 18:22
Albrek

Notas de juego

Parece que Zaddion iba por delante, seguido de Caín, de Atellus, y de mí mismo (Albrek). Teccus aún no ha dicho que se moviera.

Ese debe ser el orden en que llegamos a la puerta. Si los que van por delante no se paran, yo tampoco, así que ahí lo tienes.

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07/11/2009, 18:50
Zaddion

Sin inmutarme, entro en el nuevo espacio que se ha abierto, esperando que alguien o algo nos venga a dar la bienvenida. Me rio para mi mismo.

Notas de juego

Pues eso, yo iba primero, y entro.

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07/11/2009, 20:14
Director

La habitación situada detrás de la puerta contiene un desbarajuste de cajas de metal polvorientas marcadas con símbolos inteligibles apiladas contra un muro, mientras que en la pared contraria se ha abandonado, tumbada de lado, una camilla de hospital con correas para manos y pies.

La característica más impactante de la habitación es un amplio espejo que domina la mitad superior de la pared opuesta a la entrada. Lentamente, el espejo se va aclarando hasta hacerse transparente, revelando detrás de él una brillante cámara de acero. Dentro de la cámara, mirando hacia la habitación, se encuentra una figura alta de rasgos finos vestida con ropajes blancos de medicae sobre los que se ha colocado (de forma algo incongruente) sobre los hombros un abrigo de cuero rojo. Tras él, cubierto por una sábana gris moteada, se encuentra lo que parece ser un cuerpo colocado en algún tipo de armazón puesto de pie para su inspección.

Mientras tanto, flotando expectantes en el aire por encima de ambos se vislumbra un par de cráneos blancos esmaltados, en los que se ha injertado diversos instrumentos de bronce y largas agujas hipodérmicas.

Notas de juego

Presupongo que Teccus os sigue el último